-¡Bienvenidos a la última fase de la semi-final del torneo de League of Legends! 128 equipos ingresaron hoy a nuestros servidores con la esperanza de llegar a esta instancia, en donde los cuatro mejores equipos del país deberán enfrentarse entre si, y sólo dos podrán sobrevivir a este tan épico encuentro. Y, para hacer de esto aún más emocionante, las dos partidas se jugaran en diferentes horarios, así que podrán verlas sin perderse ningún detalle. El primer y segundo lugar de hoy irán directo a jugar a Europa representando a la liga Norteamericana. Ahora, denle la bienvenida a nuestros dos primero equipos, en la estación izquierda tenemos a ¡Counter Logic Gaming!- Los aplausos dieron lugar en la sala y el equipo entró y se paró frente a su estación de juego.- Y ahora, el equipo que ha impresionado a muchos esta temporada, demosle la bienvenida por primera vez a esta instancia, El equipo de armas rápidas ¡Wonkru!- Los aplausos fueron más fuertes y gritos de fanáticos se hicieron presentes, los nervios se volvieron aún más grandes en el equipo y un chico del staff los empujó para que caminaran y salieran al escenario. Los chicos hicieron que Lexa, como capitana, fuera primero en la fila. Se instalaron frente a las computadoras y el presentador comenzó a dictar las reglas básicas del juego, reglas que ya todos conocían, pero jamás estaba de más recordarlas. -¡Tienen un minuto para escoger sus personajes!-
Los tres amigos escogieron rápidamente una formación bastante practicada, pues debían hacer algo que les asegurara la victoria. Una vez todo listo, la partida comenzó y los jugadores partieron con sus designados campeones a las filas correspondientes.
-Hace mucho tiempo que no me ponía tan ansioso una partida.-
Lexa le dio una mirada rápida a Roan y le sonrió.
-Sólo es un juego más, nada de otro mundo.- Intentó calmarlo la castaña.- La única diferencia es que tenemos público, una copa que ganar, y muuucho dinero y reconocimiento a la vuelta de la esquina.-
-Vaya, Heda, ¿Te han dicho que eres muy buena en esto de calmar a las personas? Si no fuera por esa mente tan rara y espectacular que tienes para planear y jugar, me extrañaría demasiado que tú seas la que está al mando aquí.- Comentó Harper.
Los súbditos comenzaron a aparecer en el mapa y la búsqueda de experiencia y oro para subir de nivel se hizo presente, obviamente con el cuidado de que no los mataran los enemigos.
-¿Sabes por qué estoy al mando? Digo, además de mis indudables destrezas. Verás, querida Harper, soy la única persona que puede pensar tan fríamente en momentos como estos, estamos en otro estado del país, nuestra reputación como jugadores profesionales recién está viendo la luz del día, lo que podía acabar hoy mismo también si no ganamos esto, al igual que, gracias a todos estos eventos, puedo mantener a un adolescente en una buena escuela y a una bebé, ¿Sabes cuanto dinero se gasta diariamente en esas pequeñas personitas? bastante, más de lo que te puedes imaginar. Ellos dependen de mi, y yo dependo de ellos, por lo que no puedo dejar pasar esto, debo ganar, cueste lo que cueste.- Decía sin despegar su mirada de monitor y sus manos de los controles.- Cualquiera puede pensar que esto no es nada más que una experiencia futura par contar a nuestros descendientes, pero, para mi, es mi boleto directo a esa descendencia, porque no tendré a nadie si no tengo los recursos. Así que, volviendo al tema principal de esta pequeña discusión, estoy al mando porque necesitan a alguien que sea tan fría para poder pensar racionalmente en absolutamente todas las posibilidades, todos los movimientos y las consecuencias que podrían tener en tiempo futuro.- Justo en ese momento, Lexa miró a Harper, mientras de fondo se podía escuchar la voz del presentador anunciando que Wonkru había derribado la primera torreta enemiga, lo que los hacía estar más cerca de ganar que el equipo contrario. La castaña volvió su vista al monitor y sonrió.- Vuelvan al juego, hay que mantenernos concentrados y terminar con esto lo antes posible.
Luego de un rato, estaban ya a punto de derribar las torretas de la base enemiga y ganar la partida de una vez por todas. Los tres estaban algo ansiosos, pero increíblemente calmados y serios. Lexa daba ordenes a cada segundo, cambiaba tácticas dependiendo de la posición del equipo contrario, mientras que Harper intentaba abrirse paso tras las defensas enemigas y Roan acababa con los campeones del enemigo y le otorgaba defensa a su compañera para que cumpliera con su misión.
*****
-Clarke, iré al supermercado, casi no hay nada, ¿Necesitas algo?- Preguntó el adolescente.
-No, ve con cuidado y apresúrate, tu hermana aún está jugando.- Respondió la mayor con Octavia sentada sobre sus piernas.
-Bien, vuelvo en 10 o 15 minutos, llevo una lista.-
El chico salió de la casa, dejando a ambas chicas solas, cosa que le provocó que un escalofrío recorriera la espalda de Clarke.
-¿Por qué no llamamos a la tía Abby y al tío Jacke y les decimos que vengan?- Le preguntó a la bebé, la cual asintió con su cabecita. Clarke dejó a Octavia en el piso y fue a buscar su teléfono, seguida siempre de la niña.- ¿Extrañas a rus primos, O?-
-Ti.-
-Yo también... es raro no verlos siempre...- Contestó mientras marcaba el número de la casa de sus padres y ponía el altavoz.
-Casa de los Griffin, habla Raven, ¿Quién es?-
-Vaya, parece que ya me olvidaron en casa.- Contestó Clarke con una sonrisa.-
-¡Hermana!-
-Hola, pequeña, ¿Está mamá?-
-Sí, ya la llamo.- Se escuchó un silencio al otro lado de la línea, hasta que alguien tomó el teléfono.
-¿Clarke?-
-Hola Mamá, ¿Cómo estás?-
-Hola hija, todo bien, ¿tú cómo estás? ¿Cómo va todo?-
-Todo bien, oye Má, ¿Por que no vienen los cuatro a la casa?-
-Claro, le diré a tu padre, estaremos en 30 minutos ahí.
-Bueno, dile a Papá que conduzca con cuidado.-
-Oye, Clarke, antes de que cortes, ¿Haz hablado con Finn? Ayer vino a casa a preguntar si estabas.
-¿Y qué le dijiste?-
-Que no, obviamente. Me dijo que lo llamaras cuando pudieras, se veía algo desanimado.-
-Bien, le llamaré en un rato. Te quiero, nos vemos aquí.- Cortó la llamada y miró a su primita.- No te emparejes nunca, por favor, es muy desagradable algunas veces.-
-Dilosaulio.- Le respondió seria.
-Exacto, dinosaurio, quédate con ellos.- Le dijo tras sentarse a su lado y soltar un suspiro.- ¿Sabes? Deberíamos ampliar tu vocabulario, tienes 4 años ya y siempre dices las mismas cosas.- Le dijo mirándola.
-Dilosaulio.- Le respondió con el ceño fruncido.
Clarke sonrió y asintió, dándole la última palabra a la menor.
*****
-Mierda, mierda, mierda... Roan, necesito ayuda aquí.- Dijo Lexa.
-Ahí voy.-
Estaban ya en la base enemiga, pero los enemigos se negaban a dejarlos pasar, por lo que la única opción era aniquilarlos para tener el tiempo suficiente para destruir el nexo y ganar, pero todo se había complicado, pues estaban atacándolos con todo y la victoria se veía cada vez más lejana para Wonkru. La tensión dentro del lugar era increíble luego de que mataran a Roan y a Harper, eran 3 contra 1.
