A REGAÑADIENTES SAQUÉ MI TABLA DE SURF de la parte trasera de la camioneta de Nana, la cerré y me uní a JJ y Pope que estaban esperando junto a ella. Desde lo alto de los escalones, pudimos ver a John B y Kie sentados en sus tablas en el agua, conversando, sin habernos visto todavía. No fue mi sugerencia unirme a ellos, diablos, solo quería volver a casa y meterme en la cama por el resto de la noche. Pero JJ sugirió que viniera, parecería sospechoso si no lo hiciera.
Después de todo, nunca fui de las que rechazaban una buena sesión de surf, incluso si no era tan buena como el resto del grupo.
－Recuerda lo que dijimos.－dijo Pope, mirándonos a JJ ya mí antes de volver a mirar el agua.－Ni una palabra para nadie.
－Entendí la primera vez Pope, y ya lo entendí esta vez.－JJ dio el primer paso por los escalones que conducían a la playa, volviéndose hacia nosotros. －Ahora vamos, ¿podemos intentar atrapar algunas olas antes de que se conviertan en un desastre?
Pope bajó los escalones, ansioso por salir al agua. A mitad de camino, se dio la vuelta y asintió con la cabeza hacia el agua.
－¿Vienes, Junie?
Sentí que mi agarre se apretaba contra mi tabla mientras miraba el agua. Me encantaba estar en el agua, como a cualquier otra persona que creciera en la isla. Para mí, sentía que cada vez que entraba, me estaba quitando cualquier carga que había llevado conmigo hasta ese momento. Y que cada vez que salía del agua, era una persona completamente nueva, similar a cómo ver el sol desaparecer bajo el horizonte, solo para que salga horas después, era ser una persona nueva para un nuevo día. Quizás esta era mi oportunidad. Después de todo lo que ha sucedido en los últimos días: los traficantes, lo de Big John... Topper y Rafe hoy, tal vez esta era mi oportunidad para simplemente, borrarlo todo y comenzar de nuevo.
Corrí escaleras abajo, Pope sonriendo mientras se adelantaba a mí. La sensación de la arena entre los dedos de mis pies mientras trotábamos por la playa, era solo un recordatorio de lo cerca que estaba de las olas.
－¡Hey! ¡Guárdenos algunas olas!－JJ gritó, los tres corriendo hacia el océano antes de subir a nuestras tablas.
－Oigan.－gritó Kie, apartando la mirada de John B.－¿Dónde han estado?
－Oh, ya sabes.－Pope se dejó caer sobre su tabla, remando hacia ellos. －Entregando a los ricos y privilegiados sus víveres.
－¿Estuvo mal hoy? ¡Pensé que ustedes no tenían mucho que hacer!－John B añadió, mirándome cuando me detuve junto a JJ.－¿Qué diablos le pasó a tu cara?
－Podrías decirlo un poco mejor, sabes.－dijo Kie, salpicándolo y rodando los ojos.
Podía sentir tanto a JJ como a Pope mirándome y me senté, encogiéndome de hombros.
－Llevé los comestibles a los Pederson y tropecé con la raíz de un árbol. La harina de la pobre señora Pederson se fue a todas partes.
－Supongo que Agatha hizo que los Kooks se relajaran en su jardín.－ dijo John B, recostándose sobre su tabla. －Basta de hablar, vamos.
Todos se dieron la vuelta y continuaron remando un poco más hacia el agua, JJ se detuvo a mitad de camino y se sentó en su tabla.
－¿Vienes?
Observé las olas más lejos y suspiré mientras mi tabla se balanceaba junto con las secuelas ondulantes. Solo necesitaba atrapar una ola para sentirme mejor, eso funcionaría, tenía que funcionar. Me tumbé en la tabla, remando hacia él y seguí recto.
－El último en salir es un Kook.
Se rió, remando más rápido detrás de mí.
－Dice la chica que va a la escuela con un grupo de Kooks. ¿Qué tal si dejamos que el surf hable por ti?
Los dos nos zambullimos bajo la ola, nos acercamos y nos apartamos el pelo de la cara. Sonreí, asintiendo con la cabeza.
－De acuerdo.
Remó más lejos, alcanzando a nuestros amigos mientras se turnaban para surfear las constantes olas. Cuando me uní a ellos, me recosté y esperé pacientemente. Fue increíble verlos a todos montar las olas sin esfuerzo. Kie las destrozaba absolutamente cada vez que se ponía de pie, ni una sola vez se equivocaba. John B tenía sus momentos. Siempre trataba de ir tras las olas más grandes y realizar movimientos aún más grandes, pero, por supuesto, sus intentos o eran acertados o fallidos. Pope fue quien más me sorprendió la primera vez que fuimos a surfear juntos. Claro, es el nerd más grande que jamás hayas conocido en la escuela... pero tenía un gran potencial para ser un surfista increíble. JJ... bueno, JJ era el mejor de todos nosotros, lejos. Podía surfear cualquier ola, hacer cualquier truco y hacer que pareciera que apenas lo había intentado.
Él fue realmente quién me metió en el surf. Antes, cuando teníamos 10 años, los acompañaba cada vez que él y John B iban a surfear, pero me quedaba en la arena y cambiaba entre mirarlos o leer. Entonces, un día, cuando John B salió al agua y yo me senté, JJ prácticamente me arrastró al agua con él, insistiendo en enseñarme a surfear. Fue vergonzoso y sentí que estaba arruinando su diversión ya que tuvo que quedarse en la parte poco profunda del agua conmigo mientras John B estaba afuera atrapando olas. Pero incluso si parecía importarle, nunca lo dejó ver.
La mejor parte de todo era la tabla en la que surfeo ... mi tabla era algo que hizo en la clase de carpintería de octavo grado. Se suponía que sería su proyecto final, en el que trabajaron durante todo el año y que compuso la mayor parte de su calificación. Según John B, JJ hizo un montón de trabajos ocasionales para ahorrar dinero y comprar suministros que la escuela no tenía: fibra de vidrio, resina, una ventilación adecuada. Trabajó en ella todo el año y luego ese mismo verano, en mi cumpleaños cuando salimos a surfear... me la dio.
JJ no era ni mucho menos artístico, el chico no podría dibujar para salvar su vida. Sus proyectos de arte en la escuela primaria siempre eran atroces, así que yo siempre dibujaba y él siempre hacía mi cursiva: era nuestro pequeño problema. Sin embargo, cuando me dio la tabla, me sorprendió ver que no había mantenido el diseño de madera pulida a cuadros. La mitad superior estaba pintada de blanco y la mitad inferior verde azulado. Y justo donde los dos colores se encontraban, el verde azulado lo pintó en pequeñas mini ondas.
Hasta el día de hoy, sigue siendo el mejor regalo de cumpleaños que he recibido.
－¡Juniper a Tierra!－La voz de Kie me sacó de mis pensamientos cuando dejó de agitar los brazos.－¿Vas a ir o qué?
－Sí, hay un grupo de cuatro en camino, si empiezas ahora, probablemente alcanzarás la segunda ola.－agregó JJ, asintiendo con la cabeza hacia el horizonte.
Miré y, efectivamente, dirigiéndonos hacia nosotros había una ola de cuatro sets, con destino a nuestra dirección. Tenía que haber al menos una ola surfeable, la que pudiera distraerme de todo. Respiré hondo y exhalé, remando un poco más, dejándolos atrás. La primera ola se acercaba, pero no había forma de que estuviera preparada a tiempo para tomarla. Me zambullí debajo de ella, volviendo a subir y remando un poco más rápido antes de dar la vuelta, mirar detrás de mí y esperar la segunda ola. Era fascinante, ver las olas empezar a rodar hacia mí, tan fascinante... que me perdí la segunda ola.
－Mierda.－murmuré, sabiendo que si no tomaba la siguiente, no lograría tener ninguna de las olas. Comencé a remar, sabiendo que la tercera ola me levantaría tan pronto como si estuviera debajo de mí.－Está bien, aquí no pasa nada.
－¡Junie!
－¡Junie, espera!
Apenas podía escuchar las voces de mis amigos mientras la ola me levantaba. Mis piernas temblaban al principio, me levanté y mantuve el equilibrio. El viento azotaba mi cabello, la espuma del agua me bañaba los pies y la pared de agua a mi costado cuando me dejé caer y luego surfeaba la ola, todo era tan liberador. Como por un solo momento, solo éramos yo y el océano. Ni mis problemas ni mi estrés.
Solo la ola y yo, nada más.
－¡Junie, no!
－¿Qué?－Murmuré, mirando a la izquierda para verlos agitando frenéticamente los brazos. De repente, me devolvieron al momento.
Esta ola, la ola perfecta ... Era enorme. Y yo estaba en la cima. Sentí pánico, nunca antes había montado una ola tan grande. Por instinto, me dejé caer de nuevo en la ola, pero sentí que la parte delantera de mi tabla comenzaba a levantarse. En un instante, el viento logró levantarla completamente, enviándome hacia atrás. La fuerza de la ola me empujaba hacia el suelo y al mismo tiempo arrastraba mi tabla con ella. La correa se sentía como si estuviera estrangulando mi tobillo mientras me arrastraba. Me dolía el pecho por el impacto del agua, me dejó sin aliento por completo. Seguí la corriente, tratando de ahorrar energía hasta que la ola finalmente se debilitó. Nadé como el infierno, llegué a la superficie y tomé unas cuantas respiraciones rápidas, limpiando rápidamente el agua de mis ojos solo para ver a mis amigos en el mismo lugar. Levanté mi brazo en alto, lista para llamarlos cuando la cuarta y última ola del set, me empujó hacia debajo del agua.
Me tiró hacia atrás antes de empujarme hacia adelante de nuevo, rodando a su paso. Me criaron en el agua, sabía cómo mantener la calma, pero nada funcionaba. Momentos antes, estaba deseando, apresurarne a meterme en estas olas con la esperanza de que aclararía mi conciencia y eliminaría todas mis preocupaciones. Supongo que es verdad lo que dicen, ten cuidado con lo que deseas. Porque estas olas se estrellaban sobre mí sin una pizca de piedad, y yo estaba a su voluntad.
Sentí que la energía de la ola disminuía y con la adrenalina corriendo a través de mí, nadé de regreso a la superficie, verificando de inmediato si venían más olas. Miraba hacia el horizonte, como el último set, mi set, había sido lo último del día. Como si el Universo me hubiera guardado esas olas asesinas para mí, muchas gracias.
Dos tablas vinieron rápido hacia mí, el agua me escocía en los ojos, nublando mi visión. Los froté, aclarando mi visión justo cuando JJ y John B aparecieron a la vista. JJ se detuvo frente a mí, girándose hacia un lado y deslizándose hacia atrás antes de meter la mano en el agua y subirme a su tabla. Me acosté, agarrándome de los lados de su tabla para salvarme mientras él arrancaba la correa de mi tobillo.
－JB, toma su tabla y tráela de vuelta.
John B asintió con la cabeza, remando más hacia la orilla mientras JJ trataba de arreglárselas para remar de regreso a nuestros amigos.
－Mi culo está junto a tu cara.－ tosí, escupiendo agua. －Lo siento.
－No lo estés.－ Se rió, su pecho tocando mi trasero.－En realidad es un poco cómodo
－Si tuviera la energía para ir atrás y golpearte ahora mismo, lo haría.－Traté de inclinarme hacia arriba.－Debería golpearlos de todos modos, considerando que arruinaron mi concentración de esa ola y me hicieron perder el control.
－Junie... esa ola era un monstruo, fue la más grande del set, la segunda ola fue, bueno... la segunda. Te habrías aniquilado con cualquiera de las dos si las hubieras tomado.－Se detuvo, justo antes de Kie y Pope, y se sentó. Me levanté y me di la vuelta lentamente, frente a él. －Tienes suerte de no ahogarte, Juniper.
－No me siento afortunada.－ murmuré, mirando hacia mis manos que descansaban en el medio de su tabla. －En todo caso, me siento como una mierda. Cuando estaba bajo la marea, simplemente... me recordó muchas cosas. Empecé a pensar en lo que hicimos hoy... Big John desaparecido... muerto.
Cómo lo segura que estoy de estar enamorada de ti y no ser capaz de decirte nada.
－Junie, escucha...－Suspiró, extendiendo una mano y agarrando una de las mías.－Sé que lo que hicimos va en contra de cada parte de tu código moral, pero tenemos que mantenerlo en secreto, ¿de acuerdo? Si no lo hacemos, Pope podría perderlo todo. En cuanto a Big John...－Sus hombros se desplomó.－No... no estoy realmente seguro, qué decir al respecto. Lo único que creo que podría ayudar aunque sea un poco... es el hecho de que tenemos algún tipo de respuesta.
－Sí, lo sé.－respondí, mirándolo.
Él sonrió suavemente, extendiendo la mano como si fuera a quitarme el pelo de la cara.
－Junie, ¿estás bien?－Preguntó John B, acercándose a nosotros.
Los ojos de JJ se agrandaron y en lugar de apartarme el pelo de la cara, empujó mi cabeza hacia un lado, tirándome de su tabla suavemente.
－JJ ¿qué diablos?－Kie gritó mientras yo salía a la superficie.－¿Ella acaba de rodar en el agua y la empujas?
－Había un error.－agitó su mano sin rumbo fijo hacia mí.－Se veía rara.
John B me tendió la tabla y volví a subirme, atándome la correa a los tobillos.
－¿Estás bien, Junie?－Pope preguntó, asintiendo con la cabeza.
－Sí, estoy bien.－miré por encima del hombro para ver algunas olas más comenzando a formarse.－Creo que voy a sentarme un rato, ustedes vayan.
Asintieron, nadaron y JJ me dio una sonrisa avergonzada.
－¿Lo siento?
Rodé los ojos, asentí con la cabeza hacia las olas y me reí entre dientes.
－Solo ve.－ Me volví hacia John B, levanté una ceja. －¿No vas a ir?
Sacudió la cabeza, sentándose en su tabla.
－No, estoy un poco cansado. No me importa mirarlos un poco. Además, las olas parecen débiles.
Asentí con la cabeza, sin querer sugerir que simplemente se quedaba porque tenía miedo de que me cayera de la tabla y me ahogara. John B era así cuando se trataba de ciertas personas. Cuando éramos niños, él siempre me protegió mucho, excepto en los momentos en que era él o JJ quien se metía conmigo. Y ahora, con Big John desaparecido y Nana y yo siendo dos de las personas que ha conocido prácticamente de toda su vida, podía entender por qué sentiría la necesidad de quedarse conmigo ahora mismo. Especialmente al verme rodar como lo hice. Aunque, no pude evitar escuchar las palabras de Pope resonando en el fondo de mi mente.
Creo que tal vez le gustes a John B. La forma en que habla de ti o lo protector que es...
Miré a John B, dejando que mis manos descansaran en los lados de mi tabla, el agua lavándolas.
－¿Oye JB?
－¿Sí, JB?－Respondió, mirándome por el rabillo del ojo con una sonrisa.
－Yo, uh.－aclaré mi garganta, mi cerebro se movía un millón de millas por minuto sobre cómo abordar la situación. －¿Te gusto?
Bueno... soltarlo así también era una buena manera de empezar, supongo.
Rápidamente me miró, con sus ojos muy abiertos y tosiendo como si se ahogara con el aire antes de dejar escapar una risa incómoda.
－¿Qué?
－Pope.－respiré hondo y suspiré, encogiéndome de hombros. －Dijo que cree que te gusto... ¿es verdad?
Me miró fijamente durante lo que parecieron minutos, pero en realidad fueron solo unos segundos antes de que dejara escapar un suspiro y bajara la cabeza.
－Oh, mierda.
－¿Oh, mierda?－Pregunté, mi voz chirriaba por el temor de que Pope tuviera razón. Mi corazón comenzó a acelerarse cuando John B negó con la cabeza, mirándome.－Explicate por favor.
－Creo...－ se pasó los dedos por el pelo, aspirando aire a través de los dientes.－Creo que pudo haber confundido lo que estaba diciendo...
－Oh, gracias a Dios.－ respondí, dejando escapar un profundo suspiro. －Espera, ¿qué?
－¿Oh, gracias a Dios? Creo que estoy un poco ofendido por esa reacción.－dijo, frunciendo las cejas.
－Cállate y explícame, por favor.－Miré hacia nuestros amigos que todavía estaban surfeando antes de volver a mirarlo.－Porque he estado entrando en pánico por esto desde que Pope lo dijo ayer y realmente necesito una explicación.
－Está bien －acercó su tabla a la mía, girándola para quedar frente a mí. －Entonces, fue justo al comienzo del verano, ya sabes, cuando solo nosotros cinco estábamos ya sabes, en la fogata que hicimos cerca del cementerio.
