Por favor, recuerdame

Por Crusiaris

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Damian Patner y Venus Jones son una pareja muy peculiar, sus diferencias hicieron que pronto decidieran separ... Más

Sinopsis
AVISO
Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 4
Capitulo 5
Capitulo 6
Capitulo 7
Capitulo 8
Capitulo 9
Capitulo 10
Capitulo 11
Capitulo 12
Capitulo 13
Capitulo 14
Capitulo 15
Capitulo 16
Capitulo 17
Capitulo 18
Capitulo 19
Capitulo 21
Capitulo 22
Capitulo 23
Capitulo 24
Capitulo 25
Capitulo 26
Capitulo 27
Capitulo 28
Capitulo 29
Capitulo 30
Capitulo 31
Capitulo 32
AVISO

Capitulo 20

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Por Crusiaris

El domingo paso y con eso llego el lunes, tenia que ir a trabajar pero a decir verdad no tenia animos de aquello. Sin embargo, me levamte y me dirigi al baño, estaba cansada, sentia los hombros pesados y la espalda la tenia un poco adolorida.

Cuando termine de bañarme, logrando quitar el sueño por completo me vesti, acomode mi cabello lo mejor que pude y tape las ojeras, o al menos hice el intento con un poco de maquillaje.

Sale de casa y tome un taxi, cuando llegue hasta la empresa Patner, Artemis estaba cerca de la puerta, con la vista fija en su celular, al acercarme levanto la mirada, parecia preocupado.

- Venus ¿Estas bien?- pregunta cuando llego a su lado, lo miro por unos segundos para luego abrazarlo, lo habia extrañado tanto.

Artemis me envuelve en sus brazos y me aprieta a el, comienza a acariciarme el cabello y su inhalo su aroma, olía a casa. Nos quedamos unos minutos asi, desconectandonos por completo de las personas que pasaban a nuestro alrededor.

- Toda va a estar chiqui- asiento, con la cabeza aun apoyada en su pecho, me separo de el luego de unos segundos y sorbo por la nariz, parpadeo varias veces para espantar las lagrimas en mis ojos. No podia seguir llorando, no podia seguir permitiendo que todo esto me afectara, no me hacia bien.

Artemis me sonrie y como puedo le sonrio de vuelta, ambos entramos a la empresa, firmamos nuestra entranada y separandonos en el piso 16, comienza nuestro dia de trabajo.

Elizabeth estaba mas que insoportable hoy, habia solucionado las cosas con Pegie y le habia pedido disculpa por todo el mal entendido de estos dias. Le conte lo que habia sucedido el sabado por la noche y lo de ayer, y al principio se preocupo por lo de aquellos hombres pero luego parecia mas bien un poco alarmada, intuí que podia saber algo con respecto a todo lo que habia ocurrido pero decidi no preguntar, sabia que no me soltaria nada.

La mañana fue exahustiva, papeles tras papeles y tomos tras tomos me lanzaba Elizabeth al correo, exigiendo adelantarlos lo mas posible, para cuando llego la hora del almuerzo me dolia la cabeza y me gruñia el estomado.

Habia recibido varios mensajes de Max los cuales simplemente desviaba, sinceramente no sabia ya que pensar de el, lo que habia dicho Damian sentia que era cierto, y pensar que Max se estaba aprovechando de mi, simplemente me parecia desagradable por parte de el, ¿Quien puede jugar de esa manera con la salud de una persona?

Ordene las cosas en el escritorio y cuando termine tome mi cartera. Saque mi billetera y tomando mi telefono sali de ahi.

Almorce en unos de los restaurantes frente a la empresa, Pegie habia ido con Artemis, y aunque me habia invitado decline de aquella invitación, queria estar sola.

- ¿Necesita algo mas?- pregunta el chico frente a mi, con la libreta y lapicera en la mano, listo para tomar mi orden, negue con la cabeza y me esforce para sonreir.

Espero al rededor de 15 minutos y vi al mismo chico que habia tomado mi pedido, venir con el en manos. Dejo un enrollado frente a mi y a un lado una botella de agua, le agradeci y se retiro.

Me tome mi tiempo para almorzar, comi cada bocado despacio, ¿es posible que aquel anillo era mio? No. Pero, ¿como explicaba el anillo de la foto? ¿Como explicaba si quiera la foto en si?

Termino de comer antes de lo que realmente queria, pido la cuenta al chico y el gustoso me la entrega, luego de pagarla recojo mis cosas y salgo del restaurante. La entrada de la empresa comenzaba a llenarse de las personas que volvian de sus almuerzo, me tope con algunas personas que trabajaban conmigo en el departamento de traduccion, me dirijo hasta los elevadores y cuando entro al piso, solo hay unas pocas personas.

Pegie aun no habia llegado y aburrida sin nadie con quien hablar decido comenzar mi trabajo sin importar que aun tenga 10 minutos para descansar. Mientras mantenga la mente ocupada, sera mejor.

Las personas comienzan a llegar y poco a poco la oficina se llena, Pegie es una de las ultimas en llegar, me sonrie.

- ¿Esta todo bien?- pregunta, yo solo asiento.

Ambas nos ponemos manos a la obra con nuestro trabajo y poco a poco la tarde fue pasando.

Para cuando ya era la hora de ir a casa ni siquiera me había dado cuenta.

- Necesito que ordenes el archivero- Elizabeth sale de su oficina, con un vestido que muestra mas de lo que tapa, en serio aun no entiendo como pueden permitir que venga así de exibista a trabajar.

- Perdona, pero mi horario de trabajo ya termino- le digo mientras apagaba el ordenador, Pegie nos mira de reojo.

- Es urgente, además, esta hecho un desastre- comenta.

- Pues intenta ser un poco mas ordenada, la única que entra al archivero es usted- le digo, molesta.

- No tienes derecho a hablarme así niña.

- Y usted no tiene derecho a mandarme a hacer su trabajo, señora- ataco. Elizabeth se estaba poniendo roja de la furia.

- Controle sus impulso y haga lo que le ordeno, no me haga montar una queja sobre usted- amenaza.

- Haga lo que quiera- especto- no haré su trabajo- termino de recoger mis cosas y comienzo a caminar hasta los elevadores, rápido Pegie me alcanza.

- ¡Estas despedida!- grita Elizabeth a mi espalda, venia hecha una furia- mañana ni siquiera te aparezcas por aquí niña insolente- escupe- veremos si Damian te salvara el culo esta vez perra- abro la boca para decir quien sabe usted que por como se acababa de referir a mi, pero no es mi voz la que suena.

- ¿Que Damian que, srta. Jalson?- Damian salía del elevador justo en el momento en el que Elizabeth hacia mención de el.

- Exijo la renuncia de esta mujer- pide Elizabeth cruzando de brazos.

- Esta- dice- es la srta. Jones, ¿podría saber la razón?- pregunta mirándola con una ceja levantada.

- Se niega a acatar ordenes- se defiende.

- Si mi orden es limpiarle su desastre, pues me seguiré negando, no ando para limpiarle el culo a nadie Elizabeth- Pegie lleva una mano a su boca, tapandola de una carcajada, las demás personas que estaban aun en la oficina, oprimían una risa. Incluso creí haber visto las comisuras de los labios de Damian elevarse, solo un poco.

- Si lo que dice la srta. Jones es cierto, entonces no veo el porque de sus quejas, srta. Jalson.

- Damian por dios, esta niña ni siquiera esta en posición de estar en esta empresa- le suelta y justo cuando voy a decir algo Damian levanta la mano para detenerme.

- No le permito dirigirse así hacia la srta Jones- tenia el ceño fruncido- y si tanto la odia tener aqui- dice volteandose ahora hacia mi- seras mi segunda y secretaria, conocerás absolutamente todo sobre este lugar, incluso lo que no conozco, es decir, seras su jefa.

Abro la boca, sorprendida y Elizabeth abre los ojos impactada.

- Llevo años en esta empresa, buscando llegar a ese puerto ¿y se lo das a ella?- exclama, molesta, sorprendida y parece ser que al borde de las lagrimas de furia. Sigo mirando incrédula, Pegie sonríe a mi lado y me guiña un ojo.

¿Su segunda? ¿Su secretaria? ¿Me esta jodiendo? Definitivamente esto no era lo que quería. Solo quería meterle sus palabras a Elizabeth por donde menos le iluminaba el sol. ¿Joder en que lío me he metido?

Elizabeth decide no seguir discutiendo y Damian decide no seguir respondiendole, Pegie, Damian y yo bajamos por el elevador en completo silencio, aquellos dos intercambiaron algunas palabras. Cuando llegamos a la planta baja lo único que quería era irme de aquel lugar, quería descansar. Había estado aliviada de no haberme topado con Damian en todo el dia y ahora resulta que lo tendré que ver las 24 horas del dia casi.

- Mañana llega un poco mas temprano para explicarte algunas cosas ¿de acuerdo?- pregunta, yo solo asiento. Damian me mira por unos segundos, parece querer decirme algo mas, acomoda el saco de su traje y vuelve la mirada al frente- que tenga buenas noches, señoritas- se despide de Pegie y yo y sale caminando de aquel lugar.

Me despido de Pegie unos segundos después ya estando afuera en la calle y ambas nos vamos en direcciones diferentes.

Cuando llego a casa me dolían los pies. Camino por el largo pasillo que dividía el elevador de la puerta de mi departamento y cuando llego a esta había una rosa en el suelo, pegado a la puerta, una nota.

"Lamento lo sucedido, nunca ha sido mi intención jugar contigo, mucho menos aprovecharme de tu situación, no te mentí cuando te dije que antes eramos muy unidos y que después de un tiempo aquello cambio. Me gustas Venus, y si me das la oportunidad, te prometo que no lo arruinaré.  Max Tolimpson"

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