Train of Time [Kiheon/Kiho] [...

By Yarianafics

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Una dulce melodía que deja de sonar para Yoo Kihyun. No vuelve a oírla, no vuelve a tocarla. El tiempo pasó d... More

Prólogo.
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Jooheon
Hyunwoo
Minhyuk
Changkyun
Hyungwon
Epílogo
Nota final + preguntas

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By Yarianafics

Hacía mucho que Kihyun no sentía esa placentera sensación de no poder respirar. Sus gemidos ocuparon cada rincón del living, acompañado de los jadeos de Jooheon. Su cuerpo colisionando junto a otro, compartiendo calor y aumentando la temperatura entre ellos mientras sus gemidos y jadeos entrecortados eran la muestra definitiva de las sensaciones tan abrumadoras que tenían. Que jalaran sus cabellos para aumentar las embestidas que con gusto recibía, sentir gruesos labios besar cada parte de su piel, incluyendo sus belfos. No sabía hasta qué punto estaba mal hacer esto, pero de todas formas se dejaba hacer. El placer lo había llevado hacia el olvido, manteniéndolo lejos de la realidad o las distintas realidades que estaba viviendo. Nada, absolutamente nada, se le cruzó algo en la cabeza mientras tenía a Jooheon sobre su cuerpo, embistiendo contra él y dando suaves caricias o besos desesperados sobre su piel. Todo era tan familiar, tan ansiado por años, que no parecía algo raro.

Ni siquiera se arrepiente cuando abre los ojos y se encuentra con esa habitación que visitaba hace tres años atrás. Oscura por sus persianas bajas, el armario con las puertas levemente abiertas por el descuido como siempre. No lo ve como un sueño, ya es como si se hubiera acostumbrado a esto, o como si en verdad hubiera viajado al pasado. A SU pasado, o a otro mundo. Voltea, teniendo a Jooheon de espaldas y se queda observándolo unos segundos. Su piel pálida, sus brazos, su cabello negro. Fijarse en el pelo de su pareja es algo que lo mantiene con los pies en la Tierra, recordándose de que su Lee Jooheon estaba teñido de blanco el día que se fue. Kihyun levanta su mano, acercándola al hombre que tiene en frente para abrazarlo. Aspira su olor, cierra sus ojos y deja un suave beso sobre el hombro del menor. Por más que sabe muy bien que no debería. Ese no es el Jooheon con el que debería estar y el Kihyun de aquí, debe estar esperando por verlo.

Permanece allí, quieto, sin saber qué tipo de emociones experimentar. Suspira, antes de levantarse de la cama y tomar sus prendas para ir directo al baño a ducharse. Algo que en un pasado ha hecho muchas veces: amanecer en casa de Jooheon y darse una pequeña ducha con agua tibia. Cierra la puerta del baño detrás de su espalda y se apoya sobre esta. Extraño, así es como debe sentirse. Pero no lo hace. Tiene la mente en blanco, sin siquiera procesar todo su entorno para poder asimilar las cosas.

Busca su móvil en el bolsillo de su pantalón. Rogando que, mínimo, tenga la batería suficiente como para hacer una breve llamada. El alivio lo invade cuando ve que tiene 22% y lo desbloquea, buscando el número de Hoseok entre sus contactos. Marca y espera a que atiendan la llamada.

—¿Kihyun? ¿Qué pasa? —luego de cinco segundos contados, su mejor amigo lo atiende. Con su voz ronca, seguro recién acaba de despertarse.

—¿Encontraron el tren? —pregunta en voz baja, temiendo de que Jooheon se haya despertado y escuche la conversación.

—No fuimos a buscarlo, Changkyun quiso que pasemos la noche con él.

—Ayer no se lo veía muy contento estando con nosotros—comenta Kihyun dejando la ropa sobre la tapa del váter. Es algo sorprendente que Changkyun, de repente, hubiera invitado a dos personas a dormir a su casa.

—Sí, yo también pensé lo mismo. Pero, ya sabes. Nuestro Changkyun también puede estar algo distante a veces y luego no querer que te vayas. Así que no es muy raro.

Kihyun tararea en afirmación, despeinando su pelo frente al espejo. Lo cierto es que no tiene mucha relación con su Changkyun. No lo ha conocido muy bien puesto a que, desde que Minhyuk y él entraron a la banda para ocupar dos lugares vacíos, Kihyun quiso mantenerse alejado de eso pensando que sería lo mejor para su salud mental tan pisoteada e inestable. Nunca se mostró muy atraído a invitarlo a lugares como parte de su mismo grupo de amigos. Y, cuando lo hacía, era a pedido de Hoseok. A veces aceptaba, otras -la mayoría- las dejaba pasar porque sabía que se sentiría incómodo allí.

—¿Puedes venirme a buscar a casa de Jooheon? Su dirección es la misma de antes. Tratemos de solucionar este problema—pide Kihyun—. No quiero pasar mucho tiempo aquí.

A pesar de que podría ser algo bonito fingir haber vivido esta vida desde siempre, empezar de nuevo aquí, en donde sabe que este Jooheon es igual al suyo, no quiere hacerlo. Quizás por ese miedo a que las cosas tarde o temprano comiencen a sufrir sus consecuencias, no lo sabe. Es sólo que no quiere crear lazos más fuertes con este mundo, nada podría salir bien en donde se sepa quién es Yoo Kihyun realmente. No será lo mismo, tampoco. Habrían dos yo dando vueltas por aquí, y él debería estar escondiéndose. Las cosas se irían poniendo cada vez más extrañas por su comportamiento, hasta que finalmente se sepa que no es quien se creía que era. ¿Y luego de eso? ¿Qué pasaría? ¿Iría preso por hacerse pasar por otra persona o sería tratado de loco por decir que viajó en distintos mundos?

Simplemente no puede estar más aquí. Ya pasó el límite que él mismo se propuso a no llegar. No quiere ir mucho más allá, necesita irse cuanto antes y averiguar la manera de volver a donde pertenecen. O hacerse un pequeño lugar en este amplio universo difícil de comprender lejos de cualquier Jooheon que lo esté buscando. 

Pero, hay una cosa positiva para sacar de este extraño viaje: lo ayudó a entender que superar una muerte era todo lo que necesitaba. Estar aquí sólo serviría para abrir nuevas heridas. Por mucho que quisiera empezar de cero aquí, con el hombre que una vez amó, sabe que no es lo correcto. No está bien hacerlo porque no es el mismo y aprovecharse de eso sería caer más bajo de lo que sus acciones lo pudieron llevar. El error más grande que pudo haber cometido en su vida, el de viajar en el tiempo, fue un golpe tan fuerte de realidad que lo ayudó a quitarse la estúpida venda de sus ojos. Bastó eso, luego de tres años de puras insistencias por parte de Hoseok, para que Kihyun por fin se diera cuenta de que no puede vivir detrás de un pasado que ya no existe. 

Llegar a este punto para entender que Jooheon sólo fue un capricho todo este tiempo por un fuerte apego hacia una persona, es otro extremo.

—¿Cómo pretendes que vaya? No tenemos coche—dice Hoseok.

—¿Y Changkyun?

—Tampoco.

—Me tomaré un taxi, entonces—bufa Kihyun.

—Pensé que nos quedaríamos unos cuántos días más para ver bien las similitudes entre estos dos mundos.

—Sí, lo sé. Pero... hay cosas que serían mejor evitar.

Dentro de su cabeza, cree que serían más días donde tendría que seguir pretendiendo ser el novio de este Jooheon. Y eso lo mata por dentro. Aunque haya sido algo de ensueño antes, ahora parece una tortura. Mientras más tiempo pasen aquí, más se irá adaptando a la comodidad de estar con el rostro de su ex novio y eso es justamente lo que menos quiere. Porque, más tarde, será mucho más difícil despedirse de nuevo.

—¿Qué cosas? —pregunta Hoseok.

—Jooheon debería ser un motivo suficiente—murmura con algo de tristeza—. En fin, debo irme. En un rato te hablo de nuevo.

Hoseok no tiene oportunidad de siquiera despedirse cuando la llamada se corta finalmente. Deja el móvil sobre la mesa, cuando Hyungwon deja una taza de café en frente suya. Los dos fueron los primeros en levantarse, Changkyun aún permanece en su cuarto durmiendo puesto a que se quedó hasta tarde jugando al LOL. 

El menor de los dos toma asiento frente a Hoseok, analizando el rostro preocupado del hombre que tiene en frente llevando la taza gris a sus labios gruesos.

—¿Kihyun te llamó? —le pregunta Hyungwon, luego de tragar el café.

—Quiere irse—dice Hoseok.

—Esto tiene que ser una broma—suspira con cansancio Hyungwon—. ¿Quiere o no quiere irse? No lo entiendo. Ayer cuando hablamos los dos estaba muy contento con Jooheon jugueteando y se fue muy a gusto a su casa. ¿Ahora quiere irse?

—Es una situación complicada para él, lo entiendo y no lo culpo—comenta Hoseok.

—Tú eres muy suave con Kihyun, no entiendo cómo no te hartas.

—¿Y se supone que tú tenías depresión? —Hoseok arquea sus cejas— Increíble lo poco que empatizas con él. Esto es muy difícil de cargar.

Hyungwon se inclina sobre la mesa, muy cerca del contrario. Como si fuera a contarle un secreto. En efecto, así es. Changkyun no puede escucharlos.

—Los vi morir a ustedes varias veces, los vi de mil maneras posibles en infinitas realidades. ¿Crees que no sé cómo se siente?

—Con más razón. Si tantas veces nos viste, deberás entender que la primera vez debe ser muy difícil convivir con alguien que no es esa persona que conociste. Además, lo ideal sería que encontremos de una puta vez ese maldito tren.

—Muy bien, ahora: ¿cómo se supone que lo hagamos?

—No tengo idea. Kihyun vendrá pronto, dijo que se tomaría un taxi.

—O quizás su amoroso novio lo traiga—Hyungwon da un sorbo a su café y Hoseok prefiere no responder.

Habrán pasado dos horas, quizás un poco más. Changkyun recién se había despertado, justo a las once de la mañana. Sólo está tomando té, sentado en su sofá y con el móvil en la mano. Hyungwon se encuentra en el baño, mientras Hoseok sólo mira la pantalla de su celular, viendo vídeos desde YouTube, con los auriculares que el menor le había prestado con anterioridad. Todo es un completo silencio, no hay mucha comunicación por parte de los conocidos desconocidos presentes, y Hoseok está más que agradecido con ello.

Alguien golpea la puerta, el mayor de los dos sujetos dentro del departamento ya tiene una idea de quién puede tratarse. Ni siquiera lo duda. Changkyun se levanta con un poco de pereza a atender, encontrándose con Kihyun del otro lado. Y detrás Jooheon. Hoseok no quería que Jooheon viniera porque es más que seguro que sería un obstáculo para el propósito que tienen hoy. Seguro insistirá en acompañarlos, y lo más probable es que Kihyun termine siendo muy débil y acabe accediendo a hacerlo. No es el plan, está muy lejos de serlo. Sin contar la ligera competencia que, una vez más, Hoseok está experimentando. Eso, sencillamente, lo pone de mal humor.

—¿Y Hyungwon? —pregunta Kihyun al ver que el nombrado no está, después de haber saludado a Changkyun.

—Aquí—dice el más alto, apareciendo desde el pasillo—. ¿Ya debemos irnos?

—¿Irse a dónde? —Jooheon interviene y Hoseok debe aguantar las ganas de rodar los ojos. Justo lo que faltaba.

—Teníamos planes los tres hoy—sin embargo, Kihyun responde con rapidez y su mejor amigo no puede estar más agradecido.

—¿No me invitaste? —Jooheon finge estar enojado— Que mal novio.

—Sólo es un día, no pasará nada si no salimos hoy—responde Kihyun, quien luego dirige su mirada hacia Hoseok. Aún permanece sentado en el sofá, mirándolo fijamente desde su lugar.

En el momento donde el menor queda cara a cara frente a él, Lee lo ve. El tono rojizo de un chupetón asomándose desde el cuello de su camisa. ¿Su mundo debería derrumbarse? No lo sabe. No sabe si sus ilusiones estaban hechas de papel, si eran o no reales. Lo cierto es que tampoco le sorprende. De alguna manera, esperaba que algo así pudiera llegar a pasar. ¿Debía sentirse triste por ello? ¿Porque jamás conseguirá estar donde tanto tiempo quiso estar? ¿Será así siempre?

—¿Vamos? —pregunta Kihyun. Y tanto Hoseok como Hyungwon asienten.

