Capítulo 26 // Recuperarla.

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Capítulo 26 // Recuperarla.
Emma

—¿Estás embarazada?— pregunta Jagger luego de no vernos durante casi un mes. Sus hombros suben y bajan debido a la agitación y su semblante está lleno de un temor que nunca había visto en él.

Subestimé lo que su presencia es capaz de provocar en mi sistema. Tan solo el sonido de su voz hace que miles de mariposas alcen vuelo dentro de mí, encendiendo mi cuerpo y llenándolo de vida como hace tiempo no sentía.

Mis ojos se llenan de lágrimas al detallarlo mejor. Este... Este no es el Jagger del que me enamoré.

Su cabello ya no es rubio y no está repleto de los rizos que solía acariciar. Ahora es negro como el carbón y se encuentra mojado gracias a la lluvia.

Los ojos grises que una vez me miraron con amor ahora son fríos y cansados, acompañados de unas prominentes ojeras violáceas. Tiene los labios partidos y la ropa empapada.

—Emma, respóndeme— pide con una nota de tortura en su tono, y eso es todo lo que necesito para salir de su hechizo.

Este es el hombre que me hizo llorar durante días. El que me hizo creer que nunca seré suficiente para nadie. El que me hizo sentir amada para después dejarme de la manera más cruel que encontró. El que tiene a otra mujer en su corazón.

¿Qué hace aquí? Según mis cálculos, debería estar en Grecia a punto de dar un concierto. ¿Acaso vino para terminar de destruirme? ¿Es tan despiadado como para volar hasta aquí solo para continuar lastimándome?

Un dolor agudo se instala en mi pecho y aprieto la puerta solo para desquitar mi ira con algo.

—Vete de mi casa— ordeno mientras lo miro fijamente a los ojos. Mi estúpido corazón decide ese momento para revivir luego de casi un mes y comienza a latir con toda su furia.

—Respóndeme esa pregunta. Solo esa pregunta y me voy, lo juro— asegura.

—No tengo nada que responderte, Jagger— espeto mientras una lágrima se desliza por mi mejilla. Joder—. Dejaste muy clara tu opinión sobre mí la última vez que nos vimos. No quiero verte. Vete.

Él suspira con suplicio, como si hubiera algo que quiere decir pero no puede. Yo me muerdo el labio inferior para que mi barbilla no tiemble.

—Estás embarazada— no pregunta, afirma.

Mi corazón duele como si alguien hubiera metido la mano dentro de mi pecho y lo estuviera estrujando, pero aún así me mantengo firme al responder:

—Eso no es de tu incumbencia. Solo de mi pareja y mía. Vete.

Veo el momento exacto en el que algo se rompe dentro de él en cuanto menciono la palabra "pareja". Su expresión cambia por completo y sus musculos se tensan como si le hubiera tirado un yunque encima.

—¿Pareja?— susurra.

Yo paso saliva para aliviar el nudo en mi garganta y suelto la mentira:

—Sí. ¿Qué pensabas, Jagger? ¿Que iba a esperarte durante toda mi vida después de lo que me hiciste? ¿Después de como me trataste?

Sus labios se entreabren debido a la sorpresa y puedo decir que por primera vez, Jagger King se ha quedado sin palabras.

En realidad, Willy yo no somos pareja, y mucho menos estoy embarazada. Pero él no necesita saber eso. Es más, ni siquiera sé de dónde sacó esa locura del embarazo.

—Vete, Jagger— insisto.

Sus hombros caen y él luce tan abatido y miserable que durante un segundo dudo, pero él se me adelanta al hablar con la voz entrecortada:

Sinfonías Internas ©Where stories live. Discover now