－Estuve allí todo el tiempo, sin embargo, no recuerdo haberte escuchado decir nada sobre mí.
Se pasó las manos por la cara, dejándolas caer sobre sus muslos.
－Tú y Kie estaban construyendo ese estúpido castillo de arena, borrachas divagando sobre princesas y dragones y mierdas.－ agitó la mano sin rumbo fijo. －Intentamos que volvieran con nosotros, pero no nos escucharon, así que nos sentamos junto al fuego y hablamos. Nos aburrimos y finalmente comenzamos a jugar un juego estúpido.
－Sabes, la mitad de la explicación está en los detalles.－sonreí sarcásticamente, chocando mi pierna contra la suya.
－Es ese estúpido juego de la escuela secundaria, Pope estaba borracho y lo sugirió y JJ y yo estuvimos de acuerdo.－ suspiró, con los hombros caídos mientras me miraba a través de los mechones de cabello que cubrían sus ojos.－Coger, casar, o matar.
No pude evitar reírme, agarrando mi estómago mientras él me miraba con ojos culpables.
－Oh, Dios mío, pero tú...
－Incluso antes de que vayas allí, sé que odio la palabra con C, pero estábamos borrachos, tú y Kie nos ignoraban y bueno, jugamos.
Y luego la realidad de la situación se asentó. Claro, Coger, casar o matar era un juego estúpido que jugaban amigos entre ellos. La mayoría de las veces dándose opciones estúpidas u opciones que los hacían revelar sus sentimientos por alguien. Un fuerte golpe de mi corazón contra mi pecho hizo que mis ojos se agrandaran y lo miraran.
－No lo hiciste...
－Y antes de que vayas allí de nuevo.－ me señaló rápidamente, y pronto dejó que su mano volviera a caer sobre el tablero.－No, no dije que yo... ya sabes, contigo.－asintió con la cabeza de lado a lado.
－Está bien, si no me escogiste para eso, entonces ¿de qué estaba hablando Pope?
－Me dio tres opciones: tú, Dakota Stewart y Hailee Gibson.
－Hailee Gibson tiene como 23 años.－ negué con la cabeza, rodando los ojos. －Y ella está tan fuera de tu liga.
－¿Uh, ouch? Eso duele.－ se llevó la mano al pecho antes de reír.－De todos modos, dije que mataba a Dakota...
－Naturalmente.
－Y yo... ya sabes, Hailee y yo...－se encogió de hombros, mirando hacia arriba del tablero y hacia mí.－Bueno, que me casaría contigo. Y después de que lo dije, Pope y JJ perdieron la cabeza y me preguntaron por qué haría eso en lugar de simplemente matarte...
－Esos idiotas.－me burlé, mirándolos antes de mirar a John B.－Los mataré.
Él se rió, sacudiendo la cabeza.
－De todos modos, siguieron acosándome por una respuesta y todo lo que dije fue, ¿qué es lo que no me gusta de ti?
－¿Eso es todo? ¿Por eso Pope cree que estás como, enamorado de mí?
－No estaría exactamente equivocado.－ sus ojos se agrandaron antes de que agitara sus manos frente a él, cancelando lo que dijo.－No, no, quiero decir.－suspiró, su cuerpo se desplomó. －Me gustaste cuando éramos niños. Estaba bastante seguro a los seis años de que nos casaríamos cuando fuéramos mayores. Cuando nos conocimos, fue como un boom, un gusto instantáneo. Pero a medida que nos hicimos mayores, era más un, 'oye, te quiero en mi vida por el resto de mi vida... pero como mejor amiga/ hermana' ¿sabes?
－Oh, gracias a Dios.－suspiré, recostándome en mi tabla por unos segundos, dejando que el agua me lave un poco.
－Una vez más, creo que eso debería ofenderme.
Me reí, sentándome de nuevo y negando con la cabeza.
－No, no es eso, es solo...－Mis ojos se desviaron hacia nuestro grupo de amigos, que estaban comenzando a regresar hacia nosotros, Pope a solo unos metros de distancia. Mi mirada se congeló en JJ, y sonreí suavemente. －También pienso en ti como un hermano.
John B sonrió, salpicándome un poco de agua mientras ambos reíamos.
