♡Capitulo ocho♡

19.1K 1.1K 35
                                    

CROOS

- Estuviste genial. - Me dice la rubia con la que acababa de tener sexo.

- Lo sé.- Hable con mi típica arrogancia.

Después de un rato la mujer se fue y yo me dispuse a vestirme, hoy por la tarde era la ceremonia de presentación.

Caminé hacía el patio trasero y le hice una seña a un sirviente para que viniera.

- ¿Dígame amo?. - Inclina su cabeza como señal de respeto.

Se escucharía mejor que me dijera alfa...

- Trae a mi mate. - Ordeno, él asiente y se va.

Espero unos minutos hasta que veo ha Candas aparecer.
Se ve un poco más delgada y descuidada, en cuanto llegan aquí el mozo se va y ella sólo me observa.

- Siéntate. - Le ordenó y ella lo hace.

Adoro su sumisión.

Sonrió.

- Hoy a las 4:00 de la tarde será la presentación, tu como mi mate y yo como alfa de la nueva manada.

Ella no dice nada y baja su cabeza.

- En fin lo que quiero que hagas es que te portes bien, en unos instantes vendrán unas personas para que te ayuden en tu arregló, en la ceremonia quiero que sonrías y que seas amable...

- ¿Qué pasa si no lo quiero hacer?. - Pregunta y alza su cabeza.

Yo simplemente me río por su nueva revelación.

- Me matarás a golpes, o me encerrarás... - Habla con cierta molestia y me reta con la mirada.

Bien. Esto ya no es gracioso.
Me pongo rápidamente de pie y camino hacia ella, la sujeto de sus muñecas y las aprieto.

- No me retes. - Le digo y la obligo a ponerse de pie, la acerco más a mi y beso su cuello. - Aún no sabes de lo que soy capaz, además, no querrás que mamá y papá paguen tus estupideces, ¿verdad?.

Después de a ver dicho eso me reí, su cara fue épica.

- Tu no sabes nada de ellos. - Habla intentado sonar valiente.

- Tu madre vive en un pueblo que se encuentra en Río de Janeiro, su nombre es Cinthya y tu padre se llama Jack, eres hija única y estabas comprometida. - Río en cuanto finalizó.

- ¿C-como sabes eso?. - Me pregunta y me separa un poco de ella.

- Tengo mis contactos. - Beso su mejilla. - Ahora vas a portarte bien o tendré que hacerles unas visitas a tus padres, ¿te portarás bien?.

- ¿Serías capaz de hacerles algo a mis padres?. - Pregunta y noto su palidez.

Río: - Por supuesto que soy capaz, pero si no me crees ponme aprueba. - La reto con la voz.

Ella baja su cabeza y frota sus ojos con sus manos.

- ¿Te portarás bien?. - Vuelvo a preguntar burlón.

- S-ssii. - Habla en apenas un susurro.

- Eso pensé. - La tomo del brazo y la obligo a caminar hacia la casa. - Ahora dejaras que te pongan bella y te portarás bien.

Ella no dice nada y solo seguimos caminando.

(•••).

|CANDAS|

Hay tres mujeres ayudándome a arreglar.
Una arregla el vestido, otra me maquilla y la otra me peina.
Estoy realmente furiosa, es increíble la manera en que permito que él maldito de Croos me traté, realmente me iba a rebelar, después de todo dudo que salga viva de aquí, pero he de admitir que él imbécil jugo bien sus cartas, no contaba con que supiera de mi familia.

Pero juró por toda mi dignidad que en cuanto pueda lo haré pagar por todas las que me hizo.

- ¿Ya está lista?. - Escuchar su voz me irrita más.

- Si amo, ya esta lista. - Le dice una de las mujeres que me estaba arreglando.

- Bien. - Croos camina hacia mi y me toma de la mano. - Vámonos Candas.

Habla y los dos salimos.
Caminamos por un camino que no conocía, pasamos por un camino rodeado de arboles hasta que llegamos a un enorme salón. Se veía genial por fuera, tenia un toque antiguo y a la vez moderno.

Pero desgraciadamente Croos interrumpió mis hermosos pensamientos. Él me tomo de la cintura y me guió hacia adentro del salón.

- No olvides portarte bien linda. -Me susurra en el oído.

Ambos entramos y tengo que reconocer que el adorno es perfecto. En pocas palabras todo es perfecto; mesas por todos lados, cubiertos finos, lámparas perfectas, clima perfecto.

- Hola. - Se acerca una pareja algo adulta a saludarnos.

- Mamá. - Saluda animadamente Croos. - Candas ella es mi madre Victoria, mamá ella es Candas, mi novia.

- Mucho gusto. - Besa mi mejilla. Intento resistirme a su abrazo pero Croos me lanza una mirada de amenaza, así que al final accedo a su abrazo. - Bienvenida a la manada.

- Gracias.- Respondo sería.

- Él es mi padre Douglas, padre ella es Candas, mi novia. - Nos presenta y todos sonríen.

- Mucho gusto señorita, no sabe cuanto gusto me da que mi hijo al fin haya encontrado a su mate. - Me sonríe y me siento obligada a corresponderle.

- Mucho gusto señor. - Sonrió, o al menos eso intento.

- Iremos a saludar a los demás, nos veremos luego linda. - Habla su madre y ambos se disponen a irse.

Croos me vuelve a tomar de la cintura y me pega más a él.

Besa mi frente y me habla en mi oído: - Hazlo mejor. - Comenzamos a caminar.

(•••)

Ya habían pasado unas horas y Croos me había presentado a demasiadas personas. No tienen ni la menor idea lo que se siente tener que fingir sonrisas por tanto tiempo, siento mis pómulos adormilados de tanto fingir.

- Quiero que hagas tu mejor actuación. - Ordena serio Croos y su mirada me intimida.

Caminamos hacia tres hombres, ambos se ven ya un poco adultos, van vestidos de trajes negros, como si fuera un uniforme.

- Alfa Jacob. - Saluda con cierto respeto Croos.

- Croos, ¿ya me presentarás a la dama?. - Ríe.

- Por supuesto, Candas él es el alfa Jacob, nuestro máximo líder, Alfa ella es candas, mi luna.

- Un placer señorita. - Besa mi mano y yo sonrió.

- El gusto es mío. - Sonrió y él sigue sin soltar mi mano.

Croos toma mi mano y me aleja un poco del Alfa Jacob. Lo miro y me hace una mirada de advertencia, siento celos de su parte pero ignoro el pensamiento, él solo me necesita para subir de rango.

- Ellos son Bob y Zac. - Me presenta a los demás y ellos solo me saludan con un "mucho gusto".

- Es tarde Croos, ¿a qué hora será la presentación?. - Pregunta Jacob.

- Sólo estábamos esperándolos para hacerlo más oficial.

- Bien, hazlo ya.

Croos me toma de la cintura y me guía hacia el enorme escenario.

- Quiero que sonrías más. - Vuelve a ordenar Croos.

- Ya me canse de sonreír como imbécil. - Le respondo cansada.

- No me importa, sólo sonríe.

Ya no digo nada más y Croos y yo subimos hacia el escenario.

Hasta la eternidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora