Morgan's POV
Habían pasado ya tres semanas desde que terminé de grabar los 100. En este momento me encontraba con Chris en su casa de Boston, decidí venirme a vivir con él para así no tener que viajar tanto para vernos, al fin y al cabo ya llevábamos tres meses juntos.
Eran las 19:30 y mi novio y yo estábamos viendo una película en la televisión acostados juntos, cuando de repente me llegó un mensaje al móvil, pero decidí ignorarlo ya que podría ser cualquier persona para pedirme algo. Pero los mensajes no pararon de llegar, mi móvil sonaba como un loco hasta que al final decidí encender la pantalla y ver de qué se trataba. Todos eran mensajes de Ross muy preocupado para que fuera al hospital. Me incorporé del sofá y Chris enseguida me miró preocupado.
—Amor, ¿Qué ocurre?
Leí los más de veinte mensajes de Ross diciéndome que le acaban de llamar del hospital central de Nueva York porque habían ingresado en la UCI a un familiar, concretamente a mi madre. De repente el estómago me dio un vuelco y empecé a tener mucho miedo. Me levanté del sofá y me fui corriendo hasta mi habitación para coger las deportivas y un pantalón decente. Bajé las escaleras lo más rápido posible y le conté todo a Chris. Él se ofreció a llevarme al hospital de Nueva York, pero le pedí a Ross que me mantuviera informada ya que eran cuatro horas en coche de Boston hacia allí.
cuatro horas después...
En cuanto Chris aparcó enfrente del hospital me bajé dando un portazo y salí casi corriendo hasta la entrada principal. Mi novio me seguia por detrás a paso rápido. Entré y pregunte en recepción por Susan O'donnell. Directamente me mandaron a la planta 5, habitación 202. En unas sillas afuera se encontraban Ross y Elizabeth, a quien no me esperaba ver. Me los quedé mirando confundida pensado en si estaban saliendo pero no quise preguntar ya que ese no era el momento adecuado.
—¿Qué ha pasado? —le pregunté a mi hermano ya que no me quiso contar el porque mamá estaba ahí por teléfono.
—Una amiga la ha encontrado en el suelo de su apartamento. Al parecer había botes de pastillas alrededor suyo y una nota en la mesita de noche. —mi hermano suspiró mientras hablaba con voz cansada. Me imaginaba que no estaba muy bien. Él tenía más relación con mamá que Jade y yo ya que nació más tarde y además había pasado mucho más tiempo con ella y su padre.
—Los médicos nos han dicho que la encontraron a tiempo. Está en un estado de coma con que aún pueden salvarla, pero si la amiga hubiera llegado cinco minutos tarde... —Liz bajó la cabeza y Ross le acarició la espalda. Yo suspiré y me tape la cara con una de mis manos. Estaba cerca de llorar y Chris solo me rodeó con sus brazos y me atrajo hacia su pecho. Esta no era la primera vez que mamá estaba ingresada en el hospital. Algo similar pasó hace cinco años y prometió dejar las drogas, incluso fue a rehabilitación, pero al parecer no le sirvió de mucho.
Me separé de Chris y me fui a sentar enfrente de Ross y Liz. Mi novio se sentó también a mi lado. Levanté la cabeza hacia él y le vi con la mirada perdida. Tenía un nudo en la garganta que no sabía cómo desatar y que me impedía pronunciar bien las palabras. Al final hablé en un hilo de voz que casi solo yo pude oír.
—¿Alguien sabe por qué lo ha hecho? —pregunté con las lágrimas apunto de salir de mis ojos. Ross ni me miró.
—Al parecer ha sido un intento de suicidio y creo que la razón ha sido mi padre. —me quedé boquiabierta. El padre de Ross siempre había sido muy amable con nosotras, pero supongo que no tanto como creíamos con mamá y Ross.
—¿Qué crees que ha hecho ahora? —dije curiosa.
—La misma mierda de siempre. Habrán discutido, le habrá pegado a mamá y al final esta ha tenido la grandiosa idea de suicidarse dejando solo una maldita nota. —respondió mi hermano triste. Odiaba verlo así. Me quedé callada y decidí levantarme y darle un abrazo a Ross. Le susurré en el oído que podían irse, que ya me quedaría yo con Chris a ver si despierta pero él se negó. Dijo que se quedaría aquí el tiempo que haga falta hasta que fuera necesario. Estuve hablando con mi hermano y me dijo que aún no le había dicho nada a Jade ni a Sean ya que no los quería preocupar mientras estaban en gira, pero sabíamos que se acabarían enterando por el padre de Sean.
Lo único que podíamos hacer era esperar, y yo no me pensaba mover de esa silla hasta que supiera buenas noticias de mi madre. Así que entrelace mi mano con la de Chris y me apoye en su hombro cerrando los ojos y dejando que el miedo y la tensión acumulados dentro de mí salieran y pudiera descansar un poco, solo antes de que las pesadillas inundaran mis sueños.