－Hey, ¿de qué están hablando?－Pope preguntó, sentándose en su tabla. John B y yo compartimos una mirada antes de volvernos hacia él, y en el momento en que nos miró a los dos, sus ojos se posaron en mí.－¡No puedes decirle que rompí el código del pene, Junie!
－Lo siento.－resopló John B, mirándonos a ambos.－¿El qué?
－Pope, no le gusto a John B. Estabas borracho y malinterpretaste todo.
Sus cejas se fruncieron mientras me señalaba, pero miró a John B.
－Espera, entonces no...
－No, es como mi hermana, amigo. Era la mejor opción que las otras dos.
－Está bien, voy a fingir que eso no me ofendió un poco.
John B se encogió de hombros.
－Touche.
－¿Están listos para partir? No creo que esté pasando mucho ahora.－ dijo JJ, mientras él y Kie se acercaban a nosotros.
－Sí, ¿vamos al Chateau?
－Nana dijo algo acerca de recoger algo de cena en el Wreck. Tenemos señal aquí, ¿tal vez podamos llamarla y preguntarle si puede recoger un poco más?－Sugerí, mirando al grupo.
Todos asintieron al unísono antes de que JJ se separara del grupo, remando hacia la orilla rápidamente.
－¡El último en llegar es un Kook total!
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Logramos llamar a Nana justo a tiempo. Estaba saliendo de la biblioteca y se dirigía al Wreck para recoger la cena cuando llamamos. Normalmente, la mayoría de los padres o tutores se estremecerían ante las adiciones de último minuto, pero Nana no. Amaba y trataba a mis amigos como si fueran sus propios hijos. Siempre eran bienvenidos a la casa con los brazos abiertos, sin importar el día ni la hora. Cuando regresamos al Chateau, hicimos una carrera para ver quién podía llegar primero a la puerta de al lado.
Naturalmente, haciendo trampa, JJ ganó.
Todos nos sentamos alrededor de la sala de estar como lo habíamos hecho la noche anterior en el Wreck y comimos nuestra comida, riendo y disfrutando de la compañía de los demás a la luz de la linterna. Nana habló sobre su tiempo en Wilmington, sobre cómo incluso las partes externas de Agatha los golpearon un poco cuando se trataba del follaje, pero no estaban tan mal como nosotros. Ella procedió a preguntarles a todos sobre sus vidas como si los cinco no estuviéramos juntos cada segundo de cada día y no tuviéramos la misma respuesta. Sin embargo, esa es Nana, tenía un gran corazón y realmente se preocupaba por todos los que conoce.
Cuando terminó la cena y nos limpiamos, los chicos regresaron al Chateau para ducharse y cambiarse, mientras Kie y yo nos quedamos en mi casa para hacer lo mismo. Cuando terminamos, Nana se fue a la cama y le dije que probablemente estaría de regreso por la mañana ya que todos íbamos a acampar justo al lado. Y como de costumbre, me dijo que me mantuviera a salvo, que me amaba, y luego se fue a la cama. Kie y yo fuimos a la puerta de al lado donde los chicos estaban colocando dos hamacas más junto a la única original.
－¿De dónde conseguieron dos hamacas más?－Pregunté mientras caminábamos hacia ellos, el sol se estaba poniendo.
－Kie dejó una aquí hace un tiempo, y papá siempre tuvo este extra almacenado en el cobertizo.－ John B dijo mientras tiraba de la cuerda más fuerte.－Pensé que sería mejor traer un tercero, ya que tres personas en una hamaca no sería cómodo. Ahora solo se trata de quién se queda con la original.
－¡Yo!－Gritó Kie, levantando la mano y prácticamente dejándose caer en la hamaca que estaba entre las otras dos. －Definitivamente yo.
－Está bien, eso lo resuelve.－ se rió John B, mirándome.－Tú te quedas con la más cercana al agua, de esa manera tienes la vista del atardecer.
－Uff y pensar por un solo momento, que me ibas a torturar dándome la otra.－ sonreí, levantando la mano y revolviendo su cabello antes de pasar y acostarme en la hamaca.－¿Alguna posibilidad de que esta también pueda ser para uno solo?
－No exactamente.－ dijo Pope, mordiéndose el labio inferior antes de mirar a John B.－Estarás compartiendo con...
