Ya era fin de semana y faltaba solo un día para el primer examen. Había estudiado bastante duro con Eunwoo, dormía muy poco pero sólo para fijar mejor algunos temas.
Tuve que salir de la casa de Eunwoo, ya que iban a ir sus amigos, el mismo grupo que conocí hace dos años. Eunwoo me había dicho que salga porque conocía a sus amigos y que si encontraban algún rastro de mujer en la casa, la buscarían en todos lados.
Tomé mi bolso y metí el libro de leyes que creía importante saberlo a la perfección y salí luego de despedirme de Eunwoo que estaba bastante ocupado con la cena para sus amigos.
Decidí salir a caminar un poco por la zona y ver mi universidad que quedaba muy cerca.
Estaba bastante aburrida sola, ya que Sanha tenía un show y Dahyun tenía que ensayar, así que fui hasta una cafetería.
La cafetería al que entré era donde mi mejor amigo de la universidad y yo siempre íbamos. Pedí un capuchino y un pedazo de torta y mientras esperaba me puse a leer el libro que había traído.
- Su pedido- me habló un chico frente a mí mientras ponía un vaso de americano con hielo.
- Yo no pedí eso- dije viendo la bebida.
- Lo sé, solo quería confirmar quién eras- dijo riendo bajo el tapabocas-. Han pasado tantos años
Miré al chico que tenía frente a mi.
- Pensé que ya no te volvería a ver Hanul. Es una sorpresa. ¿Puedo sentarme un momento?- miré la silla vacía frente a mí y sólo asentí a lo que él tomó lugar.
- Es bueno volver a verte, supongo- dije guardando mi libro de forma disimulada pero él sujeto mi muñeca para leer el título del libro.
- Así que ahora eres una chica de leyes- soltó mi mano-. Pensaba que terminaríamos juntos la universidad.
- Sí, todos lo pensamos...- dije sintiendo un nudo en la garganta.
- Te dije que no te involucraras, te lo advertí como un buen amigo lo haría.
- Debo de irme- dije tomando mis cosas para levantarme.
- Soy residente en el hospital universitario...- habló en el momento en que me levanté.
- Felicidades...
- Tu madre es mi paciente...
- Tiene al futuro mejor doctor de Seúl- respondí intentando que las lágrimas no se me acumulen.
- Está muriendo, Hanul...
- Nosotras ya no tenemos ninguna relación. Lo que me estas diciendo es en contra de la ley...
- Siempre fuiste así... Tu orgullo fue más grande que tu amor por las personas, es por eso que nunca pudiste enamorarte de alguien, sin importar qué tan bella seas...
- Cállate- dije apretando mis nudillos.
- Te has perdido totalmente en tu papel de sasaeng. Ahora te veo mejor que antes, por lo que supongo haz buscado un nuevo camino, una nueva dirección. Así que cierra todas las puertas que abriste en el pasado. Si no hablas con tu madre por lo menos una última vez, estarás vacía toda tu vida sin importar cuanto empeño le pongas a las cosas ni cuanto dinero consigas.
- No necesito escuchar esto...
- Hanul, por Dios... Es tu madre...
- Pues no lo demostró cuando debía... Su único deber era apoyarme y sé que sabes perfectamente lo que hizo...
- Sí pero no deberías dejar solo a tu primo con todo esto... Ni siquiera sabes qué la llevó a hacer todo esto...
- Su codicia... - dije entre dientes.
- Entonces no son tan diferentes. Piensa bien en cuál era tu objetivo al empezar a trabajar como sasaeng.
Odiaba que tenga tanta razón. Yo solo quería dinero, quería vivir mejor.
- Me voy- dije dando mis primeros pasos.
- ¿Sabes que no eres su hija biológica?- pare mis pasos- Supongo que no. Creo que tienen una larga charla por delante, así que cuando quieras verla... - se acercó a mí y me dio una tarjeta- Puedes llamarme. Yo haré que puedas entrar. Tienes miles de preguntas en tu cabeza, lo sé, y también sé que te mereces todas las respuestas. Sigues contando con mi apoyo.
- ¡Park Yeong Gi!- llamaron las personas de la cafetería y él se dirigió hacia la parte de entregas.
- Creo que yo también debería de irme- me sonrió.
- Yeong Gi... - lo llamé y él me miró por unos segundos- ¿por qué nunca me visitaste ni llamaste?
- Nunca fui muy importante para ti. Te concentrabas mucho en ganar dinero, así que no quería molestarte con los problemas que yo lidiaba- dijo para luego recoger dos helados-. Durante todo este tiempo estuve ocupado cambiando esos problemas a lo mejor de mi vida. Tú deberías hacer lo mismo.
No dijo nada más y salió de la cafetería. No entendía nada así que salí detrás de él y vi una imagen muy sorpresiva para mi.
Mi mejor amigo tenía una novia pero no solo eso, tenía una hija... Aquellos helados que había comprado eran para ellas.
