Capitulo 9

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Me senté en la banca de la calle y empece a llorar. Había ido a la casa de Marcus, solo quería... En realidad no sabia que era lo que quería. Pero había ido y el, antes de que pudiera hablar, me cerro la puerta en la cara.

No iba a lograr acabar mi obra si no me acercaba a Siete. Necesitaba que fuera una obra perfecta y solo iba a poder conseguirlo viéndolo de cerca.

Limpie mis lagrimas sintiéndome devastada. No podía perder esta oportunidad. No podía.

Escuche a alguien salir de la casa y antes de que me pudieran ver, me escondí detrás de un arbusto.

Marcus estaba hablando por teléfono, se veía apurado.

_Siete, ya voy. Tuve un contratiempo.- dijo al teléfono.

Se subió a su camioneta y sin pensarlo me subí detrás de ella. Tenía que acercarme a ellos. No había tiempo que perder.

Me acosté en la parte trasera por un buen rato, lo bueno es que su camioneta era de carga. La parte trasera estaba abierta y adelante solo había dos asientos, los cuales los dividía una ventana.

Me acosté intentando pasar desapercibida. El viento cada vez se hacía mas frío. Mire la hora en mi teléfono y maldije al ver que eran las ocho de la noche. Se había echo de noche muy rápido.

Les mande un mensaje a mis abuelos diciéndoles que iba a quedarme a platicar un rato con Marcus, para recordar viejos tiempos. No quería que se preocuparan.

Durante todo el transcurso, pensé en lo que estaba haciendo. Pero tenia muchas cosas que perder. Ademas, Marcus me lo había dicho. No se atreverían a hacerme algo malo, solo serian groseros. Intentaría estar a una distancia donde no me pudieran ver. Los espiaría, de lejos y si me atrapaban, solo podía esperar a que Marcus me defendiera. Eran sus amigos y yo su antigua mejor amiga, tenia que cuidarme como siempre lo hizo cuando éramos pequeños.

Solo, esperaba no equivocarme.

Mi cuerpo comenzó a temblar de frío. La temperatura había bajado mucho y mi vestido no ayudaba en nada.

Intente calentarme con las manos, pero cuando sentí la camioneta detenerse, me quede quieta. Parecía que ya habíamos llegado a donde Siete lo esperaba.

Espere unos segundos hasta ya no escucharlo cerca y me levante. Mire a todo mi alrededor y me di cuenta que estábamos en medio de la carretera. Pude ver a lo lejos una construcción, pero la falta de luz me complicaba verla bien. Sin embargo pude ver a Marcus acercarse a ella. Espero unos segundos a un lado de ella, hasta que una puerta se abrió, dejándolo pasar.

Me baje de la camioneta y comencé a acercarme a la estructura. No se escuchaba nada, pero pude ver a través de ella, por un agujero no muy grande. Me asome y vi como Steven, Marcus y Siete hablaban. De un segundo al otro, se metieron en un cuarto apartado. Mire todo y pude ver un ring en medio de todo.

¿Aqui eran las peleas clandestinas?

Me moví por fuera, intentando ver hacia donde se habían dirigido los chicos. Hasta que encontré un abertura entre la madera, logrando ver el amplio cuarto en el que ahora ellos se encontraban.

Siete estaba sin camisa, mientras golpeaba un saco de boxeo. Sus movimientos eran duros y precisos. Los musculoso de su espalda se tensaban con cada movimiento. Hubiera querido verlo de frente para poder ver su expresión y poder dibujarlo. Así acabaría mas rápido esto. Pero al parecer, no iba a ser posible.

Tarde un poco en cambiar mi mirada de su cuerpo semi desnudo. Sus músculos se lograba apreciar mas, en comparación a cuando llevaba la camisa puesta. Mis mejillas se sonrojaron sin darme cuenta.

Just one breathNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