—Eres la vergüenza de la familia.
Aquellas crueles palabras hicieron que JiHoon se detuviera antes de entrar al salón de clases, al asomarse vio a SoonYoung frente a un elegante y furioso hombre mayor.
—Lo siento, papá —Susurró SoonYoung y avergonzado bajó la cabeza.
El hombre rió sin ganas —Tus hermanos salieron con honores de este instituto y tú no eres capaz de aprobar literatura —Elevó el tono de la voz haciendo temblar a su hijo.
Los ojos de SoonYoung se llenaron de lágrimas.
—Si te atreves a reprobar te enviaré lejos, a un reformatorio —Habló fuerte y duro asustando a JiHoon cuando golpeó uno de los pupitres —No volverás a casa hasta que aprendas la lección. ¿He sido lo suficientemente claro?
—Sí —Musitó SoonYoung limpiándose las lágrimas que caían por sus mejillas.
Su padre no iba a consolarlo con un abrazo, no iba a decirle que dejase de llorar y su móvil sonó en el momento exacto para irse.
—Hola —La suave voz de JiHoon hizo que SoonYoung mirase a la puerta —Sé que no debí hacerlo pero sin querer escuché la conversación con tu papá —Escogió cuidadosamente sus palabras viendo como las lágrimas seguían rodando por las mejillas del rubio —Si quieres podríamos estudiar en las tardes para el próximo examen.
—¿Intentas burlarte de mí? —Frunció el ceño limpiando su rostro.
—No.
—¿Y por qué me ayudarías?
—Bueno... —Se acercó cautelosamente quedando frente a SoonYoung y le ofreció un pañuelo —Porque somos compañeros.
No se había detenido a pensar en lo que había hecho o en su relación con SoonYoung, él no le agradaba, nunca le agradó y se lo hizo saber a través de burlas.
—He ofrecido mi ayuda con el examen de literatura a alguien del salón —Se apoyó en el casillero mientras SeungCheol sacaba sus cuadernos —A SoonYoung.
—¿Le has ofrecido tu ayuda a quien te molestó desde el primer día que llegaste aquí?
—Sí —Respondió JiHoon.
En la tarde fueron a la biblioteca y SoonYoung llegó a los pocos minutos después, SeungCheol se levantó, tomó su mochila colgándola en su hombro y caminó hacia el chico de cabellos rubios deteniéndose a su lado.
—Si esto se trata de una broma de mal gusto y lo haces sentir mal no me importará que me expulsen pero te rompo la cara —Murmuró SeungCheol.
SoonYoung giró su rostro hacia el pelinegro —Piérdete.
—SeungCheol —Habló JiHoon al ver como el mayor empuñaba sus manos.
SeungCheol relajó sus manos y miró hacia atrás —Te esperaré para irnos juntos.
JiHoon asintió con una sonrisa y SeungCheol se fue de la biblioteca —¿Comenzamos?
Después de aproximadamente dos horas se fueron a casa, el camino estuvo silencioso, SeungCheol iba escuchando música y JiHoon no dejaba de mirarlo.
Al llegar se bajaron de sus bicicletas y JiHoon se colocó frente a SeungCheol, éste evitó mirarlo y el pequeño pelirosa corrió su rostro con los dedos sonriendo cuando SeungCheol miró al suelo, parecía un niño pequeño.
—¿Estás así por SoonYoung?
—Si todo resulta ser una mentira y solo está buscando una manera de hacerte daño, yo...
Un beso en su mejilla lo interrumpió, JiHoon se alejó apretando sus labios y marcando sus lindos hoyuelos en las mejillas.
—Estaré bien —Aseguró.
—Haré... —Habló pero JiHoon levantó sus talones, colocó las manos en sus hombros y nuevamente besó su mejilla —Que... —El segundo beso lo hizo cerrar los ojos —Se arrepient... —Escuchó la risita de JiHoon y sonrió —He entendido, estarás bien.
—Sí —Le dió un sonoro, corto y último beso en la otra mejilla viendo sus enrojecidas orejas —Nos vemos mañana.
Entró a casa encontrándose con su mamá frente a la ventana de la sala, la señora Lee se dio la media vuelta hacia su hijo y sonrió con picardía.
—Hola JiHoonie.
—Hola mami —La saludó con nerviosismo —¿Q-Qué tal tu día?
—Bien, ¿Y el tuyo?
—Bien, bien —Respondió con las mejillas sonrojadas —Subiré a mi habitación, iré a estudiar.
La señora Lee asintió con la cabeza y JiHoon subió corriendo por las escaleras.