Narración Omnisciente
Ahora Mabel, no sabía que hacer, un demonio rojo la estaba persiguiendo, y sabia que ninguno de su familia, haría que Mabel rompiera aquel trato con Bill, al principio ni siquiera tenía el miedo de sacrificarse con el tal que Bill por fin estuviera libre...
Y aun teniendo más razones por las que no puede hacerlo.
Aun no tiene el miedo.
Por otro lado, estaba aquel demonio, que no sabía que hacer ahora, con todo aquel del trato y su hermano, sabía que por más que quisiera evitar aquella catástrofe de alguna manera u otra tendrá que pasar, prefiere hasta cambiar de dueño, con tal que ya no persiguieran a Mabel, pero aquel libro no tenía esa opción.
Tampoco es que quisiera morir, porque sabe que su hermano odiaría tanto esa situación, que acabaría con la vida de Mabel, todas aquella soluciones, solo ve la muerte de su ama, aquella muerte desde un principio a querido evitar en cada momento, el cual siempre sabe que, de un momento a otro esa, ser ala una respuesta.
Quiere evitarlo.
Aunque eso signifique encerrarla en un castillo.
El día había transcurrido más lento de lo normal, la presión de su familia no era ni ser capaz de sonreírle a la vida, Mabel por su parte se la había pasado encerrada en su cuarto, no quería salir parea nada, ya que en su cabeza solo daba aquellos giros que ni siquiera podía aguantar de nuevo.
Y Bill, solo miraba a su ama, el como se estaba rompiendo una vez más, sin saber que hacer para seguir protegiendo la, sin saber que hacer para que ella siga viva hasta mas años que aquel demonio, no querían que ella sufriera, después de todo los dos compartían un mismo dolor.
Bill-. Mabel... Estrella fugaz... Vamos hay que ignorar todo esto, pronto veremos una solución a esto y de nuevo tendremos una fiesta de té, como antes... Por favor sonríe de nuevo... - suplicaba aquel demonio ver de nuevo aquella sonrisa, el cual no había visto desde esta mañana y la extrañaba bastante...
Mabel-. Bill... EN verdad quiero sonreír, pero solo recuerdo lo que pasara en un futuro, y tengo el miedo en que algo mas te haga daño, yo solo, tengo el miedo que todo sea por mi culpa, hasta pienso de nuevo que lo es – de nuevo esas palabras que hacia enojar aquel demonio.
NO LO DIGAS DE NUEVO
Aquel demonio había sujetado aquellos hombros de la estrella fugaz, mientras que la veía cara a cara, sus labios estaban temblando, no sabían cómo reaccionar a tales palabras dichosas por su ama, no le importaba si alguien mas tuviera la culpa, o hasta el mismo demonio, pero no quiere que Mabel diga eso, no es culpa de ella, y eso lo tiene que saber.
Bill-. Mira Mabel, nada esto es tu culpa, bien, puesto a que me rescataste, lo que podría ser que hubiera tenido una lección grave, o no sé, hasta la misma muerte me salvaste, y de eso no te tienes que culpas, y si estoy contigo aun, no es por el contrato, es porque yo quiero estar contigo, eso me da una de las miles razones por la que quiero estar a tu lado, así que por eso tampoco es tu cumpla... Mi hermano siempre ha tenido odio hacia los humanos, , es un odio que desde nacimiento de lo pusieron, por lo cual su odio tu no tendrás aquella culpa... ¿Entendido?... Ahora mismo... Tiene que ser feliz, ahora mismo, necesito que sonreías porque también tengo miedo de que algo te pasara...
Paro un segundo, puesto a que su voz poco a poco se quebraba, había sido muy fuerte en todo ese momento, pero estaba a punto de estallar, era un demonio el cual aún tiene aquellos sentimientos que no lo separan de ser diferente a los humanos.
Bill-. Tengo miedo de perderte Mabel, Desde que nos hicimos amigos, todas las cosas en mi vida, han mejorado bastantes fue la mejor decisión que he tomado en el billón o trillón de años que he tenido y nada de eso em hará cambiar de opinión... Pero el saber que te puedo perder, y que todo sea el por qué no te puede proteger, también n me da miedo Mabel... Simplemente si tú no estas, yo estaré solo, yo no tendré una razón por el cual seguir estando con vida, o el seguir siendo aquel demonio que alguna vez te saco una sonrisa... Yo no te quiero perder...
Aquellas lagrimas ya estaban amenazando salir de los ojos de aquel demonio, cosa que le había sorprendido aquella estrella fugaz, puesto a que seria la primera vez que vio a Bill llorar, o en si al saber que un demonio puede llorar, se había quedado sin palabras, puesto a que nunca pensó en aquella consecuencia que tuviera, si ella moría.
Bill-. Se que nada de esto esta saliendo bien, pero como siempre dices... AL final de una tormenta hay un arcoíris ¿No?... Quiero ver ese arcoíris, y quiero verlo contigo Mable... Solo te quiero proteger, como tú me has protegido en todo este tiempo... Con tu familia, con esta vida, con mi nueva realidad, tú siempre estuviste conmigo, diciéndome que todo estará bien, que nada me hará daño... Así que ...
No dejare que anda te haga daño...
Bill-. Yo siempre estaré contigo, yo te protegeré Mabel... Pero por favor, solo sonríe una vez más... que siento que ya no tengo la fuerza necesaria para hacer hazlo, tú eres la única que me puede ayudar a seguir con esto... no sé qué haría si perdiera completamente tu sonrisa, solo de imaginarlo...
Solo te quiero proteger...
No quiero estar solo Mabel...
Por fin aquel demonio había soltado todo el que tenia en sus adentros, el cual rompió aquel llanto que tenía desde todo lo que estaba pando, era la primera vez que había llorado, y no sabía que sentirse, el miedo a aquella preocupación no dejaba ver con claridad las cosas. El cual solo se pudo resguardar con abrazo con aquella ama que tiene.
Juro que te protegeré Mabel...
Aunque cueste mi vida hacerlo...