Dos idiotas enamorados

By MrsShades50

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"Sí dos personas están destinadas a estar juntas no importa cuántas peleas tengan ni cuánto tiempo estén sepa... More

PRÓLOGO
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16 MARATÓN 1/3
Capitulo 17 MARATÓN 2/3
Capitulo 18 MARATON 3/3
Capitulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27 MARATÓN 1/3
Capítulo 28 MARATÓN 2/3
Capítulo 29 MARATÓN 3/3
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
¿Qué pasó?
Capítulo 34 {1/3}
Capítulo 35 {2/3}
Capítulo 36 {3/3}
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41 MARATÓN {1/3}
Capitulo 42 {2/3}
Capitulo 43 {3/3}
Capítulo 44
Capítulo 45 {1}
Capítulo 46 {2}
Capítulo 47
La carta de Ailen
Capítulo 48 {2/2}
Capítulo 49 {1/2}
Capítulo 49 {2/2}
Capítulo 50
Capítulo Especial #1
Capítulo Especial #2
Capítulo Especial #3
Capítulo Especial #4
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53

Capítulo 48 {1/2}

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By MrsShades50

Día 1 sin Sebastián: "A la deriva"

Narra Ailen

Realmente fue un milagro haber conseguido un boleto de micro para un viaje tan a último momento.
Se supone que tengo que estar en la estación a las 6 y media de la mañana, por lo que tendría que dormir temprano para poder despertar con todas las pilas.

Pero no.

Miro el reloj del celular y confirmo que solo pasaron dos minutos desde la ultima vez que  comprobé que eran las cuatro y cuarto de la mañana.

La realidad es que quiero y necesito descansar, de esa manera mis pensamientos dejarían de atormentarme y podría tener aunque sea dos horas de paz.

Pero no logro alcanzar el sueño, o eso creo, porque cuando me quiero dar cuenta, Abigail ya me está sacudiendo para que me levante.

-Son las 6 menos diez, Ailen- me informa pasando sus manos por mi pelo- Vamos ahora así buscamos el bolso a tu casa y retiramos a tu perrito.

Media hora después, ya con Dyret en brazos, vamos hacia la estación de micros en el auto de Emiliano, quien se ofreció a llevarnos cuando apareció "casualmente" en la casa de Abigail.

-Mmm...¿puedo preguntar si Sebas sabe algo de todo esto?-

Abby me mira por el espejo retrovisor, esperando a que le de una respuesta.

-No...y preferiría que no le contaras nada, por favor- le pido nerviosa.

Claro, Emiliano va a saber a donde estoy yendo, lo que estoy haciendo, y se lo va a contar a Adams.

Como no me di cuenta antes.

-Okay...- contesta él, inseguro- ¿Pero están bien las cosas entre ustedes dos?

-Ya no estamos juntos.

Emiliano frena de golpe el auto, haciendo que Abigail y yo nos inclinemos bruscamente hacia adelante.

-¿QUEEE?- grita girandose en su asiento para mirarme.

-¡Emiliano!-lo reta Abby acariciando su frente debido al golpe que se dio contra el espejo retrovisor- Hay autos atrás, seguí conduciendo.

-Perdon, es que me agarró de sorpresa, Sebas no me contó nada.- se excusa el abogado volviendo a encender el coche.

-Es que no lo sabe todavía- le explica mi amiga.- Se va a enterar...en unas horas.

-Ailen, yo no quiero entrometerme en todo esto pero me parece que tendrían que juntarse y hablar de lo que les sucede

-Digamos que tuvo muchas oportunidades para que discutamos sobre lo que nos estaba pasando, pero rechazó cada una de mis invitaciones para juntarnos- le explico- Ya es tarde.

Durante todo el trayecto que queda nadie habla, y por una parte lo prefiero así.

Una vez que llegamos, bajo mi pequeño bolso, el cual armé a las apuradas, metiendo solo lo más imprescindible. Abby me acompaña a realizar todo el papeleo necesario para viajar mientras que Emiliano decide ir a buscar un lugar donde estacionar y se despide medio incómodo.

Una parte de mí, una muy pequeña, desea que el se comunique con Sebastián, que le diga que me estoy yendo, que le diga que me venga a buscar así solucionamos todo, porque estoy segura de que lo perdonaría con tan solo verlo conmigo, buscándome, luchando por mi.

Pero sé que eso no está bien, sé que tuvimos muchos problemas y que esa no sería la solución, y es que probablemente nuestra relación no la tiene, por más doloroso que sea.

Con ese pensamiento en mente, abrazo a mi amiga por última vez, tratando de no llorar, mientras le prometo que apenas llegue le voy a avisar.

Cuando estoy girando para darle el pasaje al chófer del micro, Abby me agarra de la muñeca.

-Yo...Ailen, ¿estas segura de esto?- pregunta sacando el sobre azul de su campera.- ¿No lo queres pensar un poco más?

Cierro los ojos recordando los sentimientos que dejé plasmados en ese papel, analizando cada palabra, y cada lágrima que derramé al escribirlas, decidiendo si es una buena idea entregarle esa carta.
No tardo mucho en asentir, al fin y al cabo le pertenece, mis sentimientos, lágrimas y corazón le pertenecen.

-Yo lo amo, Abby- susurro con la voz rota- Pero no podemos seguir lastimandonos así

-Pero el problema no está en ustedes, sino en lo que pasa con la gente de afuera que los jode.- me explica ella abrazandome.

-Si nuestra relación hubiese sido lo suficientemente fuerte, esas pequeñas cosas no nos hubieran importado, pero nuestra relación está rota.

¿Segura?

-Volve cuando te sientas preparada...- dice ella cambiando de tema- Si necesitas hablar o cualquier cosa, podes llamarme

Nos damos un último abrazo y saludo a la distancia a Emiliano, quien trata de devolverme la sonrisa pero falla ya que no puede ocultar su preocupación.

Cierro los ojos y trato de no pensar en la reacción de Adams cuando se entere.
Si estoy viajando es para no pensarlo más.

Basta.

Le doy mi pasaje al chófer del micro para después empezar a buscar mi asiento. Por suerte me tocó al lado de la ventana, mi favorito.
Mientras el micro avanza lentamente me despido por última vez de mi amiga para después cerrar la cortina y apoyar mi cabeza sobre el vidrio para poder descansar un poco.

**********

Llego a destino aproximadamente a las 11 del mediodía.
Y digo aproximadamente ya que me baso en los comentarios de la gente a mi alrededor, dado que mi celular está muerto por no haberle cargado batería, lo cual en cierto modo no me afecta del todo ya que es una buena excusa para no hablar con nadie.

Después de buscar mi  bolso en el despacho del micro corro hacia la entrada de la estación para tomar un remis.

10 minutos más tarde, el auto me deja frente a la pequeña casa celeste que había comprado mi abuela algunos años antes de fallecer.

"Yo sé cuanto amas este lugar, Ailincita, podes venir a descansar acá cuando quieras"

Aprieto con fuerza la llave y abro la puerta de madera.
El olor a encierro inunda mis fosas nasales.
No me sorprende, a decir verdad solo venimos en febrero y junio, repartiendo los días para que cada miembro de mi familia pueda tener las semanas que les corresponde.

Lo primero que hago al entrar es abrir todas las ventanas de la planta alta y baja.
Una vez que todo se está aireando, conecto el celular al cargador y apenas se enciende empiezan a aparecer en la pantalla más de 50 notificaciones de llamadas perdidas y mensajes de texto.

-Hola chicos, entiendo que estén procupados- digo grabando un audio de voz para mandarlo al grupo, donde todos pregunta qué pasó- Acabo de llegar, perdón por no contestar sus mensajes, pero primero: no tenia señal, segundo: dormi las 5 horas de viaje y tercero: no tenia bateria. Si quieren y pueden podemos hacer una videollamada a la noche y yo...bueno, les cuento que pasó, pero ahora tengo que acomodar todo y despejar la mente, los amo.-pulso para mandar el audio

Antes de apagar el celular le mando un mensaje a Dani, pidiéndole que le cuente a mamá y a papá que voy a estar por unas semanas en la casa de la playa.

