Capítulo 9 // Musa francesa, parte uno.

22.9K 1.4K 679
                                    

HOLAAA, GENTEE, ¿cómo están?

Antes de empezar el capítulo les quería dejar estos links para que vean unos vídeos sobre el libro que capaz les pueden gustar :p :

https://vm.tiktok.com/ZMNBnEPW4/?k=1

https://vm.tiktok.com/ZMNBW6KL7/?k=1

https://vm.tiktok.com/ZMNBWM7Fv/?k=1

Disculpen si no se pueden abrir directamente, no le sé a esto de la tecnología JQKAJAJ.

Capítulo 9 // Musa francesa, parte uno.

Emma.

–¿Está buscando algo en especial, señorita?– me pregunta la dependienta.

Después de mis clases, vine a una mercería para comprar todo lo que necesito para el trabajo que nos mandó mi profesor Albert. Sinceramente, no tengo idea de qué voy a hacer debido a lo que me encargó mi maestro. Las consignas que me había dado eran:

Sexo masculino.

Tipo de cuerpo: triángulo invertido.

Vestuario elegante.

Cuando me dio las pautas que tenía que seguir para el trabajo, me quedé en blanco. Esperaba que me diera un atuendo para mujer, como hacía la mayoría de las veces, pero no. Eso me complica mucho las cosas, puesto que las pocas veces que hice vestimentas para hombres me salieron fatal.

–No gracias, solo estoy viendo– le sonrío.

La dependienta se va detrás del mostrador mientras yo sigo viendo las telas.

No sé lo que voy a hacer, pero de lo que sí estoy segura es que quiero salir de mi zona de confort. No pienso crear el típico esmoquin blanco y negro con el que van todos los hombres a los eventos formales. Quiero innovar, pero no tanto como para arriesgarme a sacar un cero, ¿entiendes?

Agarro las cosas que necesito y voy a pagar a la caja. Sostengo la bolsa con una mano y con la otra me saco el móvil del bolsillo.

Cameron aún sigue en la escuela y Jagger no me ha contestado. Y tampoco sé porqué estoy tan inquieta por esto último. Debe estar ocupado, lo entiendo. Lo entiendo.

Suelto un suspiro mientras camino para mi casa.

A la lejanía veo dos figuras paradas en la puerta de mi edificio. Entrecierro los ojos intentando ver quiénes son, aunque no hace falta utilizar muchas neuronas para saber que son Lou y Brenna. Agitan el brazo en mi dirección para hacerse notar y acelero el paso.

–¿Qué clase de droga tienes en esa bolsa?– pregunta Brenna apenas me observa de cerca señalando la bolsa que llevo colgada al hombro y Lou sonríe.

–Metanfetamina, ¿Por qué? ¿Quieres un poco o qué?– respondo divertida mientras abro la puerta y ellas me siguen.

No me sorprende ni me molesta que vengan a mi departamento sin avisar. De hecho, me alegra. De esa manera me siento menos sola cuando Cameron no está en casa.

Mi madre suele estar todo el día fuera. No sé lo que hace, pero tengo claro que prefiere estar quién sabe dónde antes de pasar tiempo con sus hijos. El rechazo rotundo que me dio cuando le propuse pasar tiempo en familia con Cameron me lo dejó claro.

–Si eso me va a mantener despierta durante toda la noche, acepto– suelta un bufido–. La muy... hermosa, de mi profesora no se le ocurrió mejor idea que ponernos un examen en el que entrarán veinticuatro temas, ¿os lo podéis creer?

–¿Hace cuánto tiempo les puso el examen?– interrogo a la vez que subimos las escaleras.

Brenna tose, intentando no admitir que en realidad tuvo tiempo de sobra para estudiar, solo que no lo aprovechó. Lou se limita a sonreir, con cara de que no está escuchando nada de lo que le decimos y está en otro mundo.

Sinfonías Internas ©Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu