En los neumáticos de la bestia

28

Sadie:

—¿Iras a verme el día del certamen?—Le pregunto a mi novio, Parker se vuelve hacia mi dejando de lado la pelicula que se reproduce en su TV.—Necesito apartar los lugares.

—Estaré en primera fila.

Aprieto los labios.—Bueno en primera fila no, ahi estan los invitados especiales.

—¿No soy un invitado especial?

Le robo un beso, acercándome a el.—Mio si, pero no de quienes realizan el certamen. Te pondré al lado de mis padres.

Se me queda viendo.

—Y primero...

—Primero debo conocer a tus padres.—Me interrumpe.

—Mañana lo harás.

Le acaricio la cara, viendo las heridas ya cerradas.

—¿Preocupada?

Niego con la cabeza y mi móvil suena en la mesita de centro junto a las palomitas que quedaron a la mitad, lo tomo dejando el vaso vacio que tengo en la mano y abro los mensajes de mamá.

—Y hablando de mis padres.

Me acerco a besarlo y guardo el móvil, me levanto y el intenta pararse, aunque el accidente no lo dejo con lesiones graves, si tiene moretones y dolores visibles en las extremidades, y empiezo a creer que tal vez no deberíamos hacer esto.

Trago saliva.

—Estoy bien.

Asiento despacio.

—Vendré por ti mañana e iremos juntos a mi casa.

(***)

Mamá golpea la puerta de mi habitación y la abre, estoy sentada frente al espejo mientras cepillo mi cabello.

—Sigues despierta.—Comenta.

—Ya iba a irme a dormir.

Ella sonríe y se acerca a mi, se coloca detrás y me extiende la mano hacia el cepillo, suspiro y se lo entrego, enseguida empieza a cepillarme.

—No hemos hablado como antes.

Un silencio incomodo nos rodea.

Mantengo la mirada baja un segundo y luego la miro a travez del espejo.

—El certamen se acerca y he tenido la mente ocupada, lo siento, mamá.

—Tus clases van bien ¿Cómo va el baile de presentación?

—Iré al frente, diría que igual de bien.

—Las redes te aman, aunque hay ese rumor con...

—Mitch y yo solo somos amigos, ya te lo dije.—Me rio.

Ella me observa en silencio.

—Es un buen chico.

—Mamá.—La detengo y niego.

Ella termina de cepillar mi cabello y se dirige al armario, donde encuentra mi vestido.

—Al menos hubiéramos elegido juntas...

—Mamá.

—No quiero que me apartes, Sadie.

—No lo estoy haciendo.

Me vuelvo hacia ella.

Mamá visualiza el vestido.—Es un hermoso vestido... Destacaras mucho.