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Sadie:

Los flashes capturan cada uno de mis movimientos y no necesito una orden que me diga donde ponerme o como posar, utilizo lo que se y lo bien que se ve el vestido blanco delineando desde la cintura hasta mi trasero.

—¡Eres preciosa, única!—Halagos que ya se los repite —¡Naciste para esto!

Giro y hago mía la sesión, aunque la cara empieza a dolerme de tanto sonreír, empiezo a acalorarme y le hago una señal a mamá para que se detengan.

Paran y llaman a maquilla, mamá también se acerca a mi entrándome una lata de soda. 

—Soda dietética.

La mujer que ayuda al fotógrafo se nos acerca.—Ya tenemos listas la mitad de las fotos ¿Desean verlas antes de seguir?

—Yo quiero verlas.—Mamá la acompaña, pero se detiene volviéndose hacia mi.—¿Cariño?

Las maquillistas se marchan.

—Elige tu, se que en todas salí bien.

Mamá me observa orgullosa y se acerca a las pantallas a observarlas, aprovecho que esta distraída para tomar mi teléfono y le envio un mensaje a Parker.


(***)


—Llegamos.—Anuncia mamá, el coche se detiene a la orilla de una de las salidas de la autopista, es el tercer destino que visitamos.

Observo el espacio publicitario con un numero grabado en el medio para contratos.

—Comprare este cartel.

—¿Fuera a la ciudad?

—Dentro y fuera, cariño. En la salida y entrada, asi los que se van recordaran que deben votar por ti.

—Ya son cinco carteles publicitarios.

—¿Y quien tiene la tarjeta de tu padre?—Me lo muestra.

Suspiro.

—Nadie más que tu merece esto, Sadie.

—Lo se, mamá.



(***)


—Carteles publicitarios.—Pronuncia Parker al otro lado del teléfono y observo a mamá desde el pasillo.

Se encuentra sobre el mueble mostrándole a mamá las mejores fotos que podrían ir en el cartel.

—Hay un cartel libre por mi ruta al taller, me haría un gran favor. A mi y depende a lo que uses en ese cartel... A mi polla también.

Muerdo mi labio.—Se lo considerare.

El ríe y pronto hay una linea silenciosa al otro lado.

—¿Qué pasa?

—Se mi novia, reina.

Me toma por sorpresa.

—No es una gran forma de decirlo, sobre todo a ti...

—No, no lo es.—Cierro los labios.

—Lo que intento decir es ...—Guarda silencio unos segundos.—¿Es claro que lo que tenemos no es un juego para mi?

—Tampoco para mi.—Pronuncio sin darme cuenta y lo escucho emocionado.

Levanto el mentón y carraspeo.

—Pero no te daré una respuesta asi.

Vuelve a reir.

—Considerare que quieres ser mi novio y la respuesta no la dire por teléfono.

—¡Sadie!—Escucho a mamá llamarme.

—Tengo que dejarte.—Respiro profundo.—Hay algo que debo hacer.

Me entiende enseguida.

—Descansa, reina.

Cuelga y me acerco a mis padres.

Papá es el primero en hablar.—Tu madre ya eligió la foto para los carteles, quiere saber tu opinión.

—¿Era Jhonathan? —Pregunta ella.—Mándale mis saludos y lamento haber interrumpido.—Se vuelve hacia el.

—Hace tiempo que no los veo juntos, cariño, debemos organizar una cena. 

—Ya se viene tu cumpleaños, amor, en la reunión de cada año podremos verlos jun...

—No era Jhonathan.—Le interrumpo, me encuentro parada frente a ellos.—Y hay algo que debo decirles sobre esto.

Un paso a la vez, Sadie.

Respiro profundo mientras mis padres se ven desconcertados.

—Jhonathan y yo ya no estamos juntos.—Suelto la "bomba"

En los neumáticos de la bestiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora