Por favor, recuerdame

By Crusiaris

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Damian Patner y Venus Jones son una pareja muy peculiar, sus diferencias hicieron que pronto decidieran separ... More

Sinopsis
AVISO
Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 4
Capitulo 5
Capitulo 6
Capitulo 7
Capitulo 8
Capitulo 10
Capitulo 11
Capitulo 12
Capitulo 13
Capitulo 14
Capitulo 15
Capitulo 16
Capitulo 17
Capitulo 18
Capitulo 19
Capitulo 20
Capitulo 21
Capitulo 22
Capitulo 23
Capitulo 24
Capitulo 25
Capitulo 26
Capitulo 27
Capitulo 28
Capitulo 29
Capitulo 30
Capitulo 31
Capitulo 32
AVISO

Capitulo 9

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By Crusiaris

Aquella noche paso entre risas y palabras, para cuando decidimos entrar a casa e irnos a domir, eran las tres de la madrugada. 

- Gracias por la charla- digo deteniendonos en la puerta de mi habitacion, como habia pensado esta tarde al llegar, su habitacion era la ultima puerta al fondo en el centro de aquel enorme pasillo.

- Gracias a ti por escuchar- sonrie, nos quedamos en silencio, mirandonos un al otro y para cuando me di cuenta, tenia un ligera sonrisa dibujada en mis labios, Damian da un paso al frente quedando a unos pocos centimetros de mi, involuntariamente levante la cabeza para poder verlo a los ojos, sin avisar, se inclino y deposito un suave beso en mi mejilla, aquel calido roce recorrio todo mi cuerpo, dejando una sensacion de hormigue en la zona y sintiendose extrañamente familiar- que descanses Venus- susurra, alejandose por fin de mi. 

El aire frio vuelve a recorrer entre los dos y de pronto aquel calido calor que me brindaba su cercania desaparece, con un inclinamiento de cabeza se despedi, da media vuelta y comienza a caminar hasta su habitacion, veo como se aleja, los musculos de su espalda marcandose bajo su camisa con cada paso que daba, haciendo en menor ruido que pudo entre a la habitacion, recoste la espalda a la puerta una vez la cerre y mi mano viajo hasta mi mejilla.

Justo ahi, donde el roce de sus labios seguia haciendo hormigue en mi piel, donde su calor estaba intactado, de pronto senti como si aquel roce fuera familiar, como si lo conociera a la perfeccion y aquello me desconserto, aquel hombre que estaba a unos pocos metros de mi, tenia una chica, una chica que podia notarse el amor tan intenso que sentia por ella. Una chica que, donde sea que este en estos momentos, se esta muriendo por estar entre sus brazos. 

Cansada y con pocas ganas de seguir pensando, camine hasta la cama, me encontre con que mis cosas estaban ordenadas en el armario, lo mas probable es que Laia lo haya echo, me alegraba volverla a ver, y aunque no sabia exactamente de donde la conocia, sabia que era un mujer con un cariño incondicional, y que era lo mas cercano a una nana que podia tener en estos momentos.

Con pereza me saque el vestido por encima de la cabeza y me coloque un como pijama de short y camisa de tirantes, una vez lista me meti bajo las sabanas sorprendiendome con lo comodo que era aquella cama, por lo normal, en una casa tan grande, las camas para la visita solian no ser tan comodas y tan buena calida como esta, pero justo ahi, acostada sentia como mis musculos se iban relajando uno a uno y en menos de lo que canta un gallo cai en un sueño profundo.

Joder quien estara tocando la puerta tan temprano, ¡me acabo de quedar dormida!, tape mi cabeza con una almohada, intentando en vano alejar el sonido de los insistentes golpes, oi como la puerta se abria, y unos pasos que identifique como los de Sam entraban apresurados a la habitacion.

- Ya es hora de que te levantes Venus- protesta, caminando hacia la ventana y abriendo de par en par las cortinas, la luz del sol entro a raudales en la habitacion, haciendome subir la sabanas y taparme completa por la luz escandilante que me cego los ojos por unos segundos.

- Es muy temprano Sam- me quejo, poniendome de lado y dandole la espalda a la ventana- dejame dormir unos minutos mas- digo acomodandome en la cama.

- Son las diez de la mañana, todos estamos esperando por ti para desayunar, asi que levanta tus preciosas nalgas y despierta de una vez por todas- abro los ojos de golpe, ¿Diez de la mañana?, ¿A que hora me habia acostado anoche?

A regañadientas me levanto, Sam me sonrie y camina hasta la puerta, justo antes de salir, se detiene en la puerta y voltea a verme.

- Te he visto con Damian anoche, tal vez sea bueno que se conozcan- sonrie y me guiña un ojo, dejandome roja como un tomate en medio de la habitacion. 

Salgo del baño envuelta en una toalla y camino hasta el armario, decido colocarme un short azul marino y una camiseta blanca, me coloco unas deportiva y peino me cabello, una vez lista salgo de la habitacion y bajo hasta el comedor. Aquella casa era enorme, me tomo minuto y medio llegar a mi destino, obviando la parte en que me habia ido hacia los despachos, descubiendo que habia un sala de juego justo al lado de estos. 

Cuando llegue al comerdor, todos se encontraban en la mesa, Laia estaba comenzando a servir los platos de cada uno, cuando entre, todos voltearon a mirarme.

- Hasta que la bella durmiente se ha levantado- comenta Artemis- ¿fue tu principe azul a besarte?- rie y comienza a lanzar besos en mi direccion, pongo los ojos en blanco pasando por detras de el le doy un golpesito en la cabeza- tampoco es para que te enojes- se queja sobandose la zona del golpe, rio por lo bajo.

- Buenos dias- saludo Damian cuando termino de sentarme. Este estaba sentado frente a mi, al mirarlo me sonrie e inclina la cabeza en saludo.

- Buenos dias- saludo para todos.

- Buenas tardes querras decir- se queja Sam- ya casi estamos a medio dia.

La miro de mala manera y volteo los ojos cuando esta me guiñe un ojo y voltea a mirar a Damian.

- Amigo cuentame ¿Como has dormido?- la mire con el ceño fruncido, sabia porque habia hecho ese tipo de preguntas, Damian mirandola de la misma manera que yo, respondio.

- Pues bie, supongo- mi amiga lo miro complice y yo no hice mas que voltear los ojos, Damian me miro por unos segundos en los que contenia un sonrisa en los labios, yo sin poder evitarlo sonrei.

Terminamos de comer en silencio, de vez en cuando Artemis decia alguna bobada y todos le seguiamos. Cuando terminamos el desayuno, los chicos subieron a sus habitaciones por otro lado Damian y yo nos quedamos con Laia para recoger todos.

- No es necesario Venus, puedes ir con los chicos.

- Para mi no es molestia Laia, lo sabes muy bien- sonrio y levanto los platos de la mesa pasandoselos a Damian para que los colocara en el lava platos.

-¿Y, que haran hoy?- pregunta, distraidamente limpiando la mesa, me acerco al lava platos y comienzo manos a la obra.

- Tu secas y yo lavo- le digo a Damian- la verdad no se que tendran los chicos planeados para hoy- dije, mirando por unos segundos a Damian antes de volver a los platos.

- Teniamos pensado una tarde al parque de atraccion- dijo levantando los hombros.

- Oh, que divertido!!- exclamo Laia- recuerdo cuando Dalha y usted eran solo unos niños, Hank y yo siempre los llevabamos- sonrie.

- ¿Les gustaria ir?- pregundo, volteandome por unos segundos para mirar a Laia, esta me miraba con los ojos abiertos, y por unos segundos su mirada cayo en Damian.

- No creo que sea buena...

- Vamos Laia- la interrumpe Damian- si eso quiere la srta. Jones, acompañanos- sonrie, lo miro por unos segundos, viendo como aquella sonrisa es dirigida a la mujer que por lo que puedo notar, ha estado presente en toda su vida. Su sonrisa fue dirigida a mi para luego giñarme un ojo, senti como mis mejillas se iban calentando y rapidamente gire para seguir en lo mio, escuche como Laia afirmaba que Hank y ella estarian ahi.

Limpiamos los platos en silencio y para cuando terminamos de limpiar y ordenar todos los chicos ya estaban nuevamente abajo.

- ¿Cuales son los planes para hoy hermanito?- pregunta Dalha entrando por las puertas doble que dividian la cocina y la sala.

- ¿Que les parece si vamos al parque de atracciones que esta en la costa?- pregunta, Sam y Pegie comenzaron a saltar como si se tratara de dos niñas pequeñas, mientras que todos reiamos y Laia se diculpaba para irle a informar a su esposo de que estuviera listo en unos minutos.

