¡Querido Diario!
Sólo bastó con tomar mi celular y escribir:
— Te necesito
Para que respondiera al instante.
— Voy en camino
Se supone que Luca estaba en su entrenamiento de fútbol, y para nada era mi intención arruinarle su entrenamiento pero lo necesitaba conmigo este día.
No pasó mucho tiempo antes de verle pasar por la puerta de mi casa. Al verme se apresuró a abrazarme al notar las lágrimas en mis ojos. Él en realidad no sabía lo que me pasaba, pero tampoco necesitaba saberlo para hacerme sentir bien.
— ¿Estás bien?
Negué contra su pecho.
Al separarnos le dije que mis padres me llevarían a la peluquería para un corte y quería que él me acompañase. Al estar allá, pedí que cortaran todo mi cabello.
Cortaron cada parte de mí. Cada pedazo y todo lo que me gustaba en mí.
A través del espejo podía ver a Luca mirándome a mí, no mi cabeza, a mí. Sonrió en señal de apoyo, y por primera vez, no sirvió.
Desde que tengo memoria había tenido el cabello largo. Siempre fue así hasta que el cáncer volvió a aparecer, y ahora debía despedirme de mi cabello...
Con amor, Haysel...
11:53pm.