Nos sentados en los jardines de Auradon Prep, últimamente pasamos mucho tiempo aquí, a Diego le gusta venir, a mí me gusta pasar tiempo con él, y pues funciona de maravilla. Hacíamos un pequeño experimento con su guitarra, Maddy es mucho mejor que yo en la magia, pero de cualquier modo intentamos ecualizar algunas notas para que se escuchen como si fuese otro instrumento. Más de una vez hice que un si sostenido sonara como rana, las primeras veces fue divertido, después solo me irritaba no poder hacer lo que Diego quería. Cuando hice que un la sonara como un portazo y no como una campana me enfurecí y él me dijo que no debía presionarme, fue lindo. Uma apareció seguida por Harry, me sorprendí de verlo, hacía casi una semana que se había ido, ella se veía molesta, Diego bromeó con que teníamos tormenta a las diez en punto, si no supiera a que vienen, en verdad me daría risa.
—¿Ya supiste lo de tu amiguita?
No supe de que hablaba, busque en Harry una respuesta pero parecía totalmente fuera del planeta, Diego estaba igual de confundido que yo o más. Uma bufó y puso las manos en la cadera, esperando una respuesta que no tengo, o al menos no conozco.
—¿Que amiguita?
—Medusa Teach —respondió con repugnancia, como tan solo nombrarla fuera irritante.
—No es mi amiga —al menos ya no, aunque no estoy tan segura de que lo haya sido alguna vez. Me levanté y quité los restos de pasto de mi ropa, soy más alta que ella, pero los tacones que usa lo disimula bastante— ¿Que fue lo que pasó?
—Es una sirena —respondió Harry, con una sonrisa que me dio mala espina, tal vez se debe al hecho de que se trata de Medusa. Me reí, no es verdad, ella me contó que le regalaron esos dones al nacer, sus padres son humanos, ambos— ¿Que es tan gracioso, Gothel?
Diego se levantó dejando la guitarra sobre su estuche.
—¿En serio? —sonaba sorprendido, aunque no por la noticia, sino por las reacciones de ellos—. Y si es una sirena, ¿por qué no le sale cola y escamas al entrar al mar? Tu hermana la tiró al agua ¿recuerdas? —a mí me sorprende que lo recuerde, y mucho más que lo mencione ahora, entendí que les está demostrando que no es una sirena—. Tú mismo la sacaste, no cambió, o tal vez estábamos muy lejos para verlo.
—Tal vez —lo apoyé, tiene razón, que chico tan inteligente— pero tú no, ¿la viste cambiar?
Harry no supo responder, frunció la boca y casi pude verlo levantando su garfio, Uma lo detuvo y pude notar que no llevaba el garfio.
—No sabemos como lo hace —ni yo sé como es que tiene piernas si su madre tiene tentáculos, o como es que no puedo hacer un simple hechizo para transformar un sonido en otro sin equivocarme más de una vez—. Pero te puedo asegurar una cosa, Gothel, está enojada y es muy poderosa, si te ve seguramente no la libras.
Uma se despidió agitando los dedos en el aire con una sonrisa victoriosa, me dieron ganas de ponerle un ojo morado o un corte en la ceja, al parecer está de moda traerla así. Harry se fue tras ella sin decir nada, no los trato mucho para saber cuando algo sucede, pero es tan notorio que algo le sucede a Harry, quizá descubrió de lo que es capaz Medusa. Diego y yo nos volvimos a sentar en el pasto, los piratas se habían ido de nuestra vista, espero que Medusa esté tan lejos como pueda.
—Ayer estuvo aquí —comentó buscando una nota en su guitarra, tan sereno—. Medusa iba con Harriet y Harry, buscaban a CJ.
¿Y apenas me lo dice? Diablos, pude cruzarme con ella y perder mi preciada cabeza en cualquier momento, de hecho me alegro que mi madre me haya obligado a pintarle el cabello. Oh diablos, si estuvo ayer aquí con los Hook y hoy Harry está paseándose en Auradon, significa que no debe estar muy lejos de aquí.
—¿Podemos ir a otro lado? —le pregunté tratando de no verme igual de paranoica que Uma— ¿Como a Camelot o algo así? Vi en algún lugar que tienen un montón de sitios históricos para visitar, te puedes tomar una foto con la espada en la piedra y eso.
Inventé todo eso, Diego no lo notó, por suerte sueno muy convincente, ser hija de Madre Gothel tiene sus beneficios. Estuvo de acuerdo y ambos nos dirigimos al castillo que hace de escuela. Un perro se acercó a nosotros y jaló el estuche de la guitarra, no para quitársela, sino llamando su atención. Una vieja cara conocida se acercó trotando, los dos se saludaron y el perro intentó conseguir que lo acaricie.
—Es inofensivo —informó Carlos al verme huyendo del perro.
—Y muy cariñoso —dijo el perro. Me asusté, obviamente. ¿Desde cuando los perros hablan? ¿A caso aquí es normal? y lo más importante, ¿por qué hay perros sueltos por ahí?
—Ha... habló —titubee más que horrorizada, ¿no es suficiente con que ladren, orinen y rompan todo? ¿a quien se le ocurrió hacer que un perro hable? Es escalofriante— el... perro puede... hablar.
