MARATÓN 2/2
John fue el primero en responder:
- Ella empezó - la apuntó con el dedo sonriente, Celia le miró desconcertada ¿que se traía entre manos? o era solo que no conocía el proceder de la madre de Sara, si, tenía que ser eso, pues nadie en su sano juicio provocaría a esa mujer de esa forma.
- Bueno es evidente que ya se están conociendo, eso es excelente pues precisamente en el camino hacia la tienda le comentaba a Miguel que ustedes dos deberían pasar algo de tiempo juntos - Celia bajo la mirada derrotada, habían abierto la caja de pandora.
- Seria divertido - Celia no lo vio pero sabía que le estaba luciendo su mejor sonrisa pícara a Ana y esta de seguro estaba encantada con el - pero creo que ahora mismo no tengo mucho tiempo para salir.
- No digas tonterías, siempre hay tiempo para pasarla bien ¿no es así Celia? - Celia tuvo que despegar la mirada de su refugio, es decir, su masa.
- Si, por supuesto, pero creo que este caso coincido con John, ambos tenemos horarios muy apretados - Ana le miro con picardía.
- Oh, pero si ya han hablado de sus horarios - se acercó a ella y le dio un codazo nada disimulado - ¿y qué es lo que los tiene tan ocupados? - Ana preguntó al tiempo que sacaba las compras de las bolsas y se ponía a trabajar con ellos.
- Ahora mismo estoy haciendo un postgrado - John la miró sorprendido, parecía ¿complacido?
- Eso está muy bien hija, con esa mente que tienes llegaras muy lejos si sigues así, siempre le digo eso a Miguel... - Celia agradeció internamente que Ana se distrajera con eso, asintió escuchando su discurso - y tu John ¿también estudias? - John asintió masticando un trozo de queso que se había robado, trago con rapidez y aclaró.
- Si, a distancia, pues el trabajo no me lo permite - Ana le miró regañándolo con la mirada y alejando la bandeja de quesos de su lado.
- Si, ya recuerdo, Anthony nos comentó hace algún tiempo que dirigías las empresas familiares, eso debe ser mucho trabajo ¿no? tengo entendido que son muchas - John se encogió en hombros.
- Algo, pero me gusta mucho lo que hago - comento restándole importancia a dirigir un imperio él solo, y con una junta que se empeñaba en cuestionarlo, si era posible, Celia lo amo más por su humildad.
- Eso es importante ¿Verdad Celia? - la aludida asintió - pero aun así insisto en que deberían ir por lo menos un domingo a tomar un helado y charlar un poco - Celia rodó los ojos sin ser consciente de que era observada por sus compañeros cocineros - es muy maleducado hacer eso Celia - la regañó Ana mientras John la miraba sonriendo a sus anchas y aprovechando el descuido de Ana para robarle lonjas de Jamón, se la estaba pasando en grande, pensó Celia molesta y a ella le tocaba disculparse con Ana.
- Es solo que estoy un poco estresada estos días y no me apetece salir - Ana fiel a su tradición de casar a todo el mundo insistió segura.
- Mas a mi favor, te vendría bien pasar un rato diferente para que despejes tu mente y ni se te ocurra volver a hacer eso que los jóvenes hacen con los ojos, es de muy mal gusto - Celia casi ríe, pues le encantaba que Ana hiciera el papel de Madre con ella, era extraño pues no soportaba consejos de nadie, salvo de ella, le gustaba imaginarse que así sería su madre si aún estuviese con ella.
- Perdón - le hizo un puchero, Ana sonrió - ¿Me perdonas? - preguntó haciéndose la arrepentida.
- Claro ¿cómo no podría? - le dio un abrazo cariñoso - a un angelito tan lindo como tú se le perdona todo ¿verdad John? - y a la carga de nuevo, sonrió Celia, mas cambio su gesto a seria cuando vio a John asentir encantado.
- Si - y dicho eso frunció el ceño, sacudiendo la mano mientras se quejaba.
- No te comas los ingredientes, somos muchos y no va a alcanzar - Celia le saco la lengua burlándose, ja, nadie se salvaba de Ana.
John le devolvió el gesto aun sobándose y afortunadamente la conversación se concentró en unir esfuerzos por hacer una buena comida.
Celia agradeció internamente que John mantuviera las distancias, después del pequeño episodio compartido realmente disfrutó la tarde en compañía de él y Ana, se rió más de lo que había reído en mucho tiempo y observó, con mas que ternura, que John hacia lo mismo.
Cuando las pizzas estuvieron listas, tenían a toda la familia aglomerada en la cocina esperando recibir su porción, Celia saludó a Amelia, la madre de Abi, Mario el jefe de Jared y esposo de Amelia, Isabel, hermana de Abi y Albert su esposo, el hijo de los dos últimos no lo vio, asumió que estaría jugando con Emma.
Ana la miró preocupada, como preguntándole si sería suficiente para todo ese batallón pero Celia estaba segura que alcanzaría, de todas formas siempre se podía llamar a alguna tienda de entrega a domicilio.
John saco las pizzas del horno y, con la ayuda de Anthony y Jared, las picaron, Abi e Isabel comenzaron a repartir, John se sentó a su lado y espero pacientemente su porción al igual que ella, estaba segura que más que su trozo de pizza, esperaba que todos aprobaran su creación.
- Humm esto esta buenísimo - exclamo Amelia, limpiándose elegantemente con una servilleta de tela que le había facilitado su hija.
Después de ello se escuchó un coro de comentarios en sintonía con ella, Celia tomó su pedazo y le dio un mordisco y lo saboreo completo, no recordaba la última vez que había comido algo tan sabroso, no le importó el público presente y devoró su porción sin conmensura alguna, sus ojos cerrados concentrada en degustar hasta el último pedazo, cuando abrió sus ojos resignada a que posiblemente no iba a poder repetir, se encontró con la mirada divertida de John, lo miró interrogante.
- Puedes tomar el mío - le acercó su plato, Celia lo miro dudosa, entonces John se acercó para hablarle en un tono más bajo - creo que comer a escondidas me quito el apetito - Celia no pudo evitar reír y, encogiéndose en hombros mentalmente, comió el trozo que John le había dado y se lo comió agradecida - me encanta verte comer así - John le guiño un ojo y se levantó llevándose los platos de ambos y dejándola con una cosquillita agradable en su estómago, lo siguió con la mirada mientras el insistía a Ana en lavar los platos, sonrió al verlos pelear por quien lo haría y sonrió aún más cuando Ana le dedico una mirada seria mientras John alzaba las manos en señal de paz, aunque se dispuso a secarlos y guardarlos en cuanto ella los dejaba a escurrir.
- Sara esta que no cabe de la alegría, no ha parado de decirme que tenía mucho tiempo sin verte tan relajada - Anthony le comentó sentándose a su lado y sorprendiéndola observando embobada a su hermano menor.
- He pasado una tarde magnifica - Anthony arqueó las cejas y ella se encogió en hombros - no es lo que piensas, pero tengo que reconocer que John ha contribuido a mi buen humor - Anthony observó a su hermano con una sonrisa.
- El también se ha divertido, me sorprende lo mucho que ha cambiado ¿sabías que a mama le costaba muchísimo que colaborara con algo en el orden? solía ser tan despistado y desordenado, más que yo - la observó para enfatizar su punto - y eso es bastante - Celia sonrió podía imaginarlo con claridad - ahora es todo un cocinero y hasta lava los platos, todo eso sin dejar de ser un excelente ejecutivo.
-¿Cómo va todo en la empresa? - Anthony sonrió orgulloso.
- Es impresionante, creo que las empresas familiares no han vivido mejores días y si lo han tenido fue hace mucho tiempo, se ha vuelto una referencia en las altas esferas ejecutivas - Celia sintió como su pecho se henchía de orgullo, y no dejo que esa vocecita, que le decía que mientras más alto llegara más necesario era mantenerse alejada de él, le arruinara la sensación - No ha vuelto a tratar de averiguar cosas sobre ti - Celia sintió como su corazón se contraía sin poder evitarlo, pero lucho porque su rostro no lo demostrara - pero hoy he notado que sigue muy enamorado de ti - Celia miro hacia otro lado, pues sabía que poco a poco ese amor menguaría hasta desaparecer y ella saldría finalmente de su vida, eso era lo que quería, o mejor dicho lo que protegería a John y a pesar de que cuando finalmente eso pasara, quedaría completamente sola y destrozada, se consoló a si misma confiando en que John si lograría ser feliz y ella esperaba poder ser testigo de eso.
John se apartó del grupo sacando su móvil del bolsillo delantero de su pantalón, Celia lo noto porque sus ojos traicioneros se empeñaban en ir hasta él cada tanto, intentó concentrarse en la conversación.
A los pocos minutos lo vio volver e ir directo hasta su hermano mayor, se inclinó y le dijo algo al oído, Anthony asintió y apretó su mano.
- Gracias a todos por esta maravillosa velada, lamentablemente tengo que retirarme - Sara hizo un puchero desde el circulo de los brazos de su esposo y los demás se despidieron con la mano, un beso o un apretón de manos.
- Te acompaño a la puerta - le dijo Abi.
- Me parece que escuche a Emma llorar - Abi miro a su suegra alarmada - de seguro no es nada, pero ve con ella, ya acompañara Celia a John - Celia se tragó la mirada furibunda que debía dedicarle a Ana mientras esta le instaba a levantarse para ir tras John, Abi le tendió las llaves y subió presta las escaleras para socorrer a su hija, quien posiblemente estaba plácidamente dormida y no llorando como su abuela había comentado.
- Ana es todo un caso ¿no? - Celia rodó los ojos, con John, caminaban hacia la entrada principal de la casa.
- Ni que lo digas - John rió.
- Me cae muy bien, no había tenido la oportunidad de compartir tanto con ella como hoy, a partir de hoy es mi preferida en esa familia - luego miro alarmado a Celia - no le digas eso a Sara - Celia sonrió sin poder evitarlo - ¿Va todo bien? te note un poco taciturna después de la comida - Celia le sonrió, no estaba dispuesta a confesarle que sentía mucha nostalgia por no tener una oportunidad con él.
- Estoy cansada es todo - John la miró preocupado.
- Puedo llevarte a tu casa - se ofreció John parándose frente a ella y examinándola.
- No - contesto demasiado rápido John frunció el ceño - Esta bien - John le miro indeciso y acudió a su habitual manera de alejarlo - vendrán por mí en un rato - lo observó tensarse y asentir serio.
- Bueno, en ese caso, fue bueno verte - le ofreció la mano y Celia se la tomó, una corriente eléctrica paso a través de ella con una fuerza sobrecogedora, intento retirar su mano pero John la detuvo, lo miro a la cara pero John estaba peleando un batalla interna, lo sabía, rogó por que no intentara acercarse a ella mientras su parte más nostálgica exigía una caricia de consuelo y tal vez un beso - hasta pronto - finalmente comento dejando su mano poco a poco, desactivo la alarma de su carro y se subió.
Celia lo vio partir con un nudo en la garganta, así se alejaría de su vida, cada vez más, hasta que el suyo fuera en recuerdo lejano en la mente del hombre que ella nunca dejaría de amar.
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