♡Capitulo diecinueve♡

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Si no leen notas al final es importante que la lean, muy importante, en serio es de vida o muerte.

CROOS

- Pórtate bien hoy Candas. - Dije mientras besaba su frente.

- ¿Sigue en pie lo de la llamada?
Fruncí mi ceño, ¿qué urgencia de hablarle a alguien? De seguro quiere hablarle a ese tal Zack que era su prometido. O peor aún, que tal si quiere hablarle a alguien más.

- Croos, estás sudando... - Dijo Candas asustada.

Mi temperatura corporal había aumentado sin tan siquiera darme cuenta.
Intente respirar para poder calmarme.

- La llamada sigue en pie, pero solo podrás hablarle a alguna 'mujer', cero hombres. - Dije molesto y salí del cuarto echando lumbre.

Salí a la calle que daba a la aldea y ahí vi a los muchachos: - ¿Estás bien Croos? - Preguntó Edi.

- Sí.

- Parece como si te quisieras convertir en lobo. - Ahora habló Rom.

- Pues es lo que quiero.

Ambos me vieron sorprendidos ya que nunca en mi vida había dicho eso: - Sí que estás muy grave, pero eso tendrá que esperar, Caín ya no tarda en llegar. - Dijo Edi y yo rodee los ojos.

- Ya que...

- Eso es lo que dices en la llegada de tu único hermano. - Dijo Caín mientras se quitaba las gafas.

- ¿Traes todos los documentos que necesito firmar?

- Que urgido... Hasta que por fin encontraste a tu luna, - Fruncí el ceño. - Puedo olerla desde las entradas de la manada, vaya que te has encargado de marcarla bien... - Dijo burlón. - Ya quiero conocerla.

Gruñí: - Está bien, pero recuerda que justo ahora no estas en tu ciudad, si no en mi manada, y soy tu alfa y mi mujer es tu luna.

- Hey, tranquilo... Ella es tuya. - Dijo sonriendo.

- Así es, ella es mía. - Dije frente a él.

- ¿Creí que no querías encontrar a tu mate?, que yo recuerde tu decías que eran un estorbo, que no la necesitabas y bla bla bla...

- Aún lo pienso... Pero eso no quita que sea mía y solo mía.

Caín y los chicos rieron: - Ya entendimos. - Dijo burlón Rom.

- Vayamos adentro. - Dije y comenzamos a caminar.

Después de caminar un poco por fin llegamos a casa: - ¡Candas! - Grite para que ella bajara.

CANDAS

- ¡Candas! - Escuche a Croos gritar.

Me vi por ultima vez en el espejo y salí de la habitación. Baje las escaleras y válgame mi Dios, un hombre increíblemente guapo estaba ahí... ¡Dios mío! Esta guapísimo.

Sonreí inconscientemente: - Hola. - Salude apartando la vista del chico.

Termine de bajar bien las escaleras, al tocar el piso plano Croos me tomo del brazo y me jalo a su lado abrazándome por la cintura: - Candas, él es mi hermano Caín, Caín ella es Mi mujer, Candas.

Hasta la eternidadWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu