Capítulo 45 {1}

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-¡Yo no te la puedo creer!- exclama Anne poniendo los ojos en blanco

-"Esperame" dice el...el...-Erica mira al costado y sonrie a alguien-...el sopenco.

-"Sopenco" dice- rie- Eri, realmente sos una señora de 80 años- la carga Gabo- Yo creo que no tienen que juzgar tanto a Sebas, debe tener sus razones, osea, el mismo te dijo que esta solucionando las cosas.

-Concuerdo- dice Abby.

-Pero en todo caso tendría que dejar de alejar a Ailen y resolver las cosas juntos- replica Eri- al fin y al cabo, ¿Una relación no es de a dos?-

-Coincido- repite la psicóloga.

-Es verdad- concuerda Matt, irrumpiendo en la videollamada desde la casa de Erica.

-AH BUENOOOO-grita Gabo- ¿Y vos qué haces ahí? AMORR, ACÁ ESTÁ MATI-

En menos de un minuto, Lucas aparece en la pantalla mientras observa, entrecerando los ojos, a Matt, quien sonríe nerviosamente.

-¿No me habías dicho que no podías juntarte conmigo porque tenías algunos asuntos "importantes"?- pregunta el recién llegado haciendo comillas con los dedos.

-Vamo' a come' ¡Helado!- grita Mateo apareciendo de repente, mostrando a la cámara un pote amarillo.

-Bueno, creo que ya te darás cuenta cual era el asunto importante...- comenta el abogado sonriendo.

-ah...ya veo, ya veo- murmura el policía enarcando una ceja- ¡Hola, Teo! ¿Tu tio Mati te compró el helado?

-Sí, compró para regalarle a mamá y a mi- sonríe a su madre, la cual le da un beso en la cabeza- y Mati no es mi tío.

-¿Cómo que no? Si todos nosotros somos tus tíos, ¿Por qué el no?-pregunta ahora Gabo con una sonrisa en la cara, mientras se codea con Lucas.

-Porque no, el es sólo Mati- explica el nene encogiéndose de hombros

-Si me disculpan, me voy a llevar a alguien-interrumpe Matt alzando a Teo por las piernas, haciendo que este grite y ría por la sorpresa.

-Wow, por un momento pensé que se refería a vos, Eri- digo comiendo un par de pochoclos que me había preparado para ver una película. Los chicos ríen y concuerdan conmigo, haciendo que nuestra amiga se ponga colorada.

Suspiro.
Hablar con los chicos me hace bien.

La verdad es que, si me preguntan, estoy tranquila.
Trato de no pensar mucho en las cosas, no darles tantas vueltas.
Es increíble como ayer estaba con ganas de tirarme debajo de las vías del tren, con el autoestima en -1000, y hoy ya estoy como renovada.
Pero supongo que es una de esas etapas "bajón" que puede tener cualquier persona.

Mientras río por un chiste malo de Gabo (como siempre), agarro el celular para revisar WhatsApp.

Contesto al grupo de profesores diciendo que estoy de acuerdo con unos cambios que quieren hacer para la celebración del cumpleaños de la directora y le digo a Dani porque quinta vez que ya no estoy enojada con él.

Antes de apagarlo y volver a prestarle atención a mis amigos, vuelvo a ver el mensaje de Sebastián.

"Por favor, esperame"

Y de nuevo, la confusión que sentí al leer estas palabras la primera vez me invaden nuevamente.

¿"Esperame" qué?

¿Cuánto?

¿Para qué?

Bloqueo el celular sin darle una respuesta. Otra vez.

Dos idiotas enamoradosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora