Trouble, trouble, trouble

238 38 2
                                    

Jamás imaginé que el bosque por la noche fuese tan tranquilo, con tanto silencio, y tanta paz. Quisiera tener control del tiempo y hacer que estar aquí sea mucho más largo, claro que no va a pasar, en algún momento tendré que volver a casa y despedirme de Diego, por suerte mamá no está y puedo quedarme aquí hasta que amanezca. Caminamos hombro a hombro desde que dejamos de correr del palacio de gárgolas, después de detenernos y tratar de recuperar el aire nos reímos de nada y a la vez de todo, conversamos durante un largo tiempo de boberías pero luego de entrar al bosque hemos estado avanzando en silencio por algunos minutos, no es incómodo estar callados aunque si es un poco extraño que luego de una rara manera de quedarnos a solas eso sea lo único que hagamos, siempre me imaginé que estar a solas con Diego sería... diferente.

—Y... ¿de donde la conoces?

Miré extrañada al hermoso chico a mi lado, creo que no entiendo de qué habla. Quizá de Maddy, solo que creí fueron compañeros en el Palacio de Dragón, es imposible olvidar a alguien en la isla tan pronto, siempre verás a las mismas personas, a los mismos compañeros, nunca (o no muy seguido) verás a alguien nuevo por aquí.

»A la chica con manos de rana y nombre de antigua criatura mítica griega.

¿Ah?

Espera un minuto. Paren todo. ¿Está hablando de Medusa? ¿Que quiere saber de ella? Ni siquiera yo sé lo suficiente como para entender porque está aquí.

—Yo la conocí en... —no quiero mentirle, él realmente me gusta, aunque no puedo contarle todo lo que planeamos, ni que los De Noir están involucrados en ello— aquí. Vale, más adentro del bosque pero... tú me entiendes.

Diego se rió a sus adentros, que hermosa risa, quisiera tener una grabadora para tenerla siempre conmigo. Diego afirmó que me entendía y desee que no me pregunte más sobre Medusa porque no tengo idea de nada que tenga relación con ella, o con su difunta tripulación.

—¿Son amigas?

—Algo así —dije con un hilo de voz, que hablé sobre ella me hace sentir tan celosa que da miedo, nunca me había sentido de este modo y es horrible—. Es complicado, más bien tenemos como una tregua.

Diego asintió. Yo asentí. El silencio nos envolvió de nuevo y está vez me sentí más incómoda, las ganas de llenar ese vacío con cualquier tontería comienza a inundarme. Por suerte Diego rompió ese silencio hablando sobre mi vestido, no sé de qué manera tomar sus cumplidos pero me hacen sentir hermosa, sus palabras logran hacerme sentir a la medida de mi madre, aunque ya no solo mi falda y labios son rojos, estoy segura que toda mi cara está más que sonrojada.

No tardamos en llegar al patio de la torre, o lo que yo considero patio, estaba oscuro y no se escuchaban ni los grillos a la distancia, podía invitarlo a entrar y tener lo que siempre he querido.

—Debemos hacer esto de nuevo —si creían que la esperanza no existe en la isla, están equivocados, Diego acaba de darme todo lo que nunca creí posible con una simple frase—. Podrías venir a un ensayo de la banda algún día.

—Genial —respondí más entusiasta de lo que debía, carraspee para disimular y le sonreí—. Claro, yo te aviso.

—¿Qué tal mañana?

Alto, ¿Qué?

Diego De Vil me está invitando a salir. En una cita. ¿Es una cita? Aunque en realidad me está invitando a verlo con su banda ensayar, espero que sea una cita.

—Sería fantástico.

Le sonreí sinceramente, él respondió igual. No sabía que más hacer, el corazón me late como loco, estoy nerviosa, ansiosa y muy, muy emocionada. Estoy segura que ésta noche dormiré como si me hubiese pinchado el dedo en una aguja, no habrá nada que arruine mi sueño.

El destino de Medusa || Harry Hook  #PGP2020Where stories live. Discover now