—¿Por qué parece que has visto un fantasma? —Minhyuk dice, entrando al departamento y cerrando la puerta detrás de su espalda.
Kihyun permanece inmóvil, viendo cada acción que hace el recién llegado como si estuviera en su propia casa. En su mundo, con Minhyuk no se conocían lo suficientemente bien como para saber si él era así siempre: entrar a las viviendas de sus amigos como si se tratara de la suya propia. Tampoco tenía idea de que se encontraría con el Lee Minhyuk de aquí, nunca han hablado de él. Sí escuchó su nombre alguna que otra vez, pero ciertamente son contadas esas veces, no más. No sabe qué tipo de relación tienen ellos, tampoco si es normal que entre porque sí al departamento de Jooheon, siendo que este no está presente en estos momentos.
Ve, entonces, que Minhyuk trae puesta una mochila. Color caqui, con bastantes bolsillos y de un tamaño lo suficientemente cómodo como para guardar lo necesario para unos días lejos de casa. Kihyun todavía luce curioso y hasta confundido por la repentina llegada, viendo a Minhyuk buscar en el interior de su bolso. Renegando a veces y abriendo nuevos bolsillos porque no encuentra lo que necesita. También se siente algo temeroso porque no sabe si deducir que Lee sabe de que es un viajero en el tiempo o qué. De lo contrario, se habría espantado de tan sólo verlo a gusto en el sofá cuando el Kihyun de aquí, en realidad, falleció hace cierto tiempo.
Por lo que, con la duda que lo alienta a hablar, pregunta lo siguiente:
—¿Qué haces aquí?
Minhyuk aparta sus ojos de su mochila para mirar a Kihyun. Una expresión neutra, como si no estuviera siendo demasiado obvio del por qué está en este lugar. Tarda dos segundos, los cuales el hombre sentado en el sofá cuenta debido a los nervios, en regresar su vista hacia el interior de de su equipaje.
—Vine a buscarte—le responde, casi con obviedad. Está a punto de gritar eureka cuando encuentra un pequeño artilugio que Kihyun no consigue saber de qué se trata—. Encontré a Wonho en el camino, me pidió que te enviara un mensaje.
Ahí, Kihyun nota que se trata de una grabadora de voz. O al menos eso es lo que parece a simple vista, luce como una versión más avanzada de las que él está acostumbrado a ver.
El recién llegado nota el brillo curioso en los ojos del menor, quien todavía se encuentra algo tenso por su inesperada visita. No lo juzga, entiende que se sienta algo incómodo, confundido o piense que se trata del Lee Minhyuk de aquí. Pero, lo que sí lo deja desconcertado, es esa mirada triste en los ojos de Kihyun. Parece perdido, sus ojeras le da un aspecto más demacrado. En lugar de lucir brillante y saludable, como el Yoo Kihyun que él está acostumbrado a ver. Hasta nota esas lágrimas que se asoman por la luz que se refleja en sus orbes, incapaz de sentirse algo extraño porque más o menos se da una pequeña idea acerca del motivo.
Sea como sea, Minhyuk decide que es mejor reaccionar y explicar para llegar al grano. El tiempo corre.
—También soy viajero—le explica el recién llegado—. Me encontré con Wonho, tu Hoseok, en el camino—el muchacho, quien lleva cabellos grises, muestra la grabadora de voz que tiene entre sus grandes manos delgadas—. No sólo me pidió que te hiciera llegar este mensaje, me pidió que te viniera a buscar.
—¿Qué? ¿Cómo te lo encontraste?
De manera inconsciente, el cuerpo de Kihyun se aleja un poco de Minhyuk, demostrando desconfianza en él. Lo que se le hace extraño, es que le hable de Hoseok. ¿Cómo es posible que se hayan encontrado? ¿No se supone que él iba a regresar a casa? Entonces, ¿de qué manera pudieron verse? Salir del tren era algo que no podía pasar hasta que tuvieran alguna parada, era casi imposible que ellos dos se hayan cruzado. A menos que se den las siguientes situaciones: que Hoseok haya ido a parar a otro mundo por vete a saber la razón y allí estaba Minhyuk vagando por la eternidad de los distintos universos; o bien podría haber llegado a casa y haberse encontrado con él. Sea cual sea de las infinitas variables que podrían haber para haber coincidido en un encuentro, Kihyun quiere creer que se trataba de una confusión. Esa pequeña esperanza de que así sea, aún cuando ya se encuentra demasiado ilusionado con que en verdad su Hoseok le haya enviado un mensaje a través de este nuevo viajero.
Lo cuál lo lleva a pensar: ¿cuántos más de ellos se encuentran deambulando entre las dimensiones, los mundos paralelos, las líneas de tiempo? ¿Habrán más Yoo Kihyun perdidos por ahí o sólo se trata de él? No puede evitar sentirse un ser insignificante de sólo pensar en esto. Un mundo tan basto que no ha explorado en su totalidad, ha visto sólo 3 realidades diferentes, distintas entre sí. Todo lo demás que queda por ver, la escasa probabilidad de que en verdad sea Hoseok el que envió a Minhyuk hasta aquí, lo deja algo más deprimido de lo que está. En una reflexión de que su vida aquí sólo tiene valor para aquellos a lo quieren. Pero para el resto del vasto universo, le da exactamente igual si está aquí, como en su mundo, o si directamente no existiera.