Una vez que ya informé a todos que estoy bien, salgo de la casa para comprar cosas para llenar la heladera .

*************
23:30

La etapa de superación después de una separación no es fácil, y mucho menos lo es si terminaste una relación sin haberlo querido, estando el amor intacto. Es por eso que los chicos no se sorprenden al ver mi rostro demacrado cuando empezamos la videollamada.

-Estas destruida, ¿dormiste con maquillaje? ¡Te dije que era malo!- me reta Anne.

-Perdon, es que tenía planeado salir, pero al final decidí hacer una mini joda acá- le explico tratando de modular bien al menos una oración.

-Y estás borracha- dice Erica pasándose las manos por la cara 

-Juan Gabriel de fondo, alcohol, y pochoclos- dice Gabo mencionando todo lo que hay en mi habitación ahora mismo- La perdimos, chicos.

-Pero no entiendo, ¿pasó algo con Sebastián?-pregunta Anne confundida.

La mención de su nombre, y la voz de Juan Gabriel cantando "Hasta que te conocí", hacen que rompa a llorar como si no hubiera un mañana, lo que hace que los chicos se asusten más.

-Mejor les cuento yo- dice Abigail, y cuando asiento, continua- Resulta que...Sebastián renunció a la escuela y...cuando Ailen lo fue a buscar a su departamento, se enteró de que se estaba mudando.

-¡PERO QUE HIJO DE PUTA!-Grita Gabo levantándose del asiento enojado.

"Y muy tarde comprendí que no te debía amar, porque ahora pienso en ti mucho más que ayer, pero mucho más."

-Ailen, si no cambias esa música hasta yo me voy a poner a llorar- dice mi amigo volviéndose a sentar- No puedo creer que haya hecho eso.

-Lo hizo, y yo no podía que-quedarme en casa esperando su carta de nu-nuevo- murmuro trastabillando un poco con las palabras- Por eso me vine para acá, estoy en lo de mi abuela.

-¿Hablaste con el? ¿Te dijo algo?- pregunta Anne.

-No hablé con el, yo...le dije a Abby que le entregara una carta, donde le ponía que me iba para que seamos felices...prácticamente corté con el- le doy un trago a la botella azul que  compré en el chino de la vuelta de casa hace una hora, mientras río sarcasticamente- una carta azul como la que el me dió esa vez

-¿Y cómo te fue a vos, Abby? ¿Te dijo algo?- pregunta Erica.

-Si...se hizo el que no entendía nada...mejor ni digo lo que me dijo

-Ailen deja de beber- me reta Erica.

-No, que lo haga- dice Yianela, recibiendo la queja de todos los demás- Chicos, ella está mal, ya conocemos como es cuando está así, y que es lo que necesita, ¡dejenla ser!- exclama- te recomiendo que te desahogues y llores lo que quieras llorar, porque después tenes que regresar acá y volver a hacer tu vida- dice ahora dirigiéndose a mi.

-Encima miren lo que encontré- digo después de secarme los mocos con una servilleta. Muestro el celular a la cámara de mi computadora para que ellos puedan ver- Entré al perfil de su amiga Sabrina, y está esta foto de el, empacando sus cositas en cajas, con ella atrás sonriendo- río y lloro al mismo tiempo.

Definitivamente tenes que dejar de tomar

-¿Y saben lo que dice abajo?- sigo- "Siempre con vos, amigo"

-Perdon, pero estuve escuchando todo, y quiero decir que en cuanto lo vea le rompo la cara- dice Matt, apareciendo de la nada junto a Erica

-Que caradura- murmura Anne.

