Dos idiotas enamorados

By MrsShades50

1.3M 98.8K 27.8K

"Sí dos personas están destinadas a estar juntas no importa cuántas peleas tengan ni cuánto tiempo estén sepa... More

PRÓLOGO
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16 MARATÓN 1/3
Capitulo 17 MARATÓN 2/3
Capitulo 18 MARATON 3/3
Capitulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27 MARATÓN 1/3
Capítulo 28 MARATÓN 2/3
Capítulo 29 MARATÓN 3/3
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
¿Qué pasó?
Capítulo 34 {1/3}
Capítulo 35 {2/3}
Capítulo 36 {3/3}
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41 MARATÓN {1/3}
Capitulo 42 {2/3}
Capitulo 43 {3/3}
Capítulo 44
Capítulo 45 {1}
Capítulo 46 {2}
Capítulo 47
La carta de Ailen
Capítulo 48 {1/2}
Capítulo 48 {2/2}
Capítulo 49 {2/2}
Capítulo 50
Capítulo Especial #1
Capítulo Especial #2
Capítulo Especial #3
Capítulo Especial #4
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53

Capítulo 49 {1/2}

11.8K 965 224
By MrsShades50

Espero que les guste♡

●●●●●●●●●●●●●●●●●

Narra Ailen

Trago saliva y cierro los ojos.

NO TE ALTERES

El perrito gruñe a la persona que tengo a mis espaldas, como queriendo atacar. Acaricio su cabeza mientras internamente le agradezco.

Sin decir nada me termino de colocar el protector solar y giro para mirar a la familia que tengo detrás.

-Disculpen, si no es mucha molestia, ¿no me podrían cuidar las cosas? O mirar aunque sea que no se lleven nada...Voy unos diez minutos al agua y vuelvo-les pido incómoda.

-Si, si, tranquila, no hay problema- me responde la señora sonriendo.

-¿El no es tu novio?- pregunta el que parece ser su marido.

-No lo conozco- murmuro encogiendome de hombros.

Claaaaaaaaro

Dejo bien acomodadas las cosas y finalmente me saco el vestido floreado para quedar en bikini.

-Ailen...-insiste él detrás de mí.

Por el rabillo del ojo observo como sus ojos están clavados en mi rostro, en ningún momento me mira más abajo.
Frunzo el ceño.

¿Y qué es lo que esperas exactamente?

Bueno, esto en las novelas no pasa, se supone que lo iba a desconcertar al mostrarle mi cuerpo, pero ni siquiera lo está viendo

Esta es la realidad, esas cosas no pasan...al menos no a vos

-No pienses cualquier cosa, tu cuerpo es precioso, pero si lo veo me voy a desconcentrar y nosotros realmente tenemos que hablar- susurra el sonriendo.

Debe tener poderes telepáticos...

-awww- susurra la señora detrás.

Poniendo los ojos en blanco, me levanto y camino hacia el agua.

Camino tranquila mientras observo a los abuelitos que juegan al tejo sobre la arena.
De fondo, gracias al parlante de alguna familia, se escucha a Pablito Lescano cantar "Que cara de idiota que tiene tu novio"

-¿Vas a ignorarme todo el día?

-Hablando de Roma...- susurro

Mis pies tocan el agua fría y tiemblo. Entierro los dedos en la arena y cierro los ojos.
Recuerdo la primera vez que vine acá, a los 7 años. El miedo que sentí en su momento fue yendose con el tiempo, y poco a poco el mar se fue convirtiendo en, para mi, una de las cosas más preciosas del mundo.

-Ailen, por favor- pide el.

Suspiro y abro los ojos.
Sin despegar la mirada del horizonte contesto.

-Voy a entrar al agua para nadar un poco y para tratar de sacarme la tristeza de encima- murmuro- Así que no me molestes, por favor

-Tenemos que hablar.

-Eso teníamos que hacer hace varias semanas, perdiste tu tiempo- contesto mientras avanzo hasta que el agua me llega por las rodillas.

-Soy un tarado, si querés puteame, lo que quieras, pero déjame que te explique todo lo que pasó- murmura caminando despacio hacia mi.- Perdoname.

Pirdinimi

-Te voy a perdonar el día que te metas conmigo- digo señalando el mar.

Osea nunca

-Sabes que no puedo, Ailen- susurra el con la voz rota.

Giro para ver su rostro y confirmo que mira con miedo el agua.

Flashback

-A ver...decime tres cosas que ames hacer- pregunta Sebas haciendo círculos con su dedo sobre mi espalda.

-Escuchar música, dormir y nadar- contestó segura.

-Bueno, eso fue más rápido de lo que  esperaba- contesta sorprendido.

-Es que esas cosas son muy importantes en mi vida- le explico incorporandome en la cama- La música es como mi segunda voz, la representación de mis pensamientos, me ayuda a canalizar todo lo que siento.

-Que profundo- susurra Adams.

-Despues, dormir es mi modo de escapar de los problemas, amo soñar, me parece algo sorprendente, hermoso, ¿entendes que de alguna manera desconectamos la cabeza? Y vivís situaciones agradables...a veces no tanto, pero es como si fuese una vida paralela.

-Yo no recuerdo lo que sueño- se queja Adams frunciendo el ceño.

-Yo sí- río- Y por último, me encanta nadar, la sensación de estar debajo del agua, todo.

-Ojala pudiera decir lo mismo, yo le tengo miedo al mar, no puedo entrar.

Me giro para verlo, sin poder evitar mi sorpresa.

-¿No sabes nadar?- pregunto confundida.

-Sí sé, fui a natación desde los 6 hasta los 8 años- me explica.

-¿Y entonces?

-A los 10 años...mi abuelo y yo tuvimos un accidente- asiento despacio para que siga hablando. El toma una respiración profunda y sigue- Con mi familia habiamos decidido ir por primera vez a Miramar, con mi mamá convencimos a mis abuelos para que pasaran las vacaciones con nosotros. El plan era estar cinco días y después recorrer otras costas. Pero...el segundo día todo se arruinó.

Sebastian deja de hablar y mira fijo la pared blanca frente a nosotros. Siento como su cuerpo se tensa a mi lado, como si estuviese recordando todo lo que sucedió. Rápidamente uno mi mano con la suya y la aprieto, para que vuelva conmigo. Parpadea dos veces y se gira para darme una sonrisa de costado que no llega a sus ojos.

-Mi abuelo y yo estábamos jugando a competir quien hacía el castillo más grande, quien conseguía más caracoles y...finalmente yo le dije que seguramente el no se animaba a ir hasta el fondo conmigo.
Mi madre me dijo que no jugara a esas cosas, que era peligroso, pero yo no la escuché y mi abuelo aceptó el reto. Nos metimos y yo estaba feliz, jamás había llegado hasta ahí...Pero entonces el agua nos empezó a arrastrar, cada vez nos íbamos alejando más de la orilla y las personas a nuestro alrededor nos empezaban a mirar con duda, sin saber cómo reaccionar. Mi abuelo me agarró del brazo y me dijo que no nos separaramos, intentó mostrarse fuerte pero yo sentía lo nervioso que estaba ya que movía muy rápido las piernas debajo del agua. Traté de calmarlo, porque una vez mi profesor me dijo "si no tienen una base donde apoyarse, y se empiezan a desesperar, va a ser peor y se van hundir, tienen que estar tranquilos, respirar hondo y buscar una solución", así que me separé de el para tranquilizarlo...Entonces se aproximó una ola, yo lo empujé  para que pudiera agarrarla y que lo lleve hasta la orilla, o al menos hasta donde estaba la gente, y funcionó. La ola lo arrastró hacia donde estaba toda la multitud observándonos...pero a mi me hundió, y te juro Ailen que recuerdo como el agua entraba por mi boca, como trataba de salir del agua pero no podía, movía las piernas pero nada funcionaba. No sé cuanto tiempo habré estado debajo del agua, pero cuando volví a abrir los ojos ya estaba sobre la arena, con un socorrista que me miraba asustado mientras presionaba mi pecho, y con mi abuelo a mi lado llorando. Nunca más pude volver a entrar al agua.

-Lo siento mucho, Sebas- murmuro abrazandolo por la cintura
Nos tapo con la sábana, de golpe la habitación se volvió más fría.

-Es una lástima, porque realmente me gustaba nadar...pero con solo pensarlo me pongo así- murmura mostrándome sus manos temblando- Imaginate si entro al agua, seguro me agarra un infarto o algo- ríe nervioso

-Bueno, no te preocupes, si algún día querés intentarlo...vamos a entrar juntos, yo te voy a ayudar- digo dejando un beso sobre su pecho

Fin del flashback

Suspiro y vuelvo a mirar al frente.

Fue un golpe bajo.

-No lo hagas, quédate ahí, yo...ahora no quiero verte- digo volviendo a caminar.

-Ailen...-murmura el, pero no le hago caso y sigo avanzando.

Cuando vuelvo a mirar para atrás el ya no está.

Bien.
Trago el nudo que se me había formado en la garganta y trato de ignorar la punzada en el corazón que siento en estos momentos, producto de recuerdos y una pizca de decepción.

Cuando el agua ya me llega por la cintura y veo como una ola se acerca, me adentro en el mar, ignorando lo helado que está y los gritos felices de las demás personas a mi lado.
Cuando saco mi cabeza del agua sonrío.
Definitivamente esto era lo que necesitaba

Cierro los ojos y dejo que la paz del lugar me inunde.

De repente una mano me agarra fuerte del brazo, haciendo que me sobresalte y grite asustada.

-Soy yo, ¡soy yo!-grita una voz detrás de mí.

Giro y no puedo evitar cubrirme la boca con la mano para no gritar.

-¡¿Qué estas haciendo acá?!-exclamo sin poder ocultar mi sorpresa- ¿Que te paso en la cara?

-Ailen- inhala y exhala para tranquilizarse-esas son preguntas que con mucho gusto me gustaría responder, pero ahora, acá, así, no puedo

-UNA OLA, UNA OLAAAAA- grita un nene detrás nuestro, haciendo que Sebastián putee bajito.

-Escuchame, no te desesperes-le digo y agarro su mano, entrelazando nuestros dedos para calmarlo-Estamos juntos en esta, ¿está bien? No es muy grande, solo la tenemos que saltar y listo.

-Solo no te separes de mi, por favor- pide él apretando mi mano- Aunque sea no acá.

Asiento tratando de no sonreír.

No te entregues fácil, por favor.

La ola se acerca a nosotros, y juntos saltamos.

-Hace años que no hago esto- susurra Adams con una sonrisa.

-Seguís temblando- digo mirando su mano- Podes salir si queres.

-Vine hasta acá por vos, Ailen, sin vos no me voy- dice el.

-Mira, agradezco que...-

Una ola nos agarra de sorpresa, tirandonos a ambos. Al estar todavía unidos por las manos, ambos caemos juntos...uno arriba del otro.

-¡¿Estás bien?!- pregunta él preocupado, sujetándome por la cintura con uno de sus brazos, mientras aparta el pelo de mi cara con su mano.

-Si, no pasó nada- digo levantándome rápido.- Estas nervioso, y entiendo porqué, pero...

-¿Qué pasa?- pregunta confundido.

-Nada, solo salgamos-

Camino rápido hacia la orilla, tratando de no chocar con las personas.

-Ailen, ¿qué pasa? Deja que traigo tu toalla así no tenés frío

-No pasa nada, deja- contestó cruzandome de brazos.

-Tenes frío, déjame que te traiga...

-¡Basta!- grito interrumpiendolo- Basta de gestos bonitos, de preocuparte por mi, de sonreirme, ¡basta!- paso mis manos por mi cara, tratando de calmarme- No necesito esto ahora, ¿entendes? Esperaba todas estas muestras de cariño hace unos días, no ahora que estoy tratando de olvidarte, porque me la haces difícil

Te están viendo todos

Miro incómoda a las familias que nos miran frunciendo el ceño.

Que lindo momento, la verdad.

-¿Qué querés que haga ahora?- pregunta el esquivando mi mirada.

-Quiero que te vayas a sentar y que me dejes estar tranquila en el agua, que me des el espacio que yo te di durante todo este tiempo, aunque sea veinte minutos-le pido exasperada.

Sebastián solo asiente con la cabeza y se aleja de mi, haciendo lo que le pedí.
Mirándolo por última vez compruebo que tiene puesto un bañador azuñ que...bueno, no voy a negarlo, le queda muy bien.

-Así no se puede- murmuro negando con la cabeza.

**********
Llego a casa dispuesta a darme una ducha.

Observo el reloj sobre la pared y calculo media hora, el tiempo que Adams dijo que iba a tardar en prepararse para venir a casa.

Conecto mi celular a un parlante, y antes de entrar al baño le mando un mensaje a Abigail

Yo: Esta acá. Eso me querías decir, no?

A los pocos segundos me llega su respuesta.

Abby: Escuchalo y decidí si querés seguir o mandarlo a comer frijoles. Nosotros te apoyamos en todo.

Paso debajo del agua unos 25 minutos, quitándome la arena del cuerpo y del pelo mientras pienso en que lo que va a pasa en algunos minutos puede llegar a definir mi vida entera.

El timbre suena justo cuando termino de ponerme un vestido cómodo.
Apago mi celular y prendo la tele, poniendo en pantalla el canal de música, dejando el volumen suficiente como para que el lugar no esté en un completo silencio, pero que tampoco sea necesario gritar para escuchar a la otra persona.

Abro la puerta y ahí está.
Con sus manos dentro de los bolsillos de su campera, la mejilla izquierda algo roja, en señal de que se estuvo rascando, y una bolsa con lo que parecen ser chocolates.
Reprimo las ganas que tengo de poner los ojos en blanco ante esto ultimo.

-Pasa- le digo tratando de sonreír amablemente, aunque solo me sale una mueca un poco rara.

Una vez que cierro la puerta, lo conduzco hacia el comedor, donde ambos tomamos asiento frente a frente.
De fondo se escucha esa canción que sonaba anoche en la radio del remis.

-Babasonicos siempre presente, no?- rie nervioso. Frunzo el ceño, sin entender- Nada, yo...¿Qué querés saber?

-¿Por qué te rendiste conmigo?- pregunto con la voz algo ronca, mirando mis manos.

¿Hace dos segundos que está acá y ya te vas a poner a llorar?

-Hey, no- murmura el acercándose rápidamente- Ailen, mirame-pide arrodillándose frente a mi- Estoy acá, no? Desde que te fuiste de casa ese día estuve rogando a los chicos que me dijeran donde estabas para poder venir a buscarte, para explicarte todo- pasa sus dedos por debajo de mis ojos- Por favor, no llores, perdón, perdón- repite apoyando su cabeza sobre mis piernas-  Perdón, sé que hice mal, perdón.

-Empeza a hablar, por favor- pido cerrando los ojos para calmarme.
Sebastián se sienta en el piso, frente a mí, y toma aire antes de empezar a hablar.

-Ese día que me fuí de tu casa, después de que pasara lo que sucedió con tus papás, pasé toda la noche buscando soluciones, yo...encontré a Dani por Instagram y le pedí el número de tus papás. Quería hablar con ellos, explicarles lo sucedido, pero cuando llamé por primera vez y, les conté quién era, cortaron y bloquearon mi número...No fue un buen comienzo, pero era entendible. Después, en la escuela...¿Te acordas de esa vez que Gema contó a todos sobre nuestra relación? -asiento confundida- Bueno,  ese día, cuando hablamos junto con la directora, me recordaron una de las normas del establecimiento...Ailen, ninguno de los profesores pueden tener una relación fuera de lo laboral...una relación sentimental.

-Eso es una estupidez- murmuro frunciendo el ceño- primero: yo no me acuerdo de haber firmado eso, segundo: Grace y Carlos tienen algo, están empezando a salir y no dijeron nada.

-En primer lugar Grace se jubila el año que viene, ya hizo los papeles y todo, así que obviamente la directora no hizo nada al respecto...En segundo lugar...¿Leíste bien todo el contrato?-

Te dije que lo hicieras.

-Tal vez...me faltaron dos hojitas..

Sebastián frunce los labios, tratando de no reír.

-Y en tercer lugar, puede ser que sea una estupidez...Pero yo firmé de acuerdo con eso el día en que empecé a trabajar y...al enterarse todos sobre nuestra relación, la directora "amablemente" me lo recordó. Ese día le pedí que no te metiera en eso, que si tenia que decir cualquier cosa, que me lo dijera a mí, porque vos estabas demasiado feliz con tu trabajo, y realmente no quería poner un problema más sobre tus hombros- explica.- Hable con Emiliano sobre eso, para que me dijera si podíamos encontrar una solución, pero no.- Toma aire- Es por eso que hace unas semanas renuncié. Prefería hacerlo yo, ya que llevo muchos años trabajando ahí y realmente me vendría bien un cambio...Por el contrario, vos recién empezas, y te adaptaste muy bien, vos misma me dijiste que amabas a los chicos y tenías tu grupo, no quería que te alejaras de eso.

-Pero...

-Ademas ya no te van a molestar. A pesar de todo, Clarita y yo nos tenemos algo de aprecio, y me prometió que hablaría con los demás profesores para que se olvidaran del tema, o que al menos no se hable más de eso.

-Vos renunciaste- susurro negando con la cabeza- sin decirme nada, Sebastian

-Ailen...

-Vos sabes cuán difícil es conseguir trabajo hoy en día, ¿por qué no me dijiste nada? Podiamos arreglarlo de alguna manera...

-O me iba yo o te ibas vos, y si tengo que elegir, prefiero dar un paso al costado y dejarte ser, siempre fue así para mí y siempre lo va a ser, mi prioridad sos vos-explica- además...Clara habló con otra institución, me hizo un favor y me recomendó. En un mes tengo una entrevista, no te quería decir nada porque...bueno, no sé si me van a tomar.

-Te va a ir bien porque sos un profesor increible- le digo empujándolo, tratando de controlar mi enojo- Sabes un montón y sos el mejor explicando, transmitis la pasión por la literatura a todos, haciendo que uno quiera saber más sobre la materia, y eso no lo puede hacer cualquiera, así que te va a ir bien.

-Gracias- murmura sonriendo.

-Pero eso no soluciona nada- tomó aire- Yo...te agradezco que hayas priorizado mi trabajo, pero eso no justifica que intentaras irte y me quisieras dejar, mucho menos que...

-¿Lo decís por lo del departamento?- interrumpe confundido. Asiento- Ailen, no me estaba yendo

-Pero Carlos dijo que estabas moviendo tus cosas, y en la entrada habían muchas cajas, hasta un camión de mudanza...

-Efecticamente estaba moviendo mis cosas...pero de un piso al otro- sonríe- Las cajas eran de una señora que se estaba mudando y yo me estaba yendo a su departamento

¿Por qué nadie me lo dijo? Debo haber quedado como una estúpida

Entonces no se estaba yendo, no me iba a dejar.

No caigas todavía

-¿Y qué te pasó en el ojo?- pregunto pasando mi dedo por el moretón morado que tiene alrededor.- Hasta tenes lastimada la ceja, ¿fue Matt?

-Le hubiera gustado ser él el causante de esto, pero...en realidad fue tu papá.

-¡¿QUÉ?!- grito sorprendida

-Calmate y te cuento- dice el suspirando.

Narra Sebastián

Flashback

-Dale campeón, vos podés- dice Emiliano a través del altavoz del celular.

-¿Y si empeoro las cosas?- pregunto nervioso mientras tamborileo los dedos contra el volante.

La casa de Ailen está justo frente a mí.

Solo tengo que abrir la puerta y caminar hacia allá.

-Estas peleado con Ailen, no hablan, ¿qué tanto puede empeorar?-

Buen punto.

-Si los papás de Ailen nos aprueban, vas a ser el padrino de mi boda.

-Sebastian- ríe- Te aprueben o no yo voy a ser tu padrino, deja de joder.

Me despido de mi amigo, salgo del auto y camino decidido hacia el hogar de Ailen.

Tomo aire y una vez que estoy listo toco tres veces la puerta.
Según Dani, sus padres están más tranquilos que la última vez que me vieron.
Esto puede salir muy bien o muy mal.

-¿Qué haces acá?- 

-Hola señor, yo...vine a aclarar algunas cosas con respecto a mi relación con su hija.

-No me interesa escuchar a un degenerado, andate de mi casa- dice intentando cerrar la puerta.

-Escucheme por favor, no lo haga por mí, sino por su hija, por favor piense en ella.

-Pensando en ella es que lo último que quiero hacer es ver tu cara.

-¿Quién es, gordo?- pregunta la madre detrás.

-El profesor de Ailen.

-No soy su profesor, dejé de serlo hace años. Yo...entiendo que reaccionen de esta manera, de verdad, pero nunca quise aprovecharme de ella, yo realmente me enamoré, ambos lo hicimos y solo quería cuidarla...

-¡ERA UNA MENOR DE EDAD!- grita él- ¡¿Que podía saber ella de amor?!

-Papá, escúchalo por favor- pide Dani saliendo de la casa para pararse a mi lado- Yo...no recuerdo mucho, pero sé que el nunca trató mal a mi hermana.

-¿Vos estuviste con ellos?- pregunta su mamá escandalizada- ¡¿Lo hicieron cómplice de todo esto?!

-Fueron pocas veces, casi nada, pero siempre me trató bien a mi y a Ailen, se preocupó después de que nos pasara lo del accidente- dice señalándose el brazo- y me trajo a casa junto con Ailen para que no viniéramos en colectivo.

-A dos menores le lavaste la cabeza, ¿te parece bien eso?- pregunta su papá acercandose a mi.
Daniel se pone en el medio y trata de calmarlo.

-Pregúntele a las amigas de Ailen. Si no confía en sus propios hijos, al menos trate de hacerlo con las personas que crecieron a su lado. Llame a Abigail, ella va a confirmarle que nunca le toque un pelo a su hija, y que lo que menos quería era aprovecharme de ella.

-Sos un caradura-

-Usted no le cree a sus hijos, llamó a su hija una cualquiera, desde entonces Ailen no deja de llorar porque perdió el respeto de sus padres, les parece bien eso?- pregunto alzando la voz, enojado- Le dieron la espalda, la insultaron. Ella es lo suficientemente grande ahora, ¿No creen que si yo le hubiera hecho algún daño ella se negaría a verme? ¿Tan poca confianza le tienen?

-Vos vas a dejar a mi hija ahora mismo, y te vas a alejar de ella, porque sino voy a hacer lo que sea necesario para que no la vuelvas a ver- dice el señor, agarrando a su hijo del brazo para después meterlo dentro de su casa y cerrar la puerta en mi cara.

Veo la madera por unos segundos.

Respiro hondo y trato de calmar mi enojo.

Después de unos 10 golpes, la puerta se vuelve a abrir.

-Le guste o no, no voy a dejar a su hija, porque nos amamos, y no pienso dejar que usted nos arruine la vida. Enojese y haga todo lo que quiera, pero recuerde que tiene una hija, y que ella sufre con cada cosa que ustedes hacen...

No lo veo venir.
Simplemente el golpe de su puño llega de un momento a otro, interrumpiendo mis palabras y haciendo que dé varios pasos para atrás.

-Andate y nunca vuelvas- murmura y vuelve a cerrar la puerta.

Fin del Flashback

Narra Ailen

-Ese día que te dije que estaba viendo Pocahontas con Nati...

-Me mentiste, ella acababa de salir de mi casa- lo interrumpo.

-Si...perdón, en realidad estaba en la salita porque...bueno, Sabrina se asustó cuando vio que el moretón en el ojo no mejoraba y me llevó para que me revisen. Yo no quería que me vieras así, mi cara estaba peor, por eso es que evitaba encontrarme con vos.

-Me tendrías que haber dicho, yo podría haber ido y...

-¿Y qué?- me interrumpe- ¿ibas a hablar con tu papá para discutir de nuevo? ¿Generar más problemas entre ustedes? A mi no me importa si me odian, sinceramente. Supongo que con el tiempo trataré de que eso cambie, pero...ellos son tus padres, Ailen, ustedes  no pueden distanciarse por mi.

-¿Te das cuenta de que me dejaste de lado en todo?- pregunto dolida, levantándome de la silla para dejar de ver su rostro- Cada decisión que tomaste, cada acción, la realizaste apartándote a mi, siendo un tema que teníamos que arreglarlo los dos, porque ambos debiamos luchar por nuestra relación.

-Cada decisión que tomé fue pensando en vos y en tu felicidad-

-¡VOS SOS MI FELICIDAD!- grito cansada, volviéndome para verlo a la cara- Vos eras mi felicidad y te apartaste de mi- me acerco a el señalándolo con mi dedo indice- Mientras vos ideabas todo esto yo estaba sola y ni siquiera una pista me diste de que ibamos a estar bien, ¿cuanto tiempo más ibas a estar alejado de mi? ¿Hasta que el moretón se fuera? ¿Hasta que mi padre se dignara algún día a hablarte?

-En realidad él me contestó un mensaje hace unos días y...quiere verte- dice tratando de calmarme- Yo solo necesitaba un poco de tiempo para poder tener todo listo para vos, para nosotros.

-Pero yo así no puedo, ¿entendes?- murmuro volviendo a sentir los ojos humedos- No puedo con estas idas y vueltas, con tu silencio, con tus escapadas, no puedo.

-¿Qué querés decir?

Tomo aire y lo miro a los ojos para que pueda entender la seriedad de mis palabras.

No llores

-Quiero decir que- trago saliva y limpio las lágrimas que caen por mis ojos con mi muñeca- O te quedas conmigo, a mi lado, y me amas, o te vas de una vez.

