Kathery y el Único Chico de l...

Galing kay ClaudiaaCS

132K 13.2K 1.9K

- Tú... -comienzo a hablar con la respiración entrecortada, sin saber que decir en realidad-. Tú... - Yo... Y... Higit pa

Sinopsis.
Capítulo 1: El Milagro.
Capítulo 2: Ethan.
Capítulo 3: No hay pájaros en el alambre.
Capítulo 4: Podía sentir tu mirada.
¡Feliz Año Nuevo!<3
Capítulo 5: Carlos.
Capítulo 6: No dejes que las pesadillas ganen.
Capítulo 7: Yo no soy tu enemiga.
Capítulo 8: No hables mientras masticas.
Capítulo 9: Tu rendimiento fue lastimoso.
Capítulo 10: Tiene que ser idiota o unineuronal.
#PGP2016
Capítulo 11: No sé qué demonios está pasando.
Capítulo 12: No te preocupes, no te violaré.
Capítulo 13: Nos van a encontrar.
Capítulo 14: Portate bien, Kathery.
Capítulo 15: ¿Qué fue lo que hiciste?
Capítulo 16: Quita esa cara de chiquilla imbécil.
Capítulo 17: Tiene cara de conejo asustado.
Capítulo 18: Haces cosas terribles y eres una persona peor.
Capítulo 19: Golpeas bien para ser una niña.
Capítulo 20: Tienes una chica mala dentro tuyo.
Capítulo 21: Palabras son palabras.
Capítulo 22: Es tan culpable como las demás.
Capítulo 23: No podrías estar más equivocada.
Capítulo 24: Los ojos de esa mujer estaban vacíos.
Capítulo 25: Aquí nada se soluciona, Kath.
Capítulo 26: Te quiero... Te quiero mucho.
Capítulo 27: Esta no es la manera en la que quiero acabar.
Capítulo 28: ¿Y cuál es el plan, entonces?
Capítulo 29: Lo lamento tanto.
Capítulo 30: He hecho algo imperdonable, Kath.
Capítulo 31: ¿Cómo pudiste hacerme esto, Milagro?
Capítulo 33: Solo me puedo culpar a mí.
Capítulo 34: Ojalá este proyecto de mierda me lo permita.
Capítulo 35: Un milagro las hizo cambiar de opinión.
Capítulo 36: Y yo no sabía...

Capítulo 32: Mejor que te lo diga él.

1.7K 170 74
Galing kay ClaudiaaCS

— ¿Kathery? —escucho la voz de Kyle sacándome de mis cavilaciones.

Parpadeo con fuerza con la intención de regresar al presente. Mi cabeza me tortura con un dolor punzante que no se ha ido desde que comencé a contener las lágrimas. En este punto quisiera que me volvieran a inyectar melatonina. Para entrar en el sueño más profundo de todos y tal vez soñar con una realidad diferente a esta.

— ¿Sí? —pregunto dirigiendo mi atención al muchacho sentado junto a mí.

Él se queda en silencio un par de segundos. Parece meditar sus palabras, cuestionándose si debería continuar con la conversación que inició.

— ¿Cómo conociste a Ethan? —suelta al fin.

Su pregunta me toma desprevenida. Y la simple mención del nombre del rubio, provoca una punzada dolorosa en mi corazón. Suspiro.

— ¿Por qué quieres saberlo?

Se encoje de hombros. —Es que no entiendo cómo pudiste conocer algo que creías extinto y después no pensar en lo que podría suceder —contesta con severidad en su voz—. ¿En serio no te cuestionaste las consecuencias, lo que podría significar? ¿No te pareció sospechoso? ¿No te diste cuenta del lío en el que te estabas metiendo?

—Todas esas interrogantes me atormentaban más de lo que creerías —respondo tajante—. Claro que sabía que significaba algo importante. Por supuesto que contemplé en mi cabeza todo lo que podría venir involucrado con un secreto tan grande.

— ¿Entonces? ¿Por qué le diste acceso a tu vida? —Eleva las cejas con desesperación en su mirada, sin poder comprender cómo es que me acerqué tanto a Ethan en su momento.

—Porque jamás imaginé... —Mi voz se corta y tengo que parar un segundo para recuperarla; decir lo que me ha estado torturando desde hace dos horas, lastima—. Nunca pensé que el enemigo sería él. Y mucho menos que el objetivo era yo.

La comprensión parece adueñarse de sus pupilas. Asiente mientras aprieta los labios y me da una corta caricia en el hombro. Yo no quiero platicar la historia y él no insiste tampoco. Así que me mantengo en silencio. Recargo mi cabeza en su hombro, demasiado cansada para importarme si le parecerá o no. Sin embargo, en lugar de retirarme como esperaría tal vez que hubiese hecho, pasa su brazo sobre mis hombros y lo deja ahí. Y entonces me siento un poco más tranquila. Solo un poco. Pues sé que en unas horas volverán por nosotros.

∞∞∞∞∞∞

Hoy fueron los vasos sanguíneos. Solo arteriales, pero con eso basta para que me sienta del buklot.

Me separaron de Kyle para continuar con nuestras pruebas. No lo he visto desde hace doce horas, aproximadamente. Y es ahora cuando, sin ningún apoyo cercano, me siento más sola que nunca. Sin mi mamá, sin Lysh, sin Kyle... sin Ethan. Solo yo, abriendo la puerta de la cafetería con toda la fuerza que me queda. Y una vez dentro, observo mis manos para darme cuenta que el esfuerzo provocó múltiples petequias en mis palmas. Suspiro y desvío la mirada. El dolor incrementa al darme cuenta de lo que están haciendo conmigo.

Mi cabeza no ha dejado de cuestionarse: ¿por qué yo? No entiendo qué es lo que me hace tan especial.

¿Es porque tengo un mellizo? Ethan y Brythel también parecen ser mellizos. Y seguramente hay muchos pares más.

¿Es por mi corta edad? Hay millones de chicas de dieciocho años.

¿Es por mi madre? Dudo que se hayan tomado tantas molestias para querernos solo porque mi madre es parte del proyecto.

Debe ser algo más. Debe haber algo que no he pensado aún. Y debe ser una razón increíblemente "importante" para que no les importe matarme en el proceso.

— ¿Kathery? —Una voz horrorizada llama mi atención—. Dios mío, ¿qué te pasó? —Nicolás me mira como si fuese un fantasma.

Bueno, en eso me convertiré pronto si sigo a este paso.

—Hola —hablo con debilidad, un hilo de voz es todo lo que puedo sacar—. ¿Me ayudarías a conseguir la comida, por favor?

Él asiente rápidamente y me jala una silla. Le agradezco con un intento de sonrisa mientras se va por mi alimento. Mientras tanto, me siento adolorida y jodida. Reviso lo que alcanzo a divisar de mi piel para asegurarme de no haber formado más sangrados con el esfuerzo de sentarme. Nicolás llega pronto y toma asiento frente a mí después de dejar mi comida.

— ¿Estuviste en el Salón de Experimentación? —pregunta sin perder el tiempo.

Yo asiento con una mueca de dolor. —Doce horas. Vasos arteriales.

Él sacude la cabeza con pesar.

— ¿Pero por qué? —se cuestiona con confusión—. Tú eres mujer.

Me encojo de hombros, rendida y triste.

—No tengo ni la más mínima idea —respondo—. Es lo que llevo preguntándome desde que me estudiaron piel y anexos hace dos días.

Nicolás casi se atraganta. Me mira horrorizado e incrédulo. Como si hubiese dicho la grosería más grande de todas.

— ¿Has estado dos veces en el Salón de Experimentación, en tres días?

Yo frunzo el ceño por su reacción y asiento lentamente.

—Mierda, Kathery —Se rasca la barbilla con desesperación—. ¿Qué hiciste o qué? —pregunta y una punzada de enojo pica dentro de mí.

—Yo no hice nada —respondo a la defensiva.

—Lo se, Kath, lo se —dice con disculpa, retractando su inapropiada pregunta—. Es que... El protocolo no es ese —añade y el tono de su voz no me gusta nada. Habla como si me estuviera informando la muerte de alguien.

— ¿Ah, no? —Mi corazón se acelera y la ansiedad me invade.

—Kathery —Me mira con severidad—. El protocolo es una visita al Salón de Experimentación, cada año y medio.

Ahora me atraganto yo. Junto mis manos con la intención de darme un poco de consuelo y seguridad a mí misma. Mi respiración se acelera también y me entrar unas ganas molestas de llorar.

— ¿Qué? —Se quieren llenar los ojos de lágrimas. Porque sé lo que eso significa. Se lo que quiere decir para mí.

Él asiente con tristeza. —Kath... Esto es demasiado invasivo. Yo no sé... —Suspira.

— ¿No sabes cuánto tiempo más aguantará mi cuerpo?

Nicolás no dice nada. Y eso me lo dice todo. Cubro mi rostro con mis manos. La siguiente prueba es en tres días. Tres días para continuar con mis venas y joderme el sistema sanguíneo. Me mata el alma pensar en lo que pasará conmigo. Siento una impotencia tan grande, que me quema por dentro. Quiero gritar, llorar, golpear algo. Y lo peor es que ni siquiera cuento con la fuerza para hacerlo.

