CROOS
Abro mis ojos y los entre cierro para acostumbrarme a la luz. Miro hacia mi costado y veo a Candas, ella esta acostada boca abajo mostrando su espalda desnuda.
Recuerdo todo lo que hicimos anoche y rápidamente me pongo de mal humor, yo no puedo terminar siendo el maldito perro faldero de alguien.
Me pongo de pie y me doy una ducha rápida, me visto y salgo casi corriendo de la habitación.
Al parecer la conexión que tengo con mi mate se esta intensificando. Y es por ese motivo que yo nunca quise encontrar a mi mate, ella solo seria una debilidad, una dulce debilidad pero finalmente una debilidad que muchos enemigos aprovecharían.
- Hola Croos. - Saluda Ediberto serio. Observe a los chicos, al parecer ambos seguían molestos, pero yo jamás pido disculpas.
- Hola. - Respondí serio. - ¿Aún siguen molestos?
Ellos se miraron entre sí: - Croos, lastimaste a nuestra luna, recuerda que nosotros como tus asistentes principales y yo principalmente como tu beta, tenemos el deber de proteger a nuestra luna. - Dijo Ediberto con suma seriedad.
Los mire completamente sorprendido: - ¡¿Acaso me están diciendo que prefieren a su maldita luna en lugar de su alfa?! - Pregunte gritando.
- Nuestro alfa, puede protegerse solo. - Respondió Rom indiferente.
- Esta bien, cuando necesiten a alguien para proteger a la manada, díganle a su luna, ojala y ella también los pueda proteger.
Ediberto soltó un suspiro: - Croos, antes que seas nuestro alfa, eres nuestro amigo, solo queremos lo mejor para ti...
- Y si sigues lastimando a tu mate te lastimarás a ti mismo, recuerda que su conexión se esta fortaleciendo a medida que pasa el tiempo. - Finalizo Rom.
- Sí, tal vez tengan razón...
Ellos sonrieron: - Hay que celebrar nuestra reconciliación. - Dijo muy efusivo Rom.
- Por supuesto. - Dije sonriendo.
- Alfa, hay malas noticias. - Dijo Mark, que era uno de mis guardias principales.
- ¿Qué sucede?
- Envenenaron a los guardias que cuidan toda el área.
- ¿Todos? - Pregunte atónito.
- Sí, todos, sus cuerpos no han sido tocados, son los que cuidaban toda el área de la manada...
- ¿Y quién esta cuidando ahora? - Preguntó Ediberto serio.
- Nadie, a penas nos dimos cuenta, ellos tenían que reportarse en el desayunador de la manada, pero ninguno llego, inmediatamente los fuimos a buscar y lo único que encontramos fueron sus cuerpos desnudos... Ninguno esta con vida, parece como si estuvieran dormidos, pero ninguno respira.
- Esto solo lo pudieron hacer los malditos brujos... - Dijo con repulsión Rom.
- Manden a más hombres a cuidar el área... Necesito que pongas a todos los hombres a que rodeen la torre, en cada escalón quiero a alguien custodiando, ellos no perderían el tiempo así... Ellos buscan algo y yo no quiero hacer el experimento para ver si es lo que esta en la torre... Cada rincón que haya lo quiero lleno de guardias, ¡Rápido!
- Sí alfa. - Mark salio corriendo.
- Esto no puede ser, necesitamos a más guardias, pero principalmente necesitamos algo para que sus pociones raras no nos afecten... - Hablo Rom
YOU ARE READING
Hasta la eternidad
WerewolfÉl solo quería ser normal, odiaba ser un monstruo, y ella, ella era parte de esa tortura que a él tanto lo consumía. Ella no tenía la culpa de nada, aún así, él le hizo pagar. Créditos de la portada: @Editorial_21