Todo queda en silencio.
Fuera de casa se escuchan los coches y el barullo de las personas volviendo a sus hogares.
Pero todo eso, y el sol radiante, se siente muy lejano ahora, como si fuera un mundo aparte, otra realidad.

Afuera, el calor.

Acá, el frío tormentoso.

-O me amas o te vas-repito sin apartar la mirada.

En la tele canta un chico al compás del sonido de lo que parece ser una guitarra y unos bombos.

¿Para que vivimos esta vida?
Si no hay tiempo para los errores

Sebastián asiente lentamente, y del mismo modo sale por la puerta. Olvidándose de cerrarla cuando se aleja de casa.

Pero ya no importa.

Ya nada importa.

Dejo que las lágrimas salgan sin preocuparme en que alguien pueda verme desde la calle.

Se fué, se fué, se fué, se fué.

DEBERÍAS HABER HECHO ALGO, DECIRLE QUE SE QUEDARA

No me des amor antes que llore, solo estoy buscando una salida

¿Para qué volviste con las flores? Era todo lo que yo quería.

Está bien, le dejaste todo en claro y el tomó la decisión de irse, ya está.

-Ya está- susurro tratando de calmarme-.

Nuestra historia, nuestro futuro, se terminó.

Ya está.

Los planes a futuro, los parques que pensábamos conocer, las películas que queríamos ver, lo shows a los que nos hubiera gustado ir, todo, ya está.

Ya está.

Unos pasos rápidos me hacen sobresaltar, y entonces unos brazos me aferran, apretándome fuertemente contra sí.

No me des amor antes que llore,
solo pienso mal de mi destino.
Yo también tenía otros planes,
hasta que cruzaste mi camino

-Perdón, no llores, estoy acá-

Levanto la mirada confundida, y entonces me encuentro con el rostro de Sebastián, el cual se encuentra algo sonrojado debido a que al parecer estuvo corriendo.

-Perdon, perdón mi amor, lo siento mucho- murmura el besándome en la frente, para luego apoyar la suya sobre la mía.- Si hubiera pensado que todo esto te haría tan mal, hubiera mandado todo a la mierda antes y te llevaba conmigo a cualquier lado para no tener que hacerte pasar por esto.

Adams se separa de mi, y mirándome con los ojos rojos y húmedos, me entrega un cuaderno.

-No puedo seguir haciéndote esto, ¿entendes?- susurra con la voz rota- No merezco tus lágrimas, no quiero verte llorar de nuevo por mi, por mis malas decisiones. Así que...- señala lo que me entregó hace unos segundos- Yo fui a buscar esto al auto... Ahí esta todo, todos mis pensamientos, todos mis sentimientos, todos mis planes, todo está exactamente ahí. Tenés mi corazón en tus manos, Ailen.- suspira y sonríe tristemente- Me pediste que tomara una decisión, y si fuera por mi, me quedo a tu lado toda mi vida, y no me voy más. Pero ahora todo está en tus manos, ya no me voy a interponer entre lo que pensas y necesitas. Léelo, y si crees que esto justifica todo el mal que te hice, si crees que podés perdonarme, entonces...Yo te voy a estar esperando.

Lo miro aún sin poder decir nada, y en un movimiento rápido, me agarra de la cintura y une su boca con la mía, en un beso que transmite las inseguridades, los temores y tristeza de ambos. Un beso que tiene gusto a despedida.

Antes de salir por la puerta, murmura un "te amo" bajito contra mis labios.
Entonces todo se queda en silencio.

Continue Reading

You'll Also Like

954K 154K 151
4 volúmenes + 1 extra (+19) Autor: 상승대대 Fui poseído por el villano que muere mientras atormenta al protagonista en la novela Omegaverse. ¡Y eso justo...
3.5M 157K 126
Ella está completamente rota. Yo tengo la manía de querer repararlo todo. Ella es un perfecto desastre. Yo trato de estar planificada. Mi manía e...
551K 70.9K 70
*Fueron los libros los que me hacían sentir que quizá no estaba completamente sola, y tú me enseñaste que el amor solo es una debilidad.* Isis descub...
66.4K 1.7K 12
Dicen que cuando eres diferente, eres raro. Cuando tienes gustos diferentes también dicen lo mismo.. Pero, ¿qué pasaría si mis gustos son un poco ext...