Aquello que le da un poco de confort, es que para el que sí tiene significado la presencia de Kihyun, es para la gente que lo rodea. Por ejemplo, que Jooheon se fuera de su vida fue un golpe bastante fuerte para él, a pesar de que el resto del mundo seguía su flujo con normalidad, el mundo interno de Kihyun se comenzó a caer en pedazos. Porque no es lo mismo haberlo conocido, que no haberlo hecho. Quizás no se hubiera dado cuenta de la cantidad de cosas que tenía que aprender de sí mismo, o hubiera tardado en darse cuenta de todo eso que necesitaba un pequeño cambio para ser mejor. La banda no hubiera sido lo mismo, pero no hubieran surgido los problemas en los que está envuelto ahora. ¿Será con Hoseok igual? Ahora que sabe que no volverán a verse, ¿sentirá que no es lo mismo estar juntos que no estarlo? ¿Lo echará de menos y quiere que, por lo menos, extrañarlo sabiendo que las cosas están medianamente bien entre ellos y por eso envió a Minhyuk?
Su existencia no tiene valor a gran escala, eso es cierto. No se sintió igual ver a Jooheon aquí que haber visto a su propio Jooheon, se sentía como si fuera un desconocido. Sin importar la cantidad de versiones que haya de sus amigos, no será lo mismo. Incluso este Minhyuk parece raro delante de sus ojos, a pesar de ser alguien con quien no tenía mucha confianza en su mundo. Es curioso cómo es que una simple persona cambia por completo nuestras vidas, así como el más mínimo detalle podría cambiar toda la trama de una historia. Pero, para todo lo demás fuera de ese círculo, existir o no existir no tiene sentido. Podrían no estar y todo seguiría igual. Eso es lo que hace sentir a Kihyun pequeño y solo, mucho más ahora que debe rehacer su vida con otras personas que conoce, pero no conoce. Tratar de generar cambios y crear nuevos vínculos que le den vuelta su mundo interno para ganarse un lugar en él. Como pasó con Hoseok, con Jooheon.
Porque sí, si no hubiera conocido a Hoseok, todo hubiera sido diferente también. Kihyun cree, que a pesar de todo, es la pieza más importante por la cuál mantuvo las ruinas de pie. Y como clara evidencia, está la manera en la que estos días pensó en simplemente dejarse llevar y ver qué será de su miserable ser.
—Un nuevo universo—es todo lo que dice Minhyuk, antes de ponerle play a la grabadora.
—Kihyun, soy yo. Hoseok—se oye—. Umh... no me siento muy cómodo hablándole a la nada. Minhyuk no está ahora, me dejó la grabadora porque le dije que era algo personal. Quería enviarte un mensaje para que confiaras en él y aquí está. Primero: sí, soy el Lee Hoseok que crees que soy. Segundo: pasaron muchas cosas desde la última vez que lo vimos, me hicieron reflexionar bastante. Y me di cuenta que fui un poco estúpido, tal vez, en actuar como lo hice. Te amo, ¿sabes? Es muy deprimente no tenerte a mi lado, en verdad te necesito. Fui idiota al precipitarme e irme sin decir nada, estaba tan confundido después del beso en el baño, tan dolido... Los dos fuimos egoístas en cierto aspecto, por lo que quiero pedir disculpas por mi parte. Por último: no, no estoy en casa. Estoy en otro sitio y... estoy esperándote para, definitivamente, regresar. De verdad te necesito. Ven con Minhyuk, por favor.
Yoo mantiene la mirada perdida sobre el aparato una vez la grabación termina, sin saber de qué manera reaccionar. Habían tantas emociones corriéndole que no sabía cuál de todas debía expresar. Por lo que, en su lugar, decide llorar. Estallando todo como si se tratara de un volcán en erupción. La voz de Hoseok quebrándose al final fue lo que hizo que Kihyun acabara de desmoronarse. Lo necesitaba, vaya que lo necesitaba. Y de sólo pensar en eso, hace que llore más y más en liberación de esa falta de emociones que tuvo durante días por el vacío provocado por la tristeza. Dejándose caer al suelo a continuar en su llanto, abrazándose a sí mismo porque su mejor amigo no está presente para darle ese abrazo que necesita ahora. Mientras Minhyuk lo mira desde arriba, dándole su espacio.
Pero, también es verdad, que el llanto por el alivio no tarda en darse lugar en esa montaña rusa de sentimientos. A pesar de que al comienzo era nostalgia y un poco de negatividad, su mente no tardó en comprender de que este mensaje significa algo bueno. Varias cosas buenas, mejor dicho. Hoseok quiere su perdón, él mismo se disculpó, y la más importante, que pueden volver a unirse para volver a casa. ¿Quiere que se vaya junto a Minhyuk? ¡Irá y sin pensarlo!
