Por favor, recuerdame

By Crusiaris

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Damian Patner y Venus Jones son una pareja muy peculiar, sus diferencias hicieron que pronto decidieran separ... More

Sinopsis
AVISO
Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 4
Capitulo 5
Capitulo 6
Capitulo 7
Capitulo 8
Capitulo 9
Capitulo 11
Capitulo 12
Capitulo 13
Capitulo 14
Capitulo 15
Capitulo 16
Capitulo 17
Capitulo 18
Capitulo 19
Capitulo 20
Capitulo 21
Capitulo 22
Capitulo 23
Capitulo 24
Capitulo 25
Capitulo 26
Capitulo 27
Capitulo 28
Capitulo 29
Capitulo 30
Capitulo 31
Capitulo 32
AVISO

Capitulo 10

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By Crusiaris

El resto de la tarde paso tranquilo, decidimos no volver a entrar a aquella casa por seguridad mental de todos, Artemis estaba aun un poco acelerado y las cosas entre Damian y yo estaban tensas, tanto que podia cortar el aire con un cuchillo. Los chicos parecieron notarlo pero agradeci cuando ninguno pregunto al respecto.

- Quiero un algodon de azucar- comenta Sam.

- Es el cuarto que te comer Samantha- exclama Dalha mirandola con los ojos abiertos.

- Quien se los come soy yo, asi que no digas nada- Dalha voltea los ojos en respuesta y Sam me toma de la mano y me jala con ella, alejandonos unos metros de los chicos hasta el puesto de golosinas- Ahora si, ¿me diras que paso realmente con Damian?- pregunta mientras nos detenemos detras de unas personas que estaban comprando.

- ¿Tanto se nota?- pregunte, mirandola por unos cortos segundos.

- Amiga mia, todos estamos susurrando entre nosotros y sacando conclusiones de lo que pudo haber pasado ¿En que mundo estas?- pregunta, colocando las manos en las caderas en forma de jarra.

- Lo siento, yo... solo quiero regresar a casa, estoy un poco cansada y me esta comenzando a doler la cabeza- no era mentira, cuando me dieron el alta en el hospital, el doctor me habia advertido de estos dolores, me habia recomendado que lo mejor era mantenerme recostada en esos momentos. Sam me mira con preocupacion y se acerca a mi.

- ¿Estas bien? ¿Te sientes mal?- comienza a tocar mi frente, riendo le aparto la mano con delicadeza.

- Si, no morire, solo es un simple dolor de cabeza- mas que eso estaba mareada, no podia girar la vista muy deprisa porque comenzaban los puntos negros en la vista, pero no queria preocupar a nadie, se suponia que seria un dia de diversion, asi que no lo arruinare.

Llegamos a principio de la cola, y Sam pidio su quinto algodon de azucar, esta mujer no dormira hoy. Por otro lado solo pedi un agua, para poder tomarme el medicamento que tenia en el bolso. Cuando regresamos con los chicos, estos estan riendo, inclusive Damian. Era tan hermoso.

Ya basta Venus, me regañe mentalmente, esos pensamientos estan mal. El dolor de cabeza no mejora, supongo fue producto de la adrenalina y el miedo que senti hace unas horas dentro de aquella casa del terror, sentia mis piernas pesadas, los chicos querian montarse en una de las montañas rusas, y luego de que Pegie le susurrara algo al oido a mi hermano, este acepto gustoso en subirse nuevamente, no me quiero ni imaginar que le habra dicho. Por otro lado me quede abajo, junto con Laia ya que Hank habia decidido montarse con ellos alegando de que tenia que sentirse joven nuevamente y que no estaba tan viejo como parecia.

Los chicos comenzaron a hacer la cola, mientras que Laia y yo los veiamos a unos cuantos metros de distancia, hablaban entre ellos y hasta Hank reia a carcajadas por algo que habia dicho Sam.

- Hacia mucho tiempo que no los veia asi de felices a Hank y al sr. Patner- comenta Laia a mi lado, volteo para mirarla por unos segundos y puntos negros aparecen en mi vision, parpadeo varias veces antes de que pudiera notarlo y le sonrio.