-¿Cuanto les falta? Dudo que pueda seguir viva por mucho tiempo.-
-Ya poco, Heda.-
-No me sirve eso, los necesito aquí, ahora.
-15 segundos.- Respondió Harper intentando pensar en un plan de escape.
-Ya está, me aburrí de esto.- Dijo Lexa.
La capitana se quitó los cascos y se acercó más al monitor. En segundos, el equipo enemigo había sido aniquilado por una sola persona, creando un silencio impresionante en la sala. Los otros dos miembros del equipo llegaron a la base enemiga y derribaron todo lo que quedaba en pie, destruyendo el nexo enemigo en un pestañeo.
Lo habían logrado, habían llegado a las grandes ligas en el primer campeonato en el que participaban, destruyendo a equipos profesionales con experiencia a nivel nacional.
Eran el primer equipo representante de Norteamérica en la copa anual.
*****
-¿Finn? Soy yo, Clarke, llámame cuando recibas este mensaje.- Dijo, dejando el sexto mensaje en el buzón de voz de su novio mientras caminaba por el parque más cercano a la casa de los Kane.
Sus padres (y hermanos) habían llegado minutos después de Bellamy y su madre la había convencido de hablar con Finn, mientras que su padre la había convencido de salir a comprar alcohol para celebrar la victoria de Lexa, así que eso estaba haciendo, caminando a algún lugar que estuviera abierto y poder comprar, solo que en la marcha había decidido llamar al chico que sus padres adoraban tanto.
Luego de ese último mensaje, decidió intentar mañana si es que +el no le devolvía la llamada esa noche. Se detuvo en medio del camino y suspiró, mirando al rededor por si encontraba alguna licorería abierta, la cual encontró algo lejos (al otro extremo del parque). Suspiró y comenzó el camino hacia el lugar. Mientras más caminaba, más parejas tiradas en el césped encontraba, aunque intentaba no ponerles atención, pero hubo una en la que no lo pudo evitar, pues el cabello de la chica era idéntico al de su mejor amiga, la cuál, hace algunos días, le había confesado el estar viendo a un chico. No lo dudó y llamó a su mejor amiga por teléfono, verificando la identidad de la chica misteriosa cuando la pantalla de su teléfono se iluminó y comenzó a sonar el ringtone. El chico que estaba apoyado en sus piernas se sentó, dándole la espalda a la rubia, para que su chica pudiera contestar la llamada. Luna, antes de levantarse, le dio un pequeño beso en los labios al chico misterioso.
-¿Clarke?-
-Hey, ¿con quién estás?-
-¿Qué? Emmm... con nadie, estoy en mi casa, ¿Por qué preguntas?- Respondió algo nerviosa.
-¿Segura?- Algo no encajaba aquí, ¿Por qué no decirle que estaba en el parque con su chico?
-Sí, totalmente segura.-
-Entonces, ¿Por qué te acabo de encontrar en el parque con tu chico anónimo?-
Vio que Luna comenzó a buscarla con la mirada, hasta que volteó y se la encontró, soltando un pequeño "mierda" y acercándose a ella algo pálida.
-Clarke, perdón, pero no deberías estar aquí...- Le dijo cuando ya estaba frente a ella.
-¿Por qué?-
-Déjame explicarte, yo...-
-Hey, bebé, ¿Por qué te demoras tanto?- Dijo el chico mientras se levantaba y se volteaba en busca de Luna.
Clarke descubrió la identidad del novio de Luna y miró con enfado a su amiga, soltando de la nada una bofetada bastante fuerte. Se acercó al chico, que la miraba con miedo y se plantó frente a él.
-Eres una mierda, Finn Collins, no me vuelvas a hablar en tu puta vida.-
La rubia se dio media vuelta y se fue del lugar, aún sin poder creer lo que había visto. Su mejor amiga de toda la vida y su novio, con quien llevaba casi dos años de relación, estaban saliendo a escondidas. Ambos la habían engañado y partido su corazón.