♡Capitulo treinta y uno♡

12.4K 858 137
                                    

Hola.
Vengo por un favor, podrían seguir a una personita importante para mi, a penas se unióWattpad, por favor, es importante, prometo que recompesare el favor de alguna manera

Su usuario: MarthaSalas21

Por cierto, el capitulo es un agradecimiento por sus bellos comentarios :D

Ninguno de los dos jamas creyó que estarían almorzando con alegría. Croos y Candas desayunaban tranquilos sin ninguna discusión.

— ¿Hoy saldrás? — preguntó Candas.

— No, ¿quieres hacer algo?

— Hmm, ¿cómo qué?

Croos suspiro, cayo en cuenta que no la conocía lo suficiente, como para saber que le gustaba hacer.

— No lo se... Podríamos... Ir al cine — propuso sonriendo.

Candas sonrió: — ¿No se te podía ocurrir otra cosa? — preguntó riendo.

Croos río: — No soy muy romántico — ambos rieron.

— No me gustan mucho los cines — dijo Candas mas calmada.

— Creí que eso les gustaba a las humanas.

— No a todas, podríamos ver películas en casa...

— Eso es aburrido — ambos suspiramos.

Croos

Candas y yo continuamos comiendo en silencio.

— Por cierto, ¿dónde esta Caín? — apreté los dientes y me limpie con dureza el contorno de mis labios, ¿por qué mierda quería saber de él? Claro para informarse de él bien que hablaba.

— Oh, él esta bien, si quieres puedes ir a verlo, ve y pasa el día con él, por mi no te preocupes, ya me di cuenta que él te interesa mas — dije tratando de ocultar mis celos, lo hice bien, ¿no?

— Solo pregunte por él para hacer la plática ¡imbécil! — grito — se supone que me hablarías de él y al final tendríamos un buen tema de conversación... ¡Eres un idiota! — aventó la servilleta y se puso de pie.

Esta vez fui mas rápido, y la jale de la muñeca para sentarla en mis piernas: — Lo siento... — Candas intento ponerse de pie pero apreté ligeramente su cadera con mi mano y con la otra acaricie su mejilla.

— Quiero irme a bañar — murmuro Candas despectiva.

Sin siquiera proponérmelo la bese, cerré mis ojos y moví ligeramente mis labios esperando que ella también los moviera, Candas tardo segundos en reaccionar, pero finalmente lo hizo, nos besamos con pasión, por mas que intente hacer el beso tranquilo no pude, tal parece que ella y yo no nacimos para lo romántico.

Con una de mis manos abrace posesivamente su cintura, y con la otra acaricie sus muslos, Candas gimió suavemente excitandome un poco mas de lo que ya estaba.

Metí mis manos debajo de su blusa, pero Candas detuvo el beso: — No — dijo con la voz agitada — no quiero tener sexo contigo — dijo neutra.

Sentí algo raro dentro de mi, algo parecido al dolor y a la decepción: — ¿Po-por qué? — pregunte con miedo al saber la respuesta.

— Porque haríamos las cosas mal, además, siempre es cuando tu quieres, yo también tengo derecho a elegir.

Hasta la eternidadWhere stories live. Discover now