El primer movimiento del Emperador.
Tan pronto como las palabras "íntimo amigo" surgieron, Lin Wei miró a Cui Buqu con hostilidad de inmediato.
Ya que Cui Buqu conocía los rumores concernientes a Lin Wei, por supuesto sabía lo que estaba pasando. Sin siquiera pensarlo dos veces, quiso alejar la mano de Feng Xiao de su hombro, pero quién sabría que el otro hombre tendría su mano apretada firmemente sobre él. Sin importar qué hiciera, no podía moverse ni un centímetro.
La mirada de Lin Wei brilló y sonrió.
—Para ser capaz de ser un amigo íntimo de Feng-er, pienso que Lord Cui debe ser un hombre con habilidades encomiables seguramente. ¿Puedo preguntar si Lord Cui es del Clan Boling Cui o del Clan Qinghe Cui?
Cui Buqu lo miró fijamente.
—Ninguno. Solo soy una persona ordinaria de ningún clan prominente.
Mientras más hablaba de tal manera, Lin Wei era más incapaz de determinar sus intenciones.
Los pasos de Cui Buqu eran débiles y ligeros, su rostro lucía pálido y frío, sus ojos parecían agotados. Era muy evidente a la vista que no estaba entrenado en las artes marciales. En cambio, parecía como si estuviera enfermo. Era confuso cómo alguien como él podría ganarse el interés de alguien como Feng-er.
Hace algunos años, cuando Lin Wei conoció a Feng-er, poseyendo la voluntad de este último para ser menos estricto con el tema, fue capaz de evitar algunos problemas.
En ese momento, fue como si Feng-er descendiera de los cielos, deslumbrándolo. De ahí en adelante, no había encontrado a nadie más atractivo. Sin embargo, Feng-er no estaba interesado en él de la misma manera. Además, sus artes marciales no tenían precedentes, así que incluso si Lin Wei quisiera forzarse a sí mismo sobre él, no tendría la oportunidad. Si no lo trataba de manera apropiada, quizás no sería capaz de salvarse a sí mismo. Así que todo lo que podía hacer era restringir sus sentimientos y deseos mientras hacía todo lo que podía por Feng-er, esperando que lo reconsiderara. No obstante, Feng-er era impredecible y Lin Wei conocía muy poco de su identidad. Incluso si quisiera investigarlo, no sabía dónde buscar. Así que ser capaz de verlo en un lugar como este había sido una agradable sorpresa.
Lin Wei se consideraba una persona atractiva y caballerosa, pero imaginar que no podía compararse con una persona enfermiza como Cui Buqu a los ojos de Feng-er por supuesto que lo haría sentir infeliz.
Quiso decir algo, pero Feng Xiao no le dio la oportunidad. Simplemente sonrió y dijo:
—Vamos a seguir —antes de conducir a Cui Buqu al interior.
Cui Buqu fue medio arrastrado, medio empujado hacia el salón. Por fuera, Feng Xiao lucía muy íntimo y gentil, pero en realidad, no le permitía la opción de rebelarse.
El Salón de la Subasta del Gremio Linlang tenía dos pisos formados como un patio. En el centro estaba el lugar en el que la subasta sería realizada y alrededor había mesas y sillas para los licitadores. Del segundo piso, se podía observar hacia abajo y ver todo lo que estaba pasando en el centro. Los asientos de Feng Xiao y Cui Buqu estaban localizados en el lado sur del segundo piso. En la mañana, ya había algunos dumplings y té. Los empleados tampoco parloteaban ni hablaban fuertemente como era usual. Incluso sus pasos eran silenciosos cuando caminaban. Siguiendo su ejemplo, los mismos invitados también hablaban suavemente. La melodía del laúd llenaba el salón, creando una rima calmante. No parecía la manera usual en que el Gremio Linlang conducía su negocio. Era como si hubieran entrado a un pub.
Cui Buqu escaneó vagamente el lugar con su vista. Notó que, como máximo, quienes se sentaban en el primer piso eran típicos negociantes y pugilistas, en el segundo piso había parientes del Emperador o hijos de oficiales de la Corte Imperial. Comparando la tranquilidad del segundo piso con la del primero, el último era mucho más bullicioso. La razón por la que el Gremio Linlang separaba ambos pisos era que estaban intentando evitar problemas innecesarios.
Cuando subieron las escaleras y giraron, entrando detrás de la pantalla y saliendo completamente de la línea de visión de Lin Wei, Feng Xiao liberó su mano casi de inmediato, prácticamente empujando a un lado a Cui Buqu, como si temiera que, si continuaba tocándolo por un momento más largo, alguna clase de polvo se aferraría a él.
