¡Querido Diario!
Me gustaría que el tiempo pase más lento, así podría disfrutar más los bellos momentos que estos pasando con mi familia. Siento que la mayoría de las veces el tiempo pasa demasiado rápido y no puedo procesar la realidad, ¿será qué soy la única que siente eso?
A veces quiero que el tiempo se detenga como en esas películas románticas dónde todo se detiene exepto los protagonistas y hacen lo que quieren si no pasará nada a su alrededor que los afecte. Pero mi vida no es una película. Esto es la realidad, una realidad que puede esfumarse en cualquier momento.
Es curioso como estamos un momento y al otro ya no, sobre todo cuando somos tan felices. Así como yo lo soy con Luca.
Luca es un buen chico, el mejor que he conocido, de hecho. Es lindo y parece que no le importa lo que los demás digan de su novia con cáncer.
Hoy no me sentía bien como para ir a clases ya que tenía náuseas y dolor en los huesos y quería llorar cada que un mechón de pelo caía, así que le avisé a mi novio que me quedaría en casa y él me sorprendió llegando a esta con bolsas llenas de comida, por lo que asumí que él también faltó a clases.
Al principio me molesté porque no quiero que descuide sus estudios por mí. No lo valgo. No quiero poner su vida de cabeza y después dejarlo así como así. Pero aún a pesar de mis objeciones a Luca no pareció importarle.
— Te quiero pero no vas a decirme que hacer, Haysel — dijo cuando le mencioné de mi molestia
En ese momento no dije más nada y me dispuse a comer junto con él y mamá, que al final terminó por unirse a nuestro plan de ver películas mientras comíamos como locos.
Con amor, Haysel...
11:52pm.