—¿Debemos irnos ahora? —pregunta Kihyun, calmando su llanto aunque aún sonando como si estuviera a punto de volverse a quebrar.
—Mi método de viaje es un poco más defectuoso que el de ustedes, por lo que no tenemos mucho tiempo más aquí. Así que sí, hay que irnos ya.
Sin embargo, el recuerdo de cierta persona no tarda en aparecer dentro de Kihyun.
—¿Podemos llevar a Hyungwon?
Minhyuk, por otra parte, sonríe sin decir nada, tomando un extraño reloj del tamaño de la palma de su mano con forma de caja de madera y metiendo una llave dentro de ella para darle vuelta.
(...)
Hyunwoo está más que acostumbrado a nadar entre esas aguas, pero de todas maneras se le resulta fastidioso aún cuando es perfectamente capaz de respirar dentro de ellas. Cuenta hasta el número cinco cuando ya sabe que es momento de aparecer en su destino, cuando aparece dentro de un río, escucha el sonido de la ciudad amortiguada por el agua. Y Hyunwoo sale de su interior, obviamente estando empapado, poniéndose de malhumor porque lleva un jean y una camisa blanca encima. El pantalón ajustado a sus piernas de una manera jodidamente incómoda y la prenda de arriba que, no sólo se adhiere a él, sino que también se trasluce.
No obstante, no puede quejarse cuando fue el mismo Son Hyunwoo en ofrecerse para ayudar a Minhyuk en la búsqueda de los hombres aquí varados sabiendo perfectamente que tiene que soportar esta parte que tanto le fastidia y que Changkyun podía venir con más comodidades. Así que, sale del Río Han para ir en busca de Chae. Teniendo que aguantar vete a saber cuánto tiempo el camino, con las miradas de las personas sobre él porque está chorreando agua. En fin, suspira con cansancio, envidiando a Minhyuk porque la tenía más fácil.
El reloj de este hombre tenía tiempo limitado para estar en los mundos de los que quería estar, pero por lo menos puede dar una ubicación más aproximada de donde quiere aparecer. Hyunwoo no, él aparece en medios de agua vete a saber por qué. Es algo que a día de hoy intenta darle una explicación para que su malhumor tenga al menos un justificativo. El lado bueno, es que sabe dónde vive Jooheon, que es también donde están Kihyun y Hyungwon, por lo que Hoseok les ha dicho. Nada que sea muy diferente a su mundo. Así que encuentra una estación de metro, la cuál lo lleva a su destino. En verdad no quiere hacerlo, pero no tiene opción. Y, al subir, una señora de unos ochenta años con su nieto que juega con un muñeco de Goku, lo miran algo extraño durante el viaje. No hay que ser muy listo que lo hacen por sus prendas mojadas y porque Hyunwoo está sentado al lado de ellos.
Agradece a Buda, Jehová, Alá y todos los dioses existentes que su destino no estaba tan lejos como creyó que estaría. Los lugares son idénticos al mundo de donde él viene, pero los nombres son diferentes y se encuentra algo desorientado por eso. No obstante, se baja del transporte y comienza a caminar las diez cuadras que debe hacer hacia el departamento de Jooheon. A esta altura, su ropa perdió algo de humedad, al igual que su pelo, pero su malhumor sigue intacto. Para este momento, seguro Minhyuk ya se debe haber ido con Kihyun al mundo que conecta sus mundos. Ahora sólo queda volver con Hyungwon de la mano y todos felices porque pudieron encontrarse.
Entra al edificio, se sube al ascensor y siente como poco a poco la tranquilidad y ansias de regresar con los demás lo invaden. Ya se encuentra un poco más feliz porque queda poco tiempo antes de volver. Las puertas se abren en el piso indicado, Hyunwoo comienza a caminar hacia el departamento de Jooheon. Todo lo tiene anotado en una hoja que, como es de esperar, se vio dañada por el agua, aunque todavía sirve.
A punto de cantar victoria cuando encuentra la puerta, pero toda esa ilusión se apaga cuando al abrir y no ver a nadie dentro de su casa. Quiere gritar de la frustración, sin saber si esperar a Hyungwon aquí o irse a la mierda y que se vayan todos al demonio. Los desgraciados que descubrieron estas mierdas de viajes incluidos.
—¿Hyunwoo hyung? —el nombrado, quien está en el living viendo hacia el pasillo de la casa, voltea al oír la voz de Jooheon. Notando que este se encuentra confundido por su visita, al igual que se encuentra acompañado por Hyungwon. ¡Hyungwon! ¡Por fin!— Tú no eres Hyunwoo, el de aquí digo. Te ves... diferente a como yo te conozco.
Cabello castaño con reflejo rubios. El Shownu de Jooheon es castaño claro ahora, y tampoco dijo que volvería de Japón, el país donde se mudó, tan pronto.
—¿Dónde está Kihyun? —pregunta el dueño del departamento al notar la ausencia.