Parte II: Capítulo tres.

4.1K 238 34
                                    

III

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

III. Para Giuletta

Viena;
Austria, 2022.

—¿Ya te vas? —me pregunta Max, entrando a mi habitación, mientras siento mi cabeza doler aunque ya tomé varios analgésicos y aquella asquerosa mezcla de ingredientes que mi amigo prepara cada mañana después de una gran borrachera

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—¿Ya te vas? —me pregunta Max, entrando a mi habitación, mientras siento mi cabeza doler aunque ya tomé varios analgésicos y aquella asquerosa mezcla de ingredientes que mi amigo prepara cada mañana después de una gran borrachera. Prometo mentalmente no volver a beber, pero en el fondo sé que es una vil mentira.


—Sí. Gia está por llegar —le respondo, terminando de abrochar el cierre lateral de mis largas botas negras, feliz de por fin volver a ver a mi hermana. Ha sido la única de mi familia con la que he vuelto a tener contacto después de todo. Ya tiene dieciocho años, pero sigue siendo un dolor en el culo tal cual hace años atrás. Promete traer una sorpresa, quisiera tener siquiera la esperanza de que sea nona, pero mamá parece odiarme cada día más que el anterior, prohibiéndome hasta llamarla. Han sido dos años terribles.


—¿Te sientes bien?

Levanto la mirada hacia él, mientras tomo mi mochila y la ubico sobre mi espalda— Claro que sí, no la veo hace más de dos años.

—Me refiero a lo que ocurrió anoche.

Medito unos segundos mi respuesta, preguntándome si realmente está todo bien conmigo al ver a Charles después de tanto tiempo. ¿Estaba guapísimo? Claro que sí, eso no se puede negar jamás. ¿Sentí rencor? No, ya pasó mucho tiempo. ¿Sentí... amor? No. Al parecer la terapia funcionó.

—Estoy bien —respondo al fin.

—Escapaste de la fiesta y llegaste a cantar esa canción de Taylor Swift que tanto amas aferrada a una botella de ron que bebiste por completo tú sola. ¿Eso significa estar bien?

Lo miro mal— Te aclaro que podría estar felizmente casada, con mi vida totalmente perfecta, y aún así seguiría cantando All To Well a todo pulmón. Es un himno, Max. ¡Un himno!

¿Cómo evitar un amor prohibido? Where stories live. Discover now