Just one breath

By maite-ev

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Un respiro, es lo único que necesitas. Cuando Tara llega a Long Valley, el pueblo que la vio crecer. Piensa... More

Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 4
Capitulo 5
Capitulo 6
Capitulo 7
Capitulo 8
Capitulo 9
Capitulo 10
Capitulo 11
Capitulo 12
Capitulo 13
Capitulo 14
Capitulo 15
Capitulo 16
Capitulo 17
Capitulo 19
Capitulo 20
Capitulo 21
Capitulo 22
Capitulo 23
Capitulo 24
Capítulo 25

Capitulo 18

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By maite-ev

_Se puede saber ¿Qué fue lo que paso?.- Hablo el profesor detrás de su escritorio.

Dominik, Siete y yo estábamos frente a el, esperando nuestro castigo. Voltee a ver a Siete y el se veía sumamente relajado, al igual que Dominik. ¿Acaso era yo la única que le temía a las represalias? Al parecer si.

_Se metió conmigo.- Fue lo único que dijo Siete.

_¿Ahora que te dijeron que te hizo enojar Daven?.- Pregunto casado el director. Pero el, solamente se quedo callado.

_Estaban hablando mal de mi.- Hable por el.

El director frunció el ceño y luego de ver nuestras manos entrelazadas, suspiro. Recargo su espalda en el respaldo de la silla y sonrío con la comisura de sus labios.

_Veo que el rumor era cierto. Daven tiene novia.- Dijo con alegría. - Me alegra que por fin hayas sentado cabeza muchacho.

Sentí a Siete tensarse al lado de mi y yo no pude evitar sonrojarme.

_Bueno, pero de todas formas eso no va a evitar que tengan un castigo. Y tu joven Dominik, no entiendo por qué te metiste en una pelea en tu primer día de clases. Por ser nuevo, tampoco te vas a salvar del castigo. Así que quiero que los tres se queden lavando las aulas del primer piso. No van a poder irse a sus casa antes de que terminen o les pondré otro castigo. - Demando.

Fui la única en asentir y luego de unos segundos salí con Siete detrás de mi.

Lo voltee a ver preocupada. Hoy trabajaba. No podía faltar o le descontarían el día.

_Siete.- Susurre preocupada.

El me volteo a ver y detuvo su paso.

_No puedes faltar, te van a descontar el día. Olivia.-

_Hey, no te preocupes, de eso me encargo yo. - Me regalo una pequeña sonrisa y acaricio mi mejilla.

_Tara. Nos vemos a la salida.- Hablo Dominik interrumpiéndonos. Fruncí el ceño ante su comentario y solo asentí.

Siete voltee a ver hacia donde estaba y tensó la mandíbula.

_Nos vemos en unas horas Tara. Ve a clases.- Beso mi frente y sin mas se fue por donde Dominik se había ido.

Lo intente detener pero ya estaba muy lejos. Suspire y solo pude dirigirme a mi clase. Esperando a que no se volviera a meter en problemas.


(...)


_Recuerden que no pueden irse de aquí hasta acabar.- Dijo el director viéndonos a Dominik y a mi. Siete todavía no había llegado.

_¿Donde esta Daven?.- pregunto el director viéndome a mi.

Yo solo me encogí de hombros y negué con la cabeza, indicándole que no sabía.

El solamente suspiro y tomándose el puente de la nariz, salió del salón.

_Así que tienes novio.- Escuche a Dominik hablar.

Lo voltee a ver y seguí trapeando el suelo.

_Si.-

_Que lastima.- Dijo, sin embargo no logro decir nada más, porque la puerta se abrió dejando ver a Siete.

Se acerco a mi y me dio un corto beso en los labios. Parecía cansado y tenía la respiración acelerada.

_¿Donde estabas?.- pregunte. No me contesto y tomo el trapeador que estaba en mis manos.

Escuche una risa burlona de parte de Dominik y luego comenzó a silbar. Vi como Siete se tensó, sin embargo siguió trapeando.

Tome una esponja y comencé a limpiar el pizarrón. Sentí como Dominik se puso a mi lado, acomodando algunos libros que estaban en un estante arriba de mi. Me incomodo su cercanía, así que decidí alejarme y ayudar a Siete a trapear.

Me voltee hacía el y vi su mirada seria puesta en mi, sin embargo parecía que no me veía, sus ojos estaban completamente vacíos. Estaba pensando en algo muy importante.

Me acerque a el y sentí como su mirada se dirigió a mi cuando tome sus manos para analizar sus nudillos.

