Me había quedado dormida en la camioneta de Yoongi por lo que terminó llevándome a su casa.
- No voy a preguntarte si estas bien...- habló Yoongi mientras me alzaba en sus brazos para meterme a la casa- porque no me gusta que me mientan.
- Puedo caminar sola- dije sujetandome de su torso.
- Lo sé, pero quiero llevarte. Quiero protegerte, tengo tu vida a mi cargo- dijo sonriendo al repetir la misma frase que yo se lo había dicho.
Prácticamente me tiro al sofá para después quejarse de lo pesada que era y aunque en realidad tenía mi peso adecuado, sabía que para él, que no parecía tener rastros de músculos, yo sí era pesada.
Antes de dormir, le había escrito a Minho para salir juntos y el aceptó aunque se quejo por el horario. Dormí muy poco para luego escaparme prácticamente de la casa de Yoongi mucho antes de que despertara así iba a mi casa primero. Eran las cuatro de la mañana y ya había memorizado la contraseña de Yoongi por lo que no necesitaba de su ayuda. Le había avisado que iba a salir por un mensaje para que no se preocupe.
Cuando el portón se abrió simplemente me metí a la camioneta que Minho solía conducir. Era obviamente de la empresa pero parecía no importarle.
- Recuerdame por qué tenemos que juntarnos tan temprano- dijo con fastidio mientras manejaba.
- Porque adoptaré un gato y sé que no te lo quieres perder- dije quitandome los tacones recibiendo un reproche porque estaba ensuciando con la tierra de la casa de Yoongi.
- ¿Esa era la casa de Jay Park?- preguntó con confuso.
- No, es la casa de Yoongi- dije restándole importancia. Él solo hizo una mueca de desinterés y siguió conduciendo.
- Te llevaré a tu casa primero, porque me da vergüenza estar contigo asi- dijo recibiendo un golpe de mi parte pero, en realidad, a mi también me daba vergüenza.
Hablaba sin parar y aunque era muy temprano él se veía bastante fresco. Sus promociones habían terminado pero eso no significaba que descansaban, al contrario, empezaban a crear más canciones y coreografías. Eso hacían todos los grupos, no sólo el suyo.
- ¿Y cómo te va con los demás?- pregunté y él no entendió- Me refería a que te quedabas en mi casa porque no se toleraban.
- Ah, eso- lo pensó y luego se volteó a verme con una mirada pervertida-. ¿Quieres que viva contigo de nuevo? No me sorprende que extrañaras mi presencia, aunque era aburrido estar contigo. Quizás cambie de opinión si me pones algo alegre.
- ¿Qué estas insinuando?- dije haciendo una mueca de asco mientras recibía un golpe en la cabeza por mi parte.
- Ya déjame- rió-. En realidad mejor. Bueno, a excepción de Hyunjin que sigue pensando que tenemos algo por lo que me ignora pero realmente no me importa. Y ahora que todos saben que haz vuelto, ellos quieren que vayas y preguntan constantemente sobre todo tú- dijo en forma despectiva recibiendo otro golpe.
- Quizás los visite. No lo sé. Aún me siento incomoda con la mayoría- dije cuando llegamos a mi casa.
Solo yo había bajado para agilizar las cosas. Me había dado un baño rápido, me había puesto unos leggins negros, un top con una sudadera para luego salir.
Durante el tiempo que habíamos tardado solo él hablaba sobre cada presentación que tenían. Y no era como si me molestara y por eso no decía nada sobre mi, sino que su vida era más interesante que la mía.
Al llegar aún estaba cerrado porque aunque él viaje fuera largo tampoco habíamos tardado mucho. Así que teníamos todo Seúl solo para nosotros.
Mire de pies a cabeza a Minho antes de proponerle algo.
- ¿Quieres correr un poco?- dije segura después de ver sus prendas.
Él llevaba ropa cómoda que seguro lo utilizaría para las prácticas pero eran también adecuadas para correr.
- Estás loca...- dijo riendo mientras volteaba la mirada de hacia la ventana.
- Bien, esperame aquí y en una hora vuelvo- dije bajando un poco el cierre de mi sudadera para darme más respiro.
Iba a hablar pero no le presté atención, bajando así del auto para empezar a caminar mientras me estiraba.
Desde que salí de mi casa no había hecho ejercicio y hacer algo de cardio me venía fantástico y ahora que no había nadie, era una buena oferta.
El camino estaba realmente libre, no habían muchos autos ni personas.
Pasé por el puente del río Han hasta llegar a un parque donde paré a descansar.
Y ya que no había muchas personas, me quité la sudadera dejándome solo con mi sujetador deportivo que era el conjunto de mis leggins.
