Zemblania: Máscara de seda y secretos [LIBRO #1]

Capítulo 34: El pasado a través del tiempo

Capítulo 34

El pasado a través del tiempo

TAESUNG

Las esferas de luz se juntaban con la luz de la luna que entraba por la ventana de la torre, haciendo una mezcla de blanco con amarillo. Las cosas de Taesung se encontraban en distintos lugares del suelo. Hoy sería el día que lograría el hechizo, no permitiría que pasaran más días. Así que se encerró y lo intentó, una y otra y otra vez. Fallando en cada uno. Pero seguiría hasta lograrlo.

Tenía diferentes elementos que podrían servirle como conductor para abrir el portal. Desde su primera opción —un espejo— hasta pedazos de madera, envases con agua, hojas de papel y cualquier otra cosa que se le pudo ocurrir como buen conductor. A diferencia de los portales de transporte, que sí había logrado hacer con aire, no había logrado nada con este, así que lo había descartado.

Se había leído el libro de Hyunki completo, fascinado por toda la teoría mágica en sus páginas. No solo hablaba sobre relatividad del tiempo, también mencionaba ideas pioneras sobre el uso de portales para diferentes fines, creando tipos distintos de ellos. Como portales fijos que llevaran siempre al mismo lugar ida y vuelta, como un bucle en el tiempo. Incluso portales como medidas de castigo, cárceles en un tiempo y espacio vacío.

Hyunki también hablaba sobre el uso de la magia del tiempo para trabajos más... ilícitos. El clan Kwon no solamente controlaba el tiempo y que todo pasara como debía, ya que, siendo honestos... a nadie más le importaba eso, por lo que su familia tenía que vivir de algo.

De esa forma crearon experticia en viajar al pasado para encontrar cosas. Objetos perdidos, plantas o animales extintos, cualquier cosa que fuese mejor en el pasado que ahora. También robaban algunas otras, dependiendo de lo que pudieran.

Ese tipo de servicios eran tremendamente costosos y era muy selecta su clientela, pero lo suficientemente amplia como para darle al clan Kwon la reputación de ser la familia número uno de magois actualmente. De hecho, los Kwon eran responsables de ayudar a la familia Van Darte a tener el poder que desarrollaron en su época dorada.

Algunas páginas hablaban de eso, mientras otras habían sido arrancadas del libro.

Taesung tomó la información más importante y la puso en práctica, aunque no había logrado ningún avance con los portales.

Estaba agotado, física y mentalmente. Ya era de madrugada y llevaba un par de horas intentando, junto con haber dormido poco, cuidar de Alesha y ver la preocupación que el kumiho no ocultaba tan bien como creía, Taesung necesitaba un descanso.

Necesitaba crear el maldito portal y resolver esto. La muerte era tan... relativa para el clan Kwon, como el tiempo mismo, que al verse rodeado de ella como algo definitivo y fatal... no estaba preparado, jamás se había preparado para algo así. La especie magoi vivía un promedio de casi quinientos años, juntando eso con el estilo de vida de un Kwon, era vivir para siempre de cierto modo.

Pero encontrarse con la muerte a los diecinueve fue algo que le sacudió el piso a Taesung, ahora que se había desbloqueado el recuerdo. En lo poco que conseguía dormir, soñaba con la criatura y cómo se sintió estar dentro de ella. Que esa cosa siguiera suelta solo provocaba que su cerebro le gritara cada segundo que pasaría por lo mismo, que la criatura saldría del suelo para terminar lo que había comenzado. Y Taesung no tendría forma de defenderse.

Tomó el espejo, de nuevo, ya había intentado más de dos veces con cada conductor en el cuarto, y no pararía todavía.

Con las manos un poco flojas por el cansancio que le abrumaba, el reflejo le devolvió la mirada con unas grandes ojeras moradas y los ojos achicados. Se relamió sus labios secos y cerró los ojos.