♡Capítulo siete♡

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-¿Qué hacemos aquí?. -Pregunto Candas.

-A comprar.- Dicho esto la jale hacia el centro comercial.

-Odió ir de compras.

-Deberías de agradecerme que te dejo elegir tu vestido. - La jale hacia la tienda de vestidos.-¡Irina!.-Grito.

-Oh, hola Croos, ¿en qué te puedo ayudar?.

-Necesito un vestido.

-Es para la presentación de tu mate, ¿cierto?.

-Vaya, los chismes corren rápido... -Suspiro.

-Sigo aquí ¿saben?.-Nos interrumpe Candas.

Siento celos en su persona, creo que a eso se refería mi padre con sentir las sensaciones del otro.

-Por favor muestrale algún vestido para la ocasión y que sea rápido... -Ordene y me fui a sentar al sofá.

Pasaron algunos minutos y...

-¿Ya eligió alguno?.-Preguntë.

-Sí, pero no ha querido salir.-Irina respira y exhala.

-¡Hey! Candas, sal, quiero verte.

-Pero yo no quiero que me veas.- ¿Desde cuándo se ha tomado bastante confianza?.

-Candas.-Respiro.- Lo diré una sola vez, ¡Sal de una maldita vez o entraré por ti!.-Grite.

Escuche la puerta del vestidor abrirse y Candas salir de él. Me quede paralizado, se veía increíblemente sexi, el vestido mostraba una de sus piernas y mucho de su espada, además de que el color azul le quedaba muy bien.

-Te vez bien.-Intente ocultar mi emoción, si no estuviéramos en una tienda probablemente ya la hubiera hecho mía más de una vez.

-Gr-gracias.- Un pensamiento paso por mi cabeza.

Será la presentación, lo que quiere decir que abra muchas personas, lo que da como resultado muchos hombres que miraran a Candas.

-Pero muestras mucho, busca otro que te cubra más.-Le ordenó y ella gruñe.-Irina dale vestidos que la cubran más.

-Ok Míster celoso.-Bromea y va a buscar más vestidos.

(•••).

Después de una hora, Candas al fin eligió un vestido, era rojo de encaje en su mayoría, no mostraba mucho. Íbamos caminado tranquilamente hasta que me dio hambre.

-¿Quieres comer algo?.-Le preguntó, extrañamente amable, a Candas.

-Sí.

-Bien, iré por unas hamburguesas.-Dicho esto me puse de pie y me dirigí a comprar.

Minutos después volví hacia donde estaba Candas, la sangre se me subió al rostro.
Candas miraba a un tipo, parecía que se lo quería comer...
Camine tratando de calmarme.

-¿Te traigo un balde?.-Le preguntó intentando hacer un tono cariñoso.

- ¿D-de que hablas?. - Preguntó.

- Estás casi babeando por ese tipo.

- Claro que no. - Río y jugó con su cabello. La observe y sus mejillas se habían puesto rojas.

¡Encima de que se babea por él tipo se sonroja!.

Estaba tan sumergido en mi coraje hasta que sentí la temperatura de mi cuerpo aumentar y mis huesos crujir.

¡Demonios!.

Hasta la eternidadWhere stories live. Discover now