La Viajera Del Tiempo (Miracu...

By GabyPepper

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El futuro llegó, y no es lo que nadie esperaba. Una fuerza siniestra ha asediado con París y se cobró la vida... More

Capítulo 1: El Viaje
Capitulo 2: Conociendo el Pasado- Presente
Capítulo 3: ¿Y Dónde Están las Rubias?
Capitulo 4: Como Padre e Hija
Capitulo 5: En la Boca del Lobo
Capítulo 6: Cocinando una Historia de Amor
Capítulo 7: Morfeo
Capítulo 8: ¿Qué Dice el Zorro? (Parte 1)
Capítulo 9: ¿Qué Dice el Zorro? (Parte 2)
Especial de Navidad
Capítulo 10: Play the Game
Adelanto
Especial: Cosas del Futuro
Capítulo 11: Enterrado en Recuerdos
Capítulo 12: Entre la Espada y la Pared
Capítulo 13: Al Filo del Mañana
1k
Especial 1K: Noticias por Partida Doble
Capítulo 14: Destrucción (Parte 1)
Capítulo 15: Destrucción (Parte 2)
Capítulo 16: Chat Noir Núnca Más
Capítulo 17: Sueños
Capítulo 18: El Equipo (Parte 1)
AVISO!!! (ACTUALIZADO 23/8)
PREGUNTAS
ESPECIAL 5K
Capítulo 19: El Equipo (Parte 2)
Capítulo 20: El Equipo (Parte 3)
Capítulo 21: El Equipo (Parte 4)
Capítulo 22: La Feria
Capítulo 23: Las Vidas de un Gato (Parte 1)
Especial Año Nuevo
Capítulo 25: Las Vidas de un Gato (Parte 3)
Capítulo 26: Armonía
Capítulo 27: En lo Profundo
Capítulo 28: Eternal Flame
PERO QUE PEDO CON ESTA MAMADA?!
Capítulo 29: Acepto
Capítulo 30: Pasado, Presente y Futuro
Capítulo 31: La Boda (Parte 1)
Capítulo 32: La Boda (Parte 2)
Capítulo 33: La Fiesta
Capítulo 34: El Principio del Fin
Capítulo 35: El Sacrificio
Capítulo 36: Todo Final es un Nuevo Comienzo
Saludos y Agradecimientos
Escena Post Créditos

Capítulo 24: Las Vidas de un Gato (Parte 2)

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By GabyPepper


Mi respiración era agitada. Me encontraba corriendo y llevaba manteniendo un ritmo constante hace ya varios minutos. Miré a mi derecha y ella todavía estaba allí.

¡Corre Marinette, corre!

Ambos estábamos escapando. ¿De qué? No lo sabíamos, pero teníamos en claro que había que estar lo más alejados posibles de eso.

Un bosque oscuro lleno de árboles, arbustos altos, charcos de agua y mucho barro era el que componía nuestro escenario de escape.

Desconocía en dónde podía encontrar nuestra salvación, y eso aumentaba mi nerviosismo y preocupación.

La tierra mojada fue la causante de su caída. Ninguno se dió cuenta de su existencia hasta que fue demasiado tarde

¡Vamos! ¡Toma mi mano!

Sin pensarlo mucho la agarró y tiré de ella para que se incorporara rápidamente pero, antes de que pudiéramos siquiera dar un solo paso más, un ruido agudo se hizo presente en el ambiente.

Lo siguiente que pude sentir era su tibia sangre en mi rostro.

Cuando volví a abrir los ojos se me congelaron hasta los huesos. Ella había sido atravesada por... ¿Un bastón?

Sus ojos me observaban sorprendida mientras su única mano libre trataba de acercarse a dónde el arma había realizado su cometido.

Marinette, tranquila. Vas a estar bien, yo te voy a sacar de aquí y te conseguiré ayu-

Antes de que pudiera terminar mi inútil intento de reconfortarla salí despedido impactando en el proceso contra un árbol. Sin siquiera ser capaz de tocar el suelo fui tomado del cuello y elevado un metro en el aire.

El brillo verde de sus ojos me dejó paralizado del miedo. No podía ver nada más a excepción de esas dos bolas brillantes que no hacían más que atravesar toda mi alma.

No tuve tiempo ni de gritar de terror cuando sentí como algo se incrustaba en mi interior atravesando mis costillas y rompiéndolas en el acto. Lo último que ví fueron sus blancos y grandes colmillos sonriéndome provocativamente.

Abrí mis ojos rápidamente y miré desesperado a mi alrededor. Habíamos reaparecido en el bosque, ambos. ¿Qué hacía allí nuevamente?... Vivo... Con ella, como si nada hubiese pasado.

Un leve pinchazo en la base de mi cabeza me hizo reaccionar. Peligro.
De alguna manera sabía que esa cosa estaba cerca.

Tomé de su mano y comenzamos a correr una vez más, pero todo se sentía... Diferente. Cada paso que daba, cada movimiento qué hacía, sabía claramente qué teníamos que hacer para poder sobrevivir. En mi interior mi cerebro trabajaba trayendome un mapa que había estado completando, una canción que cambiaba de ritmo y compas indicándome el camino. Al parecer ya había hecho esto, múltiples veces. Muchos intentos fallidos, muchas muertes suyas en mi conciencia. Demasiados horrores y errores que estaba cansado de repetir.

Nos encontramos en el mismo lugar de antes. El mismo charco, pero ningúna víctima. Apartandola de un empujón evitamos ese fatídico contratiempo y proseguimos nuestro camino.

Ya me estaba cansando, pero no de correr. Cada recuerdo de todos los escenarios anteriores aparecían en mi mente, torturandome. Y yo ya no quería eso. No quería verla morir más.

De repente, una luz al final del bosque. Una cabaña, con una chimenea de la cuál salía humo. Alguien tenía que estar allí, y ese alguien nos liberaría de nuestros problemas.

Continuamos corriendo hasta que el bosque desapareció y nos encontramos con una amplia llanura.

Comencé a alegrarme, estábamos tan cerca, ya casi íbamos a ser libres. Su bello rostro reflejando la más sincera felicidad aportó en mi alegría.

Volví mi mirada una vez más hacia la edificación, quería comprobar de que allí hubiese movimiento alguno. Efectivamente una sombra se hizo presente en una de las ventanas tapadas por las cortinas.

Lo vamos a conseguir, lo vamos a conseguir, lo vamos a-

Pude sentir como su mano se soltaba de la mía. Al voltearme todo transcurrió en cámara lenta. Su cuerpo entero se encontraba elevándose poco a poco gracias a la ayuda de cuatro dedos monstruosa mente alargados y negros que atravesaban su estómago.

Otra vez, era la misma situación. No había hecho nada para salvarla. Y ahí estaba ella muriendo sin paz alguna.

Caí rendido al suelo, ya no podía más, estaba cansado. Cansado de ver cómo sufría una y otra vez por mi ineptitud.

¿Qué quieres de ella? ¿Por qué siempre la lastimas a ella? ¿Por qué no solo me tomas a mi?

El monstruo se acercó hasta mi oído.

Yo... Q-quiero... Tu dolor...

----------------------

- ¿Seguro que no quieres que un médico te revise?- Marinette consultó con preocupación.

Ambos se encontraban sentados en una de las varias mesas que completaban el espacio de comidas del lugar.

Habían dejado al grupo atrás para que se ocuparan de arreglar todos los problemas ocasionados por el incidente.

Ella estaba curando los raspones que el impacto contra el suelo y los vidrios rotos habían producido en su cuerpo y él, sin realizar ningún movimiento que pudiera agravar más la inquietud de su amiga, se encontraba mirando cómo lo trataba.

Los rostros de ambos se mostraban un tanto colorados por la excesiva cercanía que tenían el uno con el otro, igualmente intentaban mantenerse centrados por su propio bien y el de sus respectivas parejas.

- Estoy bien.-hizo un gesto con la mano restándole importancia- En realidad toda esa experiencia cercana a la muerte me dio hambre.

Lo observó confusa sin comprender cómo podía decir semejante cosa. Lo que no sabía era que aquello era solo una distracción para sacarle la intranquilidad de encima. El rubio ya de por sí se sentía bastante culpable desde las palabras que le había dicho una vez liberado de su prisión de agua y no quería seguir siendo una carga para ella.

- ¿En serio tienes hambre?

Rascó su cabeza y rió un poco.

- ¿Qué puedo decir? El peligro y la comida van de la mano.
- Eso no es...- suspiró derrotada moviendo la cabeza de un lado al otro- Olvídalo.

Ambos permanecieron en silencio unos segundos mientras la muchacha continuaba con su trabajo. Su rostro medio decaído fue lo que impulsó a su compañero a hablar una vez más. 

- Siento haberte hecho preocupar de esa forma.

Ella levantó su mirada de la limpia herida y observó sus verdes ojos para sonreír dulcemente.

- No tienes por qué disculparte, no fue tu culpa que todo aquello pasara.

El rubio miró a otro lado apenado.

- Pues siento que si. No te lo merecías. Ni tú ni ninguno de los chicos.

De repente sintió su mano ser agarrada. El calor y la suavidad de las de la azabache rodeándola provocó un leve sonrojo en el joven.

- Siempre voy a estar preocupada por tí.- acarició su mano y soltó una pequeña risita- ¿Cómo no podría? Eres muy importante para mí.

El rubio observó sorprendido a su compañera por tal declaración para luego quedar prendido a sus azules ojos. Comenzó a pensar si siempre habían sido así de lindos. Ambos arrancaron a moverse lentamente hacia el otro, acercándose peligrosamente. Adrien podía sentir como la temperatura subía y su racionalidad comenzaba a alejarse. ¿Qué le estaba pasando? ¿Y por qué tenía tanto calor?

- ¡Marinette!

El llamado de un joven provocó que se separaran abruptamente, rojos como tomates. Luka acaba de entrar en escena.

A la azabache casi explota al percatarse de todo lo que acababa de pasar. ¿De dónde le había salido toda aquella valentía? En su vida podría haber imaginado una situación como la que acababa de acontecer.

- Marinette,-se acercó a ambos- te busqué por todos lados. Me abandonaste después de lo del tanque.- se quejó.

- Les dije a todos que iba a acompañar a Adrien a curar sus heridas.- respondió obviamente.

No entendía qué estaba pasando con Luka. Esa insensibilidad con todo lo ocurrido la estaba poniendo muy nerviosa.

- Si, pero nunca aclaraste dónde. Se suponía que hoy íbamos estar juntos. ¿Recuerdas?

Un leve disgusto atravesó el cuerpo de la azabache.

- Ah, si... Cierto. - dijo un tanto disgustada.

Adrien los vio sorprendidos.

- ¿Estaban juntos?- los señaló.

Si era consciente de que habían llegado a la par al stand, pero no sabía que se habían encontrado desde mucho antes.

- Si, vinimos desde su casa. Íbamos a pasar el día.- sonrió.

Eso tomó por sorpresa al rubio. ¿Qué estaba pasando? Marinette le había dicho a él de estar juntos, solos. Nunca había mencionado a Luka en la ecuación. ¿Ahora era una salida triple? ¿Lo iba a abandonar por el de puntas azules? ¿Qué era esa presión que se le estaba empezando a formar en el pecho?

- Oh, okey.- su respuesta fue más cortante de lo que esperaba.

Se podía notar a la legua la decepción que sentía. Marinette no podía creer lo que sus ojos veían.

- E-espera, no es lo que pien-

Una mano tomándola de su brazo cortó su intento de aclarar el malentendido. 

- Vamos, me enteré de que hay una sala de los espejos y quiero visitarla.

Comenzó a tironear para que se levantara.

- No, estoy con Adrien ahora.

Decretó e intentó zafarse pero, de repente, su apretón se volvió mucho más firme.

- Él va a estar bien.

La joven observó algo extraño en los ojos de su compañero, no sabía que era, pero estaba seguro de que algo estaba mal.

- Tranquila Marinette.-el rubio llamó su atención sin ser consciente de lo que estaba ocurriendo- Aprovecharé para comprarme algo de comer.
- Genial. ¿Ves? Nosotros iremos al lugar mientras él se queda con la comida.

La levató de su asiento. Sorpresa fue la que se llevó la chica al ver la increíble fuerza que tenía.

- ¿Qué? No, pero-
- No te preocupes por mi, estaré bien.

Comenzó a arrastrarla lejos del lugar.

- Pero... Quería estar contigo.- dijo en voz baja con su mirada todavía puesta en su compañero mientras se alejaba.

Así se fue creyendo que su respuesta no había sido escuchada, pero todo lo contrario. El rubio fue capaz de entender claramente lo que había dicho y eso sumado al brillo de tristeza en sus azules ojos había provocado que su corazón latiera rápidamente. Colocó una mano en su pecho y lo acarició lentamente en círculos tratando de calmarse. ¿Qué le estaba pasando?

- ¿Te encuentras bien chico?

La voz de su kwami se hizo presente en sus oídos. Se podía notar la preocupación en su tono.

- Tranquilo Plagg, va a hacer falta algo más que un poco de agua para acabar con este gato.- dijo juguetón.

Su compañero negro sacó su diminuta cabeza de su escondite para observarlo mejor.

- Bueno, ya que te encuentras bien... ¿Por qué no estás comprando la comida? Tanta preocupación me dejó hambriento.

El rubio rió ante tal comentario.

- Tranquilo campeón, ya nos conseguiré algo.

Se acercó hacia un puesto de comida y pidió lo más grasoso que hubiera. Siendo su dieta tan restrictiva no iba a darse el lujo de perder la oportunidad de consumir lo más calórico que se pudiera encontrar. También buscó un poco del queso favorito de su amigo para compensarlo por el mal rato que lo había hecho pasar.

El cruce de palabras con su compañero se dió en muy pocos momentos y de manera concisa, su mente se encontraba pensando en todo lo que acababa de pasar con Marinette.

Una vez ambos terminaron sus respectivos alimentos, y mucho más tranquilos, comenzaron a recorrer el lugar en búsqueda de la azabache.

- Quiero ir a casa.- proclamó su compañero de pelaje color negro el cual se encontraba dentro de su bolso- ¿Por qué seguimos aquí?
- Porque Marinette iba a salir conmigo.
- ¿No sé había ido con el hippie?
- Lo sé...- respondió un poco enojado dando a entender al kwami que no tenía que seguir molestando lo.

Prosiguieron su camino. Si lo que había dicho su compañera era cierto, entonces no iba a haber ningún inconveniente en que se sumara a los dos jóvenes. ¿No? Para algo eran todos amigos.

Unos minutos más tarde llegaron a la tan famosa sala de los espejos. De fachada no parecía nada del otro mundo, el joven esperó a que dentro fuera el caso contrario.

Se acercó a la persona qué atendía el puesto y lo observó de la mejor manera posible. 

- Señor. ¿Por casualidad no vio entrar a dos jóvenes?-la cara de distraído del mayor lo decía todo- Olvídelo, deme una entrada.

Al acceder al lugar los vellos se le erizaron. No era una típica sala de espejos, sino que estaba más ambientada más para el lado del terror.

Adrien, no sintiéndose muy cómodo en aquel lugar, comenzó a caminar rápidamente por los pasillos del laberinto. Decisión un tanto imprudente ya que en un determinado momento se llevó puesto uno de los espejos cayendo de espaldas al suelo. Su kwami salió de su escondite para comenzar a burlarse de su compañero.

- No ayudas, Plagg.- respondió un tanto enojado mientras se sobaba la cabeza.
- ¿Y qué quieres que haga? ¿Que vaya a pedir ayuda?
- No, quiero que me expliques por qué este día parece ser el de mayor mala suerte de mi vida.

El kwami estaba por responderle con una de sus típicas burlas pero, conociendo este hecho de antemano, intervino.

- Deja, mejor vayamos a encontrarnos con los chicos.

Se incorporó con ayuda de uno de los tantos espejos que componían el lugar. Al acomodarse pudo observar su reflejo para luego ir alternando entre los diversos obteniendo siempre la misma imagen desde diferentes ángulos.

- Uhg, por si ya no me bastaba con ver mi rostro por toda la ciudad ahora tengo que tener más de cincuenta espejos con el. Cuando tenga mi propia casa no va a haber ni un solo espejo.

Prosiguieron su camino adentrándose cada vez más en el lugar. Algo que sorprendió al muchacho fue lo inmenso de la instalación, ya que desde fuera no parecía ser tan grande.

De repente unos sonidos llamaron su atención.

- ¿Chicos? ¿Están por ahí?

Le hizo una seña a su kwami para que se ocultara entre su ropa. Los ruidos iban aumentando, poniendo cada vez más nervioso al rubio.

- Estoy casi seguro que pagué por un boleto a la sala de los espejos, no a un laberinto del terror. - bromeó para intentar sacarse un poco de la tensión que estaba acumulando.
- Adrien.- una voz femenina lo llamó juguetona.

El rubio siguió avanzando varios metros más.

- Marinette, no sé qué es lo que tú y Luka hayan planeado, pero ya no me está dando risa.
- ¡¡ADRIEN!!- desgarrador fue aquél grito.
- ¡Marinette!- el joven comenzó a correr cuando se dió cuenta de que ya nadie se encontraba bromeando.

Aunque internamente esperaba que fuera una broma sumamente pesada.

Chocaba torpemente contra todo lastimandose aún más de lo que estaba, pero no podía darse el lujo de ir lento cuando su amiga necesitaba su ayuda. 

- MAR... ¿Ladybug?- la de motas se encontraba golpeando el espejo del otro lado, llamándolo.

Las dudas se agolparon en la cabeza del rubio. ¿Qué hacía su novia aquí? ¿Dónde estaba su amiga? De repente un humo violeta la comenzó a rodear.

El rubio sabía de qué se trataba, y no podía dejar que nada malo le pasara al amor de su vida. Comenzó a golpear el vidrio desesperado tratando inútilmente de romperlo para así liberar a su amada. El objeto parecía haber obtenido una resistencia demencial.

- ¡Plagg, garras fuera!

El kwami negro fue absorbido dentro del anillo que llevaba el joven sin siquiera poder decir una palabra.

- ¡Cataclismo!

Al hacer contacto con el material se desintegró por completo dejando una pila de cenizas. Sorprendido quedó al ver que no había nada detrás más que la parte trasera de otro.

No vas a poder salvarla. No vas a poder salvar a nadie.

Sin previo aviso más humo violeta comenzó a invadir, primero el lugar donde se encontraba parado y después el resto de los espejos. Cuando el joven observó detenidamente uno por uno se percató de que iban tomando formas diversas, así hasta dar como resultado algo escalofriante. Se reflejaban diferentes escenarios en los que todos sus seres queridos eran asesinados de formas indescriptiblemente horribles.

Las protagonistas en este acto diabólico eran nada más ni nada menos que Marinette, Emma y Ladybug. Desde ser incrustadas en el piso por grandes estacas violetas hasta ser atravesadas por garras violetas quedando elevadas en el aire en el proceso.
Era una tortura para el joven que intentaba desesperado ingresar a cada uno de estos para poder rescatarlas.

Sin poder soportarlo más, y ya destransformado, cayó de rodillas viendo todos y cada uno de los escenarios una última vez antes de meter su cara entre sus piernas cerrando fuertemente los ojos. La voz seguía repitiendole lo mismo que le acababa de decir una y otra vez. La maldita criatura le estaba pegando dónde más le dolía y, para la desgracia del joven, estaba consiguiendo atacar fuertemente su salud mental.

- ¿Adrien?

El joven levantó la cabeza temeroso. Su corazón se alivió al ver a la pareja de rubias paradas frente a él sumamente extrañadas. Observó a su alrededor para percatarse de que aquellas imágenes ya no estaban presentes en los espejos. Sin decir nada se abalanzó sobre su hija y le dio un fuerte abrazo llorando desconsoladamente.

- Wowowow. ¿Qué pasa?- apoyó una mano en su cabeza tratando de tranquilizarlo.

Su amiga de la infancia los vio extrañada, pero hizo desaparecer todo pensamiento alguno para enfocarse en lo que en verdad importaba en el momento, su amigo. Se acercó hasta estar a su lado. Podía notar como temblaba fuertemente como si de un pequeño cachorro asustado se tratase.

- ¿Adrikins?- puso sus manos en los hombros del joven- Ven, salgamos de aquí.

Con la ayuda de ambas chicas, se alejaron del lugar hasta alcanzar el asiento más cercano que encontraron.

- Chloe, ve a buscarle algo para tomar.

Obedeció sin titubear, cuando de su amigo se hablaba ella era capaz de cualquier cosa.

- Ahora dime. ¿Qué pasó?

Apoyó una mano en su espalda y comenzó a acariciarla suavemente.

- Aniquilación, eso pasó.- escupió con ira- Jugó con mi cabeza, me mostró cosas... Cosas horribles.

Su hija comprendía exactamente a lo que se refería.

- No tienes que contármelo ahora sí no quieres o puedes, no es necesario.

El rubio la detuvo. Él si quería, es más, necesitaba sacarlo de su sistema.

- Usó los espejos para dejarme ver lo que les puede pasar si nos metemos en su camino.
- Él nos asesinó a todos... ¿No?

La observó sorprendido.

- ¿Cómo-?
- Ya había hecho algo parecido conmigo.

Adrien cubrió su cara con sus manos para luego largar un sonoro suspiro.

- Dios, creí que ya había generado alguna especie de fortaleza, pero solo le costó mostrarme tu fin, el de Marinette y el de Ladybug como para que acabara conmigo en segundos.

La rubia se acercó un poco más y rodeó su cintura con el brazo.

- Ey, superpoderes y todo, tu sigues siendo un humano. No te generes más culpas, así lo único que vas a conseguir es darle más poder a él.

Adrien asintió comprendiendo a lo que se refería.

Un minuto después apareció Chloe con la tan esperada bebida. El joven tomó el brebaje rápidamente y luego le brindó una explicación medio tirada de los pelos a su mejor amiga como para no exponer su identidad secreta.

Luego de eso decidieron quedarse descansando un rato los tres juntos hasta que una pareja apareció en su radar.

- ¡Adrien! - la azabache se acercó apresuradamente dejando al de pelo negro detrás hasta quedar de rodillas a un lado de su compañero- ¿Qué pasó? Te estuvimos buscando todo el rato. ¿Estás bien?

Tomó su mano y la comenzó a acariciar. Eso provocó un leve sonrojo en el joven que, desafortunadamente, desapareció al recordar lo que le había mostrado Aniquilación.

- Si, perdón por preocuparte. - la apartó rápidamente confundiendo a la azabache- Intenté buscarlos en la sala de los espejos y a medio camino me bajó la presión. Pero te puedes tranquilizar que ya estoy mucho mejor.

Chloe estaba por llevarle la contraria pero Emma la tomó fuerte del brazo dándole a entender que no tenía que decir nada.

Luka se acercó a el grupo y observó disgustado el gesto que estaba teniendo Marinette el rubio.  Este hecho no pasó desapercibido por la hija de la pareja que lo observó seriamente. Para ella ese personaje no era trigo limpio no importaba lo bueno que fuera en verdad.

- Igualmente creo que lo mejor es que llame a esto un día y me vaya a mi casa a descansar.

Marinette, un tanto desesperada ante la inminente posibilidad de que su plan de confesarse fracasara, decidió intervenir.

- Pero no has podido ver toda la feria. Dale una oportunidad, seguro que si te quedas vas a encontrar algo que te guste.
- Marinette, -intervino Luka- él ya tomó una decisión. Además, estamos nosotros juntos.

El de puntas celestes quiso tomarla de la mano, pero ella ágilmente se la corrió. Agradecido se encontraba, extrañamente, el rubio ante la velocidad de su compañera.

- No, él viene con nosotros.- plantó terreno.

Emma observó a su madre un tanto orgullosa. Cuando quería podía ser muy decidida.

La azabache se volteó a ver a su amigo y le extendió la mano.

- ¿Vamos?

El rubio la tomó sin dudar. Pese a su gran interés en retornar a su hogar sintió que estar con ella era lo correcto para hacer en ese momento. Una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro.

- Bueno, ya se oyó la decisión de la dama.- volteó a ver a su amiga e hija- Gracias por la ayuda.

Les sonrió con lo poco que le quedaba de buena energía y así los tres se retiraron dejando solas a las dos rubias.

Bourgois se levantó rápidamente y comenzó a caminar alejándose de Emma.

- Perdón por e-

Antes de que pudiera terminar de disculparse Chloe se dió vuelta y le propinó un fuerte bofetón en la cara.

- No te atrevas a tocarme así en tu vida. ¿Entendido?- la señaló con el dedo.
- Me lo merezco. Si, lo siento. Eso estuvo muy fuera de lugar de mi parte, pero no podías decir nada.
- ¿Por qué?¿Por qué mintió? Tu sabes perfectamente que lo encontramos hecho una pila de lágrimas y nervios rotos, y además había claramente un espejo pulverizado a su lado. ¿Por qué no se lo podíamos decir a Marinette? ¿Qué ocurre?
- Porque... Porque...- se había quedado sin excusas, eso no era bueno para ella.
- ¿Te gusta Adrien verdad?- soltó repentinamente.

Ese comentario tomó a la viajera del tiempo por sorpresa, para nada se esperaba que la conversación tomara ese rumbo.

- ¿De qué estás hablando?- rió nerviosa.
- Es la única explicación que encuentro para todo.
- ¿Y qué sería todo?
- Que estén tan juntos como si se conocieran de toda la vida. Que tú cara se pusiera toda tensa en cuanto viste a la Dupain Cheng a su lado con sus manos encima. Que hayas sido agresiva conmigo. Que...- se pausó unos segundo tomado el valor necesario para decir lo que quería- No quisieras besarme hasta ahora.

Emma tenía los ojos abiertos de par en par, y si le dabas unos minutos más también tendría desencajada la mandíbula. Ya no sabía qué era lo que estaba pasando, la situación la acababa de superar. Pero no podía darse el lujo de permitir que sus sentimientos siguieran entorpeciendo la situación.

- N-no, no es por eso que no quise besarte.
- ¿Entonces por qué?

Estubo a punto de retractarse, pero sabía que ya no había vuelta atrás una vez tomada una decisión. 

- Por que tú eres mi tía.

Chloe quedó petrificada en el sitio. Podía sentir como sus piernas comenzaban a temblar, su corazón funcionaba más rápido y su sudor era frío.

- ... ¿Qué?

La rubia, al ver el colapso mental que estaba teniendo, se arrepintió un poco de lo que había hecho, pero, como dice el dicho, lo hecho, hecho está.

- Bueno, no sanguineamente. Yo soy... La hija de Adrien.
- ¿De adrikins?
- Y tú vendrías a ser mi tía del corazón, y, no por querer subirte el ego, la mejor tía.

Bourgois llevo una mano a su boca comenzando a procesar todo y a poner las piezas en su lugar.

- Por eso te acercaste a mi en un principio. Pero no entiendo. ¿Qué fue lo que pasó recién?
- Papá acaba de tener un encuentro con Aniquilación.
- ¿Él está aquí?- se puso alerta y comenzó a observar a todos lados- Tenemos que avisarle a los demás.
- No, no.- movió las manos de un lado a otro- Sólo uso ilusiones para meterse con Adrien.
- ¿Y por qué él?
- Porque de esa forma me pega a mi. Atacando a los seres que amo para poder destruirme.

Chloe se abrazó a si misma un tanto preocupada.

- Pobre Adrien, él no debería sufrir nada de esto. Esta es nuestra pelea, no la de él.

Si tan solo supieras, pensó Emma

La rubia se volvió a sentar en la banca para poder continuar procesando todo siendo seguida por su compañera. El silencio era el factor principal en este escenario.

Luego de unos minutos volvió a arremeter.

- Entiendo que te hayas acercado a mi porque soy asombrosa. Lo que no entiendo es este juego que permitiste que se armara entre nosotras. Tu serás mi sobrina. ¿Sabes lo extraño que es todo esto ahora?
- Lo sé, es que...
- ¿Qué?

Apoyó su cabeza en sus manos y suspiró fuertemente.

- No es algo que haya querido que pasara. Fue ocurriendo, y una parte de mi disfrutaba de todo, pero el resto era un manojo de dudas y alertas de bandera roja. Y ahora...- levantó la cabeza para observarla a los ojos- No sé qué pensar porque cuando vuelva a casa voy a tener que convivir con el hecho de que tú y yo no vamos a poder estar nunca juntas, y no sé si eso está bien o no.

Chloe veía el conflicto en la joven y eso no le gustaba. De repente una idea loca vino a su cabeza. Tomó su cara con una mano y acarició su mejilla.

- ¿Qué haces?
- Ayudándote a despejar tus dudas.

Se acercó lentamente a su boca. Emma estaba nerviosa, no sabía que hacer. Instintivamente cerró los ojos dejándose llevar. Cuando sus labios hicieron contacto el corazón de la rubia comenzó a latir fuerte, pero se sentía extraño. Luego de unos segundo se separaron.

- ¿Y?- Chloe la observó- ¿Qué te pareció?
- ... Raro.
- ¿En qué sentido?- Bourgois le hizo un gesto para que profundizara en esa palabra.
- No sé cómo explicarlo. Cuando me besaste mi corazón comenzó a latir rápido, pero... no se sintió especial. Fue como si estuviera haciendo lo correcto, pero no con la persona indicada.

Una sonrisa un tanto triste se generó en los labios de Chloe.

- Bueno, parece que ya tienes tu respuesta.
- Si... Eso parece.- rascó su cabeza un tanto incómoda - Perdón por haber jugado con tus sentimientos.

Corrió la cara mirando hacia otro lado. Quería que la tragara la tierra en ese preciso momento.

- Eso es ridículo, altamente ridículo.- la volvió a observar- No hiciste nada malo.

Ambas se sonrieron débilmente para que luego Chloe hiciera un gesto con los brazos como para abrazarse, cosa que Emma hizo sin problema alguno.

- No puedo creer que no termine con mi Adrikins.

Se quejó su amiga sin cortar el contacto.

- Bueno, si te sirve de consuelo en el futuro vas a seguir estando encima de él como mochila de trotamundos.

La apartó repentinamente y la observó un tanto molesta.

- Yo no hago eso ahora.
- Si que lo haces, y en el futuro va a ser peor porque lo haces para que mamá se enoje. Y déjame decirte que sabes cómo molestarla.

Su cara se transformó a una de interés.

- Y... ¿Quién es tu madre?
- Ja, ni creas que te lo voy a decir.
- ¿La conozco? ¿Acaso es?... Esa chica.
- ¿Qué chica?
- Tu sabes, es chica con... Y la cara... Que tiene esa ropa...

Emma golpeó su cara con la palma de su mano.

- En serio necesitas prestarle más atención a las personas.
- Ahg, olvídalo, esto es ridículo altamente ridículo.

Ambas rieron para luego continuar hablando. Tía y sobrina tenían mucho de que ponerse al día.




¡¡¡Nuevo caaaaaaaaaaappp!!! Y no me tardé mucho, eso es un mérito. Recién acá son como las 5am y estoy casi ciego así que perdón por los errores que puedan llegar a haber 😅.
Por otro lado agradezcanle a mi amigo que hoy se quedó a dormir en mi casa y básicamente me obligó indirectamente a terminar este capítulo.

Eeeeeeen fin, espero que les haya gustado. Cualquier: duda, sugerencia, corrección, comentario de buena onda, plegaria, alabanza, cantico religioso (? será más que bienvenido.

Nos vemos en el próximo capítulo!! Duerman bien (no como yo 😂😂). ¡Los quiero mucho!

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