—¡Por favor deja de ser tan asquerosamente patético!— Comenta Tristán mirando aburrido a Thomas.
—Necesitas aprender a controlar tus habilidades Cassiell, deberás entrenar, tienes que dejar salir todo tu poder... Si quieres sobrevivir esta guerra.—
—Aún no estoy segura de ser a quien buscas, aún no creo ser esa persona. —Digo.
—Puedes ver Ángeles y demonios, puedes ver mis alas, escuchas el aleteo de los insectos, tu piel se quema al tocar la mía, eres rápida más que cualquier humano y además tienes belleza sobrenatural. ¿Algo más? Eres como nosotros. Aceptalo— Dice Tristán.
—¿Tú tienes alas?— mire a Thomas. Este niega. —¿Cómo explicas eso? ¿Qué no somos iguales?— Pregunté al moreno. Este me mira con cara se aburrido.
—Apenas están descubriendo su parte angelical, yo llevo años siéndolo— Dice.
—Tal vez seamos unas orugas Cassy, y él ya es todo una mariposa— Comenta Thom
—¿Me estás diciendo insecto? ¡Porque aquí la cucaracha eres tu!— Dice enojado.
—¡Ya tranquilos niños! Si realmente queremos sobrevivir hay que trabajar en equipo asi que mejor dejen de intentar matarse porque son insoportables.— Digo.
—No puedo hacer equipo con alguien como... él. — Dice Tristán serio.
—Pues si de verdad quieres protegerme deberás hacerlo. — Tristán da un bufido.
—¿Crees que quiero hacer equipo con un sociópata como tu? Pues No, pero si hay más de esas cosas creo que es mejor estar unidos.
—¿Qué es un sociópata? ¿Alguien apuesto, carismático e increíblemente inteligente?— Preguntó Tristán sonriente.
—Alguien que carece de empatía hacia los demás, fuerte egocentrismo, desapego a las normas sociales, así como una tendencia a simular sentimientos. Es inestable emocionalmente y muy impulsivo, lo cual en ocasiones puede derivar en agresiones o situaciones de violencia. Al mismo tiempo, suele ser encantador, pero poco confiable. Carece de sentimientos de culpa, vergüenza o arrepentimiento.— Responde Thomas rápidamente.
—¿Ustedes en verdad creen que soy todo eso?— Pregunta Tristán. El timbre suena y me levanto de prisa
—Volvamos a clases antes que sea tarde— Digo. Thomas copia mi acción.
—Yo si creo que lo seas, también agregaría psicópata y asesino.— Dice Thomas y se aleja.
—No soy un asesino. Sólo lo hice para protegerte.— Me dice y sostiene mi brazo. —¿Me crees verdad?—Pregunta mirándome a los ojos.
—Sólo lo hiciste para protegerme— Repito. —Sé que eres bueno Tristán— Digo y le doy un corto beso en los labios —Yo creo en ti— Dije antes de marcharme dejándolo atrás.
En la última clase el profesor de biología pega las listas de todos los grupos de estudios de diferentes materias.
Esperé a que todos salgan para ir a ver mi nombre y con quien me tocaba aquella tortura.
Todas y cada una de mis clases me tocaba grupo con Tristán o Thomas.
Obviamente ellos lo habían hecho a propósito.
Suspiré aliviada de no tener que pasar tiempo con otras personas que no sean ellos.
—Arreglé todo para que no estés con alguien que no sea de tu agrado.— Me dice Tristán alcanzandome cuando voy saliendo, Me detengo.
—Gracias, pero ¿Cómo es que siempre consigues que los demás hagan lo que quieres?— Pregunté. Él sonrió triunfante.
—Que no te sorprenda, Siempre consigo lo que quiero, sin importar qué . —Dice satisfecho.
—No me sorprende que te salgas con la tuya Tristán, Me asusta, pero no me sorprende.— Digo sonriendo. Él toca mi cabello desordenado y sonríe.
—Está haciendo mucho frío, te llevaré a tu casa. —Dice y no me niego. Subo a su jeep justo a tiempo para que empiece a llover.
—¿Has visto a Thom?— pregunté.
—Ustedes sólo son amigos ¿verdad Cass?— Pregunta mientras conduce de prisa.
—Si. ¿Porqué preguntas?— interrogó mirándolo
—No puedo oponerme a su amistad aunque lo odie, por que estoy entendiendo que el mundo no funciona como yo quiero pero hablo en serio cuando digo que no quiero sus manos en ti, porque si es así entonces se las tendré que cortar—Dice.
— Dilo de una forma que no suene tan espeluznante.
—Me gustas, y no soportaría saber que estás con alguien más.— Dice y me mira.
Sonrió. —No se compartir y no comenzaré contigo. —Suspiro ,
—Nada pasa entre Thomas y yo, pero tienes que dejar de ser tan posesivo. No soy un objeto ni soy de tu propiedad, ni siquiera estamos juntos— Digo.
—Mi corazón te pertenece ¿Eso no es suficiente para estar juntos?—
—Es suficiente para mi pero, ¿Lo es para ti?—
—Sólo quiero estar contigo Cass, sé lo estúpido que es esto pero me gustas y sólo puedo pensar en ti, en tu sonrisa, en el olor de tu cabello. No se que me hiciste Cassiell, pero no puedo sacarte de mi cabeza— Me dice mirándome fijo, frena el coche frente a mi casa.
—Creo que estoy enamorado. — Agrega.
Lo miro un instante sin saber que decir.
—Debo irme. Hablamos más tarde— intento abrir la puerta pero él la vuelve a cerrar de golpe.
—Acabo de decirte que estoy enamorado de ti Cassiell, no puedes huir de mi, no me puedes dejar asi— Dice mirándome molesto.
John me asusta golpeando suavemente el vidrio del coche. Tristán baja la ventanilla.
—Hola Cassy, Tristán ¿Cómo estás?— Pregunta John amable. Me estaba esperando con su sombrilla amarilla que yo tanto odiaba.
—Hola Señor, estoy muy bien gracias ¿Usted?— Pregunta sonriente.
—Bien. ¿Quieres bajar? Acabo de preparar café— aquí estaba yo, en medio de su conversación.
—Me encantaria señor, pero tengo cosas que hacer en el bar y debo terminar mi tarea, otro día con gusto— Dice.
—¡Oh! Claro, termina tu tarea es muy importante. — Dice mi tío.
—Bien, Te veo mañana en la escuela. — Digo bajando del coche.
—¡Adiós Tristán! — Me entrega la sombrilla y se mete en la casa.
La lluvia caía fuertemente.
—Tenemos una conversación pendiente Cass. —Me recuerda. — También debes aprender a defenderte. —
—¿Me enseñarás a pelear?— Pregunté .
—Mañana después de clases iremos al bosque a entrenar.— Se inclina un poco y besa mi mejilla —Te veré esta noche — Dice y se marcha.
—¿Tristán trabaja en un bar?— Pregunta John cuando voy de paso hacia mi habitación. Freno y tomo asiento por un momento.
—Es dueño de uno.
—¿Qué edad tiene?— Pregunta curioso.
—Dieci...ocho — Digo dudosa.
—Es mayor de edad, y mayor que tu— Comenta John.
—¿De dónde saca dinero para comprar un bar un chico de su edad?— Pregunta Jul entrando desde la cocina.
—Sus padres al morir le dejaron una gran herencia que invirtió comprando el bar donde trabaja todos los días. ¿Algo más? No es un vendedor de drogas si es lo que te preocupa Jul — Digo algo molesta.
— Te amo como a mi propia hija, sólo quiero saber quien es el chico que te trae a casa— Dice John.
—Es un buen chico de verdad, confíen en mi, si no lo fuera no seria su amiga. — Digo y me marcho.
Después de limpiar y lavar ropa estoy acostada mirando una serie, cada vez el clima se volvía más frío y adoraba la idea de estar en la cama todo el día.
Eran las siete de la tarde cuando el gato entra por la ventana.
Se acuesta a mi lado y disfruta de los mimos en su cabeza.
Mi enojo se había esfumado, yo sólo era una boba niña defendiendo a un desconocido.
En la noche compartimos la cena en familia.
John me ayuda con la tarea de biología y Jul nos cuenta que Samanta la fue a visitar al consultorio.
Me sentía feliz por ella, sin importar que tan traicionera, venenosa y egoísta era Samanta, Juliet era su madre y la amaba.
Son pasadas las dos de la mañana y doy vueltas en la cama sin poder dormir. Aún me cuenta sentirme a salvo en las noches, aún sigo esperando aquella criatura y pensar que ahora hay más de ellos ahí afuera me hace sentir pánico.
En la mañana John me lleva al colegio.
—¿Quieres ir al cine o por un helado? Tengo la tarde libre para hacer cosas de padre e hija. —Dice John — De tío y sobrina quise decir. — Sé corrige rápidamente.
—¿Prefieres que te llame papá?— Pregunté. Él me mira sorprendido con los ojos cristalizados. —Siempre has sido mi padre. Pudiste mentirme y contarme otra historia pero no lo hiciste— Sonrió.
—Cassy... Yo no puedo, No quiero tomar su lugar — Dice.
—Mi papá biológico esta cuidando de mi madre, y tú eres mi otro papá... quien me crió, quien siempre ha estado. — Él sonríe y siento que está a punto de llorar.
—Hoy debo terminar tarea con Thomi porque tenemos examen la semana próxima pero mañana si quieres podemos ir por un helado — Digo.
—Okay... Si, me iré a las ocho y Jul al medio dia, volveremos mañana para cuando salgas del colegio ¿Esta bien?—
—Si esta bien, no te preocupes haré la tarea y volveré a casa a terminar de estudiar. —Miento.
—¿Esta bien que te quedes sola? ¿Te sientes bien para estarlo?— Pregunta
—Estoy bien. Lo prometo— Le sonrío.— Adiós papá. —Digo y me bajo del coche.