Mientras me estiraba un chico con tapabocas y un carrito para bebés apareció sentándose cerca de mi.
Lo escuchaba hablar con, no solo un bebé, sino más y me sorprendió porque no veía a alguna mujer cerca. Parecía un buen padre apodandolos "bebés" mientras los tocaba hasta que uno de sus "bebés" ladró haciendo que ría sonoramente.
- Lo siento, lo siento mucho- hice varias reverencias y él solo me hizo señas para que no me preocupara.
Desate mi cabello para volver a recogerlo ya que varios mechones se habían salido.
Me acerqué curiosa al carrito y vi a dos perritos. Uno de color blanco y otro de un color negro con marrón .
- ¿Cuáles son sus nombres?- dije acercándome solo un poco mientras me cubría nuevamente.
- Son Kkoming y Melo- respondió amablemente-. Mi nombre es Yesung- dijo tendiendome la mano.
Aunque no le podía ver el rostro. Con sólo ver sus ojos y su contextura física, sabía de quién se trataba.
El sólo recordar que uno de sus amigos sabía perfectamente lo que me iba a pasar e igual no me ayudó, hizo que mi boca se sintiera amarga.
Kyhyun no era un joven como yo así que dudaba que anduviera contándole a sus compañeros de grupo lo que había sucedido. Aunque no dudaba del chismoso de Heechul.
- Mi nombre es Han Mi- dije estrechando su mano.
Él no tenía la culpa de lo que sus estúpidos amigos hicieran.
- Es un gusto Han Mi- dijo al soltarme-. ¿Te gustan los perros?
- No. Prefiero a los gatos- dije sonriendo levemente.
- Tengo un amigo que también es amante de los gatos.
Sabía de quién hablaba pero sólo ignoré todo para que no se asuste al saber que yo sabía quién era.
- Si vives sola, te recomiendo que tengas un perro. Te harán sentir cómoda y protegida- dijo acariando a sus perritos. En serio los quería y ellos a él.
- Lo tendré en cuenta- dije sacando mi móvil para ver la hora-. Debo irme. Fue un gusto conocerlo.
- Espero volver a verte- se despidió de mi con una reverencia al igual que yo.
Volví corriendo lo más rápido que pude hasta donde estaba Minho, quien ahora dormía con la boca abierta. El albergue ya estaba abierto así que golpeé su ventana y luego de un gran susto recobró sus sentidos.
- Que poco femenina- dijo al verme toda sudada pero realmente no me importaba.
- Lo sé, tú eres más femenino que yo- dije caminando dentro del albergue mientras él se cubría.
La dueña nos había enseñado todo el lugar para luego llevarnos junto a los gatos. Habían de todos los tamaños y colores pero preferí llevar a uno pequeño. Era un problema cuidar a los pequeños porque había que enseñarles de cero pero tenía tiempo y la paciencia.
Había cogido a uno que se me acercó rápidamente encariñandose conmigo. Era una hembra, de color blanco con la cola marrón y ojos azules.
Al ya tener a mi gato, volteé a ver a Minho que estaba rodeado de un montón de gatos como si supieran quién era mejor con los gatos.
- Me gusta este- dijo levantándose con un gatito negro con patitas blancas al igual que las orejas y la nariz- es macho.
- Ya tengo uno- se lo mostré.
- Llévate a ambos, la casa es bastante grande- dijo con voz autoritaria.
Sabía que no me iba rogar pero era graciosa su forma de persuadir.
- Lo llevó si prometes ser niñera cuando estés libre- dije caminando hacia la entrada y él solo asintió feliz.
Fui hasta la recepción para hacer los trámites correspondientes y llevarlos lo más pronto posible a mi casa, mientras hablábamos sobre los sexos de los gatito con Minho.
- ¿Cuáles son sus nombres?- preguntó el hombre que debía de hacer las documentaciones.
Miré a Minho con el ceño fruncido porque al parecer creía que éramos pareja.
- Kim Han Mi. Serán mis gatos- respondí.
- Debemos de visitar su hogar cada mes por un año para asesorarnos del buen cuidado- me explicó dándome un documento para que lo leyera y lo completará-. Las castraciones se harán en seis meses si es que ustedes quieren.
- Sí, me encantaría- dije mientras ponía mis datos de contacto.
¿Por qué seguía hablando como si fuéramos pareja? Era molesto.
- Ya tienen las primeras vacunas y están desparasitados- dijo sacando las tarjetas de vacunaciones de ambos de un gabinete- asentí para que entienda que lo escuché mientras seguía completando el documento- ¿ya tienen nombres preparados?
