Capítulo 14: La curiosidad mató al gato

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Capítulo 14

La curiosidad mató al gato



ALESHA

El ambiente cálido en los pasillos de la academia fue reemplazado por el frío del ambiente de Mérida cuando Alesha salió hacia el bosque, levantó el cuello de su chaqueta para protegerse del viento. El día de hoy había una peculiaridad, su acompañante no era Taesung, o Jaehyeon. Esta vez la seguían Lyra, una sirena que no sabía mantener la boca cerrada, y Kilari, una mujer lobo. Para Alesha era extraño socializar con alguien que no fuese Taesung y ciertamente, no sabía si lo estaba haciendo bien.

En estos momentos iban camino al bosque a buscar hippomane mancinella, o manzanilla de la muerte, para su clase de «Clasificación, cuidado y cultivo de hierbas I». Un curso compartido con otras especializaciones, donde varias especies estudiaban en conjunto y por eso había terminado con ellas como compañeras por el resto del curso. Actualmente, estaban en el módulo de venenos, por lo que debían buscar las hojas y frutos de la manzanilla rápidamente para volver al salón y destilarlo. La manzanilla de la muerte era venenosa para humanos y algunos animales, incluso el agua que tuviese contacto con su savia podría causar efectos graves, desde dolores agudos hasta la muerte.

—Me gustan tus trenzas —le dijo Lyra. Sintió su mano en una de ellas, hoy las había hecho con una gruesa en el centro, que iba de su coronilla hasta el final de su cabello violeta, que caía en la parte baja de su espalda, junto a dos trenzas más delgadas a cada lado de su cabeza, una capa de su cabello quedaba por debajo de ellas—. Las sirenas usamos conchas de mar para mostrar de dónde venimos ¿las trenzas significan algo?

Asintió —Muestran las batallas que hemos ganado.

—Oh, ¿y cuántas has ganado tú?

Ninguna. Nunca había estado en batalla, ni siquiera había ganado las prácticas contra Viktor. Cambió el tema antes que se hiciera incómodo —No son solo las propias, representan las victorias de nuestro linaje.

—¿Y es verdad que vienen de los vikingos? —estaba haciendo muchas preguntas.

—Sí —Alesha levantó la cabeza con orgullo, mientras bajaban la lindera de la academia para entrar al bosque—. Los primeros magoi fueron Van Darte, vikingos que evolucionaron de la brujería común y se les concedió magia. Venimos de un gran linaje de guerreros y conquistadores y eso nos convirtió en los magoi más poderosos y honorables de Lilura.

Las palabras salieron por sí solas de su garganta, el discurso que había escuchado y repetido por diecinueve años.

—Eran los más poderosos —corrigió Kilari—. Ahora los superaron los Kwon, ¿no?

Alesha la miró de mala gana, aunque estuviese en lo correcto —Seguimos siendo los magoi más poderosos en la historia y quienes más contribuyeron para el crecimiento de Lilura como la conocemos hoy, hemos aportado en el avance de la magia y gracias a nosotres es que —la miró de arriba a abajo— tú estás aquí —las palabras le sabían a metal mientras rodaban por su lengua, eran una falacia que se había aprendido y en su momento creía como la absoluta verdad. Ahora las decía por compromiso, por defensa. Porque su apellido iba antes que ella, como le habían mostrado debía hacer. Había soltado el discurso igual que un mantra aprendido, mas no se sentía igual que antes.

Kilari solo se rió y negó con la cabeza —Un poco hipócrita cómo hablas de honor viniendo de una familia de asesinos y colonizadores. Y asesinos —recalcó. Alesha apretó los dientes y sus puños, en su rabia había una sombra de vergüenza que la obligó a quedarse callada—. La manzana no cae muy lejos del árbol.

Zemblania: Máscara de seda y secretos [LIBRO #1]Where stories live. Discover now