Capítulo 9: Tu rendimiento fue lastimoso.

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¡Gracias por leer! <3

Me encuentro recostada en mi cama, con la mirada perdida en el techo. Ha sido un día increíblemente largo y lo único que quiero hacer es dormir para no pensar. Cada hora fue un remolino de sentimientos que me han dejado agotada, ahora solo quiero descansar.

Escucho a la puerta abrirse y cerrarse de nuevo. Asumo que es Ethan, pues cuando llegué la habitación estaba vacía. No me preocupé, sin embargo. Si pudo bajar cuando teníamos visita en el comedor -que está casi junto a las escaleras-, asumí que no tendría problemas en volver a subir pasando desapercibido, menos ahora que solo hay que preocuparse por la presencia de mi madre. El chico es ágil y escurridizo, bien por él.

―Esas fresas con crema estaban deliciosas. ―Lo escucho decir, sin embargo no lo encaro ni le presto atención físicamente.

―Lo sé, son la especialidad de mamá ―respondo con simpleza.

―Espero no te importe que me haya acabado el plato entero. ―Sé que intenta molestarme. Pero no siento irritación en lo absoluto.

―Bien por ti.

―Pensé en subir un poco para ti ―comenta y hace una breve pausa, para después soltar una corta risotada―. Bueno, no. La verdad no se me pasó por la mente traerte nada, castaña.

―Está bien, puedo vivir con eso.

No dice nada después de mi contestación. Puedo escucharlo caminar y por el rabillo del ojo lo veo acercarse a mí, para después sentir cómo se hunde la cama a mi derecha por su peso. Eso es raro, habría esperado que fuera directamente al colchón. Frunzo el ceño y por fin lo encaro, dándome cuenta de que él también está mirándome. Creo ver preocupación en sus ojos y eso provoca que me inquiete yo también.

―Brythel es una verdadera perra contigo, ¿no es así? ―Sus palabras me toman por sorpresa. Tampoco esperaba que fuera a sacar ese tema. Pero no le respondo, la verdad no sé qué decir―. Está bien, yo lo afirmo por ti: Sí es una perra contigo.

Una pequeña sonrisa se forma en mis labios. Me causa gracia que la llame "perra". Me encojo de hombros y desvío la mirada hacia el techo.

―Es una verdadera perra conmigo ―afirmo.

Ethan se recuesta por completo  y toma la misma posición que yo. Lo escucho exhalar con fuerza y yo suelto un suspiro casi al mismo tiempo. Supongo que fue un largo día para los dos.

― ¿Quién es Lyshia? ―pregunta. Tardo unos segundos en contestar, pues como ya había mencionado, las conversaciones espontáneas y sin implicación de secretos no se dan mucho entre nosotros.

―Es mi amiga. Mi mejor amiga desde siempre.

―Ya. ―Frunzo el ceño.

― ¿Cómo sabes de su existencia?

― ¿Olvidas que estaba ahí cuando llegó del cielo? ―habla sarcásticamente.

―Cierto ―digo riendo―. Casi la mato por eso.

―No me sorprende ―comenta, causándome confusión.

― ¿Por qué lo dices?

―Porque eres una amargada. ―Suelto un bufido y estrello mi puño contra su hombro―. Una amargada agresiva ―añade con la voz ahogada. Tonto, seguro que a mí me dolió más que a él. Si es que en realidad lo lastimé en lo absoluto.

―Y tú eres un creído con problemas de narcisismo.

― ¿Qué te digo, castaña? Casi te desmayas la primera vez que me viste. ―El egocentrismo que escucho en su voz me hace querer carcajearme.

Kathery y el Único Chico de la Tierra.Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt