Capítulo 25: Aquí nada se soluciona, Kath.

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―Kyle, por favor ―suplica mamá con lágrimas en los ojos―. Escuchame, eso no es todo.

―Me abandonaste ―reclama él, haciendo caso omiso―. Te fuiste y no me buscaste.

―Me fui pero regresé ―aclama ella
―. Volví por ti. Estudié medicina, me alié con Mouhley y volví. Por favor, tú sabes que es así. He estado aquí protegiéndote desde que me permitieron acercarme a ustedes ―dice sonando desesperada―. Yo no te abandoné. Yo regresé. Por favor, escuchame.

Mi madre intenta acercarse pero Kyle la rechaza con furia. No quiere nada de ella, no quiere ni verla y no soporta que lo toque. Y es imposible describir con palabras el dolor que se refleja en el rostro de mamá.

Me acerco para abrazarla y Kyle me mira con asco también, como si yo fuese la culpable de todo lo que está pasando.

―No te necesito ―le habla a mi madre pero me observa a mí―. He vivido años sin necesitarte, y tampoco quiero tu protección. A partir de ahora mantente alejada de mí. ―Aprieta los ojos y da un paso atrás―. No me interesan tus explicaciones o excusas, Nadya. ―Da media vuelta y comienza a caminar hacia la puerta. Entonces se detiene poco antes de salir y dice, con tanto veneno como es posible: ―. Tuviste una sola hija y siempre será así. Porque, por si no es obvio, ahora sí estoy muerto para ti.

Se va sin mirar atrás. Y entonces mamá se rompe un poco más.

La abrazo e intento hacer cesar sus lágrimas pero no lo logro. Ella solloza y sufre tanto, haciéndome sentir inútil por no poder ayudarla. Haciéndome sentir impotente, malagradecida y estúpida. No puedo creer que yo llegué a tratarla igual o peor que Kyle. Que le dije cosas tan hirientes como él, y le reclamé una y otra vez por algo que ella hizo para protegerme. Me siento como un asco de hija, un asco de persona.

―Perdóname, mamá ―susurro con la voz entrecortada y el corazón en la mano―. Perdón por haberte tratado como lo hice. Perdón por ser una idiota, egoísta y malagradecida, que no ve con claridad y sólo sabe lastimar. ―Lágrimas calientes resbalan por mi cara y me escondo entre sus brazos―. Perdóname, por favor, lo siento, lo lamento. Soy un asco de persona y lo se, lo lamento. ―Sollozo mientras siento como me abraza, con ese cariño maternal incondicional que no merezco en estos momentos.

―Yo siempre te voy a perdonar, cariño ―dice mientras intenta tranquilizarme con caricias en la espalda―. Eres mi niña, nunca dejaré de amarte sin importar lo que pase.

La abrazo aun más fuerte y dejo que esas heridas sanen un poco, alejando los rencores, la furia y el dolor que no representan a mi madre en lo absoluto. Me primero a mí misma no volver a lastimarla de esa manera y no volver a permitir que nadie la lastime a ella. Esta mujer lo ha dado todo por nosotros y me encargaré que no sea en vano.

―Todo va a estar bien, mamá ―susurro―. Kyle nos va a escuchar y todo se solucionará.

Ella ríe amargamente y se separa para mirarme a los ojos. Y entonces, mientras la desesperanza abre su paso entre su cuerpo y alma, me dice:

―Aquí nada de soluciona, Kath.

Pisadas y voces se sienten llegar mientras se abre la puerta, dejando entrar a las Mouhley. Brythel me mira con una sonrisa burlona y se acerca para jalarme del brazo y separarme de mi madre.

―No me toques, perra. ―La separo de mí con furia y ella me regresa el sentimiento, mientras voltea a ver a su madre.

―Llévensela ―ordena ésta, mientras siento como brazos fuertes me toman de las muñecas y el cuello, y me empujan para sacarme de ahí, dejando a Brianna sola con mi madre.

Kathery y el Único Chico de la Tierra.On viuen les histories. Descobreix ara