Por otro lado subi a mi habitacion para buscar mi celular y un bolso, en el meti lo esencial y baje las escaleras de dos en dos. Luego de varios minutos todos estabamos listo, subimos a la camioneta y Hank se dispuso a ponerla en marcha. Estaba sentada entre Sam y Damian, mientras que en los asientos de al frente iban, mi hermano Pegie y Dalha, como piloto y copiloto iba Hank y Laia, reposando ambas manos enlazadas encima de la palanca de cambio. 

Ibamos hablando de cualquier estupidez que se nos podria cuzar por la mente, el viaje hasta el parque era de unos 30 minutos, 20 si corriamos con la suerte de no encontrarnos con trafico, para suerte de nosotros llegamos en menos tiempo aun. 

Cuando entramos por las puertas del enorme parque, este estaba abarrotado de gente, como pudimos llegamos hasta la taquilla y compramos los brasaletes para tener pase libre en todas las atracciones. Como ninguno se vino en condiciones de mojarse, decimos quedarnos en la parte de atracciones mecanicas.

La tarde paso asi, entre juegos y risas. Artemis estuvo a punto de orinarse en los pantalones en una de las montañas rusas, y eso dio pie a que todos, incluyendo a Hank le gastaramos bromas relacionado a lo sucedido.

Por otro lado ni Sam ni Pegie quisieron entrar a la casa del terror, el sol comenzaba a escorderse y decidieron esperarnos del otro lado a que salieramos.

Dalha fue al frente, dejando a mi hermano unos pasos por detras de ella y Damian y yo fuimos los ultimos. 

- Ten cuidado con los pantalones Artemis- bromeo Damian, todos reimos menos la victima.

- Quien va a terminar orinado, seras tu amigo- el carrito hizo un pequeño ruido, las luces dentro de la casa comenzaron a parpadear y de un segundo para otro, estabamos completamente a oscuras y el carrito ya no se movia.

- Dime por favor que esto es parte de la atraccion- comento Artemis, podia escuchar como su voz comenzaba a quebrarse, en el poco tiempo que habiamos durado aqui, supe de inmediato que mi querido hermano era un miedoso para muchas cosas.

- Creo que se ha ido la luz- comenta Dalha y siento como se baja del carrito- tocara caminar.

- ¿¡QUE!?- Artemis comenzaba a desesperarse, lo sabia porque podia escuchar como respiraba cada vez mas fuerte- primero muerto antes que caminar el resto del camino a pie y como si fuera poco a oscuras.

- Pues terminaras muerto si te quedas aqui solo- comenta Damian- nosotros nos vamos- siento como su mano descansa en el centro de mi espalda y aquello me hace sobre saltar- tranquila, soy yo.

- Lo siento- digo llevandome una mano al pecho- no veo nada- lo oigo reir, y pronto todos comenzamos a caminar.

Artemis no paraba de gritar, y decia que sentia como cosas le rozaban el cuerpo, habiamos pasado por una parte que imagine habian unas especies de telarañas guindadas, ya que senti como algo ligero nos rozaba cerca de la cabeza y si levantaba la mano podia tocar lo que sea que estuviera encima de nosotros. 

La verdad estaba comenzando a asustarme, teniamos unos 20 minutos caminando y aun no habiamos llegado al final de aquella casa, el simple hecho de estar a oscuras y no ver nada, empezaba a alterarme el pulso.

Senti como algo o alguien intentaba agarrarme del brazo y sin poder evitarlo solte un grito. Choque contra Damian que aun seguia a mi lado y senti su pecho cerca de mi, sus brazos me rodearon.

-¿Que pasa?- pregunto.

- Te juro que algo intento agarrarme el brazo- dije, las manos comenzaban a sudarme y sabia que dentro de poco si no salia de aqui tendria un crisis.

- Lo mas seguro es que haya sido Artemis o mi hermana intentado asustarte- dijo- Dalha, Artemis, dejen los juegos para despues- silencio, eso fue lo que recibimos como respuesta.

- ¿Dalha, Artemis?- silencio- ha como nos esten gastando una broma, los mato- los brazos de Damian me apretaban un poco mas a su cuerpo y si hubiera habido luz en aquel sitio, hubiera apostado que estaria roja de la verguenza, pero en ese momento no me importaba si me abraza a el, si me cargaba o si bajama en mismisimo Dios y la virgen Maria.

- Hermano estos no son juegos- silencio, estaba comenzando a desesperarme y eso no me gustaba.

- Tranquila- susurro en mi oido- lo mas probable es que hayamos tomado otro camino, te sacare de aqui.

Seguimos caminando, Damian me rodeaba por la cintura con uno de su brazos, mientras que yo, asustada tomaba el borde de su camisa y me pegaba aun mas a el. No me importa estar asi, no me interesara lo que pudiera estar pensando en aquellos momentos, solo sabia que si me soltaba de el, lo mas probable es que no pudiera ni moverme del miedo.

Algo sono a nuestras espaldas, rapidamente me tense y tape mi boca para no soltar un grito en aquel momento, Damian apreto su agarre en mi y ambos nos quedamos parados, el aire se fue de mis pulmones, Damian me acerco aun mas a el, rodeandome tambien con su otra brazo y comenzando acariciar mi cabello. El mismo ruido de hace segundos volvio a sonar a nuestras espaldas y como si pulsaran un interruptor las luces volvieron. 

Nos encontrabamos en un salon enorme, de paredes negras y varias puertas al fondo, nos dimo cuenta de que donde estabamos parados no pasaban los rieles del pequeño carrito que nos empujaba a lo largo de la atraccion y, ademas, estabamos solo. 

- Al menos ha llegado la luz- comenta Damian y subo la cabeza para poderlo ver, estabamos a pocos centimetros, nuestros cuerpos no dejaban ni una linea de separacion, sus brazos rodeaban de manera protectora todo mi cuerpo y aquello se sentia bien, Damian me sonrio y con una de sus manos acaricio mi mejilla, acomodando a la vez un mechon de pelo que se habia salido de su sitio, nos quedamos asi por lo que parecieron horas, mirandonos, sonriendonos y diciendonos miles de cosas solamente con la mirada.

De pronto, como si de un recuerdo se tratara, lo imagino sentado en la pequeña sala de mi departamente, varias imagenes se me vienen a la cabeza. La sensacion de que lo conocia mas de lo que podia conocer a algun amigo viene a mi, su imagen en la sala de mi casa me perturva. Su sonrisa me cega por unos segundos y para cuando reacciono y el recuerdo de su chica me viene a la mente nuestros labios estaban a solo un centimetro, me alejo de el de un salto.

- Lo siento yo....- no sabia que decir, mi respiracion estaba acelerada, al igual que la de el, su mandibula estaba tensa, como si estuviera conteniendo las palabras- yo.... tienes novia Damian- ha sido lo primero que se me ha venido a la cabeza- esto no es apropiado.

Lo miro por unos largos segundos, su cuerpo esta tenso y luego de dejar salir el aire contenido en sus pulmones asiente.

- Lo siento, no debi haber reaccionado de aquella manera- se disculpa, no digo nada, no tengo gran cosa que decir- vamos, salgamos de aqui- camina y pasa a mi lado, me volteo y me dispongo a caminar unos pasos detras de el. Luego de haber dado unas cuantas vueltas, logramos dar con la salida y el final del trayecto, para cuando salimos de aquella casa, Sam, Pegie Artemis y Dalha estaban afuera esperandonos.

Sam casi me tumba al salir corriendo y abrazarme.

- Crei que les habia pasado algo- comenta, yo luego de unos segundos reacciono o le respondo el abrazo- Dalha y Artemis han salido y nos han dicho que ustedes venian detras de ellos pero cuando esperamos no salieron, hemos mandado a buscarlos.

- No te preocupes, ya estamos aqui- dije, Damian se encontraba al otro lado de todos nosotros, hablando y calmando a Laia y Hank que al parecer se habian asustado un poco. Lo miro por unos segundos, lo que habia pasado ahi dentro, estuvo mal, desde un principio no debi permitir que nos acercaramos tanto, no importara cuan asustaba estaba en ese momento.

Por unos momentos Damian volteo y nuestras miradas se encontraron, pude jurar que un brillo de dolor paso por sus ojos, pero no estaba segura, aparto la mirada muy rapido.

- ¿Que ha pasado haya adentro Venus?- me doy cuenta de que Sam intercambiaba las miradas entre nosotros dos, pude suponer que habia captado la mirada de Damian.

- Nada- digo, sin apartar la mirada de el- absolutamente nada.

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