_No puedes seguirte peleando por cosas tan estúpidas.- Susurre para que Dominik no nos escuchara

_Te faltaron al respeto.-

_Pero a mi no me importa y tu solo te lastimas.- Dije viendo sus nudillos llenos de sangre seca.

_Estoy bien, créeme que a mi me dolió mucho menos que a el.- Soltó una pequeña sonrisa.

_Eso no es a lo que me refería.-

El simplemente sonrío y beso mi frente, causándome un escalofrío. Lo vi un poco inquieta, sin embargo me tranquilice al ver sus ojos. Sonreí mas tranquila y nos separamos para seguir limpiando.


(...)


_¿Te llevo a tu casa?.- Me pregunto Siete una vez que habíamos acabado de limpiar todos los salones.

En todas estas tres horas en las que estuvimos Dominik, Siete y yo solos, el ambiente se había vuelo muy incomodo. Podía sentir como Dominik me veía, luego veía a Siete y este le regresaba la mirada con una no muy agradable y este nos dejaba de ver. No entendía lo que sus miradas significaban, pero sabía que no iban a poder ser amigos.

_Yo, en realidad me gustara ver a Olivia.- Dije apenada. No sabía si a el le iba a agradar mucho la idea.

Me miro confundido, sin embargo me sorprendí al ver como asentía y tomaba mi mano para comenzar a caminar conmigo hasta llegar a su coche. Nos subimos y arranco sin esperar un segundo más.

Voltee a ver por el retrovisor y me di cuenta que Dominik nos veía desde lejos. Fruncí el ceño y decidí no quedarme con la duda.

_¿Qué se traen Dominik y tu?-

_¿A qué te refieres?.- Me contesto haciéndose el desentendido.

_Apenas lleva un día aquí y parece que lo odias.- dije viéndolo.

El se quedo unos segundos en silenció hasta que me contesto, todavía con su mirada en el camino

_Lo odio porque me quiere quitar a mi novia, ¿No es suficiente para que no me agrade?.- contesto sorprendiéndome.

Me le quede viendo sin saber muy bien que contestar.

_¿Novia?.- Fue lo único que salió de mi boca.

El rio, me volteo a ver y tomo mi mano con una sonrisa en su cara.

_Si, novia.- Dijo haciendo que mi cuerpo temblara.

Sabía que estábamos juntos, pero nunca lo habíamos hablado. Ademas ya nos habíamos dicho así, el día en el que me mostró este hermoso bosque, pero hoy lo sentí diferente, ademas que recordé que nunca me lo había pedido. Mordí mi labio nerviosa y vi nuestras manos entrelazadas.

_¿Lo dudaste?.- Volvió a hablar pero ahora un poco mas serio.

_No, no es eso. Es solo que nunca...Nunca me lo pediste.- Me sonroje.

_No sabía que te lo tenía que pedir.-

_No, bueno, si. - suspire frustrada- Solo...es algo que siempre vi que se hacía.....Ya sabes, en las películas o en los libros. - Dije sintiéndome una niña pequeña.

El se quedo callado y decidí volver a hablar.

_Olvídalo ¿si?, es solo una tontería.- Dije volviéndolo a ver.

El me veía totalmente serio. No me había dado cuenta en el momento en el que nos detuvimos frente a su casa.

Decidí bajarme del coche intentando escapar de ese momento tan incomodo. Me quede unos segundos afuera del coche, esperando a que es se bajara y poder entrar a la casa. Cuando lo hizo, simplemente lo seguí y entre después de el.

_Olivia ya llegue.- Grito Siete quitándose la chamarra y dejando su mochila a un lado de la puerta.

Vi como Olivia salía de su habitación y se acercaba corriendo a el. Sonreí al ver como se abrazaban. Cuando ella me vio, se separo de el y se acerco a mi con una gran sonrisa.

_Hola.- La salude poniéndome a su altura para poder abrazarla. Tal y como Siete lo había echo unos segundos antes.

_Tara, que bueno que vienes. Ya te extrañaba. La otra vez no pude enseñarte mi habitación. - Dijo tomándome de la mano y llevándome hasta la entrada de su habitación.

_Hoy si esta arreglada. La señora Martha me obligo a hacerlo. - Dijo sentados en su cama.

_Es muy bonita.- Dije y no mentía. Era pequeña, al igual que la de Siete, pero esta estaba pintada de un rosa muy claro. Había un estante lleno de muñecas, una cama igualmente con sus cochas rosas y almohadas con la imagen de las princesas de Disney. Ademas de que sus cortinas tenían mariposas bordadas.

_Muchas gracias. Mi hermano me regalo estas almohadas en navidad. - Dijo con una gran sonrisa.

_Tu hermano te consiente mucho, ¿No es así?.- Pregunte con ternura, sentándome a un lado de ella.

Ella solamente asintió y fue por una muñeca para enseñármela. Podía escuchar como Olivia me comenzaba a platicar sobre el nombre que le había puesto a la muñeca, entre muchas otras cosa. Sin embargo toda mi atención estaba fuera de la habitación. Justamente en Siete, el cual estaba hablando con la señora Martha mientras le entregaba dinero. Ella lo tomo y de agarra sus cosas se fue.

_Y es por eso que la llame Lila.- Escuche a Olivia. Dirigí mi mirada hacía ella y sonreí al verla delante de mi, con su sonrisa incompleta gracias a la falta de dientes.

_Qué bonito nombre.- Le dije acariciando su mejilla. Ella simplemente me contesto con un asentimiento de cabeza y se alejo para tomar otra muñeca.

_Olivia, deja de molestar a Tara.- Hablo Siete desde el marco de la puerta llamando nuestra atención.

_¿Te estoy molestando?.- Me dijo ella con su boca fruncida.

_Claro que no.- Conteste rapidamente.

_Ves.- Se voltio ella hacía su hermano y le saco la lengua sacándonos a el y a mi una risa.

Siete se acerco a nosotras y se sentó a mi lado.

_Ella es Morita, en este momento es la archienemiga de Lila porque no le presta su ropa.- Me explico ella causándome mucha ternura.

_Pero hay veces en los que Morita no le presta a Lila sus sombreros.- Agrego Siete viendo hacía las muñecas. Lo mire y sonreí enternecida.

_Eso es verdad, Morita tiene cientos de sombreros y no le presta ninguno a Lila.- Dijo Olivia mostrándome tres sombreros de muñeca.

_Sabes, yo tengo mucha ropa de muñecas al igual que sombreros. Tal vez, si se los regalo a Morita y a Lila dejen de ser archeienemigas y vuelvan a ser amigas. - Dije tomando a las dos muñecas entre mis manos.

_¿En verdad lo harías?.- Me hablo Olivia. Quiete a las muñecas de enfrente de mi y la voltee a ver. Sus ojos brillaban, como a cualquier niño cuando les regalabas un juguete.

_Claro que si.-

_Gracias Tara, eres la mejor.- Dijo aventándose a mi para abrazarme. Me sorprendió un poco su abrazo, sin embargo no tarde en correspondérselo.

_De nada Olivia.-

Ella se separo de mi y fue a dejar a las muñecas a su sitio. Voltee a ver a Siete y al conectar sus ojos con los míos, la sonrisa que tenía en su rostro se me contagió.

_¿Qué?.-

_Nada.- Fue lo único que dijo para luego besar mi cuello, causándome un escalofrío. Se levanto y salió de la habitación.

_¿Tara, quieres jugar?.- Yo solo pude asentir y me senté en el piso para poder estar mas cómoda. Olivia me entrego una muñeca y ella se sentó en frente de mi con otra.


(...)


Había pasado una hora desde que Olivia y yo estábamos jugando. Luego de que Siete salió de la habitación no lo volví a ver. Intente levantarme e irme a buscarlo, pero Olivia no me había dejado y ella se veía tan feliz que no quise ser aguafiestas. Así que aquí estoy, con una tiara de princesa, mantas simulando un vestido y a punto de ser embarrada por un labial rojo de brillantes.

_Olivia. ¿Crees poderme prestar a Tara?.- Hablo Siete haciendo que se detuviera. Suspire tranquila y me levante del suelo.

_Pero la estaba maquillando.- Dijo ella con un puchero.

_Tal vez lo podemos hacer otra día.- Dije quitándome las mantas.

_Ademas, me toca a mi estar con ella.- Dijo Siete acercándose a mi.

_Esta bien.- Dijo suspirando rendida. Se veía un poco triste, así que estuve a punto de decirle que me quedaba un poco mas con ella, jugando. Sin embargo la mano de Siete en mi cintura me detuvo. Negó con la cabeza y dijo.

-Hay galletas en la cocina.- En ese momento, la cara de ella cambio. Se puso de pie y con una gran sonrisa salió de su habitación para ir a la cocina.

Lo mire sorprendida y el solamente me guiño el ojo.

_Ven, acompáñame. Quiero mostrarte algo.- Dijo tomando mi mano y saliendo conmigo de la habitación de Tara.