Tenía una niña pequeña, que según calculaba tenía dos a tres años.
Él no me abandonó, él solo tuvo que cuidar de otra persona más importante...
- No deberías de llorar en público... - una voz me tomo por sorpresa así que limpié las lágrimas que se habían deslizado- Y menos por un hombre que ya tiene familia.
Reí por su suposición mientras negaba.
- Ni siquiera sé porqué lloró- dije sonrojandome por su presencia.
Odiaba que me vean llorar. Así que odiaba mucho más el estar llorando frente a él especialmente.
- ¿Nos conocemos?- dijo tendiendome la mano así que solo la cogi haciendo una leve reverencia.
- Prácticamente...
- Dame una pista...- dijo invitándome a entrar nuevamente a la cafetería.
- Bang Chan y su grupo... - dije caminando hacia mi mesa.
Un chico esperaba con mi pedido totalmente desconcertado por mi ausencia y en el momento en que me vio solo me dejó el pedido en la mesa.
- ¡Oh! Eres la chica que fue a la empresa.... Emmm la sasaeng... - dijo tomando asiento conmigo- Soy malo recordando nombres así que refrescame un poco.
- Kim Hanmi- dije invitándolo mi pastel pero lo rechazo llamando a un empleado para hacer su pedido.
Solo había pedido un té.
- Ya te recuerdo... ¿Cómo te ha ido? Perdón por aquella vez, si mal no lo recuerdo algunos fueron irrespetuosos...- dijo sonriendo y recordé el porqué en aquel tiempo era mi bias.
Jackson era tan amable y cariñoso, era imposible no quererlo con la primera impresión.
- No te preocupes, es normal. En aquel entonces no era una buena persona para ustedes... - respondí apenada.
Estaba frente a mi bias totalmente desaliñada. Tenía los ojos con ojeras y también estaban llorosos, mi nariz me chorrea a un poco por lo que suponía seguro estaba roja.
- Eso no importa, sigues siendo una humana. Debemos de respetarnos.
Sentía que en cualquier momento me caería de la silla así que solo tomé mi capuchino.
- ¿Qué haces por aquí?- pregunté cambiando de tema.
- Solo tengo que ver a alguien... - dijo sonrojandose por lo que supuse que hablaba de Lisa.
- Ya veo- dije incomoda.
- ¿Y los chicos? ¿Aún hablas con ellos?
- No... La vez en que me viste en la empresa creo que fue la última vez que hablé con ellos.
Le dije una verdad a medias porque Minho aún hablaba conmigo.
- Es una pena. Me gustaría ver a Yugyeom tan enojado nuevamente por tu presencia- dijo riendo y me avergüence al ver como él me miró.
- En realidad estamos más cerca de lo que creerías con Yugyeom- dije procediendo a comer mi pastel.
- ¿A qué te refieres?- dijo mirando su móvil que había sonado.
- Somos vecinos... - dije viendo entrar a un cliente.
- Ya sé de qué hablas, he escuchado como se quejaba de su vecina- rio levemente y se levantó- mi acompañante ya llegó. Debo dejarte-se acercó a mi y deposito un beso en la coronilla de mi cabeza-. Fue realmente un placer verte de nuevo. Estás mucho más bonita de lo que recuerdo.
- Igual tú- dije sonrojandome.
- Gracias. Le diré a Chan sobre este pequeño encuentro- y sin poder meditar sus palabras, se fue detrás de la persona que había entrado.
Era más que obvio que era Lisa y lo sabía sólo por la información que manejaba porque si no lo sabía, no pensaría que la persona que entró era una mujer ya que llevaba ropa tres veces más grande y de colores oscuros, con el cabello escondido bajo un gorro y su rostro era cubierto por un tapabocas.
Le escribí a Eunwoo para saber si sus amigos ya habían salido y como me respondió que solo quedaban dos decidí terminar mi pastel para luego pagar e ir caminando hasta la casa de Eunwoo.
- Debo de volver a mi casa lo más pronto posible para saber qué dice la carta de mi padre- dije empujando con mi pie una piedra.
Llevé la piedra hasta frente a la casa de Eunwoo y esperé en un parque frente a su casa detrás de un árbol viendo como salían dos chicos.
Ya era bastante tarde por lo que suponía que no me verían.
- Creo que esconderte detrás de un árbol nunca fue tu mejor escondite...- miré hacia la voz, ya teniendo una idea de quién podría ser pero sin poder verlo con claridad- Me conforta ver que esta vez no tienes una cámara. No podrás tocar accidentalmente el flash.
Nota de la autora:
Apareció el amigo de Hanmi que nunca habló con ella.
Ahora ya saben algunas razones del porqué sus padres la desheredaron sin meditar absolutamente nada.
Y aparecieron los bias... El que aparece ahora es muy fácil de saber quién es. Lo hice bastante obvio a propósito.
Gracias por leer y apoyar el libro💜