—Jamás te hemos visto—Hoseok logra formular, aún aturdido con la información recibida.
Suena extraño que Hyungwon de repente llorara diciendo que ellos se conocían, que viajó por distintos mundos tratando de buscarlos pero que en todos moría alguien diferente, perdiéndolos de una manera u otra. Murió el mismo Hyungwon, murió Jooheon, Hyunwoo arriesgó su vida muchas veces por ellos, según dice. Hoseok no cree que se trate de una locura. Lo que ahora mismo está viviendo supera todo lo irreal que leyó en la ficción hasta finalmente no querer sorprenderse por nada más. Aquí ha visto que unos muchachos los conocen. ¡Mucha gente! Son famosos en esta era, sus rostros podrían estar en cualquier cartel de la enorme ciudad de Seúl. No le resulta extraño que Hyungwon venga con esta noticia, contándoles que en realidad siempre fueron, son y serán grandes amigos a los que busca con desespero con la leve esperanza de volver a estar juntos.
Aún cuando está claro que lo que él conocía ya no existe, pero continúa saltando de tiempo en tiempo con tal de verlos y con la leve esperanza de finalmente encontrar la forma de regresar a casa.
—No aún—Hyungwon suspira—. Y quizás no lo harán nunca porque están conmigo en estos momentos.
Kihyun, por otra parte, permanece en silencio para dedicarse a pensar. ¿Será cierto eso de que si viajas a otra era, alteras el orden del tiempo? Si ellos no hubieran hablado con Hyungwon en la estación del tren, ¿lo habrían conocido más adelante? Y tal vez, gracias a que ya han tenido contacto con el Chae Hyungwon de un mundo completamente distinto al suyo, el haberlo conocido ya es un hecho y no verán al que pertenece al tiempo de los dos mejores amigos. Ya les habían dicho que, en cierto punto, los distintos universos coinciden de alguna manera para que las mismas personas estén juntas en el mismo lugar. Misma gente, mismo pensamientos y decisiones similares, pero con vidas distintas.
Sin embargo, hay un punto en contra en esta teoría. En alguna parte de este multiverso tan complejo y desconocido para cualquier ser humano, hay varios Yoo Kihyun que no han perdido al amor de su vida. No se han deprimido y, por ende, no tendrían motivo para querer viajar a través de estos túneles. Más bien, al que le pasó algo similar, fue a Hyungwon. Que no pudo soportar la pérdida de sus seres queridos, cayendo en la depresión que lo llevó a querer quitarse la vida y acabó abriendo un portal hacia vete saber dónde. Perdiendo su antigua vida y sin poder tener esa paz mental que estuvo buscando durante un tiempo. Al contrario. Consiguió más caos queriendo regresar a donde pertenecía, perdiendo miles de veces a las personas que quería hasta llegar al extremo de considerar una mejor opción vivir oculto. Sin relacionarse, ser un ente vagando por un mundo totalmente ajeno a él. Ser un completo extraño.
¿Y si tal vez todos ellos están destinados a perder a alguien a que aman para obligarlos a traerlos a este ciclo sin fin para volverlos a juntar? Suena jodidamente cruel. Si el destino en verdad existe y está escrito en alguna parte, ojalá y su maldito escritor no sea tan desgraciado para hacerles pasar un momento horrible llenos de sufrimiento y desesperación donde la luz del túnel parece no querer llegar jamás. Vete a saber cuánto tiempo estarán así hasta volverse a reunir, estando al borde de la agonía sin saber por qué demonios están atrapados en un sitio oscuro que no los lleva a ningún lado, y que sin darse cuenta los están guiando hacia ellos.
Muchas preguntas retóricas, varias que son muchas paradojas. El ¿qué hubiera pasado?, para hacer un breve resumen. ¿Qué hubiera pasado si hubiera dejado pasar por completo el tren? ¿Qué hubiera pasado si no hubiera conocido a Hyungwon? ¿Cómo marcharían las cosas si él no hubiera abierto el portal cuando intentó suicidarse? ¿Y si su Jooheon estuviera vivo? Es imposible no pensar en situaciones hipotéticas en esta situación mientras escucha voces en la lejanía de sus dos acompañantes manteniendo una conversación en la que Kihyun es totalmente ajeno. Como si fuera más importante buscarle una explicación del por qué están relacionados, hasta qué punto coinciden los mundos como para llevarlos a tomar la decisión de condenarse de esta manera. ¿Habrá alguien más rondando por aquí? ¿Se encontrarán en algún momento y podrán ayudarse?
La única opción que podrían tomar en hacer unas cuántas paradas y sobrevivir como puedan en universos ajenos. Tratar de encontrarse y saber de sus vidas lo más que puedan, estudiar todo lo que sea necesario. Anotar sus movimientos, cómo lucen las distintas eras en las que viajen y cómo son sus vidas. Averiguarlo todo desde las sombras, para luego compararlas con sus propias experiencias. Aunque no sería mucho, más bien sería comparar el presente de varios universos con el pasado de dos. Qué relaciones tenían y sus personalidades... Es más. Ahora que lo piensa, quizás Hyungwon no estaría muy de acuerdo con la idea de ser huéspedes en tiempos ajenos donde podrían descubrirlos. Pero, con un poco de suerte, podría intentar convencerlo explicando su punto de vista. Y también sería de mucha ayuda que Hyungwon comparta sus opiniones dado a que es el que más experiencia tiene en esto.
—Es una verdadera mierda—la voz cargada de culpa de Chae hace que Kihyun salga de su trance, levantando la mirada hacia el hombre alto que continúa llorando—. Pero debo admitir que es lindo hablar con ustedes después de tanto tiempo escondiéndome por miedo a que les pase algo—luego, sonríe con sorna—. Y pasó, por supuesto. Aunque me siento aliviado de tenerlos de vuelta al menos a ustedes.
Cubre su rostro con sus grandes manos huesudas, y Hoseok se acerca a él para abrazarlo de una forma reconfortante. Hyungwon se siente como en casa al sentir dedos acariciando su espalda. Esos dedos que en su mundo tanto tomaron su mano para consolarlo en los momentos de desesperación. Al ver a su mejor amigo abrazando un extraño que resultó ser casi como su segunda familia en otras vidas, Kihyun se pregunta qué será de Lee Hoseok en otros mundo y si Jooheon, por alguna razón, vino a parar a estos no-lugares por donde merodean sin un rumbo en específico.
—Hyungwon—Kihyun lo llama, con la voz un poco baja mientras mira el suelo, tratando de evitar ver a su mejor amigo abrazando a otra persona. El nombrado, aún sensible por la cantidad de sentimientos que lo están golpeando bastante fuerte, se separa de Hoseok para ver al hombre que lo llama—. ¿Cómo era nuestra relación en tu mundo?
—¿A qué te refieres? —pregunta Hyungwon sorbiendo su nariz y limpiando sus lágrimas.
—A cómo nos llevábamos, cómo eran nuestras vidas en tu mundo y en los demás que has visitado—le responde Kihyun haciendo contacto visual con Chae.
Hoseok frunce su ceño.
—¿Por qué quieres saber eso? —interviene el mayor.
—Quisiera saber hasta qué punto las distintas eras coinciden—dice Kihyun—. Creo que nos ayudaría a hacer un grupo entre... —deja la frase en el aire, dispuesto a pensar un poco más— ¡Ya sé! Dividiremos todo en dos grupos: líneas temporales y universos paralelos.
Los dos hombres que tiene en frente lo miran extrañados, sin comprender del todo su explicación. Esperan en silencio, pacientes a que Kihyun les explique un poco más sobre lo que tiene en mente y, de alguna manera, hacen que él se sienta cómodo al tener la atención. Ellos lucen interesados, queriendo saber más.
—Supongamos que ahora volvemos a viajar y paramos en otro mundo exactamente igual a este—explica Kihyun—. Eso sería otra línea temporal, donde todo es igual tal y como lo vemos. Pero, digamos que paramos en un universo donde nosotros tres somos... no lo sé, capitanes de un barco de exportación. Eso sería un mundo paralelo. En sí, sería como un esquema donde se arranca con el universo y se va dividiendo en otros universos y esos universos tienen distintas líneas temporales.
—¿No se supone que en los universos paralelos ocurren cosas opuestas a lo que estamos viviendo? —cuestiona Hoseok.
—No necesariamente, todo es muy relativo—contesta Kihyun.
—O sea, ¿estás diciendo que continuemos viajando para comprobar que lo que dices es cierto? —ahora el que habla es Hyungwon— Honestamente no estoy del todo seguro, ya viste lo que pasó por haberme involucrado más de la cuenta en lo que no debía.
—Miraremos desde lo lejos—el estudiante de física sonríe—. Supongo que así nos ayudará a saber un poco más de dónde estamos parados o hacia dónde estamos yendo, pero creo que lo mejor sería leer los documentos más importantes que tengas.
—Ya lo he intentado antes, pero entendí una mierda—comenta Hyungwon—. Aunque quizás tú consigas saber de lo que hablan o entenderlo un poco mejor que yo.