_Al parecer siempre tienes algo que mostrarme.- Dije burlona.

_Más bien, tu tienes muchas cosas que ver que todavía.- Me contesto con un tono que no supe descifrar. Pero me hizo estremecer y sonrojarme.

Me guió hasta su habitación y antes de entrar me dijo que cerrara los ojos. Lo vi sin entender pero le hice caso. Cerré los ojos y avance sintiendo sus manos en mi espalda. Escuche como cerro la puerta y prendió La Luz de la habitación.

_Ya puedes abrirlos.-

Lo hice y sonreí al verlo frente a mi con una cartulina. Esta estaba rayada y un poco maltratada, pero en medio, con letras negras decía.

¿Quieres ser mi novia?

_Se que tal vez no es lo que esperabas. No es una declaración como las de las películas o libros. Pero...- comenzó a explicar sin embargo lo calle acercándome a el y besándolo.

_Es perfecto.- Susurre sobre sus labios.

El soltó el cartel y tomo mi rostro entre sus manos intensificando el beso. Caminamos un poco hasta que mis piernas chocaron con su cama y me hicieron caer, sin embargo Siete me detuvo, haciendo que la caída fuera mas delicada. Siguió besándome con intensidad, haciéndome suspirar en cada beso.

Sentí su mano acariciando la piel de mi pierna. Hoy volvía a traer vestido, haciendo que sus caricias se sintieran mucho mas en mi piel. Sus besos fueron cambiando de mis labios a mi cuello y con cada beso, su mano subía cada vez mas por mi pierna, hasta adentrarse por debajo de ella.

_Siete.- susurre al sentir como su mano subía todavía mas por mi pierna, casi hasta la altura de mi calzón.

El volvió a dirigir sus labios a los míos y callo el gemido que solté al sentir su mano arriba de mi intimidad. Abrí mis ojos y mi corazón latió fuertemente al ver sus ojos en los míos. Me dio un pequeño beso en la nariz y comenzó a jalar el elástico del calzón.

Mi cuerpo tembló y suspire. Sentí como su mano comenzó a bajar mi calzón lentamente, hasta que con su otra mano apretó mi cintura y me levanto para que bajara con más facilidad.

_Siete, yo..- Intente decir nerviosa, pero el me cayó con un dulce beso en los labios.

Cerré los ojos y arquee un poco mi espalda al sentir cómo sus besos iban bajando de mis labios hasta mi cuello, para luego seguir su camino por todo mi cuerpo.

Sus manos tomaban las mías a cada lado de mi cuerpo y cuando ya no pudo sostenerlas más, agarró mi cintura y poco a poco fue subiendo la tela del vestido.
Yo no podía hacer nada, mi cuerpo temblaba y no lograba pensar con claridad, solo quería seguir sintiendo sus labios en mi cuerpo.

Pero abrí mis ojos al sentir como mis piernas eran totalmente descubiertas hasta la altura de mi cintura.

_Siete, ¿qué estás....-

_Tranquila preciosa. Esto te va a gustar. - susurro con sus labios encima de mi ombligo.

Mire hacia abajo y sentí como toda la sangre llegaba a mis mejillas. Mis calzones estaban completamente abajo y el vestido se había levantado, tanto que nada cubría mi cuerpo de mis tobillos hasta el inicio de mi estómago.

_Siete.- intente detenerlo pero el suave beso que me dio en el inicio de mi zona íntima me detuvo.

Levantó la mirada y temblé cuando vi sus intenciones.

Sentí como sus dedos bajaron hasta mi vagina y la comenzó a acariciar mientas soplaba encima de ella.

_Pequeña y hermosa Tara.- susurró y sus labios besaron mi centro.

Su lengua subía y bajaba, acariciando y humectando la zona, mientras que con sus dedos abría los labios para poder llegar a más espacios.

No lograba entender lo que estaba sintiendo, alguna vez me había tocado intentando conocer y entender sobre lo que hablaban mis compañeras en Londres. Pero nunca llegue a imaginar que se sentiría así....

Sentí como su pulgar estimulaba mi clitoris, mientras su lengua intentaba entrar en medio de todo. Un fuerte nudo se instaló en mi vientre y en cada caricia que Siete me daba, sentía que crecía cada vez más fuerte.

Sus labios se separaron de mi y en un rápido movimiento volvieron a estar sobre los míos.

_Tara.- lo escuche suspirar, pero yo solo me podía concentrar en como su dedo comenzaba a encontrar espacio, metiéndose lentamente en mi.

