Capítulo 17

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Kikyo emprendió su viaje hacia el país de los demonios, no se apresuró en llegar rápidamente, la idea no le gustaba. Y presentía que algo muy malo pasaría. Pero no había otra opción, tenía que averiguar que tramaba su hermano. 

El viaje seria largo, pero ella sabía muy bien cómo llegar. Por su mente pasaban los recuerdos de las personas que había entablado amistad. Deseó que en algún momento los volviera a ver. Pero al recordar a Neji, se hacía más doloroso. Ahora se había resignado a no volverlo a ver. Se dijo a si misma que debía dejar el pasado atrás. 

El hecho de que ella tenga que volver al lugar donde su vida se convirtió en sufrimiento, le hacía sentir que quizás no los volvería a ver. Posiblemente ese era su destino. 

Después de mucho camino se encontró con un pueblo. Decidió quedarse allí un tiempo para descansar. Kikyo pudo notar que era un pueblo muy colorido y alegre. Buscó un puesto de comida con su mirada. 

Cuando sus ojos divisaron un puesto de onigiris decidió acercarse. El lugar estaba lleno de personas muy animadas. Tomó asiento mientras observaba a una muchacha ir hacia ella, con una libreta.  

—Bienvenida—saludó cordialmente la muchacha con una cálida sonrisa—¿En qué le puedo servir?

—¿Podría servirme dos onigiris y cinco para llevar?—preguntó la pelinegra a la muchacha.

—Por supuesto. En un momento estará su pedido—respondió la muchacha para luego hacer una reverencia pequeña e irse a atender a otro cliente.

La pelinegra se sorprendió por la eficiencia del lugar ya que en pocos minutos estaba el pedido en sus manos. Así que devoró los dos onigiris que tenía servido en el plato. Los otros cinco los guardó para el viaje. Luego pagó la cuenta y salió del lugar.

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Los dos Hyüga’s habían logrado salir de Konoha. Hinata había decidido dejarle un mensaje a su padre. En el cual anunciaba su ida de la aldea, y que además no la buscaran, que estaría bien puesto que Neji iba con ella. Haciendo énfasis en que fue ella quien lo obligó a acompañarla, haciendo uso de su puesto como miembro de la rama principal, por lo que no permitiría que tomaran ninguna decisión en su contra o lo declarasen ninja renegado, sino que ella asumiría toda la responsabilidad.

Por supuesto esto lo hizo sin pedirle opinión a Neji, porque seguramente él no la dejaría hacer tal cosa.

Mientras corrían a gran velocidad por los arboles Neji seguía preocupado ya que a su prima le costaba demasiado seguirle el ritmo e incluso él empezaba a dejarla atrás. 

—Hinata, debiste haber ido al médico antes de irnos—le regañó Neji cuando ella paró de correr al quedarse sin aliento.

—Discúlpame Neji-nissan— dijo Hinata recobrando el aliento, parecía exhausta. 

Neji la miraba frunciendo el ceño, no era normal que se cansara tantas veces seguidas. Hinata era una Kunoichi y tenía resistencia debido a sus entrenamientos desde pequeña. No era para nada normal que de un momento a otro haya perdido toda su fortaleza física. 

A este paso les tomaría mucho más tiempo llegar hasta la guarida de Orochimaru, aunque ahora le preocupaba más, el estado de salud de su prima.

—Creo que lo más sensato sería devolvernos—mencionó el ojiblanco haciendo que Hinata lo mirara frunciendo el ceño.

—¡De ninguna manera! Ya estoy bien, continuemos—insistió ella empezando a caminar para seguir el camino. 

Neji suspiró pesadamente. Mientras retomaban el camino.

Cadenas de Herencia |Neji y KikyōDonde viven las historias. Descúbrelo ahora