Guarda silencio un instante, en donde Chae se cruza de brazos para preguntarse si está bien o no continuar viajando por el tiempo. Kihyun luce decidido, seguro de lo que dice y ya lo conoce lo suficientemente bien como para saber que digas lo que le digas, no lo harás cambiar de opinión. Es exactamente igual al Yoo Kihyun de su mundo, tan testarudo, terco y orgulloso que se encapricha con lo que quiere. Y quizás en esto sí tenga razón, a lo mejor, por muy poco seguro que sea, deba ceder. Más no podían cagarla, tal vez consigan solucionar todo este problema en que los tres están metidos.
Finalmente, bajo un silencio donde tenía dos pares de ojos mirándolo con atención en la espera de decir algo, Hyungwon llega a una conclusión.
—Primero compremos comida y cubrebocas—dice—. Luego les hablaré de nosotros.
(...)
Decir que la adrenalina no los invade por completo mientras caminan por las calles lo más ocultos que puedan para evitar ser desconocidos, es mentir. La realidad es que los tres están demasiado nerviosos, Hoseok quiere vomitar en plena vía pública pero debe contenerse. Miran para abajo cuando se cruzan a alguien, cubriendo sus rostros con su cabello. Aquí son famosos, cualquiera podría verlos y enseguida provocar caos al darse cuenta que son los artistas admirados que aparecen en las pantallas de toda la ciudad. Lo más insano para sus mentes es oír algunas chicas mencionar sus nombres. Hablar de lo guapo que es Minhyuk y sobre lo enojadas que aún están por algo que pasó con Hoseok. Lo que los lleva a preguntarse: ¿qué pasó con él y por qué esas chicas parecían querer incendiar Corea del Sur de lo enojadas que estaban por arrebatarles su felicidad?
El trío decide que lo mejor sería dividirse. Uno iría al McDonal's que está aquí cerca para pedir unas hamburguesas para llevar. Otro iría al supermercado para comprar algunas otras provisiones y el otro se encargaría de los cubrebocas. Bien. Todo está yendo de maravilla. Kihyun va al mercado, con el dinero que tiene que es la tercera parte de lo que los tres tenían. Tuvieron que prometer no gastar más de la mitad, y por suerte él es bastante bueno para administrar dinero. Compra algunos snacks, dos botellas de dos litros de agua y ve entonces que no sería mala idea llevar algunas manzanas y bananas. Menos mal que el tren tiene un baño -sinceramente, él también quisiera saber el cómo es posible, pero ahí está de todas formas-, por lo que también toma un paquete de papel higiénico.
Nadie lo reconoce y lo agradece profundamente. Sale del supermercado bastante aliviado, llegando a gastar un poco más de lo que había considerado pero aún así teniendo más de la mitad del dinero en su bolsillo. Cuando regresa al tren, Hyungwon está sentado en uno de los asientos de los pasajeros con su rostro cubierto por un cubrebocas negro. Ambos cruzan miradas, ya sabiendo que Hyungwon se demorará un poco más de la cuenta.
El mayor le tiende un trozo de tela blanco a Kihyun, quien se sienta a su lado dejando las bolsas en el suelo.
—Le dije a Hyungwon que esperara a comprar las hamburguesas—comenta Hoseok—. Dado a que era el que más iba a tardar, fui a comprar junto a él los barbijos para que pueda estar más tranquilo haciendo la cola de espera.
—Me parece bien—responde Kihyun.
—¿Qué compraste? —pregunta Hoseok, viendo las bolsas en los pies del menor.
—Snacks, agua y frutas.
—¿No compraste papel higiénico?
—También.
—Genial—Hoseok sonríe.
La puerta del tren se abre, generando un sonido bastante ruidoso y molesto para el oído de los chicos. Sobre todo para Kihyun, quien tiene un oído un poco más sensible que Hoseok. Y los dos mejores amigos voltean para ver a Hyungwon con tres bolsas de papel del McDonal's. Al recién llegado se le dificulta mucho abrir y cerrar el pórtico de metal, por lo que tanto Hoseok como Kihyun se ponen de pie para ayudarlos. Quedando totalmente aislados del mundo exterior y completamente seguros dentro de la infernal máquina que los trasporta hacia todos lados, Chae le tiende a sus acompañantes sus respectivas bolsas con la comida rápida. El olor a hamburguesas llegan a sus fosas nasales, haciéndoles agua en la boca debido al hambre. Sus estómagos rugen furiosos mientras se sientan en el suelo a comer. A Kihyun le toma un poco por sorpresa el encontrarse con una ración de patas de pollo y mira a Hyungwon, sintiéndose extrañado pero enternecido.
Tal vez no es muy diferente al Kihyun que Chae debe conocer, piensa.
—Muy bien—dice el menor de los tres, su boca llena de comida, sintiéndose en el paraíso—. Tengo muchas cosas para contarles sobre nosotros, espero que pongan atención.