- Apuesto a que este dia quedara para sus recuerdos- Laia sonrie y pierde la mirada en donde se encuentran aquellos dos hombres, uno, el amor de su vida, su esposo, su todo y el otro, un hijo para ella despues de tantos años de crianza y educacion.

Mi mirada cae en mis pies, comienzo a verlos borroso, parpadeo varias veces para centrar la vista en vano, el dolor en mi cabeza es cada vez mas fuerte y pronto comienzo a sentir como la parte trasera comienza a palpitar. Debi de haber hecho algun quejido ya que Laia me miraba con preocupacion, veia su boca moverse pero no podia distinguir lo que decir.

- Estoy bien- dije, puntos negros comienzan a salir en mi vision y por mas que intentaba aclarar la vista no podia, pronto comence a sentir como mi cuerpo sudaba y como mis piernas de doblaban, Laia profano un grito de susto, y antes de que tocara el suelo, alguien ya estaba sosteniendome, Damian. Aquellos ojos azules me miraban con pavor, comenzaban a humedecerse mientras me tomaba el rostro con una mano.

- Venus...- no escuchaba- no te duermas Venus...- mi hermano me sostenia la cabeza con ambas manos, el solo me acariciaba el cabello, Damian me abrazo, rodenando todo mi cuerpo con el suyo y levantandome en sus brazos, no podia ver las cosas con claridad, no podia escuchar mas de dos palabras enteras, me dolia muchisimo la cabeza- todo estara bien pequeña...

Cuando desperte, el sol brillaba en lo mas alto y entraba a raudales por las pequeñas ranuras de la cortina de la habitacion, me tomo unos segundos reconocer aquel sitio y recorde que nos encontrabamos en la casa de la playa de Damian. Como pude me levante, sentia el cuerpo pesado, pero al menos ya no me dolia la cabeza. Recorde lo que habia sucedido, y me pregunte que hora era. 

Camine hasta el enorme ventanal y corri las cortinas, dejando entrar la luz del dia por completo, por la posicion en la que estaba el sol, pude deducir que habia pasado un dia completo, o tal vez dos, no lo se. La casa se encontraba en silencio, el pasillo estaba completamente decierto cuando sali de la habitacion. Me habia dado una ducha, ya que tenia aun la misma ropa que me habia puesto para ir al parque. Luego de que estuviera lista, mi estomago protesto y decidi bajar por algo de comida.

En la sala, esta se encontraba vacia, y pude deducir que no habia nadie en casa porque las llaves de auto no estaban donde siempre solian dejarla, al acercarme a la cocina y fuerte olor a chocolate entro por mis narices y en seguida se me hizo agua la boca. Al entrar me encontre con Laia metiendo una galletas al horno.

- Huele exquisito- comento. Laia se voltea al instante y al verme su cara se ilumina y sale corriendo hacia mi, me rodea con sus brazos.

- Oh cariño, nos diste un enorme susto- comenta, le respondo el abrazo y me quedo ahi unos segundos, cuando por fin nos soltamos, Laia me sonrie- el doctor nos ha dicho que aquello eran secuelas del accidente y que esperaba pronto con los medicamentos, dejara de suceder.

- Perdona por haberles dado tremendo susto- me disculpo caminando hasta una de las sillas que se encontraban en el meson de la cocina- no queria arruinarles el dia de ayer- comento.

- No tienes por que disculparte, le hemos contado lo que ha pasado ayer al doctor y dijo que ese efecto se creo por el susto y la presion que pasaron en esa casa, les dije que no entraran ahi- me regaño.

- No contabamos con aquel pequeño incidente- dije sonriendo- ¿Cuando he dormido?

- Luego de que te desmallaras, el sr. Patner insistio en llevarte al medico, pero solo te regresaron a casa para reposar, dormiste toda la noche- comenta, me quedo mirando un punto fijo y nada en especifico a la vez, pesando en todo lo que habia pasado ayer, de pronto Damian vuelve a mi cabeza, sus ojos azules me tormentan cada dia mas. "todo estara bien pequeña.." "todo estara bien pequeña.." "pequeña.." Laia me saca de mi ensimismamiento cuando saca la bandeja de galletas y la tira en el meson. 

- ¿Donde estan los chicos?- pregunto.

