El ojo del huracán

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—Ginny.

Escuché mi nombre como un susurro, no quería despertar de mi sueño, hasta altas horas de la madrugada estuve despierta, limpiando todo con ayuda de Cora.

—Ginny, ven —esa es mi madre, está aquí, demonios, ya volvió— ¡Ginny Gothel! ¡Ven aquí ahora mismo!

Me levanté de un salto, casi a la par de Cora, quien estaba asustada en la cama improvisada justo a mi lado. Con un ademán me dijo que fuera, yo le pedí que se mantuviera en silencio, ella asintió y salí corriendo escaleras abajo, mi madre estaba de pie junto a la ventana que hizo de puerta cuando cierta rubia de largo cabello vivía aquí, con una taza de té o café en las manos, mirando a la lejanía, desde aquí se ve un hermoso amanecer sobre la Isla, de pequeña me gustaba observar, pero al crecer mi madre se encargó de que llegara a aborrecerlo.

—¿Sí, madre?

Me detuve a dos metros minimo de ella, estoy demasiado agotada para lo que sea que quiera, intenté arreglarme el cabello lo mejor que pude, apuesto que tengo cara de muerto y el cabello hecho un desastre.

—Son las 10 de la mañana y no haz hecho tus deberes —siguió hablando, pero yo estoy más preocupada por Cora y que no la descubra, ni a Maddy le permite quedarse a dormir, y entonces recordé la maldita razón por la que seguía dormida— ... tengo muchos rollos listos para revelar en la balija, así que date prisa si quieres salir con esa brujita de horripilante cabello.

Miré la enorme maleta de mi madre junto al sofá, si se llegara a enterar que unos piratas estuvieron aquí anoche interrogando a un grupo de adolescentes le daría un infarto. Tomé la maleta y la subí a mi habitación, cuando entré todo estaba tan ordenado y limpio como podía estarlo, Cora estaba mirando unas fotografías sobre mi cama, ¿como limpió y ordenó todo tan rápido?

—Madre Gothel es bastante egocéntrica —asentí dejando la maleta junto a mi pequeño armario— ¿Como sobreviviste tanto tiempo en esta torre?

—Igual que Rapunzel —aunque yo si tenía forma de salir de aquí, ir al pueblo, tener una amiga e incluso un novio en algún momento, no me imagino la vida de esa chica aquí encerrada todo el tiempo, debió ser una pesadilla, aunque eso explica que hace mi madre aquí— ¿Y tú? Creciste en las calles de la Isla, no puedo imaginar como debió ser.

—En realidad es mejor que con mi padre —su... padre, ni siquiera sé quien es su padre, y Cora lo supo al parecer—. Fue sheriff de Nottingham, el famoso Robin Hood fue quien lo envió aquí, toda la vida habla de lo que pudo hacer.

—Yo pienso que el hubiera no existe —mi madre también habla mucho sobre lo que debió hacer y lo que no, la entiendo en ese sentido— ¿Y como terminaste de ladrona?

Cora no respondió, supongo que todos tenemos historias que preferimos ignorar, incluidos los De Noir, Diego y hasta Medusa.

En cuanto mi madre gritó que se iba, finalmente pudimos salir de mi habitación, tomé un platano ya casi negro y unas cuantas galletas duras, ambas salimos de la torre y fuimos por el camino largo al pueblo, cruzarnos con mi madre sería catastrofico, llegamos cerca del puesto familiar de Maddy, algunas de sus primas estaban ahí, incluso algunas de sus tías.

Cora me llevó por detrás del puesto, a hurtadillas, estabamos desobedeciendo las ordenes de los piratas de Medusa y engañando a los De Noir para ir a la Bahía Pirata, no debe vernos nadie. Alguien carraspeó detrás mío, ni el ruido en toda la plaza pudo evitar que lo escuchara, Cora me miró sobre su hombro preguntandome que pasaba, articulando solo con los labios le dije que yo no fui, y entonces giré para ver quien estaba detrás mío, no vi a nadie a menos de cinco metros de distancia que no estuviera ocupado comprando, robando o mirando una televisión.

El destino de Medusa || Harry Hook  #PGP2020Where stories live. Discover now