Perfecto Caos ✔ (Amores Caóticos #1)

Capítulo cuarenta y cinco

Advertencia: este capítulo contiene escenas que podrían resultar incómodas para algunos lectores, se aborda el tema de abuso sexual. No se detalla el abuso de manera explícita, sin embargo, si tiene muchos detalles y descripciones. ESAS ESCENAS EN ESPECIFICO ESTARÁN MARCADAS CON XX Al inicio y al final.  

45 | DENUNCIA.

♪ Till it happens to you, you don't know how im feel, ♪
(Hasta que no te suceda a ti, no sabrás como me siento.) -'Til it Happens to you. Lady Gaga.

Medio año después de su internación.

Judith.

Nunca creí extrañar cosas tan ordinarias como sentir el calor del sol en mi piel o la fuerza del viento agitando mi cabello. Cosas tan simples como poder tocar las flores con las puntas de mis dedos o poder sentir la lluvia empapando mi cuerpo. 

Extrañaba cerrar los ojos y poder escuchar el sonido del mundo exterior o simplemente perderme en su silencio.

Aunque debo continuar mi tratamiento psiquiátrico y aún debo asistir a terapia. Finalmente, me habían dado de alta del hospital.

Respiro hondo y cierro los ojos.

Cuando escucho las pisadas en el corredor me lanzo a la cama y me cubro la cabeza esperando que crea estoy dormida.

En cuanto la puerta se abre, puedo escuchar la risa de mi hermano.

Jadeo sintiendo como me arrancan la cobija de encima.

—Literalmente tienes una ventana allí —dice divertido apuntando hacia el cristal—, pude verte despierta treinta segundos antes de siquiera entrar.

Suelto una risa lanzándole una patada que esquiva con rapidez.

—Estaba desempacando —digo recargándome sobre mis codos. Él se gira hacia mi maleta aún hecha en una esquina. Casi quiero golpearme.

Qué asco de mentirosa soy.

Jace no dice nada, solo sonríe y extiende una botella de agua hacia mí. —Tómala.

Hago una mueca y la empujo. —No tengo sed.

—Los antidepresivos te vuelven más propensa a la deshidratación o golpes de calor, así que bebe agua.

Suelto un bufido y tomo la botella bebiendo un sorbo de ella. —Pareces Aiden —murmuro molesta.

Él asiente con una sonrisa. —De hecho, él me dio el dato.

Cierro la botella y me dejo caer por completo sobre la cama

»¿Te encariñaste con los doctores y ya no querías volver con nosotros? —cuestiona tumbándose a mi lado.

Suelto una risa y pellizco su mejilla—. Sé que debí salir antes, pero como al principio no quise cooperar, por eso me tardé más tiempo del debido.

—Lo sé —murmura—, ¿Quieres ver el lugar? —pregunta y yo simplemente niego—, ¿No te gusta, cierto? —Presiono los labios pensando en que decirle, pero mi hermano sabe leer mis gestos a la perfección—. Lo sabía —dice girando su cabeza hacia mí—. Lo noté desde que bajamos del auto.

—Odio las cabañas —Me quejo recargando mi cabeza en su hombro.

Pensé que saliendo iríamos directo al departamento. Pero al parecer todos tenían otro plan. Hicieron que Jace me trajera a una cabaña para pasar el fin de semana juntos. Aún nadie llegaba y lo agradecía, porque en este momento, con la única persona con la que quiero estar, es mi hermano.