Capítulo 2

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Luego de haberle revelado su compromiso a Naruto, el ojiblanco lo examinaba,  fue muy evidente la incomodidad del rubio. Al parecer lo que le acababa de decir Neji era lo último que esperaba escuchar aquella tarde. 

El chico rubio no sabía que decir, ¿qué debería decir? entonces solo se le ocurrió.

—Vaya Neji, eso no me lo esperaba, felicidades-dattebayo—sonrió forzosamente.

Entonces, cuando Neji iba a responder, escuchan la voz de su compañero de equipo, el cual se acercaba muy animado.

—Neji, eh… Hola Naruto-kun. ¿Qué hacen tan apartados?— preguntó Rock Lee, el cual los miraba con curiosidad y algo de sorpresa, ya que no era muy usual ver a Neji hablando con Naruto.

Neji decidió que era mejor dejar las cosas así, al parecer que  Naruto supiera o no el compromiso entre su prima y el, no cambiaría en nada las cosas, no pudo evitar sentirse un poco decepcionado.

—Nada importante Lee—respondió Neji apartándose de Naruto y Lee para seguir su camino. Lee no le dio demasiada importancia al asunto y siguió al ojiblanco. Mientras Naruto quedó atrás aun pensando en lo que Neji acababa de decirle.

Lee caminaba al lado de Neji, le comentaba que esperaba que pronto les asignaran una misión ya que hacía tiempo que no salían de misión juntos  con Tenten, a lo que Neji solo le asentía con la cabeza. 

De hecho el andar ocupado en misiones y otros asuntos le permitía no pensar tanto en el asunto de su prima, así que él pensaba que era buena idea. 

Después de un rato Lee le dijo que se iría a entrenar por lo que volvió a quedar solo, ya habían pasado varias horas desde que salió de la mansión Hyüga, pero en realidad no tenía ganas de regresar, por lo menos no todavía. 

 Fue entonces cuando visualizó a lo lejos a su prima Hinata, la cual estaba sentada sobre un columpio, en el parque. Se le notaba ensimismada mirando a la nada. Neji sintió un poco de pena al verla así, no se veía feliz, se veía cabizbaja y melancólica. Pero entonces dudo en sí debería molestarla o no. 

Ellos a lo largo de los últimos años habían cultivado una bonita relación familiar, eran como hermanos. Al verla de esa manera él no podía evitar sentirse de igual forma. 

Era complicado, por más que él quisiera que su prima estuviera feliz, ella seguiría en ese estado, puesto que el único que puede darle ese tipo de felicidad es el hombre que ella ama, pero si Neji podía hacerla sentir aunque sea un poco mejor, lo intentaría. Porque él haría cualquier cosa por su prima. 

Así que se acercó lentamente hasta donde se encontraba Hinata. Al comienzo ella no se percató de su presencia, pero luego miró hacia la dirección donde él se encontraba, ambos ojos blancos se encontraron.

—Neji-nissan… ¿qué haces aquí?— preguntó un poco asombrada la ojiblanco.

—Hinata, por favor, no sigas afligiéndote por mi culpa, soy yo quién debe cargar ese peso, no tú – expresó el ojiblanco ignorando la pregunta de Hinata. 

Ante sus palabras Hinata bajó la mirada, por más que quisiera ella no podía evitar sentirse triste y desorientada. Ella no dijo nada y simplemente hubo un silencio.

Neji al ver que ella no respondía continuó.

—Hinata—sama yo entiendo que...— pero Hinata lo interrumpió.

—Neji-nissan. Yo espero ser una buena esposa para ti—sonrió con tristeza—.Así que mejor volvamos a la mansión o papá se preocupará—Neji asintió y se dirigieron a la mansión Hyüga sin decir una palabra más. 

Cadenas de Herencia |Neji y KikyōDonde viven las historias. Descúbrelo ahora