- Han salido a comprar algunas cosas- comenta- se fueron hace algunos minutos asi que tardaran unas horas en llegar- asiento, me levanto y le doy un beso en la frente a Laia, quien a su vez me responde con una mirada llena de cariño y afecto.

- Estare en la piscina- le digo y comienzo a caminar hacia la puerta de la cocina.

- Cualquier cosa que necesites, solo dilo- le sonrio como respuesta y salgo de ahi, cuando llego al salon principal, unas voces me detienen.. 

- No se que hacer...- era Damian, por como se escuchaba la otra voz pude deducir que estaba hablando por telefono, el ruido venia de su despacho, me detuve al pie de las escaleras y agudice mi oido en esa direccion- Me estoy volviendo loco.... no creo soportar mucho de esto- ¿soportar que? ¿de que estaba hablando?

- Tienes que tener paciencia Patner- le decia la voz al otro lado de la linea- se que la recuperaras, pero debes darle tiempo..

- ¿Tiempo?- su voz se alza- ¡Ni siquiera me recuerda!- el pomo de la puerta de su despacho gira y antes de que me vea escuchando cosas que no tengo que escuchar, subo las escalera de dos es dos hasta llegar a mi habitacion.

Aquella conversacion me ha dejado desconcertada, ¿quien no lo recuerda? ¿estaba acaso hablando de mi?, pero ¿como?. Las preguntas comienzan a rondar por mi cabeza y antes de volverme un lio conmigo misma, cojo un bañador y comienzo a desvertirme para ponermelo. Necesitaba relajarme y estar acostada en cama no ayudaria mucho, luego de que me pusiera el bañador, tome una toalla, me puse unas zapatillas ligeras y subi al tercer y ultimo piso para dar con aquella hermosa piscina que me habia enamorado desde el primer momento en que la vi. 

En una de mas mesitas, habia un plato lleno de galletas y una botella de agua, sonrei al imaginarme a Laia subiendo todo aquello, era tan dulce y atenta. Quitandome la toalla y estendiendola en una de las sillas plegables que habia a los bordes de la piscina, entre. El agua estaba calida, en comparacion a como deberia de estar el agua de la playa en estos momentos, el sol brillaba a raudales.

Dure horas nadando, habia olvidado cuanto me podia calmar aquello, luego de que pasaran lo que yo creia dos horas, decidi salir y recostarme a broncear en la silla. Para cuando me di cuenta el sol estaba ya en el horizonte, y el cielo se estaba tornando en tonos naranjas y amarillos. Decidi que era hora de entrar a casa, sentia el cuerpo caliente, creo que habia sido una mala idea quedarme tanto tiempo bajo el sol, parecia un camaron, joder que dolor.

Como pude, envolvi mi cuerpo en la toalla y entre a casa, el cambio de ambiente me pego casi de inmediato, afuera estaba aun el sol produciendo un calor placentero, pero adentro la casa estaba fria, producto de la ventilacion que habia en esta. 

Llegue a mi cuarto y me di una larga ducha, bañando mi cuerpo en cremas y jabones aromatizantes, luego de estar satisfecha y refrezcada decidi salir. Los chicos aun no habian llegado y cuando revise mi telefono me sorprendio no ver ningun mensaje de ninguno de ellos, decidi bajar a comer algo, mi estomago no habia quedado satisfecho con aquellas galletas por mas delicionas que estaban, tenia que felicitar a Laia.

Baje las escaleras con cuidado, sintiendo como la piel quemada de mi cuerpo se estiraba con cada movimiento que hacia, me habia puesto una crema refrescante, pero sabia que si no agarraba una insolacion, estuve cerca. Termine de bajar las escaleras y sin poderlo evitar voltee hacia el despacho de Damian, en seguida la conversacion de esta tarde vino a mi mente, y la confusion me gano nuevamente, escuche como algo dentro de aquella habitacion se caia y el estruendo del vidrio al romperse llego a mis oidos.

Alarmada me acerque haciendo el menor ruido posible, de cerca se escuchaba como rodaban las sillas dentro del despacho, otro ruido de vidrio siendo roto me sobre salto y sin pensarlo mucho entre.

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