Cui Buqu:
—...
Tranquilamente le dio otra marca en su libro antes de sentarse sin expresión.
(N/T/E: se refiere a que le está contando sus idioteces para vengarse o enterrarlo en un hoyo.)
Feng Xiao actuó como si no sintiera nada, riéndose.
—Juzgando por cómo te ves, apuesto a que conoces los hábitos excéntricos de Lin Wei.
Cui Buqu estaba disgustado.
—¿Esa es la razón de que me usaras para hacer el ridículo? ¿Nuestro acuerdo incluye esta clase de arreglo?
Feng Xiao fingió una expresión de inocencia.
—Independientemente, hoy te traje aquí para ser testigo de una rara vista, como compensación, no te dolerá sacrificarte un poco. Él no será capaz de hacerte nada en mi presencia.
—Aunque Lin Wei es absurdo, no es tonto —Cui Buqu respondió de manera clara—. Usándome como tu excusa, ¿Pei Jingzhe no sería más convincente?
Pei Jingzhe, quien había estado en silencio bebiendo su té, tosió de repente.
Feng Xiao se rio.
—Imposible. No es tan atractivo como tú.
Mientras su voz disminuía, la sombra de Lin Wei surgió tras el biombo.
—Qué bullicioso es el piso de abajo, hace incapaz el tener un momento de tranquilidad. Feng-er Lang, seguramente no te importará si vengo aquí.
(N/T: Feng-er Lang: una manera de llamar a Feng Xiao de una forma que parezca íntima, casi como coqueteando.)
Solo había un pie de distancia entre Feng Xiao y Cui Buqu, pero en el momento que se escuchó la voz de Lin Wei, Feng Xiao tomó la muñeca de Cui Buqu a la velocidad de la luz, la parte superior de su cuerpo recargándose hacia él y habló con una voz muy íntima:
—QuQu, hay polvo en tu nariz. Ven, déjame limpiarlo por ti.
Cui Buqu:
—...
Lin Wei miró a Cui Buqu con una expresión que parecía como si quemara. Cui Buqu, no dudó en atrapar su mirada e intención asesina, pero el otro la retiró enseguida, como si no pasara nada fuera de lo ordinario.
En el jianghu, aunque la Residencia Yandang solo era una familia de rango moderado, debido a la personalidad abierta de Lin Leng, todos le tolerarían y le darían algo de cara cuando conversaran con Lin Wei. Sin embargo, cuando se trataba de Feng Xiao, era prácticamente inútil.
(N/T/E: dependiendo de cómo se utilice, se refiere a aumentar la dignidad o provocar humillación en una persona.)
—Mis disculpas, me temo que no hay más espacio en mi mesa —Feng Xiao sonrió, pero su negación fue directa y clara.
Lin Wei se negó a ceder. Parecía como si quisiera decir algo, pero Pei Jingzhe lo interrumpió de inmediato:
—Joven Maestro Lin, por aquí.
—Entonces conversaremos en otro momento —Lin Wei solo pudo irse.
Feng Xiao estaba sonriendo dagas.
No le dio cara a Lin Wei, pero este ni siquiera mostró su descontento. Para Lin Wei, Feng Xiao era como una figura misteriosa, grande y fuera de este mundo. Era incapaz de averiguar sobre su nombre o antecedentes. Iba y venía como una sombra sin rastro. Con solo este rasgo, le era suficiente para debilitar a Lin Wei, de otra manera, no habría sido incapaz de olvidarlo hasta este momento.
Antes de que se fuera, Lin Wei no pudo evitar mirar a Cui Buqu nuevamente. La mano del último aún era sostenida por Feng Xiao, sus cejas bajaron. Era difícil decir qué estaba pensando.
Ofreció una sonrisa débil como si pensara que Cui Buqu simplemente era un juguete temporal para Feng Xiao, giró sus mangas y se fue.
Después de que los dedos de Feng Xiao soltaran su muñeca, Cui Buqu no mostró el disgusto que justo había mostrado antes, de hecho, estaba absorto en sus pensamientos.
Con la posición de Feng Xiao como el Segundo Comandante de la Oficina Jiejian, no tenía necesidad de estar tan preocupado sobre los sentimientos de Lin Wei. No era necesario utilizar a Cui Buqu como un mecanismo de defensa. Aún cuando Lin Wei continuaba viniendo y acosándolo, Feng Xiao parecía como si no tuviera intenciones de cortar sus lazos con Lin Wei. Este único hecho merecía una razón.