－¿Qué pasa June Bug?－ Dijo JJ, tirándose a la hamaca y casi volteándonos.－Supongo que somos compañeros de hamaca.
Me volví para mirar a Pope y John B, solo para ver a Kie moviendo las cejas hacia arriba y hacia abajo con una sonrisa.
－¿Quién dijo que perdí?
－Lo hiciste... en la cena, ¿recuerdas?－ John B se rió mientras Pope terminaba de atar el otro lado. －¿En la carrera de comer papas? Fuiste la última. El último no puede elegir a su compañero de hamaca.
－¿Y me estás diciendo que nadie eligió a JJ?
－Sí, sobre eso.－JJ señaló con su vaso de bebida de la cena a nuestros tres amigos.－¿Por qué nadie me eligió? Soy un gran compañero de hamaca.
－Pateas.
－Acaparas el espacio.
－Te mueves demasiado.
－Caray, no hablen todos a la vez.－JJ se dejó caer en la hamaca, con una mano en el pecho.－En serio, por favor, no lo hagan.
Mientras todos seguían conversando, los bloqueé y miré el agua. El sol se estaba poniendo y sentí que comenzaba a relajarme al verlo. Dejar que las olas se llevaran mis horribles recuerdos, no funcionó, considerando que tratar de olvidar se convirtió en casi un suicidio. Pero esto funcionaría. Incluso si no se deshacía de ellos a largo plazo, se desharía de ellos por la noche.
No pude evitar pensar en cómo le habíamos mentido a Heyward. Yo no era una santa adolescente, les he mentido a los adultos antes, quién no. Pero se sentía mal mentirle a Heyward. Sin mencionar que no podía creer que realmente se hubiera comprado nuestra excusa. Seguimos la mentira que le había dicho a JB: tropezamos con la raíz de un árbol expuesto. Hicimos una carrera, para ver quién podía llegar más rápido a la puerta del Pederson. Agregando que teníamos tanta prisa por regresar cuando Heyward quería que lo hiciéramos, que realmente no estábamos prestando atención a nuestro entorno. Respaldó el razonamiento de los cortes de Pope y los mios. Cuando preguntó por los comestibles, Pope explicó que cuando nos caímos, todo se rompió. La caja de cerveza explotó, el tarro de pepinillos se rompió, nada sobrevivió. Dijimos que contemplamos subir y contarle a los Pederson lo que pasó, pero que regresar a la tienda y explicárselo a Heyward para que pudiera conseguir otro pedido, era mejor.
Y se lo creyó, realmente se lo creyó.
En cuanto al barco de Topper, todavía me sentía mal. Topper era un idiota total, lo ha sido desde el momento en que conoció a Rafe Cameron hace años. Nana dice que las personas pueden convertirse en quienes son debido a su entorno. Sin embargo, no siempre es así. Algunas personas luchan contra ello, van contra la corriente y tratan de ser mejores que su entorno o ser diferentes a el. Y luego, hay algunos que se sienten demasiado cómodos con eso, temen el cambio o simplemente no se molestan en hacerlo. Creo que Topper puede ser del primer tipo, pero ¿quién soy yo para decirlo? Apenas conozco al chico, solo algunas clases aquí y allá, y muy pocos reconocimientos en el pasillo. JJ tenía razón. Puede que se interpusiera entre Rafe y yo, pero aun así fue tras Pope. Y si alguna vez volvemos a la misma situación, tomaría el lugar de Pope sin importar qué. Porque al final del día, él era mi familia.
Haces cualquier cosa por la familia.
－¿Estás ahí?－JJ susurró, agitando su mano frente a mi cara.－El sol se ha ido Junie, ¿qué estás mirando?
Aparté la mirada de él y volví a mirar el agua. El sol se había puesto por completo y el cielo se estaba asentando en su oscuridad.
－Lo siento, sólo... estaba pensando.
－Hablando de pensar.－ dijo Pope, ajustando su posición en su hamaca con John B.－¿De verdad creen que está ahí fuera? Como, ¿sin mentiras?
－Mi padre pensó que sí.－ respondió John B, tan tranquilo como cualquier otra cosa.
－¿Pero tu?－ Pope añadió, señalándolo.
El trueno de la tormenta que se suponía iba a golpear horas antes resonaba sobre nosotros. Afortunadamente, no había lluvia ni rayos.