- No- respondí al completar completamente el documento.
- Sí- Minho respondió rápido dejándome sorprendida- La hembra se llamará Minmi y el macho será Kimho.
¿En qué momento se había tomado la molestia de preguntarme si podía poner los nombres que se le antojaran?
No pude negarme ya que el recepcionista ya los escribió en la libreta de vacunas para luego pasarmelos. Lo único que pude hacer era suspirar. En serio era muy molesto.
Eso me ganaba por traerlo.
El hombre me dio una cajita con una pequeña bolsa de comida, leche para gatos, dos collares y un talco para pulgas. Era una especie de regalo. Me dio una cajita para que los lleve y luego los subí a la camioneta.
- ¿En qué momento te dije que podrías elegir los nombres?- hablé al sentarme sin disimular mi enojo.
- Te traje hasta aquí y te llevaré de nuevo. Tomalo como costo de combustible. Además los nombres no son malos. Son la combinación de nuestros nombres. Es como si fueran nuestros hijos gatunos- dijo sonriendo pero a mí no me saca a ni una mueca.
- Ese es el problema. No somos nada Minho y en serio no entiendo por qué de repente eres así de amable cuando se supone que me odias- fue lo único que dije y él había notado lo incómoda que estaba, dejando de reír y evitando hablar conmigo durente todo el recorrido de vuelta a casa.
Me dejó frente a la casa y ni siquiera intentó bajarse, solo se despidió con una reverencia.
Quizás me había pasado, pero realmente estaba confundida, ¿por qué haría algo asi? Él más que cualquiera sabía que yo no le agradaba.
Mientras los gatito paseaban por toda la casa, fui a darme un baño para luego entrar a la piscina. Hacía demasiado calor durante las tardes.
Estaba feliz viéndolos recorrer por los pasillos con sus pequeñas patitas inexpertas al piso y aunque me alegraba verlos recorrer, me dio lástima al recordar lo que le dije a Minho. Lo traté mal sin razón.
Salí de nuevo de la piscina luego de estar una hora más o menos nadando. Me quedé sentada en la sala escuchando los maullidos y aunque en la casa había mucho ruido, aún era tan fría como yo.
Tomé mi móvil para llamar a Kai. Como lo había visto el día anterior y no pudimos entablar una conversación, quizás quiera venir.
Al saber que estaba libre y que podría venir, tuve que ponerme una ropa más cómoda y sacar a los gatos al jardín para que no ensucien la casa.
Cuando el timbre había sonado, simplemente desbloquee las puertas para que entre recibiéndole con un abrazo.
- Creí que nunca llamarías- dijo devolviéndome el abrazo-. También creí que estabas molesta porque no te acercaste a hablar.
- Lo siento, en realidad evitó a tu grupo- dije oliendo su fragancia-. Te ves y hueles muy bien- dije al separarme y ver que no vestía como antes lo hacía cuando pasaba el tiempo conmigo.
- En realidad, no estaba tan desocupado como te dije en la llamada- dijo sonriendo-. Hay una fiesta y solo irán Sehun y Chanyeol conmigo, para que estés tranquila. Así que planeaba llevarte.
- ¿De quién es la fiesta?- pregunté pensando en lo que haría.
- Kim Hyuna. Pero no te preocupes si no te conoce, irás con Sehun como acompañante- dijo entrando a analizar la casa-. No podrás ir conmigo porque llevaré a mi novia pero ya hablé con Sehun, él está de acuerdo.
Había olvidado que Kai ya tenía novia y no podía invitarlo a mi casa tan fácilmente.
- No creo que esté bien que vaya- dije sentando me en mi sofá.
- Será divertido, no habrá niños- dijo divertido-. El único menor que verás en la fiesta, será tu vecino.
Habalaba de Yugyeom y eso no me interesaba pero sí me interesaba saber que todos serían mayores a mi. Había altas probabilidades de encontrarme con Jay Park así que estaría segura.
- Bien- dije levantándome.
- Ve a prepararte. No te vistas como una chica inocente. En esa fiesta nadie lo es y serias carne fresca si te ven como tal- dijo riendo mientras se tapaba el rostro.
Nota de la autora:
Las mejores fiestas son hechas por los idols mayores. La que había hecho Jay Park era más como una reunión pero ahora que lo hará una mujer y algunos seguro ya saben como es Hyuna, por lo que habrán muchas mujeres mayores con eso concluyo con que se pondrá divertido.
Cómo les explico que Hanmi es demasiado inocente comparada a las chicas que irán.
Nombren a mujeres que creen que irán. La mayoría de las que mencionaré son unnies para Hanmi que tiene 22 años.