—¿Qué estás pensando? ¿Quieres que te ayude a calmar tus preocupaciones? —La voz de Feng Xiao sonó en su oído.
Cui Buqu pensó en una posibilidad.
—¿La Oficina Jiejian está investigando a Lin Wei en secreto?
Feng Xiao parpadeó con sorpresa.
—¿Qué te hace pensar eso?
Cui Buqu no respondió, pero en cambio pensó: ¿Podría ser que Lin Wei esté relacionado al caso del embajador de Khotan? No, ciertamente no es correcto. La Residencia Yandang está a mil millas de distancia de la Ciudad Liugong, en días regulares, el reino Khotan tampoco tiene mucha relación con el Gremio Linlang. La razón por la que Lin Wei vino definitivamente es la multitud. Sin embargo, entre las cosas que la familia Lin vende hay un tipo de seda llamada la "Sábana del Cielo". Se fabrica en el Sur y tiene colores como los de la luz del día. La seda es similar al cristal y es bien recibida por sus clientes. Pronto se convirtió en un tributo. Cada año, la familia Lin provee la seda al palacio. De acuerdo con los rumores, se dice que quieren acercarse al Príncipe Heredero con este hecho.
Feng Xiao le permitió pensar lo que quisiera, pero dijo pausadamente:
—Ququ, qué desperdicio es que un hombre de tus capacidades sea un pequeño donnadie en la Oficina Zuoyue. Ahora hay tres Comandantes en la Oficina Jiejian. Si estás dispuesto, podría ofrecer una recomendación y hacerte el cuarto Comandante de la casa.
Al lado, Pei Jingzhe abrió sus ojos de par en par. Como si quisiera decir algo, pero se frenó de hacerlo.
La Oficina Jiejian tenía un poder que sobrepasaba incluso a los seis ministerios. Además, Feng Xiao también tenía el privilegio de tomar decisiones sin necesitar la aprobación de la Corte Imperial. Aunque lo más probable era que Cui Buqu fuera un miembro de la Oficina Zuoyue, hasta ahora seguían inseguros. ¿Cómo no sería desconcertante que su Señor ofreciera así la posición del Cuarto Comandante de la Oficina Jiejian? Por un momento, Pei Jingzhe no pudo diferenciar si Feng Xiao estaba reclutando talentos de manera genuina, o si simplemente estaba probando a Cui Buqu.
Cui Buqu estaba inexpresivo, levantando su cabeza.
—¿Oficina Zuoyue? ¿Por qué no entiendo nada de lo que estás diciendo?
Feng Xiao sostuvo su mano.
—Tu cuerpo es frágil. Es insoportable para ti correr alrededor de la ciudad así, haciendo estrategias de tus siguientes movimientos y que a nadie le importe todavía. Siento lástima por ti. La Oficina Jiejian necesita a alguien con tu inteligencia y agudeza. Si solo asientes, lidiaré con la Oficina Zuoyue yo mismo y garantizaré tu transferencia. ¿Qué dices?
Usó una mirada muy seria en Cui Buqu, con sinceridad por toda su sonrisa. Era como si los árboles muertos florecieran y los guijarros lloraran a la vista.
Esta era la primera vez que Cui Buqu conocía a alguien que podía mentir de manera tan convincente con solo usar un rostro atractivo. Era suficiente para debilitar a una persona, desechando todo lo que estuvieran pensando. Aunque Cui Buqu no fuera seducido, le era imposible no admirar la hermosa vista frente a él.
—Lord Feng, aunque sus palabras son bastante convincentes, no estoy seguro sobre qué está hablando. Solo estoy interesado en ser un Taoísta. Después de que todo esto termine, le imploro mantener su promesa y dejarme ir.
Viendo que su seducción había fallado, Feng Xiao sonrió y liberó su mano, recargándose y regresando a su postura normal.
—¿Desde cuándo prometí dejarte ir? Esa vez dije que estaba dispuesto a considerarlo, pero depende de tu desempeño si puedes convencerme o no.
Incluso si la mirada juguetona y de saco de mierda de Feng Xiao también era muy atractiva, Cui Buqu no pudo evitar llamarlo despreciable en su cabeza.
Mientras ambos estaban burlándose, un sonido claro sonó a través de los salones. Un hombre joven caminó al centro del salón y sonó una campana.
De inmediato, todos los presentes tornaron sus miradas hacia él.
El espectáculo real estaba a punto de comenzar.