Zemblania: Máscara de seda y secretos [LIBRO #1]

Capítulo 31: Noche de luna nueva

Capítulo 31

Noche de luna nueva

🎵 En la parte donde hablamos de música tradicional venezolana que suena, se supone que está sonando esta: Diablo suelto

https://youtu.be/vT7YZaQcwrQ

ALESHA

Abrió rápidamente su ventana, tosiendo el humo verde que se extendía por su habitación. Jaehyeon pagaría por sábanas y cortinas nuevas luego de esto.

Horas atrás había recibido un mensaje de Jaehyeon, que fue lo que la llevó a este punto preciso.

Zorro

›Es posible que necesite tu ayuda.

Yo

Escucho‹

Zorro

›Lees, Alexandra, me lees.

Yo

Me quedé en la parte en la que suplicas mi ayuda‹

Tú no puedes usar mi segundo nombre‹

Jaehyeon le pidió con carácter de urgencia, como todo lo que a él respecta, una poción para cambiar de forma, de larga duración. No dio explicaciones, y ella no tenía ganas de meter su nariz en los asuntos de Jaehyeon, no hoy al menos.

Así que luego de vertirla en un pequeño frasco de cristal, cruzó el pasillo para el lugar de entrega que le dieron de indicación: el cuarto de Nora.

En el pasillo retumbaba ligeramente el eco musical de joropo*¹⁵ en una especie de celebración que tomaba lugar en el lobby. Ya que estaban en cuarentena, varias ninfas organizaron una presentación con música tradicional de todos los países de quienes ahí estudiaban, incluso música tradicional liluriana. La mayoría gratamente asistió, Taesung decidió quedarse en su cuarto por el ruido y las aglomeraciones, pues luego de su experiencia en la fiesta decidió que esos ambientes no eran mucho lo suyo.

Dio unos toques sobre la madera de la puerta, tomando aire profundamente. Quería tirar de su cabello por sentir algo divertido y burbujeante en su estómago a medida que más se acercaba al cuarto. Casi se cachetea cuando se encontró arreglando su cabello, luego de darse una ducha para sacar todo lo verde de su cuerpo, y sonreír al entrelazar en unas cuantas trenzas las cintas que le dio Nora.

Sonreía porque le gustó cómo se veía, el contraste del violeta de su cabello y el lila y blanco de las cintas.

También sonreía por el recuerdo de Nora poniéndoselas.

—Un momento —se escuchó detrás de la puerta, para luego ser abierta por la vampiresa, quien terminaba de atar un choker a su cuello, como los que siempre usaba. Debían gustarle mucho, pues Alesha notó que tenía una enorme variedad de esos.

—Hola —dijo, y por alguna razón se sintió estúpida por eso. Hasta que Nora le devolvió una sonrisa.

—Hola.

—Hola —dijo Jaehyeon, sentado en uno de los sofás individuales al fondo. En la mesita de centro había varios papeles y fotos de un hombre, así como dos botellas vacías de vino y dos copas en proceso—. A tí no te vamos a servir una.