♡Capitulo tres♡

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Candas∆.

Mientras él se acercaba a mí, yo retrocedía, hasta que desgraciadamente llegue a la esquina de na habitación.

-No hagas esto más difícil. -Me dice tranquilo. - Hagas lo que hagas esto tendrá que pasar.- Se acercó más a mi y acaricio mi mejilla.

-N-no pue-de s-ss-ser más adelan-te.-Cerré mis ojos y las lágrimas comenzaron a bajar por mis mejillas.

-No bonita. - Él acerco su rostro hacia mi, sus labios besaron mis mejillas, y después de unos segundos descendieron a mis labios.

Comenzó a mover sus labios delicadamente, después un poco más rápido y al final el beso paso de ser suave a ser agresivo. Movía demasiado sus labios, llego el momento en el que sus dientes chocaran con los míos.
El suspiro y nuevamente beso mis labios, pero ahora coloco sus manos en mi cintura pegándome más a él.

Era extraño, al principio estar cerca de él me daba miedo, pero ahora al tenerlo así era diferente, ¿les ha pasado qué se sienten atraídos por alguien?, ¿qué quieren todo tipo de relación con alguien con apenas mirarlo?. No. Pues a mí me estaba pasando con ese tal Croos. Por una extraña razón, una enorme atracción hacia él había nacido en mi.

Estaba yo tan metida en mis importantes pensamientos que ni siquiera me di cuenta en que momento habíamos empezado a caminar hacia la cama.

Él seguía besándome y yo tratando de seguirlo, de un momento a otro me quito mi playera dejando a la vista mi brasier, yo intente quitarle su playera pero al final el mismo se la quitó. Él me tiro un poco delicado a la cama y procedió a quitarme los zapatos y tines.

Después de eso se subió encima de mi y comenzó a besar mi cuello. Una parte de mi que creo que era mi corazón y mi conciencia me pedían a gritos que lo alejara y corriera, pero mi cerebro no mandaba ordenes de moverme, quería gritar, quería alejarlo, pero de mi cuerpo solo salían jadeos de placer.

Él comenzó a bajarme el pantalón y ahí caí en cuenta de que tenia que alejarme.

-P-por f-faa-vor suel-t-tt-ame.- Le pedí intentando sonar tranquila, pero al parecer fallé.

-Eso es lo que dice tu boca, pero tu cuerpo me indica y me pide otra cosa.-Se paró de mi para poderse quitar más rápido su pantalón. Después de que se lo quito volvió a montarse encima de mi y continuó besando mi cuello.

Croos∆.

Se sentía tan bien, con ninguna otra mujer había sentido esto, ahora entendía a lo que se referían los demás, nada se compara con tener sexo con tu mate, esto era el bendito cielo, sentía un inmenso deseo por poseerla, era tan inmenso que hasta a mi me daba miedo.

Es como cuando deseas probar un nuevo dulce de tu marca favorita, como cuando quieres tener el nuevo celular que esta de moda. En pocas palabras se siente como algo que anhelas más que nada en la vida. Como tu máximo deseo.

Después de haberla desnudado completamente y terminar de desnudarme yo mismo. Me adentre en ella.

Se sentía tan bien, era una sensación inexplicable, me sentía feliz y completo, mi instinto animal se había ido, me sentía normal.

Pero una cosa o más bien un pensamiento me bajo de mi ensoñación. Ella no grito ni mostró algún signo de dolor cuando la penetre. Eso solo quería decir una cosa: Ella ya no era virgen.

-¿No eres virgen?. - Me atreví a preguntarle para no quedarme con la duda.

-N-No.-Fue lo único que dijo.

Furia. Esa palabra describe lo que en este momento siento. Todo el placer que sentí se fue y mi instinto animal volvió. Comencé a moverme con fuerza.

-Por favor para, me estas lastimando. - La escuché decir.

No me importó, y lo único que provocaron sus palabras fue más enojó, me moví lo más rápido que pude. Mis embestidas eran fuertes, demasiado para una simple humana, trataba de hacerlas profundas y dolorosas.

Sus lágrimas me enfurecían más. Y ni siquiera se porque me afecto que ya no fuera virgen. Lo único que tengo claro en este momento es que imaginarla con otro hombre, imaginar que alguien más la acaricié, la bese, la toqué, me vuelve loco.

∆Candas∆.

Me estaba destrozando. Todo en mi dolía. Sus embestidas eran muy fuertes. Dolía mucho. Y entre más le pedía que se detuviera, más dolor me provocaba.

Al fin se detuvo. Salio de mi, y se paro de la cama. Comenzó a recoger su ropa y se la puso. Cuando término de vestirse se fue. Ni siquiera me vio ni me dijo nada. Solo se fue.

Tuvo sexo conmigo, me uso y se fue. Las lágrimas volvieron a salir y yo me hice bolita. Y es que últimamente llorar se había convertido en una costumbre para mi.

∆Croos∆.

Tan pronto me termine de vestir salí de la habitación. Si me quedaba ahí lo único que pasaría es que la mataría a golpes.

Pero tenía que investigar sobre su vida. Su familia, sus amigos, su escuela, su ciudad, y lo más importante; con quien se había acostado. Todo aquel que la hubiera tocado sufriría las trágicas consecuencias.

-¡Hey!.- Escucho la voz de Rom.

-Hola.- Le respondo feliz.

-¿Por qué esa cara?.

-¿A qué te refieres?. - Me hice el desentendido.

-Tu cara es como un enorme cartel que dice "Tuve un muy buen sexo".

-Pues es porque lo tuve.- Río.

-¿Tan pronto te estrenaste a tu mate?.

-Por supuesto.

-¿Y qué tal?, ¿Es muy buena en la cama?.- La sangre deja de drenar en mi rostro. Siento una opresión en el pecho. Una rabia.

-¡No digas estupideces, no tengo porque hablarte de mi intimida!.-Le grito furioso.

-Hey tranquilo. - Me dice.-Oye ¿acaso estás celoso?.

¿Celos?. Yo jamás en mi vida he sentido celos. Ni siquiera se que es eso, o más bien como se siente.

-Solo se que no quiero que alguien se le acerque.

-Pff, eso es grave.-Me responde aparentando parecer preocupado. -Hermano, estas pasando por los famosos celos, tenemos que hacer algo con urgencia.

Él tenia razón, no podía dejar que alguien me provocara celos, eso jamás.

-Si tienes razón. -Intente no sonar urgido.

-Bien esta noche nos iremos a un bar, y buscaremos a las mejores mujeres, harás un trio.

-Bien vámonos.- Le dije caminando a la salida.

Ojala y esto me quito estás nuevas sensaciones que estoy sintiendo.

Hasta la eternidadWhere stories live. Discover now