－Después de escuchar su voz en esa cinta... creo que sí.
－Sólo hay una forma de averiguarlo.－ respondió Pope, los dos se dieron un apretón de manos.
－Mira, lo encontraremos, ¿sabes?－ Kie añadió, balanceando su hamaca de lado a lado. －Incluso JJ cree.
－Oh, por favor, JJ creyó en el conejo de pascua hasta los 12 años.－ Me burlé, mirando al chico a mi lado.
－Um, es de mala educación que me arrojes debajo del autobús de esa manera. Te lo dije en confianza.－ se burló, llevando un brazo detrás de su cabeza.－¿Es esto una noche de molestar a JJ o qué?
－Oh, Dios mío, JJ, ¿de verdad crees?－ John B preguntó en tono burlón.
－Totalmente.－se encogió de hombros. －Espera, ¿estamos hablando del oro o del conejo de pascua?
－Del oro.－ respondimos todos, riendo poco después.
－Bobo.－ susurró Kie, todos, cayendo en silencio.
Eché mi cabeza hacia atrás, el brazo de JJ descansando debajo de mi cabeza como una almohada y suspiré.
－Las cosas van a ser diferentes, ¿no? ¿Ahora que sabemos que esto existe? ¿Y cuando lo encontremos? Nada volverá a ser igual.
－Jesús, Junie.－suspiró Pope, sacudiendo la cabeza.
－Sí, que forma de arruinar el momento y ponernos filosóficos.－ agregó John B, tratando de ocultar su risa.
－Yo, por mi parte, creo que es un gran pensamiento, Junie.－ Kie sonrió, hundiéndose más en su hamaca.
－Sí, bueno, voy a soñar con naufragios.－ dijo JJ, poniéndose de lado.－Junie, ¿te importaría moverte? Quiero darme la vuelta.
－¡Absolutamente no! ¡Yo estuve aquí primero! Tú eres el que llegó despues.
－¡Eso es porque nadie me eligió como su compañero de hamaca!
－Estoy empezando a entender por que...
－Ni siquiera empieces－argumentó, sacando su brazo de debajo de mi cabeza y empujándome, girándome con fuerza hacia mi costado. －Yo no perdí, tú lo hiciste. Por lo tanto, yo soy un ganador, tú eres una perdedora, así que puedo elegir cómo quiero dormir.
－JJ, juro que...
－¡Dios! ¡Por favor, por el amor de Dios, cállense los dos!－Pope gimió, llevando su gorro más abajo sobre su cabeza.
－Jesus, que mala educación.－ suspiró JJ, mirando hacia atrás en su dirección. －¡Buenas noches, Bird!
－¡Buenas noches, mierda de pájaro!－ John B chirrió en respuesta cuando el silencio cayó sobre el grupo y todos trataron de quedarse dormidos.
Protegida en la oscuridad, JJ envolvió un brazo alrededor de mi cintura, atrayéndome hacia él. Suspiró, apoyando su barbilla en mi hombro antes de girarse y besar mi mejilla.
－Buenas noches, June Bug.
Las mariposas en mi estómago estaban revueltas cuando me resistí a darme la vuelta y enfrentarlo, sabiendo muy bien que llamaría la atención de los demás sobre nuestra hamaca.
－Buenas noches, idiota.
Se rió entre dientes suavemente, acurrucando su rostro contra el mío antes de que los dos nos quedáramos dormidos, completamente relajados y felices.
_______________
[n.t]
Solo quiero decir que muchas gracias por el cariño que ha recibido Vapor! Tengo que serles sincera, cuando leí esta fic por primera vez, me sorprendió tanto lo bien estructurada que estaba. Realmente sientes en un momento que Junie está tan bien integrada, que sientes que debería estar si o si en la serie. La autora ha sido tan fiel a las personalidades de los personajes que ugh, Vapor se ha convertido en una de mis fanfic favoritas everr.
Me alegra saber que ha ustedes igual les gusta jsjs. Prometo actualizar más seguido, ya que aveces se me dificulta un poco el poder traducirles, pero cosas q pasan.
En fin, eso era todo. Nos leemos a la próxima.
pd: El capitulo que viene, es sin duda uno de mis favoritos, so, esperenlo con ansias.
Eso, bai<3
D🌻