—Me estoy arrepintiendo de salirme de clases— Digo cuando el auto de Thomas se estaciona en el puente cerca del bosque.
—Faltarémos la primer hora y luego vamos a la clase siguiente ¿Quieres? — Pregunta.
—¿No tendrás problemas por faltar a clases?— Pregunto.
—Estoy con la chica más bella del colegio, tengo justificada mi ausencia. — Dice sonriendo.
Thomas se veía tan puro y sincero, tan lleno de sueños y metas por realizar, Muy por el contrario de mi.
Bajamos del coche y caminamos.
—¿Asi que crees que soy bella? Dormías con Samanta... no hay comparación — Digo caminando a su lado.
—Eres hermosa Cassy, no tiene nada que ver con quienes hemos dormido en el pasado —Dice. Toma asiento en la baranda de aquel pequeño puente donde un arroyo seguia su curso rápidamente.
Me siento a su lado.
—¿Porqué me trajiste aquí?— Pregunto.
—Se cuanto te gusta el bosque, y ahora que vives en el pueblo seguramente extrañabas esto. —
Respiro hondo el olor a tierra húmeda, a pino, olor a vida.
—Aquí me besaste una vez.
— El día antes de... que todo ocurriera. Todavía puedo recordarlo, aun puedo sentir el sabor de tus labios dándonos aquel inocente beso Cassy. — Me mira un instante.
— Todo aquello parece otra vida, que no fui yo quien vivió todo eso contigo, se siente como si alguien más lo hizo y estoy desesperado por recuperar esos momentos... Ser yo... contigo — Sus ojos tienen un brillo dorado especial, sus pequeños rulos se ven tiernos y él sigue siendo tan bello como cuando eramos niños.
—El Thomas idiota ya no existe Cassy, ahora soy... soy quien te mantendrá segura. —
—¿No te da miedo lo que dije? ¡Tu viste ese estúpido video!.—
—¿Aun sigues creyendo que fue un ángel?— Preguntó.
Lo pensé un momento.
—No. Los Ángeles no existen. — Digo.
—Esta bien Cassy, no tienes que fingir conmigo. Oí las historias que decían... las heridas de Luna no eran hechas por humanos, y no eran como las de ningún animal conocido por aquí. Yo te creo. — Dice.
—Tu quieres creerme, y te lo agradezco. — le sonreí con sinceridad.
—Sé que pasa algo en este lugar, tantas muertes sin explicaciones, tantas desapariciones... ¿Y si volvió?— Preguntó mirándome serio. —Lo has visto ¿Verdad?— Sus ojos me miraban curiosos.
—No Thomas. No volvió porque no existe. Ya olvídalo — Me bajo. —Ven, sigamos caminando. —Digo, él llega hasta mi.
— Te gusta Tristán ¿Verdad?— Pregunta después de un momento de silencio.
Lo pensé
—Creo que si, que me gusta un poco— Digo
—Esto va a ser más difícil de lo que pensé.— largó un suspiro. —¿Y yo? ¿Aun te gusto? — Pregunta mirándome a los ojos.
Me encojo de hombros.
—No lo se, supongo que siempre me gustarás un poco— Digo. Él sonríe y seguimos caminando por el bosque.
Tenía la sensación de estar siendo observada, tal vez aun mi cuerpo no aceptaba que aquella criatura ya no me estuviese cazando.
Lo descubro observado las cicatrices en mis muñecas.
—No es lo que todos creen— Digo. Él me toma de la mano y las observa mejor.
—No fueron hechas por ti. — Dice y deja un beso sobre las cicatrices.
—Los precintos de las camas de seguridad me apretaban tanto que hacían sangrar mis muñecas. — Él no habló solo me miró dandome tiempo.
—A veces las pesadillas eran demasiado reales, Creía que lo que veía estaba ahí y tenía ataques.
—Siento que hayas pasado por algo tan traumático y... horrible
—Estoy bien, lo juro. Mi tratamiento funcionó, estoy curada y se que todo fue mi imaginación, y que lo que me hacían era para mi bienestar. — Sonrió.
—Me alegra que estés bien... eres una chica muy fuerte, increíblemente fuerte. —sonríe y se acerca lentamente hacia mi. Pero luego se detiene y tapa sus oídos, cierra los ojos con fuerza.
—¿Qué sucede?— Pregunté.
—¡Cielos! ¿No oyes eso?— Pregunta mirando para todos lados, saca sus manos de sus orejas y se para buscando el sonido que yo obviamente no oía. No entendía que pasaba —¿En verdad no lo oyes? — Parecía molesto buscando en todas las direcciones.
—¡No! ¿Qué oyes? —Pregunto.
—Nada. Nada. Vámonos de aquí, Llegaremos tarde a clases. — Dice y caminamos de regreso al coche.
El pasillo del colegio está lleno, suspiro al ver que llegamos justo tiempo para la siguiente hora.
—¿Estás bien?— Preguntó mirando a mi amigo a mi lado.
—Si, creo que el accidente me afectó la audición. No hagas caso — Me dice sonriendo
Veo a Tristán caminar hacia nosotros se vé enojado, sin mediar palabras golpea a Thomas en la cara tirándolo al piso. Lo sostiene de la remera y le da otro golpe, Intento alejarlos
—¡¿Qué rayos te sucede?!— Preguntó enojada, quitándolo de encima de mi amigo. Ayudo a Thomas a incorporarse. —¡Estas loco Tristán!— Digo. Thom se limpia la nariz cubierta de sangre. Tristán se veía horriblemente enojado, sus ojos azules parecían que en cualquier momento se prenderían en llamas.
—¡Alejate de él!— Me dice tomándome de la muñeca. El ardor me hizo gemir.
—¡Me lastimas!— Digo mirandolo con miedo. Me suelta pero antes que pueda decir algo más Thomas le da un golpe y otra vez estan en el piso intentado matarse.
Dos profesores los separan y nos mandan a los tres a la dirección.
Mientras Thomas esta en la oficina del director yo estoy sentada junto a Tristán en la sala de espera.
Intento estar lo más lejos de él. Juega con la pulsera tejida que lleva en su muñeca derecha, la cuál yo le había hecho, parece nervioso.
—Lo siento. — Susurra. — Jamás quise lastimarte — Dice mirandome apenado. Sus ojos opacos me piden perdón.
Yo estaba aterrada, empezaba a creer que Juliet siempre había tenido razón.
Quiere acercarse pero me alejo lo más que puedo aunque estábamos sentado juntos.
—¿Me tienes miedo?— Pregunta sorprendido. —¡Jamás te haría daño!— mira mi mano tapando mi muñeca quemada por él —No intencionalmente Cass. Somos amigos... No te haría daño, no quiero hacerlo —Dice.
—¿Porqué lo golpeaste ?— Pregunté.
—Me enojé. Lamento no poder controlar mis impulsos... Pero cuando se trata de ti, no puedo pensar... solo actuar. — Me mira a los ojos fijamente. —Creí que te habia pasado algo. ¡Además ese estúpido idiota pudo haber hecho que te asesinen! — Dijo en voz baja. —Te están cazando criaturas sobrenaturales y el jodido imbécil te rapta y lleva lejos de mi.— Dice enojado.
—Fuimos a caminar. Eso es todo— Digo. Lo miro esperando que diga algo más.
—Los sentimientos humanos apestan.— Agrega.
—¿Qué quieres decir? — Pregunté , Thomas sale de la oficina.
—Pasa Tristán— Escucho la voz del director. Este se para y mira a Thomas desafiante como si quisiera darle otro golpe pero mi amigo ni se mueve, le sostiene la mirada tus ojos marrones me dicen que él quiere hacerle lo mismo —Tristán . — Repite el director y el moreno se mete a la oficina.
Me paró y me acerco a Thomas
—¿Estas bien?— Pregunté limpiando la sangre seca en su cara.
—Tu novio es un poco... impulsivo — Dice mirandome.
—Lo siento tanto Thomas.
—Esta bien, encerio. Solo me preocupa que estés con un psicópata y pueda pasar algo... alejate de ese tipo Cass, Solo alejate de él — Pide tomándome de las manos.
—No puedo hacerlo, es mi amigo. — Digo. Mira la piel quemada de mi muñeca, la cubre con su mano y puedo sentir como algo frio se cuela por mis poros.
—Yo no te dejaré sola. Yo te cuidaré — Quita su mano de mi y veo mi piel complemente bien como si Tristán jamás me había tocado. —Conmigo estás a salvo. — Dice.
Lo miro sorprendida sin saber que acaba de pasar.
—Sólo alejate de él.— Dice y se marcha.