—Claro que puedo hablar, ¿que no me escuchaste?
Carlos se agachó a rascarle la oreja, y como cualquier perro comenzó a agitar una pata, le dijo un montón de cursilerías y luego lo dejó.
—¿Podemos irnos ya? —le rogué a Diego aterrada, no sé que me da más miedo, saber que Medusa anda por ahí lista para decapitarme, o escuchar a ese perro.
Los De Vil dejaron la conversación que estaban por comenzar para otro momento, acordaron verse para cenar, no pude dejar de ver al perro aterrada, hasta tragué saliva. Carlos se despidió y se fue con el perro, por suerte, Diego me vio tener un escalofrío y se rió de ello, que vergüenza. Seguimos con nuestro camino, aunque ahora ya no me sentía tan a gusto como antes de saber que los perros hablan en Auradon.
Un rato más tarde llegó Maddy con Freddie, me despedí de Diego y las tres nos fuimos al comedor. El lugar estaba un poco lleno, es extraño ver a los chicos de la Isla conviviendo tan pacíficamente con los de Auradon. Me paré en seco al ver que en una de las mesas más alejadas estaba Harriet y Medusa, jugando ajedrez, Harriet exclamó finalmente encontrar algo en lo cual podía vencerla. No puedo creer que sean amigas, creí que su borrachera juntas terminaría mal, al parecer Harry se equivocó. Maddy también las vio.
—¿Por qué se quedan ahí? —dijo Freddie cuando nos quedamos en la entrada— ¿Que nunca habían estado en un comedor? ¿O les da miedo que está lleno de héroes?
—Cierra la boca Facilier —le dijo Maddy— ¿quieres entrar o...?
—Que buena idea —la tomé del antebrazo y nos llevé fuera del comedor, Freddie nos siguió confundida—. Se supone que estaría muy lejos para cuando lograra salir, ¿por qué sigue aquí?
—¿De quien hablan?
—Es una larga historia —evitó la pregunta Maddy, me tomó de los hombros y me habló con seriedad—. Ya olvídalo, si quieres nos vamos al Olimpo a esconder.
—Le dije a Diego que vayamos a Camelot —confesé un tanto avergonzada, no puedo creer que estoy siendo tan paranoica, y yo que me burlaba de Uma y Harry.
—¿Diego De Vil? —cuestionó Freddie, asentí y se echó a reír—. No lo creo, a la pequeña Gothel le gusta Diego. Dime, ¿que tal besa? No voy a mentir, está guapo, no es mi tipo pero no le negaría un besito —lanzó un par de besos al aire, burlándose, sentí mis mejillas arder, a Maddy no le agradó la broma, Freddie se asombró aún más cuando se dio cuenta que no nos hemos besado aún—. ¡Por el rey de las sombras! ¿No lo has besado? ¿Ni siquiera uno pequeñito?
Freddie hizo un gesto con la mano reafirmando su pregunta.
—No, es que quiero que sea especial.
—Ay por favor, llevas enamorada de él como un año —Maddy se llevó las manos a la cara— ya bésalo.
—¿Y si él no me quiere?
—¿A quien le importa? —Freddie se puso de su lado, obviamente—. Hay que besar algunos sapos antes de encontrar a tu príncipe azul, ¿o vas a decirme que nunca besaste a Anthony?
No puede ser, eso es todavía más vergonzoso. Detesto cuando me hacen sentir así. La discusión siguió por al menos dos pasillos, hasta que Maddy se estrelló contra una princesa. Pero no cualquier princesa, sino a la princesa malvada; Evie Queen.
Auradon le ha asentado bien, se ve mucho más madura.
—Hola, Evie —la saludó Freddie, Maddy y yo intercambiamos una mirada llena de información, no puedo creer que después de todo este tiempo evitándolas nos cruzamos con ella a mitad del pasillo—. Maddy, Ginny.
Maddy le sonrió apenas, estaba incomoda, no la culpo, después de la bromita que les gastamos. Carraspee, creo que es hora de disculparnos, nos liberaron de esa prisión, supongo que lo mínimo que podemos hacer es disculparnos.
—Evie, creo que te debemos una disculpa —las dos chicas con las que iba pusieron muecas confundidas, Evie en cambio sonrió—. A Mal también, a las dos.
Evie se acercó hasta mí, evité que me tocara creyendo que me haría algo, solo tomó mis manos y me vio con orgullo, algo que no se veía tan seguido en casa.
—No era necesario, pero gracias.
—Supongo que también debo disculparme ¿cierto? —le puse cara que de ¿en serio preguntas? y Maddy levantó su nariz y labio de un lado con fastidio—. Lamento haberlas engañado, golpeado y lanzado al agua. No me toques, por favor.
—De acuerdo, a Mal le agradará saberlo.
N/A:
Perdón por no publicar, me bloqueé un poco con Med, luego de tres intento y fallo, recordé que Ginny había estado un poquito olvidada, y pues sé que no tiene mucha acción pero está lleno de información, así que atentos al más mínimo detalle. Lo de Dude lo puse porqué me pareció que faltaba un poco de humor al asunto, y porqué quería una excusa para poner a Carlos again jejejeje
Nos leemos pronto. *Saludo de princesa por el covid*
XOXO. Bais 😷