_Tranquila. Ábrete para mi cariño. Te va a gustar. - susurro cuando sintió mi nerviosísimo.

Su mano comenzó a estimular mi clitoris mientras su dedo seguía entrando en mi. Cuando entro por completo, lo retiro ligeramente y lo volvió a meter más rápido.

Gemí sobre sus labios y cuando pensé que iba a estallar, su boca volvió a mi centro y con una fuerte succión en mi clitoris, mi cuerpo tembló y el nudo de mi vientre se fue.

Siete se separó lentamente de mi y mis ojos no lograron separarse de él. Mi respiración estaba agitada y sentía pequeñas gotas de calor bajar por mi nuca.

Siete comenzó a subirme todavía más el vestido, pero en ese momento la puerta se abrió.

El cuerpo de Siete cayo sobre mi para cubrirme y rápidamente acomodo mi ropa lo mejor que pudo, pero mis calzones seguían entregados en mis pies.

Me abrazo cubriéndome para no verme y el levanto la cabeza, fingiendo que se acababa de despertar. Mientras que yo solamente pude cerrar los ojos y mover los pies intentando cubrir los cazones.

_Olivia, ¿Qué pasa?.- Dijo Siete mirando a su hermana en la puerta.

_Tara se quedo con mi tiara y sin ella no puedo completar el disfraz de princesa.-

Abrí un poco los ojos y vi a Olivia con la cara maquillada o un intento de maquillaje y las mantas sobre su cuerpo, justo como me las había puesto a mi hace unos minutos.

Sentí como el quitaba la tiara de plástico lentamente de mi cabeza y se la daba a Olivia.

Ella la alcanzo y se salió corriendo del cuarto, cerrando la puerta detrás de ella.

Una vez volvimos a estar completamente solo, tape mi cara con mis manos sintiéndome completamente apenada. Sentía mi cara completamente roja y mi respiración seguía siendo acelerada.

El despeino su pelo después de un gran suspiro y sentí como se levantaba de la cama. Vi entre mis dedos como caminaba hasta su baño y sin mas entraba en el, cerrando la puerta con un fuerte golpe.

Mordí mi labio y me enderece para poder quedar sentada en la cama. Entrelace mis manos y me quede viéndolas pensando en lo que acaba de pasar.

Después de unos minutos así, escuche un pequeño golpe en la pared del baño, junto con lo que me pareció un gemido.

Acomode mi pelo con mis dedos y seguí sentada ahí. Estaba tan nerviosa que ni siquiera podía pararme. Tome mis calzones y los acomodé en su lugar.

Escuche como la puerta del baño era abierta y vi salir a Siete de ahí. Se veía agitado, su pecho subía y bajaba con fuerza, mientras que su cara estaba un poco sonrojada.

_Creo que ya debo irme a mi casa.- Fue lo único que pude decir.

El asintió pero me sorprendí al ver como se acercaba a mi y con delicadeza me hacía levantar de la cama.

_No tienes por que estar avergonzada de nada.- Dijo serio.

Mis mejillas se volvieron aún mas rojas y agache la mirada. El tomo mi rostro entre sus manos y me hizo verlo a los ojos.

_Eres hermosa.-

_Creí que te habías enojado.- Confesé. El me vió sin comprender el por qué así que decidí explicárselo.

_Tu, te encerraste en el baño y golpeaste la pared.-

El sonrío y me atrajo a su pecho abrazándome.

_Tara, créeme si te digo que no estoy enojado. Solo tenía que bajar lo que tú causaste. - susurro sobre mi oído

Mis mejilla se calentaron y sin poderlo evitar, mordí mi labio.

Sus dedos acariciaron mis mejillas y me dio un ligero beso en mi frente.

_Mejor te llevo a tu casa.- Fue lo único que dijo.

Yo solamente asentí y luego de tomar su mano salimos de su habitación, mientras pensaba que me hubiera gustado hacerlo sentir cómo el me había hecho sentir a mi.

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Hola ! Nuevo capitulo muy largo. Perdón por no haber publicado he estado un poco ocupada. Por lo mismo quiero decirles que no voy a poder publicar diario, sin embargo voy a intentar publicar por lo menos 4 veces a la semana, si no puedo, espero que lo entienda.

¿Que les pareció el capítulo ? Espero les haya gustado. Tara y Siete tuvieron un gran momento intimo.

y ¿Quién sera Dominik?

Por favor díganme como les va pareciendo la historia.

Muchas gracias por seguir leyendo. Los quiero.

Maite-ev

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