Los tres se despiden de Jooheon y Changkyun sin dar más vueltas. Hoseok tuvo que desviar la mirada de la parejita que se dio un tierno beso en los labios, con Lee tomando con fuerza las pequeñas caderas de su novo. Tuvo que hacerlo, como tantas veces lo hizo desde que ellos dos comenzaron a salir hace algunos años. Podía fingir, otra vez, que le era indiferente de la manera más obvia posible. Claro, podía hacerlo. ¿Por qué no?

Sin embargo, se siente incómodo cuando Changkyun cierra la puerta y los tres quedan solos en el pasillo del edificio, caminando hacia el elevador. Aprietan el botón para que suba desde planta baja hasta el sexto piso, donde están ellos. Todo en la hermosa ausencia del sonido donde Hoseok mira de reojo a su mejor amigo. Como si estuviera ofendido por algo. ¿Lo está realmente? Pues, se siente como si una vez más le hubieran fallado. ¿En verdad es así? Su cabeza está llena de planteos. Incluso, su cabeza está tan distraída en pensar en ello que no acota nada a la conversación entre Kihyun y Hyungwon. Parece ajeno a ellos dos, no le interesa en lo más mínimo. Ya no quiere saber nada sobre viajar en el tiempo, sólo quiere que todo acabe y volver a casa con Bomi y Yeoreum. Regresar a tocar con los chicos y tratar de lidiar con las incontrolables emociones de Kihyun.

¿Es eso egoísta? ¿Preferir su comodidad a la de su mejor amigo sólo por estar celoso? Sabe que aquí Kihyun estaría mucho mejor, pero Hoseok debería soportar lo mismo que aguantó tres años atrás, antes de que ocurriera la tragedia. Amaba a su mejor amigo, lo ama. Ese amor esperó como un perro abandonado durante tanto tiempo. Esperó, esperó y cuando por fin regresan por él, vuelven a dejarlo. O al menos tuvo esa sensación. Fue lindo que Kihyun lo mirara con un destello especial por un breve momento, era injusto que un Jooheon desconocido aparezca de la nada para arrebatárselo de nuevo...

¿De verdad estaba siendo un idiota egoísta pensando de esa manera?

—Hoseok, estoy hablándote—dice Kihyun con un ligero tono dominante que saca de sus pensamientos al nombrado. Percatándose de que están bajando las escaleras de la estación de tren donde ellos aparecieron—. ¿Tú viste algo extraño cuando nos bajamos del metro? No lo sé, alguna puerta o algún indicio que nos diga dónde está.

—No—niega—. Estaba igual de confundido como ustedes, no podía darme el lujo de analizar todo a mi alrededor.

—Tampoco podemos buscar con comodidad, hay mucha gente—comenta Hyungwon.

—Lo sé, pero... al menos dar el intento—Kihyun habla con un ligero tono de súplica—. No quiero estar aquí.

—¿Por qué no? —cuestiona Hoseok— Se supone que era lo que querías: volver con Jooheon y follártelo.

—¿Disculpa? —Kihyun frunce su ceño, ofendido por la actitud de su mejor amigo. La gente a su alrededor los mira un poco extraño, esquivándolos.

Llegan hasta el sub-suelo, haciéndose a un lado sólo porque Kihyun jaló de la manga de Hoseok para apartarlos del camino.

—Justamente es eso lo que quiero evitar—dice el menor.

Hoseok corre el cuello de la camisa de Kihyun, dejando expuesta la marca sobre su piel. Su mirada de decepción hace que el estudiante de física se sienta un poco culpable.

—Evitar que pase de nuevo, mejor dicho.

Mientras tanto, Hyungwon sólo observa de brazos cruzados. Sin saber qué acotar para que acabe la conversación antes de que acabe en una pelea donde todo de eche a perder.

—Exacto—admite Kihyun, sin ningún tipo de vergüenza—. Ahora, deja de meterte en lo que hice anoche o no. Debemos encontrar el jodido tren.

《♡》

La historia está llegando a su fin. Así que, si leyeron otros fanfics nuestros, habrán visto que al final pedimos que hagan preguntas que tengan sobre la historia en concreto. Ojo, no pidan spoilers. Más bien del estilo: ¿cómo te inspiraste? O: ¿de dónde surgió la idea de hacer un triángulo amoroso?  O incluso pueden preguntar por futuros fanfics. No sé.

Por otra parte, me interesaría leerlos acá a ustedes cómo se esperan el final.

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