-No le iba a dar me gusta a la foto porque sino se va a dar cuenta de que la estuve buscando, ¿pero saben qué?-aprieto dos veces sobre la foto- Ya no me importa, mejor si se entera.

-ESA ES MI AMIGAAAA-grita Abby aplaudiendo.

-Mañana se va a arrepentir de eso-murmura Anne. Todos afirman riendo.

-Canten chicas, vamos a hacer de cuenta que estamos con ella- dice Gabo aplaudiendo al son de la canción.

-NO TE QUIERO, NO TE QUIERO, NO TE QUIERO VER- cantamos todos juntos.

La situación es tan linda y triste al mismo tiempo, que no puedo evitar seguir llorando.

El día está terminando de la peor manera, y solo necesito que esto mejore.

************

Día 2 sin Sebastian: "Altibajos"

20:30

-Sí, dos alfajores de chocolate, y, si tiene, un analgésico-

Una vez que la chica de la tienda me da lo que pedí, le pago y salgo del lugar.
El viento frío me pega en la cara, corriendo un poco mis gafas de sol.
Gafas que en realidad no sirven de nada ya que, para mí sorpresa, el cielo parece que muy pronto se va a caer. Aún así, me los coloco bien para ocultar las espantosas ojeras que adornan mi precioso rostro.

Tomo el camino mas largo hacia mi casa para poder caminar tranquila, ignorando el hecho de que en cualquier momento pueda empezar a llover con fuerza.
Camino con la bolsa en la mano mientras escucho el sonido de las aves a mi alrededor para ignorar el dolor de cabeza que siento en estos momentos.
Me lo merezco, no tendría que haber tomado tanto, y menos llorar casi toda la noche.

Cada calle que camino me transporta a mi infancia y me hace recordar lindos momentos.
Las cosas bonitas, ya sean objetos materiales o cosas sentimentales, en tiempos oscuros, pueden llegar a salvarnos.

Mi plan de hoy consistió en: Cocinar algo sencillo y rico, limpiar toda la casa, pasando la escoba y el trapo con la musica a todo volumen para hacerlo más entretenido. Una vez que estuvo todo ordenado, busqué una película en internet, y terminé viendo "Man up", lo cual, debido a su final feliz, terminó siendo otra razón más para llorar.

Pero ya no más, no puedo seguir así.

Con la idea en mente de que tengo que hacer algo, llego a casa con el objetivo de buscar por internet algún bar o lugar donde salir a comer y conocer gente.

A las nueve de la noche, después de arreglarme mínimamente bien, tomo un taxi hacia un resto bar cerca de la costa.

La noche está tranquila.

La peatonal, a diferencia de como es durante enero y febrero, está poco poblada.
Aún así, los restaurantes y tiendas de ropa y recuerdos, iluminan las calles y le dan un poco de vida.

Un poco de vida entre tanta oscuridad

BASTA DE ESTAR TRISTE

Entro al bar con timidez.
Es la primera vez que vengo a este lugar y la verdad es que me asusta un poco.
Las cosas nuevas asustan.

¿Podés ser un poquito positiva y dejar de divagar?

Avanzo a paso lento hacia una mesa, donde en pocos minutos se acerca una mesera para entregarme la carta de lo que ofrece la casa.

De fondo suena una canción de Cerati, "Puente", si no me equivoco.

No me toma mucho tiempo elegir algo para tomar y comer, por lo que vuelvo a llamar a la chica para hacer mi orden.

Una vez que me quedo sola observo bien el lugar. Hay al rededor de 10 mesas distribuidas a lo largo del local. En una de las paredes se encuentra una escalera de metal, la cual da a un pequeño escenario donde hay varias personas que preparan instrumentos para lo que parece ser un show en vivo.
A través de la ventana observo como afuera empieza a lloviznar.

"Si algo calle es porque entendí todo"

Veinte minutos después, vuelve a aparecer la chica con mi hamburguesa y mojito en una bandeja, la cual apoya sobre mi mesa diciendo "que lo disfrutes", para después volver a la cocina.
Pruebo mi bebida tratando de ignorar el par de ojos que me observa desde la barra, aproximadamente a 10 metros de mi mesa, rezando internamente que solo se trate de una ilusión mía.

¿No era que venías para conocer gente nueva?

Las personas alrededor de mi mesa la están pasando bien
Un grupo de chicos de unos 20 años le cantan el feliz cumpleaños a uno de sus compañeros.
A mi lado, una chica sonrie a quien parece que es su novia, y frente a mi, en este preciso instante, un señor se pone de rodillas mientras le muestra a su novia un anillo, provocando que tanto la afortunada, como todos los demás, griten y aplaudan felices.

De fondo, el flaco Spinetta canta una de sus famosas canciones, haciendo que todo alrededor se torne hermoso y sentimental.

"Y si acaso no brillara el sol, y quedara yo atrapado aquí, no vería la razón de seguir viviendo sin tu amor"

Todo es tan lindo y romántico, que al igual que la novia, seco algunas lágrimas que caen por mis mejillas.

Estas demasiado sentimental, basta

-Un lindo momento, no?-

Cierro los ojos.

No puede ser.

Es imposible que sea él.

Inhaló y exhaló unas dos veces.

Cuando vuelvo a abrir los ojos le doy una mirada rápida a la persona que está a mi lado, comprobando que no es quien creo, y una parte de mi se calma, pero la otra se decepciona un poco.

Ya estás teniendo alucinaciones.

-Si, igual hubiera sido horrible que ella dijera que no, pero por suerte no pasó- respondo sin mirarlo.

-Bueno...ese es un pensamiento un poco negativo- responde el riendo- ¿me puedo sentar?

Asiento sonriendo, tratando de lucir tranquila, aunque por dentro muero de incomodidad y nerviosismo.

-Disculpá que haya aparecido así de la nada, pero te vi desde la barra y la verdad que me pareciste una chica muy hermosa como para estar sentada acá sola- suelta él una vez que se sienta frente a mi con su botella de cerveza en la mano.

MMMMM...Ese piropo no te lo robo

-Gracias- contesto sintiendo como mi cara se calienta de a poco por la vergüenza.

¿Qué se supone que tengo que decir ahora? ¿También lo piropeo?

La verdad es que nunca fui buena tirándole dardos a otra persona, "chamuyando".

-Me llamo Diego- sigue el, presentándose.

-Ailen- contesto juntando nuestras
manos

-ah bueno...un lindo nombre para una linda chica-rie.

¿Realmente conquista a alguien diciendo esas cosas?

Río dándole un mordisco a mi hamburguesa.

-¿Y qué hace una princesita como vos en este bar? Nunca te vi por acá antes

"Princesita" Dios, cállese hombre horrible

-Sinceramente es la primera vez que vengo acá- le explico- Además suelo venir en Febrero, pero bueno, esta vez es distinto.

-¿Y por qué viniste ahora? Si se puede saber, obviamente

-Corté con mi pareja y vine acá para desconectar- le doy un trago a mi mojito y me encojo de hombros como para quitarle importancia al asunto.

-Que bajón, pero no tenés que ponerte mal, como dice el dicho, "No bajes la cabeza princesa que se te cae la corona"- me guiña un ojo y yo trato de  no largar una carcajada- Disculpa que sea tan directo, pero tenes muy lindos ojos, ¿ya te lo dijeron?- dice el inclinándose hacia mi mientras sonríe de costado.

Basta

-Sí, me lo dijeron- digo sonriendo con melancolía.

Los recuerdos inundan mi mente y me trasladan a unos 3 meses antes.

Flashback

El costado al lado mío de la cama se hunde. Una mano empieza a peinar mi pelo.

Cierro más fuerte los ojos, me niego a abrirlos.

-Dale dormilona, son las 11 ya.- dice él, pasando sus manos por mi espalda.

-No quiero- murmuro enterrando la cara en la almohada.

-Dale, parate así salimos a comer a algún lado, aprovechemos que tenemos el día libre.

-¿A donde querés ir a comer?-pregunto sin moverme.

-No sé...estaba pensando en ir a uno de esos restaurantes donde preparan las pasta con salsa que más te gusta a vos.

No hace falta que diga más, apenas escucho la palabra "pasta" salto de la cama.

-Me baño y vamos- exclamo poniéndome las sandalias para ir hacia el baño, pero Adams parece que no piensa lo mismo que yo, ya que agarrandome por la cintura, vuelve a tirarme sobre la cama.

-Y mis "buenos días, mi amor"- dice el posandose encima de mi, encerrandome con sus brazos contra el colchón

-Buenos días mi amor- murmuro entre risas al sentir sus manos sobre mi vientre haciendome cosquillas.

-Dios, que lindo suena, podría despertar así el resto de mi vida, ¿Lo hacemos?- exclama el acostándose a mi lado, hundiendo su rostro en mi cuello.

-Ah bueno, nos pusimos románticos hoy- murmuro pasando mis dedos por su suave pelo.

-Es la mejor idea que tuve en toda mi vida, despertarme a tu lado, viendo tus preciosos ojos todas la mañanas- murmura el.

-Chamuyero te dicen a vos- río sintiendo como me voy poniendo colorada.

-¡Es verdad!- exclama el apartándose de mi para mirarme fijamente- Tenés los ojos más bonitos que vi en toda mi vida, son la obra de arte más hermosa de todo el mundo- susurra pasando sus dedos por mi rostro.

-Ay no me digas esas cosas que después me las creo- digo tapandome la cara con mis manos, tratando de calmar los latidos fuertes de mi corazón, y esas extrañas mariposas que siento en el vientre.

-Creelas, porque sos hermosa- susurra el apartando las manos de mi cara para después empezar a hacerme cosquillas y repartir besos sobre todo mi rostro, ignorando mi risa y patadas al aire para que pare.

Fin del Flashback

-Amigaaaa, ¡te estoy hablando!

Caigo en cuenta de donde estoy cuando el tal Diego deja de sacudirme.

-Disculpa, me colgué pensando en otra cosa-rio nerviosa mientras termino mi bebida.

-¿Pensando en qué? ¿En el gil de tu ex? Solta un poco- ríe el poniendo los ojos en blanco.

¿Acaba de decirle gil?

-Disculpa, ¿qué dijiste?- pregunto tratando de sonar amable.

-Que sueltes al gil de tu ex-repite acomodándose el pelo

-No es ningún gil- contesto envolviendo lo que queda de mi hamburguesa con servilleta.

Me voy.

-Bueno, está bien, disculpa, no pensé que te iba a molestar tanto eso- exclama ofendido.

-Bueno, ya está, fue un gusto hablar con vos, pero yo ya me voy- le digo dandole una última sonrisa para despues levantarme y agarrar mi bolso. Dejo debajo de la bandeja la plata de la comida mientras le hago una señal a la chica que me atendió para que sepa.

-¿Te vas? ¿No querés que vayamos a algún otro lugar? ¿Algo más privado?

Ahre

-No, gracias- contesto incomoda, pasando por su lado para llegar a la puerta.

-Dale, desahogate conmigo-insiste el agarrandome del brazo.

-¡Te dije que no!-le gritó cansada.

La gente de alrededor se nos queda mirando, haciendo que mi vergüenza aumente.

-al final son todas unas histéricas- murmura él antes de darse la vuelta y volver a la barra enojado.

Camino a paso rápido hacia la remiseria que se encuentra frente al local. Una vez que estoy de camino a casa, prendo mi celular e inmediatamente me llegan todas las notificaciones del día, las cuales se basan en mensajes de los chicos en el grupo de WhatsApp, dos mensajes de Dani pidiéndome que le compre alfajores, y para mi sorpresa, una solicitud de seguimiento en Instagram.

El remisero prende la radio y una canción de Babasonicos empieza a sonar.

Entro a la aplicación y descubro que la solicitud viene de la persona menos esperada.

"Sabri_Rojas88" quiere seguirte

Ahogo una risa sarcástica con la palma de mi mano.
Entro a su perfil y vuelvo a ver esa foto, en la que ambos son tan felices y bonitos juntos.
El se ve tan bien, y yo estoy tan mal.

Vuelvo a apagar el celular mientras cierro los ojos para perderme en la letra de la canción que inunda el coche.

"Te vi partir en dos la lanza, y me dejaste clavada la mitad.
No voy a quejarme, no voy a llorar"

************

Día 3 sin Sebastian: "Empezar de nuevo"

Una bocina hace que despierte abruptamente.
Afuera todavía está oscuro, y por la ventana entra un viento frío.

Miro el reloj.
Son las 7 de la mañana.
La bocima del auto suena cada vez más fuerte, por lo que decido levantarme e ir a fuera.

Camino asustada entre la oscuridad, y cuando abro la puerta el está ahí, saliendo de su coche, tan lindo y elegante como siempre.

Sonrio.

Vino por mi.

Me siento sobre la cama despertando precipitadamente de mi sueño.

-Que tonteria- murmuro ante la patética idea de que el pudiera venir a buscarme.

Miro el reloj que cuelga sobre la pared blanca de la habitación. Son las diez de la mañana.
Dandome ánimos a mi misma me dirijo hacia el baño para darme una ducha.
Ya es el tercer día que estoy acá, y me niego a seguir encerrada, a seguir mal.

Una vez que estoy arreglada y lista para empezar el día, conecto mi celular a un parlante y alegro mi mañana escuchando a mi banda preferida mientras preparo mi desayuno favorito.

Mando un mensaje al grupo donde están los chicos, contándoles que ya estoy bien y mis planes para hoy.

El sol de afuera se filtra por la cortina de la ventana de la cocina, y confirma que va a ser un lindo día.

Después de desayunar y preparar un almuerzo ligero, me alisto para ir a la playa.
Meto en mi bolso dos toallas, un  bronceador, un sombrero y una pequeña manta para poner sobre la arena.

Tarareo la canción de Queen que suena a todo volumen en la casa, hasta que el sonido de una llamada entrante me interrumpe.

-Hola Abby, ¿qué pasó?- pregunto una vez que contesto mientras salgo de la casa.

-Escuchame, yo...te tengo que contar algo- murmura ella nerviosa

-¿Qué pasó? ¿Ustedes están bien? No me asustes por favor.

Una vez que está todo asegurado comienzo a dirigirme hacia la costa, la cual está a solo unas dos cuadras de donde me encuentro.

-Si, nosotros estamos bien pero...Ailen es sobre...

Cierro los ojos y la interrumpo antes de que mencione su nombre.

-Abby, si es sobre él no quiero saber- le digo tratando de no sonar enojada, aunque creo que no lo logro

-Escuchame, tenes que saber que el...-

-Abby, hoy está siendo un día muy lindo, y si vuelvo a pensar en el me voy a desmoronar de nuevo, de verdad, no me cuentes- le pido casi rogando- Si no es de vida o muerte, no me cuentes.

-Esta bien, no pasa nada...de alguna manera te vas a dar cuenta- contesta ella suspirando- pásala lindo hoy y...disfruta.

Sonrio agradecida, y antes de cortar prometo que voy a llevarle uno de esos chocolates que a ella tanto le gusta. Entonces apago el celular.

No voy a pensar en él, al menos por hoy.
●●●●●●●●●●●●●●●

¡Espero que les haya gustado!
Me desconecté todos estos días para tomar la decisión de como iba a seguir el rumbo de la novela.
Todavía no es el final.
Espero que ustedes estén bien, nos vemos en el próximo capítulo

Pd: La segunda parte la voy a subir en unos días. Como para irles adelantando algo, el capítulo va a estar narrado por Sebastián.

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