El destino de Medusa || Harry Hook #PGP2020

Moonacre Manor

Parecía un día como cualquier otro, desperté, me cepillé los dientes (con pasta de verdad), elegí mi ropa, vestido, zapatos, capa, y bajé de la torre para ir a clases. Le quité a una brujita un bollo de desayuno, me encontré con Maddy frente al bar bazofias, tomamos clase, y aunque al principio es emocionante tener clases practicas, se estaba volviendo tedioso practicar los mismos hechizos una y otra vez. En el almuerzo salimos a dar una vuelta, habían muchísimas caras nuevas en cada esquina, los de Auradon estaban encantados con la Isla, claro, ¿como no iba a serlo? ellos crecieron en un paraíso que nosotros solo podíamos soñar. Al salir de clases dejé a Maddy en su trabajo y me fui al Palacio del Dragón en busca de Diego, en su lugar me crucé con Gil y Uma.

—Ginny Gothel, ¿donde dejaste a tu noviecito?

Que Uma supusiera que Diego es mi novio me dio un vuelco al corazón, que me hizo recordar que no lo somos, no es mi novio.

—Lo estoy buscando —Uma levantó ambas cejas, noté que Harry no estaba por ningún lado— ¿y el tuyo? —Gil estaba confundido, la miró con un signo de interrogación tatuado en la frente— ¿o es que ya fue hechizado por el canto de las sirenas?

Ahogué una risotada, no puedo creer que en serio pensaran que Medusa es una sirena, seguro los engañó, ojalá hubiese estado ahí para verlos asustarse. Uma se alejó sin decir nada, solo con una mirada de repulsión que, en otro momento me hubiese aterrado, esperé a que saliera Diego o alguno de su banda, ni siquiera Harold o Jacob estaban por ahí. El estomago me gruñó, no he almorzado nada, excepto por ese bollo, decidí volver con Maddy, si Diego no fue a clases, lo más seguro es que este en Auradon Prep, con Carlos y su perro parlanchín.

Estuvimos casi una hora sin hacer nada, a Maddy se le da bien la telequinesis, por lo que se la pasó intentando acomodar las capas sin levantarse de la silla. En cuanto Melisa y Melina aparecieron, nos fuimos a vagar por la Isla, intentando decidir que haríamos ese fin de semana, llegamos al puente que conecta Auradon y la Isla, está muy transitada en ambos caminos, nunca imaginé que sería así, todos tan amigables.

—Parece que entramos a la dimensión desconocida —le dije en cuanto nos tumbamos a ver el puente y el horizonte.

—¿No te llegó el boletín?

—¿Que boletín?

—Ahora vivimos en Equestria, donde la magia de la amistad abunda.

Me eché a reír, era gracioso por que parecía verdad, hasta donde yo sabía los villanos siempre seríamos los malos, y los héroes nos desaprobarían. Ese era el orden natural de las cosas, al menos eso fue lo que nos enseñaron toda la vida, y ahora quieren que nos acoplemos a esto.

—Tengo ganas de ir a conocer algún lugar.

—¿Cómo cual? ¿Westerly?

—No, algo más como la dinastía China —Maddy lo pensó y se encogió de hombros, le daba igual eso esta seguro—. Quizá Camelot.

Se tensó en seguida, lo olvidé por completo, su abuela es de allí.

—¿Que te parece un lugar más cercano? —dijo en cambio— Cómo ese reino de donde es la sirena que ahora tiene piernas.

—Uy hablando de sirenas, olvidé contarte.

Y le conté lo que había pasado con Uma en Auradon y un par de horas antes en el Palacio del Dragón, al igual que yo dijo que era una completa tontería, y dijo exactamente lo mismo que Diego para desmentir eso, ¿como es que todos sabían eso menos yo?

Vimos un pequeño grupo muy peculiar ir hacía el puente, los De Noir, no se veían como simples turistas que iban a conocer Auradon, llevaban grandes mochilas y no solo era un grupo de jóvenes ladrones, también iban muchos adultos, en grupos pequeños para disimular, no vi a Robin entre ellos, a los que sí vimos fueron a Dexter e Iol, que al vernos apresuraron el paso, viéndose totalmente sospechosos. Maddy me dijo que los alcanzásemos para descubrir que estaba pasando, por suerte ningún adulto de su familia estaba cerca, solo ellos y un par de chicos que no nos tomaron importancia, me paré junto al pelirrojo y Maddy junto al rubio, los dejamos en el medio, así no podrían escapar tan fácilmente, ademas no hay mucho hacía donde huir en el puente.