— ¿Dónde está Ethan? —pregunta el chico frente a mí—. Él necesita saberlo.

Aprieto los ojos y entierro mi cabeza en mis manos con más fuerza.

—No se —contesto tajante—. Y no me interesa. Él no necesita saber nada.

Seguramente me observa con confusión. Puedo sentir su mirada. Puedo sentir sus ganas de interrogarme.

— ¿Te enteraste, verdad? —La tranquilidad con la que me lo pregunta, me desorienta por unos segundos.

Lo enfrento y lo veo a los ojos. Él me mira con seriedad. Y entonces creo que sí estamos pensando en lo mismo.

— ¿De qué? —interrogo ahora yo, sintiendo el coraje arder dentro de mí—. ¿Que se acercó a mí para traerme a esta jaula? —escupo con frialdad. Él no mueve ni un músculo, y entonces confirmo que lo sabe todo—. ¿Qué me mintió y me hizo confiar en él solo para dejarme caer aquí? ¿Qué me vio como una condición para su libertad, y ya? —Exhalo con fuerza—. ¿Qué le importo una mierda?

Nicolás sonríe. Las comisuras de sus labios se elevan levemente y el desconcierto me invade.

¿Por qué buklot sonríe?

— ¿Eso es realmente lo que crees? —La seguridad y suficiencia con la que habla hace que me den ganas de golpearlo, a pesar de que me trajo la comida.

Frunzo el ceño—. Eso es lo que es, Nicolás. Él me lo dijo.

Me resulta imposible decir eso sin que el dolor me apuñale el corazón.

—Ajá. —Asiente sin quitar su sonrisa—. ¿Y si es cierto que para él solo significas una condición para escapar, entonces por qué sigue aquí?

Me quedo en blanco. Parpadeo e intento recomponerme de su pregunta.

—Si no le importas, ¿entonces por qué no se ha ido? —añade, curzándose de brazos.

Aprieto los labios. Porque no me lo había planteado de esa forma. Sin embargo, eso no me desvía de la interrogante principal.

— ¿Qué interesa? Si es verdad que nunca nos encontramos por casualidad y que llegó a mi vida por órdenes de su madre. —Sacudo la cabeza—. Porque eso es cierto, ¿o no?

La sonrisa de borra de su cara. El aire de seguridad se va y guarda silencio por unos segundos, para después suspirar.

—Sí, eso es verdad, Kath —responde con pesar—. Pero es que en ese momento no te conocía como lo hace ahora. En ese momento no... —Deja las palabras en el aire.

— ¿En ese momento no, qué? —pregunto impaciente.

Él mueve un poco sus pupilas, para mirar más allá de mí.

—Mejor que te lo diga él. —Señala con el mentón hacia atrás de mí.

Volteo y mi corazón se acelera a una velocidad preocupante mientras se forma un nudo en mi garganta. 

Ahí está Ethan, de pie, con los ojos rojos y con dolor y súplica en su mirada. Mi alma arde en llamas una vez más. Llamas de tristeza, enojo, frustración... Y quiero salir de aquí con tal de no estar en la misma habitación que él.  

*****

¡HOLAAA, personas hermosas!

Di lo mejor de mí para poder darles otro capítulo. 

No saben lo feliz que me hacen sus comentarios y su apoyo. Y es por eso que me estoy esforzando más para poder regresarles un de todo eso que le dan a esta historia. 

¡Muchas gracias! <3 

Y si llegaron hasta aquí, platíquenme, ¿por qué piensan que Kathery y Kyle son tan importantes para el Proyecto Y?

¡Nos leemos pronto! Les mando un abrazo

- Clau<3

Ipagpatuloy ang Pagbabasa

Magugustuhan mo rin

287K 16.3K 21
-Esto... doloroso...-dijo una voz femenina -Padre e hijo, se fueron juntos. Dos hermanos que no pudieron encontrarse por culpa de un gobierno corrupt...
53.5K 9.5K 73
COMO ME CONVERTÍ EN UN MAGNATE HACIENDO NEGOCIOS DE REVENTA ENTRE DOS MUNDOS Total de capítulos 288 (novela original) (Otra obra maestra de Ye Yiluo...
79.7K 11.2K 54
En un mundo en donde los héroes y los hechiceros conviven con cierta armonía la cual se vera rota
64.8M 6.2M 118
¿Qué harías si una noche encuentras a un chico semi desnudo y cubierto de sangre en tu patio? ¿Qué harías si es atractivo, pero también es perturbad...