Nunca en mi vida había corrido tanto, jamás había dado tantas órdenes, ni siquiera recuerdo haber estado tan concentrada y determinada en algo que no fuera pintar y aquí estaba junto a Birdy organizando el mejor escape del mundo.
Supongo que cuando se desea la libertad te conviertes en un líder nato y los demás te siguen sin cuestionarte.
Los sectores tres, cuatro, cinco y seis, estaban desocupados para alrededor de las cuatro de la madrugada, nos faltaban dos y el área médica. Nos atrasamos un poco tendiéndole trampas y enfrentando a los vigilantes, el sistema de comunicación se cortaba más seguido, Turner y Lia lo interrumpieron un par de veces ya que tuvieron unas visitas indeseadas, sin embargo se reportaban cada diez minutos e indicaban ciertos movimientos extraños por partes de los vigilantes, creo que sospechaban que algo ocurría, lo cual aumentaba mis nervios.
Necesitábamos movernos de manera más rápida y sigilosa.
Calum se encargó de razonar y liberar a los jóvenes criados en M.A.C.E. A veces se me era difícil distinguir las voces a través del intercomunicador, solo reconocía la de Dylan, era imposible que no lo hiciera y por su puesto la de Luke, que hacía saltar mi corazón con un simple ¿Me escuchan? Yo siempre respondería que sí en un susurro ahogado, como si me faltara el aire (aunque en este momento era literal, me faltaba el aire).
Mis nervios estaban a flor de piel al saber que Luke, Dylan y Ashton serían los últimos en subir a la nave. Los hackers debían controlar cada rincón de vigilancia hasta el final. Quien hubiera pensado que Dylan y sus cinco horas diarias frente a una computadora hubiera dado sus frutos en una situación como esta.
Luke se quedó con él cuidando sus espaldas ya que era el único sin poderes y les podía asegurar que no era un buen peleador, nunca había asestado un buen golpe en su vida. Además, habían experimentado con él y necesitaba un ojo encima por si presentaba algún comportamiento fuera de lo normal ¿Quién lo diría eh? Ellos trabajando en quipo.
El aliento me pesaba cuando nos detuvimos frente a unas enormes puertas deslizantes de color blanco, estaba agotada, podía sentir mis mejillas arder por culpa del esfuerzo que hacia mi cuerpo al correr, pero la adrenalina no me permitía estar cansada. Una placa azul marino con letras blancas dictaba Área Médica. Según Ashton aquí estaban alrededor de doce chicos de la isla, entre ellos Michael y nuestra instructora Sabrina.
Pude oír como a mi lado Birdy ahogo un sollozo y ambas dimos un paso al frente para abrir las puertas, desembocaban en enormes pasillos y más puertas a los lados con el nombre de cada paciente en ellas, parecía un hospital cualquiera.
– Recuerden que hay un medico y una enfermera en cada habitación – susurro una voz femenina, Lia, a través del intercomunicador, asentí aunque no pudiera verme.
Birdy se detuvo frente a una puerta en particular. No necesitaba leer su aura para saber que estaba preocupada por la persona detrás de ella.
Michael Gordon Clifford.
Tomo aire lentamente y suspiró.
– Como todo abuelo preocupado, hace un par de años Kurt solicito vernos a Calum, Luke, Ashton y a mí en su oficina – exclamo dedicándome una mirada que expresaba cuan afligida estaba – Éramos los primeros amigos de Michael en años, desde que sus padres habían fallecido. No nos hizo prometer cuidar de él, sino nos advirtió que no lo lastimáramos, que ya había sufrido suficiente, debajo de su fachada ruda y sarcástica él era frágil – tragó saliva – Siempre había sido callado y con nosotros comenzó a reírse, pero la vida nunca es tan amable, un par de veces terminamos en el hospital de la isla con Luke llorando ¿puedes creerlo? – sonrió irónicamente, a pesar del tiempo que había transcurrido aun lucia sorprendida por haber visto al rubio llorar – Michael era alérgico a ciertos medicamentos, sus reacciones eran extrañas solía sangrar, dejar de respirar, el profesor Kurt no lo sabía hasta que Mike los consumía por ordenes medicas y casi siempre terminaba al borde de la muerte.
Ahora todo tenía sentido, Birdy trataba de explicarme que quizás Michael presentaba reacciones alérgicas ante la variedad de sueros que nos suministraban aquí, apretó sus labios en una fina línea y pude observar el esfuerzo que empleaba para no derramar una lagrima y aunque su voz temblaba prosiguió. – Un día Ashton planteo lo de las alergias y fue llevado al laboratorio para exámenes, desde ese momento todo mejoró.
– El error de Kurt fue creer que Mike era débil, pero supongo que es cierto eso que dicen, lo que no te mata te hace más fuerte y él es la prueba viviente de ello – finalizo y coloco su mano en la puerta, lista para atravesarla. – Hay cuatro personas detrás de la puerta, contando a Mike, no podemos dejar que algo o alguien más le haga daño.
Yo asentí decidida. Cerré mis ojos durante un momento y pude sentir todo el metal en la habitación. Quizás Michael no había sido mi amigo durante tanto tiempo como Birdy, Luke o Ashton, pero si lo había considerado mi amigo y tenía aquel presentimiento que me permitía fiarme de él, que sabría que si lo necesitaba él no me daría la espalda.
Así que abrimos la puerta y no vacile ni un segundo con un ligero movimiento de muñecas de mi parte había logrado enredar cables entre los cuerpos de los médicos y estampar un par de batas médicas contra la pared gracias a los bisturís, inmovilizándolos a todos.
– Maldita sea Mason – rezongo una voz familiar y me giré para encontrarme con Sebastián luchando contra los cables, mientras intentaba llegar a su tablet, Birdy la pateo lejos.
– Hola Sebastián – sonrió con malicia, era la primera vez que la veía regodearse, al parecer Sebastián le agradaba tanto como a mí. Me acerque para desconectar algunas vías intravenosas de Michael, estaba durmiendo lucía mas pálido de lo normal, su rostro mostraba una mueca de dolor aun con los ojos cerrados.
– ¡Seguridad!. – escupió a todo pulmón viendo a una cámara.
– ¿Sabes quién está al otro lado de esa cámara? – susurro Birdy señalándola– Saluda a Chandler.
Una enfermera se zafó e intento tomar la tablet, yo deje de atender a Michael y la atraje con mis poderes, luego la arroje al suelo haciendo pedazos la pantalla.
Pero antes siquiera de que pudiéramos pestañear, entraron unos cuatro agentes por la puerta apuntándonos con sus armas.
Mierda.
¿Por qué carajos este lugar no dejaba de sorprenderme?
Maldición.
No me esperaba esto y a juzgar por la expresión de Birdy no los había sentido venir.
– Quietas niñas – dijo uno de ellos lamiendo su labio inferior, estaba nervioso. Podía leer en sus ojos la desesperación y la constante pregunta de ¿Cómo demonios pasó esto? Ninguna se movió, la impresión nos paralizó más que su orden.
De repente me desoriente y sentí como si estuviera a punto de perder el conocimiento así que me tambalee un poco tropezando con Birdy, por un momento pensé que nos habían disparado y que todo el esfuerzo se había ido a la mierda en tan solo un par de minutos, hasta que todos en la habitación a excepción de nosotras cerraron los ojos y cayeron desplomados al suelo, incluyendo a Sebastián y el resto del personal, como si se hubieran dormido de repente.
¿Qué carajos fue eso?
– Joder, ahora me duele la cabeza – repuso una voz familiar detrás de nosotras, parecía papel de lija pero aun era reconocible, cuando nos giramos observamos a Michael con una mano en su sien intentando bajarse de la cama, lucía cansado y las ropas negras lo hacían ver más pálido y enfermo, había perdido más peso que cualquiera de nosotros y sus ojeras eran tan oscuras como la noche, gotas de sangre seguían bajaban por su nariz y sus ojos tenían un brillo que no podía distinguir, quizás seguía un poco dopado. – Seguro no sabían que si alguien grita ¡Seguridad! en el área médica, llegan más rápido que cuando preguntas ¿De quién son estos cien euros? – agregó sarcástico con una sonrisa en sus labios, estaba feliz de vernos.
– ¡Michael! – Birdy salto sobre él y comenzó a besarlo haciéndolo tambalear, el chico solo la abrazó y hundió su rostro en los hombros de ella. Yo me acerque a ellos y me uní, él poso una de sus manos en mi espalda y lagrimas bajaban por mi mejilla, aunque sabía que no había más tiempo que perder era inevitable no detenerse a abrazar a tus amigos después de que sabías que estaban casi a salvo.
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six weeks since i've been away and now you're sayin' everything has changed
and I'm afraid that I might be losing you
....
but tomorrow I'll be coming back to you
*les dedica close as strangers *
volví *desempolva magnetic*
ahh mikey está a salvo, enfermo pero bien t-t
mis feels
las amo <3